jueves, 18 de septiembre de 2008

EE.UU. al borde del crack: WALL STREET LUCHA POR SOBREVIVIR

Por Juan Chingo Jueves 18 de septiembre de 2008

Tal vez se salve, no se puede descartar. Las autoridades norteamericanas y los bancos centrales del mundo entero están haciendo lo imposible, aunque arrastrados por los acontecimientos. Pero nunca desde la crisis del 1929, la economía norteamericana estuvo tan cerca del crack. Como dijo el ex presidente de la FED, Alan Greenspan, son fenómenos que suceden “una vez en medio siglo, probablemente una vez en un siglo”.
La crisis ya ha liquidado el dogma neoliberal de que el mercado lo arregla todo. Pero también, contra lo que sostienen algunos economistas neokeynesianos, esta crisis no es producto del “neoliberalismo”, en realidad, la hipertrofia financiera en derrumbe es un subproducto de la única salida capitalista posible a la crisis de sobreacumulación de capitales que tiene lugar desde el fin del boom de la posguerra.
Las caídas de los pesos pesados de las finanzas norteamericanas como Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de EEUU y que había sobrevivido a la Guerra Civil, las dos Guerras Mundiales y la Gran Depresión, Merrill Lynch, que tiene 94 años de existencia, o el colosal salvataje de la gigantesca aseguradora AIG sólo pueden llevar a un mayor descrédito de la ideología de “libre mercado” de la clase dominante norteamericana, como así también a su sistema político y económico, hasta hace poco presentado como la panacea capitalista en todo el mundo.

La FED por detrás de los acontecimientos
Las autoridades de la Reserva Federal (FED por la abreviatura de su nombre en inglés) y el Tesoro norteamericano, los únicos “pilotos” que quedan en medio del devastador huracán financiero, marchan a remolque de la fenomenal onda de choque.
La semana pasada, constreñidos por el rol de los gigantes Fannie Mae y Fredy Mac en el mercado inmobiliario y, sobre todo porque su caída hubiera hundido a los inversores extranjeros como China, Rusia o Japón que financian el enorme déficit de cuenta corriente de EEUU, realizaron la llamada “madre de todos los rescates”. Este fin de semana, queriendo en apariencia restablecer las reglas del mercado mientras pedían de rodillas a los pocos bancos “medio sanos” que hay en el país que salven a los “malos” ya sea comprándolos o siguiendo haciendo negocios con ellos, dejaron caer al Lehman Brothers, lo que precipitó a su vez la venta de Merrill Lynch al Bank of America, en un acto de desesperación antes de que esta entidad corriera la misma suerte. El desarrollo sin precedentes – hasta hace poco impensable – de la posibilidad de un default del gobierno norteamericano, que aunque en bajas proporciones comenzó a ser valorado por los mercados crediticios, rondaba también sobre la cabeza de Henry Paulson, secretario del Tesoro, para adoptar este curso. Pero la Reserva Federal, a dos días de este supuesto “marcar la raya” en los masivos rescates estatales a última hora del martes y con aval del tesoro, salió a ofrecer un préstamo de 85.000 millones de dólares para evitar la quiebra de la principal aseguradora del mundo, AIG, nacionalizando de hecho el mercado de seguros, aunque, contrariamente a lo esperado, sin calmar a los mercados. A su vez, por otras vías siguen abriendo aún más la canilla de liquidez con medidas cada vez más desesperadas como es el rebajar la calidad crediticia de los activos admitidos a descuento en las ventanas de liquidez de la Reserva Federal, hasta incluir valores de renta variable, e incluso permitir que las entidades puedan usar los depósitos de sus clientes para financiar su banca de inversión. Es decir, utilizar los depósitos de los ahorristas para evitar la quiebra de sus actividades especulativas. ¡Increíble!
Sin embargo, a pesar de estas “medidas de contención”, la crisis no para y promete llevarse puesta a nuevos bancos. Es que la quiebra de Lehman puede iniciar una corrida sobre lo que queda de la banca de inversión como Goldman Sachs o Morgan Stanley u otros bancos de inversión o brokers que son parte de grandes bancos comerciales como por ejemplo el JP Morgan y el Citigroup. Los problemas se repiten en otras entidades como Washington Mutual (WaMu), cuyas acciones cayeron en picada, al desconfiar los inversores de la capacidad de la principal caja de ahorros estadounidense para captar nuevo capital o encontrar un comprador que le permita continuar con su negocio. A su vez, otra de las entidades financieras sobre las que el mercado centra sus preocupaciones es Wachovia, uno de los bancos comerciales más grande y que ha sufrido pérdidas por 16.000 millones de dólares, como consecuencia de la crisis crediticia originada por las hipotecas basura. Esto, sin nombrar a los miles de bancos locales o regionales que podrían quebrar. Como se ve, no hay segmento del sistema financiero norteamericano que se salve en la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión y que ha disparado a la vez el mayor proceso de concentración y centralización de capital bancario y financiero desde los años 1930. Dicho en criollo, estamos frente a la supervivencia del más fuerte ya sea mediante la quiebra de las entidades con menor base de capital o la absorción y la creación de megaentidades como el Bank of America, que ya había absorbido la hipotecaria Countrywide Financial y ahora se quedó con el banco de inversión, Merrill Lynch, que tiene un tentáculo en todos los sectores del sistema financiero norteamericano. Aunque aún está por verse si esto ha sido un buen negocio o si, por el contrario, los títulos basura (tóxicos, en el lenguaje financiero de estos días) que han recibido de las entidades en problemas compradas podrían atormentar a sus nuevos dueños, erosionando sus ratios (o base) de capital. Cuestión, que de darse, abriría una perspectiva aun más ominosa para el conjunto del sistema financiero ya que, cuantos más megagigantes bancarios se formen como resultado de la crisis, más fuerte puede ser su caída.
A su vez, el descalabro del principal banco hipotecario del Reino Unido, HBOS, en conversaciones con su rival británico Lloyds TSB, muestra que la crisis financiera no se limita a EE.UU. Los temores de que HBOS no pueda refinanciar 100.000 millones de libras en los próximos meses ni encontrar fondos para hacerlo en las actuales condiciones del mercado han puesto en estado de coma a esta compañía.

La culpable no es la regulación “deficiente”, sino la insaciable sed de ganancias
El actual descalabro de la banca de inversión y su carácter opaco, han dado lugar al surgimiento de una serie de analistas que, frente a la hipertrofia y mayor sofisticación del sistema financiero, culpa a los organismos reguladores por manejarse con una lógica liberal y no estar a la altura de la necesidad de imponer un fuerte control a estas prácticas bancarias. Esta explicación ignora las causas reales y es a su vez una visión interesada de los apologistas del sistema, hoy en retirada, que naturaliza al capitalismo y considera que el único problema son sus excesos. Sin embargo la explicación es otra.
El desarrollo de la banca de inversión y la securitización o titulización que la acompañó como la sombra al cuerpo, en otras palabras, la transformación de todo crédito en un título negociable, que creció exponencialmente desde hace treinta años desde el comienzo de la ofensiva neoliberal, fueron acciones del capital (más precisamente del capital en tanto propiedad) de someter y limitar la autonomía de la parte productiva del capital (más precisamente al capital en función) para aumentar los rendimientos del capital invertido. La titulización universal que se generó en detrimento del rol intermediador de la antigua banca hacia una financiación más directa seguía la lógica de no estar atado a la gestión de los activos reales para buscar en forma permanente el mejor rendimiento. La creciente exposición al riesgo, incluso con una pequeña base de capital, o el hecho de que gran parte de la expansión de productos y servicios financieros en los últimos cinco años encontrara su origen en transacciones entre entidades financieras (brutal desarrollo del capital ficticio) no debe dejar de hacernos ver que el motivo central de tales cambios en el sistema financiero fue aumentar la presión sobre la gestión de las empresas, aprobando o sancionando mediante la compra y venta de acciones el comportamiento de las mismas. La crisis de las hipotecas subprime (o mejor dicho el carácter subprimarizado del sistema financiero norteamericano) ha puesto sobre la picota esta forma de crecimiento que tuvo la clase dominante norteamericana como forma de recuperar la caída de rentabilidad que la asoló en 1970 cuando se agotaron los efectos benéficos del boom de la posguerra. Esta forma de crecimiento ha puesto de manifiesto el carácter frágil e inestable del actual sistema financiero basado en la diversificación y el arbitraje de los inversores entre los diversos lugares como forma de obtener superganancias, lo que a su vez arriesga la viabilidad del sistema financiero en su conjunto como muestra la actual crisis financiera, la más importante desde el crack del 29.
La desregulación de las operaciones de las grandes corporaciones aprobadas tanto por los gobiernos republicanos como demócratas fueron removiendo todos los límites legales a la obtención de ganancias e impulsando la acumulación de niveles de riqueza cada vez más obscenos en manos de una oligarquía financiera, a la que ambos partidos responden. Como parte de este proceso se liquidaron importantes sectores de la base industrial norteamericana, relocalizando la producción en zonas de mano de obra barata que permitiera obtener superganancias y dando lugar a una descomunal desigualdad social en beneficio de los sectores más acomodados de la sociedad, una de las bases estructurales de la declinación histórica del capitalismo norteamericano.

¿Ya se tocó fondo?
Aún es muy prematuro para saber si se evitará un crack. Wall Street no ha visto la bancarrota de un banco de inversión desde la caída del Drexel Burnham Lambert en 1990 y, hoy en día, las interconexiones del sector a través del mercado de derivados han crecido más allá de todo límite. La deuda de los grupos financieros norteamericanos a sus pares se ha duplicado desde comienzos de los 90, alcanzando un 112% del PBI norteamericano. La quiebra de Lehman supone la incapacidad de la firma para hacer frente a sus pagos corrientes, la paralización de su actividad ordinaria y la entrada en un proceso de liquidación de activos con consecuencias impredecibles. Estamos hablando de 600.000 millones de dólares a junio con una notable exposición a titulizaciones hipotecarias de dudoso valor intrínseco y cuyo mercado se ha contraído hasta el punto de ser casi inexistente. El ajuste a precios de mercado (“mark to market”), que puede derivarse del proceso de desinversión forzada del banco de inversión norteamericano, puede ser demoledor para el resto de sus comparables, salvo que las autoridades sigan abriendo una ventana contable para evitar entrar en una espiral de pérdidas que amenacen con llevarse por delante todo el sistema financiero. En el caso de AIG, la compañía de seguros norteamericana que mantiene una amplia exposición al segmento de los Credit Default Swaps (CDS), incluidos los de Lehman, las autoridades no quisieron volver a arriesgarse. Los CDS son un tipo de derivado en el que se acuerda pagar una cierta cantidad de efectivo (con cierta periodicidad) al vendedor a cambio de tener una protección contra el impago (default) de un bono o préstamo de una empresa o país. Las sumas que debía AIG frente a la insolvencia del actual sistema crediticio la convertían en número fijo a la bancarrota. De conjunto, los compromisos en derivados exceden de lejos los activos de los grandes bancos. Morgan Stanley tiene una exposición diez veces mayor que Lehman al mercado de derivados, aunque el riesgo de este último en relación a su debilitada base de capital parece haber sido la peor. A su vez, el 97% de los derivados en manos de los bancos comerciales está concentrado en los cinco primeros: JPMorgan Chase, Citibank, Bank of America, Wachovia y HSBC. ¿Serán estos las próximas víctimas? Quién lo sabe, pero las aguas todavía están demasiado revueltas para bajar la guardia.

¿A dónde van la economía norteamericana y mundial?
Como decimos al principio, nunca desde la crisis del 29, la economía norteamericana estuvo tan cerca del “crack”, es decir una situación con innumerables quiebras bancarias (con pérdida de depósitos de millones de ahorristas), de empresas, desempleo masivo (que en los ‘30 del siglo pasado llegó al 28% de desocupación en EEUU), etc. Pero, aunque aún no haya un crack que inicie este proceso generalizado, lo que sí ya es posible vislumbrar es una recesión profundísima en los principales países imperialistas, con alto desempleo. Estamos entrando posiblemente en la combinación del temido credit crunch (sequía crediticia) o falta de crédito y un aterrizaje forzoso sincronizado de la economía mundial. El vertiginoso colapso de Lehman Brothers y la absorción de Merrill Lynch han removido una enorme cantidad de liquidez de la economía, en la medida que valores construidos durante décadas de especulación se desvanecen. Como explica Paul Krugman en su columna del New York Times con el sugestivo título “Ruleta Rusa Financiera” que demuestra la gravedad del momento en el que se encuentra el capitalismo: “…el sistema ha estado experimentando corridas bancarias postmodernas. No parecen versiones al viejo estilo: salvo excepciones, no estamos hablando de una muchedumbre de ahorristas angustiados golpeando las puertas cerradas de los bancos. En cambio, estamos hablando de desesperados llamados telefónicos y clicks de mouse, mientras los actores financieros retiran sus líneas de créditos y tratan de desprenderse de la contrapartida de riesgo. Pero los efectos económicos – congelamiento del crédito, una espiral hacia abajo de los activos – son iguales a los de las grandes corridas bancarias de los años 1930…Esto abre una posibilidad real de que 2008 sea un regreso a 1931” (“Financial Russian Roulette”, New York Times 15/9).
La producción industrial norteamericana, se contrajo un 1% en agosto (12% en la industria automotriz, la más grande en una década) cuestión que pasó totalmente desapercibida en medio de semejante marasmo financiero. Pero la fuerte interrelación entre las finanzas y la economía pronto se hará notar y puede conducir a la peor recesión norteamericana en décadas. Primero, la crisis de desendeudamiento señalada más arriba reduce la disponibilidad de crédito en la economía. Segundo, la caída del precio de la vivienda y de las acciones reduce el llamado efecto riqueza y el consiguiente consumo. Tercero, los problemas en los mercados crediticios y accionarios tienen efecto mundial, por lo que es cada vez menos probable que la actividad económica mundial siga sosteniendo a EEUU vía el aumento de las exportaciones norteamericanas, cuestión que junto a los efectos temporarios de la baja de impuestos, evitó hasta hoy una caída importante del PBI de EEUU.
Por el contrario, la economía mundial se está desacelerando. La zona euro y Japón ya están casi en recesión. Inglaterra se encamina hacia allí rápidamente. Y las llamadas economías emergentes empiezan a mostrar signos de flaqueza, cuando no de pánico. El lunes (15/9) China recortó las tasas de interés preocupada por los efectos que pueda tener sobre su propia economía el negro panorama que se cierne sobre la economía mundial, además de la caída aguda del precio de la vivienda en el verano. En Rusia, las autoridades regulatorias decidieron, hoy miércoles, suspender las operaciones en las dos principales bolsas del país para frenar el desplome bursátil que llegaba a su tercera jornada consecutiva (el martes 16/9 los dos principales índices, el RTS y el Micex se derrumbaron un 11,5% y un 17,45%, respectivamente). Entre las acciones golpeadas están las de dos de los bancos más importantes de Rusia, el Sberbank y el VTB, que hoy (17/9) se depreciaron cerca del 20%. Este desplome de los mercados rusos está vinculado, por un lado, con el de Wall Street que ha afectado a todos los mercados emergentes, la fuerte tensión geopolítica con EEUU que pegó un salto con la guerra entre Rusia y Georgia y, por último, pero no menos importante, a la rápida caída del precio del petróleo, que genera preocupaciones en una economía respaldada principalmente por sus exportaciones de materias primas. Igualmente hay que esperar para ver cómo la crisis afecta el mercado de bonos internacional de las empresas rusas, la verdadera fuente de financiamiento de las mismas.

¿Como en el ’30?
Entonces, ¿se repetirá una crisis como la del 30? Julio Sevares, del diario argentino Clarín, en su blog del 16/9, basándose en algunos elementos ciertos, lo niega: “En los treinta la economía mundial…estaba fragmentada, había control de cambio y proteccionismo…. No había una moneda internacional común porque la libra era débil y la mayor parte del tiempo inconvertible y el dólar no estaba difundido y USA, el gran acreedor mundial, no quería funcionar como prestamista de última instancia, después de la crisis la Reserva Federal respondió con restricción monetaria, diferente a lo que sucede ahora. Se menciona frecuentemente que el gobierno de Roosevelt respondió con la política expansiva del New Deal, pero se olvida que en el 31 USA aumentó los aranceles agravando la depresión mundial (Ley Smooth-Hawley) y que en el 33 hizo una devaluación salvaje del 30%. Y en el 32 Gran Bretaña respondió al proteccionismo USA con el Tratado de Otawa, de preferencias arancelarias para el Commonwealth. Francia se dedicaba a acumular oro contribuyendo a la iliquidez y Alemania estaba endeudada y en crisis luego de la salida de capitales que se fueron a especular a Nueva York en el auge. Las respuestas proteccionistas y devaluatorias impidieron la recuperación que llegó sólo con el rearme. El grado de endeudamiento empresario y familiar era infinitamente menor que el actual, por lo cual actualmente el mecanismo de transmisión de la crisis es más financiero que comercial, a diferencia de lo que sucedía en los treinta hay sistemas estatales con instrumentos anticíclicos e instituciones de consulta y regulación internacionales”.Pero si bien es cierto que la situación no es igual a la del ‘30, los mecanismos “anticíclicos” pueden afectar los tiempos y las formas de la crisis pero no puede descartarse para nada un escenario de crack generalizado. Descartar esto, justo en momentos donde el capitalismo muestra abiertamente sus contradicciones explosivas, sería tener una confianza en el capitalismo y negar que éste puede abrir situaciones catastróficas, no sólo en los países semicoloniales como fue el crack y default argentino de 2001, sino incluso en los principales países imperialistas.
Más aún, si tomamos en cuenta las crecientes tensiones geopolíticas a nivel internacional, la acelerada declinación hegemónica de los EEUU y la creciente debilidad del dólar, que ha venido subiendo extrañamente en su cotización desde fines de julio cuando se están derrumbando los activos norteamericanos debido a la fuerte manipulación de la moneda norteamericana por parte del Tesoro norteamericano con el apoyo activo del banco central chino y muy probablemente de Japón y Europa, operación cada vez más insostenible y que puede acelerar el colapso del sistema monetario basado en el dólar. Todos estos elementos hacen prever que la economía mundial ha entrado en un período de profundas guerras comerciales y tensiones interimperialistas, lleno de amenazas.
Millones pueden perder el empleo: Prepararse para la catástrofe La recesión recién está en sus primeros estadios. Es de preverse fuertes contracciones del PBN en los próximos trimestres. De acuerdo con el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la debacle financiera puede llevar a un incremento de cinco millones del número de desocupados en el mundo en el 2008.
Para la clase obrera norteamericana, el actual colapso financiero implica un rápido crecimiento del desempleo, de la pobreza, de los sin techo y de la miseria social. El gobierno, Wall Street y los candidatos a presidente de ambos partidos se aprestan a descargar las consecuencias de su propia codicia e incompetencia sobre los hombros de la clase obrera. La crisis ya está devastando a determinados sectores de asalariados, en particular los que trabajan en Wall Street o la City de Londres, que gozaron de parte de las migajas de la brutal burbuja crediticia y especulativa. En EEUU, epicentro de la actual crisis, frente a la catástrofe que el capitalismo representa para los trabajadores, es necesario levantar ya un programa para que la crisis la paguen los capitalistas, que empiece por la suspensión de todas las ejecuciones hipotecarias, el reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles, la puesta en funcionamiento de un plan de obras públicas que remodele las industrias básicas y recomponga la obsoleta infraestructura del país y cree millones de puestos de trabajo financiados con los impuestos a las grandes fortunas y, fundamentalmente, que se lleve adelante una verdadera nacionalización del sistema bancario y financiero, pero no al servicio de los ricos, Wall Street y en las manos de la oligarquía financiera, sino bajo control de los trabajadores bancarios y al servicio del conjunto de los trabajadores. Este programa implica la ruptura con los partidos demócratas y republicanos y la adopción de un curso independiente de la clase obrera.
Este programa que comienza a ser cada vez más necesario para EEUU, en la medida en que se desarrolle la crisis en los próximos meses y años, se planteará para la acción para sectores cada vez más amplios de la clase obrera y de los explotados de varios países del mundo, ya que la crisis parece extenderse como una mancha venenosa por todo el globo.
Pero fundamentalmente, la crisis actual plantea para los trabajadores de todo el mundo la necesidad de enfrentar a las burocracias sindicales colaboracionistas de cada país, que serán cómplices de los planes para hacer descargar la crisis sobre sus espaldas y de organizarse políticamente, no sólo a nivel nacional sino reconstruyendo el internacionalismo proletario y forjando una nueva internacional obrera revolucionaria. Aunque estas ideas hoy en día están muy alejadas de la conciencia actual de los trabajadores como consecuencia de años de fragmentación social, de los daños que perduran en la conciencia y en la organización a causa de la ofensiva neoliberal y la experiencia estalinista, la dureza y los padecimientos de la crisis puede hacer que muchos trabajadores, en especial su vanguardia, vuelvan a agarrar en sus manos las herramientas y el programa del marxismo revolucionario, el único que puede llevarlos a derrotar a esa casta de parásitos y explotadores: la burguesía y sus estados que amenazan con mayores y nuevas catástrofes a todo el planeta.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Bolivia: Para derrotar a la derecha, movilización nacional (Declaración)

Reproducimos en este espacio, la Declaración de ultima hora que los compañeros de la LOR-CI han enviado en respuesta a la complicada y explosiva coyuntura política boliviana, donde la derecha ha venido asomando la cabeza con fuerza; pero a la vez ha comenzado a ser combatida por el movimiento de masas. Sin darle el menor apoyo político a Evo Morales y su estrategia de "diálogo" y concertación, los revolucionarios levantamos las banderas de una estrategia de combate, comenzando por mantener la total independencia de Evo, a la vez que luchamos por la movilización unificada a nivel nacional (en toda Bolivia) y el armamento masivo de los trabajadores para aplastar a la derecha fascistoide boliviana.

Declaración de la Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional
¡Es posible desbaratar la asonada autonomista!

Las oligarquías de la "media luna" han lanzado desde hace un mes una escalada de "lockouts" regionales, bloqueos y provocaciones, bajo los pretextos de "resistencia civil", "autonomía" y "recuperación del IDH".
En estos últimos días, esta ofensiva tomó las proporciones de una asonada ultra reaccionaria extendida desde Pando a Tarija, con su epicentro y plaza fuerte en Santa Cruz, en una especie de "autogolpes regionales" orquestados por sectores cívicos y Prefectos para imponer sus designios y reasegurarse una relación de más favorables fuerzas.
La vanguardia de esta arremetida son las bandas fascistas y grupos de choque de la Unión Juvenil Cruceñista y sus similares en Tarija, Pando, etc. Estos grupos, perros rabiosos de la reacción y el racismo, se nutren de los jóvenes universitarios hijos de la oligarquía y de bandas de lúmpenes organizados y financiados por los "cívicos" y las prefecturas. Amparados en la impunidad por los empresarios y autoridades locales, han asaltado y tomado decenas de reparticiones del Estado nacional, instalaciones hidrocarburíferas, medios de comunicación, apaleando y agrediendo salvajemente a mujeres, indígenas, simple gente del pueblo o dirigentes masistas.
La masacre de Cobija del jueves 11, donde una movilización pacífica de campesinos e indígenas fue atacada a tiros por los grupos de choque autonomistas con el saldo de una decena de muertos (posiblemente sean 15) y unos 50 heridos, es el mayor exponente de los salvajes métodos de la extrema derecha.

Los objetivos de la ofensiva "cívica"
Así buscan bloquear el camino al intento gubernamental de destrabar la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE), iniciativa que el gobierno quiere tratar en el Parlamento para llamar a las urnas el 25 de enero de 2009.
Los "cívicos" saben que les es difícil poder imponer sus objetivos a nivel nacional –de hecho, no están pudiendo pasar los límites de la "media luna", la derecha es débil en Occidente y no parecen contar por ahora con suficiente apoyo entre los militares-, por eso pretenden, como mínimo, dar un salto en la imposición de "autonomías de hecho", cavando una profunda trinchera en defensa de sus intereses y posiciones regionales, como el latifundio y el manejo de los recursos locales para el caso de no poder frenar el proyecto masista a nivel nacional.
Sus acciones buscan desarticular a nivel local el aparato del Estado nacional, "capturando" oficinas nacionales e instituciones para abrir el camino a las "autonomías de hecho", como lo muestran el autonombramiento como "gobernador" del prefecto Costas o el intento de hacer designaciones ilegales de "autoridades" en las instituciones nacionales tomadas y saqueadas.
Y como muestran los asaltos fascistas al Plan 3.000 en Santa Cruz, al Mercado Campesino en Tarija o la masacre de Pando, con el terror buscan atemorizar y doblegar a los sectores populares que se resisten a las imposiciones oligárquicas o simpatizan con el MAS, para asegurarse el control de la "retaguardia departamental", control social y político que se viene erosionando pero que se desesperan por reafirmar a cualquier precio.
Aunque el gobierno ha reiterado una y otra vez su disposición a "compatibilizar" la nueva constitución y los estatutos autonómicos de la derecha, en la raíz de la furia autonomista está el temor a no poder impedir que la nueva CPE fije un límite de entre 5 y 10 mil Has. a la propiedad privada de la tierra. Por supuesto, esto no liquidaría la propiedad terrateniente ni mucho menos, pero afectaría los intereses de los grandes clanes empresariales y latifundistas del Oriente, para los cuales el libre e ilimitado acaparamiento de tierras a costa de los campesinos y pueblos originarios y la superexplotación (incluso en condiciones semiesclavas de la mano de obra, como en Parapetí) son condiciones esenciales de su acumulación. Y más que a la letra de la CPE, a lo que temen es a que las masas desposeídas y oprimidas del Oriente quieran hacer efectivos su reclamos de tierra y territorio.

La política del MAS
El gobierno de Evo Morales ha venido haciendo toda clase de concesiones y ofertas de diálogo a la derecha, pero ahora está obligado a mantener cierta firmeza: al haberse relegitimado con el 67% de los votos a nivel nacional en el referéndum del 10 de agosto, lo mínimo que puede esperar es habilitar la consulta sobre la CPE, pues ceder a las exigencias autonomistas equivaldría prácticamente a la rendición incondicional.
Por eso ha endurecido su discurso, denunciando como un "golpe cívico-prefectural" al movimiento, ha ratificado al "equipo político" del gabinete (De la Quintana, Rada y otros) en el reciente recambio de ministros, pese a la campaña de la oposición y los medios; y ha expulsado al embajador Goldberg, en un acto elemental de resguardo de la soberanía nacional, al evidenciarse los lazos y contactos de éste con los prefectos y cívicos autonomistas.
El Gobierno ha apostado a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para retener algo de control sobre las regiones insubordinadas y contener los asaltos a instituciones, aunque como lo han demostrado los hechos, los uniformados hasta ahora siempre han retrocedido ante el ataque de los grupos fascistas aunque fueran poco numerosos. En algunos lugares, como Guayaramerín, directamente han dejado vía libre sin resistencia a la ocupación de las oficinas nacionales.
Detrás de esto, los mandos militares y el gobierno se ufanan de que han actuado con "responsabilidad" e "inteligencia" para "no caer en las provocaciones". En el fondo, es una política funcional a la necesidad de no poner a prueba la cohesión de las instituciones armadas en un enfrentamiento con las burguesías locales –que podría llevar a dividirlas dados los múltiples lazos de la oficialidad con los cívicos de las regiones-, y preservarlas como garantes del orden burgués y árbitro en última instancia, si la crisis se revela incontrolable. Las últimas declaraciones del Comandante de las FF.AA., Gral. Trigo, anunciando que "no vamos a tolerar más el accionar de grupos radicales y violentos que solo están llevando al enfrentamiento entre bolivianos" al mismo tiempo que "Al señor presidente de Venezuela, Hugo Chávez y a la comunidad internacional les decimos que las FFAA rechazan enfáticamente intromisiones externas de cualquier índole vengan de donde vengan", pueden estar mostrando que ante las dimensiones de la crisis nacional, las FF.AA. comienzan a posicionarse más abiertamente en este sentido y recuperar autoridad, como comenzarían a hacerlo en Cobija.
De todas formas, la actitud del gobierno de "serena firmeza" frente a la asonada autonomista encubre que la estrategia del MAS sigue siendo la de conciliar y concertar con esos mismos Prefectos, representantes de los empresarios y terratenientes a los que llama "golpistas" y "fascistas". Es que el objetivo del gobierno no es vencer a la reacción, sino convencerla de que vuelva a la mesa de negociaciones. Por ello, más allá de algunas frases y advertencias a la oposición, Evo Morales, García Linera y sus colaboradores quieren evitar que el movimiento de masas salga a las calles a enfrentar a los autonomistas con sus propios métodos. De hecho, aunque están "dejando correr" algunas iniciativas que surgen desde abajo no quieren un "desborde" de los movimientos sociales que dificulte su estrategia conciliadora.

El movimiento de masas comienza a enfrentar a los reaccionarios
Ante los ataques racistas y fascistas, los sectores más organizados del movimiento de masas en el Oriente están resistiendo valientemente, como lo muestran los enfrentamientos en torno a la populosa zona del Plan 3.000 en Santa Cruz o la defensa del Mercado Campesino en Tarija. Algunos sectores que están en la "línea de fuego", como las organizaciones de colonizadores de San Julián y Yapacani, también han salido a contrabloquear a los cívicos cruceños. En el Chapare han iniciado bloqueos los cocaleros, cortando la ruta a Santa Cruz en Bulo Bulo y otros puntos.
En La Paz y todo Occidente, crece la inquietud entre los trabajadores, los campesinos y el pueblo. Los "ponchos rojos" de Omasuyos han reiterado su disposición a movilizarse. En El Alto, cientos de jóvenes han salido a protestar contra el Banco Mercantil Santa Cruz y otras empresas privadas identificadas con la reacción.
Lamentablemente, el CONALCAM se disciplina a la política del gobierno, frenando la disposición a luchar que crece en las bases y hasta ahora, la principal medida que anuncian es… una marcha desde Caracollo a La Paz para la semana que viene, una pacífica y agotadora demostración cuando lo que haría falta urgentemente es una gran movilización nacional con paros, bloqueos y movilización, para rodear de solidaridad a nuestros hermanos del Plan 3.000, Pando, Tarija, San Julián, etc., e iniciar el contraataque hasta aplastar a la reacción autonomista. Entre tanto, Pedro Montes y la cúpula de la COB están jugando un papel vergonzoso, dejando al movimiento obrero completamente desarmado ante la crisis, cuando hubiera hecho y hace falta una convocatoria urgente a la acción.
¡Sólo la fuerza de los trabajadores, los campesinos, los pueblos originarios y los sectores populares de las ciudades le puede "sentar la mano" a la reacción autonomista y a sus grupos fascistas!
¿Otra vez al diálogo?
Bastó que el Prefecto de Tarija, Mario Cossio anunciara la predisposición de los Prefectos a dialogar para que el gobierno, que insiste en ser el más dispuesto a sentarse a negociar, invitara a una reunión esta tarde a las 18.00 en La Paz con ese representante del autodenominado CONALDE, el agrupamiento de los Prefectos autonomistas.
Detrás de este enésimo intento de diálogo está la fuerte presión de la "comunidad internacional" y de sectores de la clase dominante que temen que la crisis adquiera dimensiones incontrolables.
El gobierno de Brasil ya insinuó enviar a A. García, importante asesor de Lula, como posible mediador, preocupado por el riesgo para el abastecimiento de gas boliviano. El gobierno argentino y otros vecinos estarían gestionando en el mismo sentido.
La ONU ofreció facilitar el "diálogo", actuando evidentemente por cuenta del imperialismo, y una representante del organismo ya se reunió con Costas en Santa Cruz.
La Iglesia, las instituciones de la "sociedad civil", los medios de prensa, etc., suman su voz al coro que pide diálogo…
Sin embargo ¿qué puede salir del diálogo? Mientras se dicen dispuestos a negociar, los cívicos y sus bandas siguen protagonizando acciones, como el cierre de válvulas en Samaipata, y nuevas agresiones en toda la "media luna". La única forma de llegar a un acuerdo con ellos sería aceptar sus exigencias fundamentales y reconocer lo que han avanzado en las "autonomías de hecho" durante estas semanas de escalada violenta e impune de los grupos fascistas a su servicio. Un acuerdo sólo puede hacerse a costa de sacrificar las más elementales expectativas e intereses de los trabajadores y el pueblo. Además, el diálogo y un eventual acuerdo con los prefectos, lejos de "aislar a la derecha golpista" como espera el MAS, sólo servirá para legalizar sus agresiones, que redoblen sus fuerzas y vuelvan a la ofensiva más envalentonados… como ha pasado hasta ahora en dos años de intentar conciliar.

Hay que pasar a la acción ¡Movilización nacional y autodefensa de masas!
Aunque ahora todos llamen a la calma y al diálogo, la crisis sigue abierta y los autonomistas continúan avanzando y agrediendo en toda la "media luna". Apoyamos la legítima autodefensa que comienzan a ejercer sectores populares en Santa Cruz, Tarija, etc., ante los ataques fascistas. La arremetida autonomista y los hechos que se vienen sucediendo en la "media luna" han puesto al orden del día y como tarea más urgente la de poner en pie en todas las organizaciones de masas Comités de Autodefensa, y centralizarlos en milicias obreras y campesinas a nivel nacional. Distintas voces comienzan a levantarse incluso en sectores que apoyan al MAS, anunciando su disposición a movilizarse hacia Santa Cruz o pidiéndole a Evo que entregue armas. ¡En lugar de creer en los llamados oficiales a confiar en las FF.AA. y la policía para que detenga a los grupos fascistas, tarea que no pueden ni quieren llevar a cabo consecuentemente; los "movimientos sociales" que quieren defender al que consideran su gobierno, tienen que exigir a Evo armas y entrenamiento eficaz, y que se abran los cuarteles para ello!
Las organizaciones campesinas e indígenas, como las federaciones de cocaleros de Yungas y el Chapare, las organizaciones del Bloque Oriente, la CSUTCB, las juntas vecinales populares de El Alto y todo el país, etc., junto a la COB, la FSTMB y los sindicatos, tienen que confiar sólo en sus propias fuerzas y sus métodos de lucha para enfrentar y derrotar a la reacción. Para ello les decimos: no se subordinen a las directivas desmovilizadoras del Gobierno, exijan a sus direcciones la inmediata movilización nacional unitaria, con paro de labores, bloqueo de caminos y concentraciones populares en todo el país, para enfrentar y aplastar a las oligarquías, acabando con el latifundio, imponiendo la demanda de tierra y territorio para nuestros hermanos campesinos e indígenas y movilizando a los trabajadores petroleros, de la agroindustria, etc., para que tomen en sus manos las empresas de los Marinkovic, Dabdoub y demás clanes burgueses y terratenientes y las pongan a trabar la servicio del pueblo como empresas nacionalizadas. Si hubiera un claro llamado a la acción, cientos de miles responderían y se podría batir a la reacción proimperialista. Hay que poner en pie un gran frente único de masas para la lucha y la COB debe pronunciarse ya y llamar a coordinar; este sería también el camino para comenzar a preparar política y prácticamente una Asamblea Popular que concentre las fuerzas obreras, campesinas, indígenas y populares en la lucha para aplastar a la reacción e imponer las demandas obreras, campesinas, indígenas y populares.
Los trabajadores y estudiantes socialistas revolucionarios que formamos la LOR-CI participaremos sin condiciones en toda acción progresiva para enfrentar a la derecha con los métodos de la movilización de masas. Nos ponemos a disposición de la más amplia unidad de acción de los trabajadores, los campesinos, los pueblos originarios, respetando y comprendiendo sus expectativas en las promesas del MAS, pero sin conceder el menor apoyo político al gobierno y manteniendo todas nuestras críticas a su accionar al servicio de la colaboración de clases con la burguesía, que sólo ha servido y sirve para envalentonar a la reacción y postergar los reclamos de los trabajadores y el pueblo.
Reiteramos nuestro llamado a los trabajadores mineros de Huanuni, al magisterio urbano de La Paz y a otros sindicatos combativos, a la juventud que quiere enfrentar a la derecha, a la izquierda que se reclama obrera y socialista, a impulsar sin tardanza un bloque de lucha y por una política independiente de los trabajadores, para impulsar sin tardanza esas tareas en fábricas, minas, barrios, comunidades y centros de estudio.

Bolivia, nuevamente en la encrucijada del tablero sudamericano
La crisis boliviana está nuevamente en la primera plana de los medios internacionales y se ha convertido en un foco convulsivo de una situación sudamericana que comienza a estar más tensionada por "turbulencias" económicas y políticas y donde el intento de las clases dominantes de hacer girar el escenario político más a la derecha, apoyándose en el desarrollo de "nuevas derechas" como el autonomismo, termina provocando más bien inestabilidad y polarización social y política.
En la situación boliviana juega su papel un sector de la ultraderecha norteamericana, que se ve en retirada con el ocaso de la administración Bush, y apoyando al movimiento autonomista encuentra una forma de anotarse algunos éxitos en la región, como mostrarían los encuentros entre Costas y Goldberg así como el viaje reciente de Marinkovic a Miami. En este contexto, la expulsión de Goldberg es un acto elemental de autodefensa por parte del Gobierno y el Gobierno venezolano se solidarizó con Bolivia, expulsando también al embajador norteamericano en Caracas y retirando al suyo de Washington hasta que haya una nueva administración en la Casa Blanca. Entre tanto, el respaldo de la OEA a Evo y la "preocupación" de Lula y otros vecinos, intentan contener la crisis en Bolivia evitando mayores riesgos para el orden regional, donde hasta ahora han primado las políticas de contención y mediación como remedio ante los procesos más convulsivos.
El desenlace de los actuales sucesos en Bolivia tendrá fuertes repercusiones a nivel regional. De hecho, la ofensiva autonomista y proimperialista en el Oriente boliviano afecta los intereses más elementales de los pueblos de toda la región. La solidaridad continental con el pueblo boliviano y contra las acciones de la derecha es urgente ¡Hacemos un llamado a los trabajadores y los pueblos de toda América latina y el mundo!

La Paz, 12 de septiembre de 2008
LOR-CI - Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional

Bolivia: Para derrotar a la derecha el único camino es movilizar

A continuación presentamos un artículo de los compañeros de la Liga Obrera Revolucionaria (LOR-CI) de Bolivia, frente a la candente situación política que actualmente vive este país. Los compañeros de la LOR-CI son parte de la Fracción Trotskista, organización a la que se incorporó la LRS en la última Conferencia Internacional de esta corriente en el pasado mes de julio.
Por: LOR-CI
Jueves 11 de septiembre de 2008

La situación en Bolivia se hacía cada vez más tensa. La derecha y sus bandas fascistas de “jóvenes cívicos” de Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando y Sucre siguen su escalada para frenar el intento de Evo Morales de realizar un referéndum para aprobar su Constitución. Al “paro cívico” se le sumó desde el 9 de septiembre la toma y ocupación de entidades estatales, estaciones de radio y televisión, además de mantener rodeado el aeropuerto y las válvulas de hidrocarburos en Santa Cruz. Como respuesta, sectores campesinos que son base del gobierno del MAS anunciaron la realización de bloqueos al Oriente, mientras que Evo Morales expulsó al embajador norteamericano, acusándolo de conspirar junto con la derecha contra su gobierno. Los acontecimientos son muy dinámicos y aún no está claro cuál será la resolución de esta crisis. A continuación reproducimos una nota de la Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional (LOR-CI) de Bolivia, publicado en el periódico Palabra Obrera con fecha 8/9/2008.
El paro de la “Media Luna” y las tomas de oficinas públicas, ataques racistas a trabajadores y campesinos y otras cobardes agresiones muestran que las oligarquías autonomistas están dispuestas a todo para seguir manejando los departamentos como si fueran “sus” haciendas. Bajo las cínicas consignas de “resistencia civil” y “autonomía” no sólo quieren bloquear la iniciativa del MAS de llevar a votación la nueva Constitución el 7 de diciembre, y recuperar su tajada del IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos) para seguir engordando a costas de todo el pueblo, sino imponer el terror contra los sectores de la propia población local que comienzan a resistir sus atropellos; por eso dan rienda suelta a la Juventud Cruceñista y demás grupos de choque fascistizantes para atacar al grito racista de “indios, raza maldita”.
Evo Morales ha denunciado, una vez más, que se “intenta iniciar un golpe civil tomando instituciones” como en Cobija y Trinidad; pero les dice a los trabajadores, campesinos y pueblos originarios que la tarea es esperar a votar en enero... El gobierno del MAS no quiere ni puede enfrentar consecuentemente a esta nueva arremetida de la derecha, porque como ya lo mostró en todo su gobierno, su estrategia es concertar y pactar con los representantes de los empresarios, terratenientes y transnacionales, y no abandona las esperanzas de poder sentarse a “dialogar” nuevamente, de la mano de la OEA y la Iglesia.
Sin embargo, a los reaccionarios y sus perros fascistas no se les convence con argumentos ni se les gana con papeletas electorales! Es hora de poner en pie Comités de Autodefensa obreros y campesinos en todas las organizaciones de masas del territorio nacional.
El CONALCAM (Consejo Nacional para el Cambio) han anunciado iniciativas como bloquear a Santa Cruz, marchas o “cercos al Congreso” para obligarlo a habilitar el referéndum por la CPE (Constitución Política del Estado), es decir, acciones parciales de presión dentro de la línea fijada por el Gobierno.
Respetamos las expectativas de las bases que simpatizan con el MAS, como las federaciones de cocaleros de Yungas y el Chapare, las organizaciones del Bloque Oriente, la CSUTCB (conferderación campesina), las juntas vecinales populares, etc. Pero sólo el movimiento obrero, campesino e indígena con su fuerza y sus métodos de lucha les podrá “sentar la mano” a los reaccionarios; y para ello, no deben subordinarse a las directivas desmovilizadoras del Gobierno sino impulsar una movilización nacional unitaria para aplastar a las oligarquías, lograr las demandas obreras, campesinas, indígenas y populares y el cumplimiento de la “agenda de Octubre”. Un primer paso podría ser convocar ya a una jornada nacional de movilización, con paro de labores, bloqueo de caminos y concentraciones populares en todo el país, que les demuestre a los autonomistas que, desde ahora, ninguna de sus provocaciones va a quedar impune.
La COB debe impulsar la unidad de acción efectiva con las organizaciones de masas de todo el país, asumiendo una posición clara en la preparación de esa movilización, desde una posición política de los trabajadores independiente del MAS tanto como de los empresarios. Hace falta un gran frente único de masas para la lucha y la COB debe llamar a coordinar y ponerlo en pie; este sería también el camino para comenzar a preparar política y prácticamente una Asamblea Popular que concentre las fuerzas obreras, campesinas, indígenas y populares. La única garantía para que la central obrera juegue el papel que le corresponde, es que los sindicatos combativos y los trabajadores avanzados no dejen esa tarea en manos de los actuales dirigentes. Hay que imponer la convocatoria urgente del postergado Congreso de la COB, con la más amplia participación de las bases, para adoptar un plan de acción de los trabajadores.
Los socialistas revolucionarios apoyamos todo paso progresivo en la unidad de acción para combatir a la derecha y luchar por las demandas obreras, campesinas, originarias y populares, pero lo hacemos sin conceder el menor apoyo político al gobierno y manteniendo todas nuestras críticas a su accionar al servicio de la colaboración de clases con la burguesía, que sólo ha servido y sirve para envalentonar a la reacción y postergar los reclamos de los trabajadores y el pueblo. Llamamos a los sindicatos combativos, a la juventud que quiere enfrentar a la derecha, a la izquierda que se reclama obrera y socialista, a impulsar sin tardanza un bloque de lucha y por una política independiente de los trabajadores, para impulsar esas tareas en fábricas, minas, barrios, comunidades y centros de estudio, ante la crítica situación nacional.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Ante el paro convocado por APSE: ¡Ocupamos más que la lucha gremial para enfrentar la crisis capitalista!

¡APSE debe encabezar un gran polo independiente de los trabajadores para enfrentar la crisis!

Entre los meses de abril y mayo de este año, los docentes libraron una importante batalla por aumentos salariales. Desde el pasado 30 de setiembre de 2007, cuando cientos de miles llenaron el Paseo Colón en una manifestación contra el TLC; la acción más importante y de mayores dimensiones en cuanto a movilización y lucha en las calles la protagonizaron los docentes organizados en la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), poniendo cerca de diez mil profesores en movimiento en la Avenida Segunda.
Hoy lunes 8 de setiembre APSE ha llamado a una nueva acción, esta vez a un paro de un día de todas sus seccionales para apoyar la reunión que sostendrá la dirigencia del sindicato con el Ministro Garnier para solicitar el cumplimiento de los acuerdos mediante los cuales se levantó la huelga de abril pasado. Esta reunión se da en el momento en que el Ministro de Hacienda, en conjunto con Garnier dan a entender entre dientes que dos puntos clave de los acuerdos no se cumplirían: en primer lugar que los aumentos “dependerían de la disposición de fondos” por parte del Estado, y segundo, que el aumento no se realizaría en el primer semestre del 2009, sino que se daría “en el transcurso del año”; lo que quiere decir que el gobierno lentamente maniobra en el sentido de no pagar los aumentos pactados y apostar a ganar tiempo.
Los militantes de la LRS, creemos que el paro del 8 de setiembre es una acción progresiva que hay que apoyar y potenciar todo cuanto podamos, pero creemos que no es exactamente suficiente para enfrentar la crisis capitalista. El paro de un día del 8 cumple su objetivo no precisamente si Garnier nuevamente vuelve a mover la cabeza asintiendo que pagará lo acordado, sino que el paro del 8 será realmente provechoso si es puesto en función de dar una lucha nacional contra la crisis capitalista que apenas comienza en conjunto con todos los trabajadores de todo el país. El acuerdo de aumento para los docentes de abril pasado aunque es un paso importante, no debe ser exagerado ante los ojos de los trabajadores, por un lado por que todavía no es algo tangible, y después por que la gasolina, el transporte, los alimentos, la ropa, la electricidad y todos los bienes básicos siguen disparándose, y a un ritmo más acelerado que el aumento de salarios, incluso que el salario de los docentes. Por tanto debemos tener claro que si no es con una lucha nacional con el conjunto de los trabajadores, las pequeñas conquistas gremiales que logremos, se escaparán como agua líquida entre los dedos frente al aumento general de la inflación y el costo de la vida.
De aspirar a luchar únicamente por nuestras demandas, los docentes estamos corriendo el peligro de quedar aislados del conjunto de los trabajadores y “cocinarnos en nuestra propia salsa”, favoreciendo además las maniobras de distinto tipo que aplica el gobierno para desgastarnos y colocarnos en contra al conjunto de los trabajadores.

APSE debe convocar a un gran encuentro nacional obrero y popular para enfrentar la crisis capitalista
A todas luces desde el 30 de setiembre del año pasado, APSE ha sido la organización más dinámica en el movimiento de masas. Ha dado el ejemplo de la movilización y la lucha. Pero precisamente ese ejemplo le acarrea mayores retos y responsabilidades, y una de esas responsabilidades es la de encabezar al conjunto de los trabajadores para hacer frente a la crisis capitalista que apenas comienza a nivel nacional, pero que es fiel reflejo de la crisis capitalista internacional con epicentro en los Estados Unidos que amenaza con ser “la más devastadora desde la II Guerra Mundial”. APSE debe jugar un rol no solo reivindicativo, sino políticamente más de avanzada, que sirva para organizar a los trabajadores de Costa Rica para enfrentar la crisis; y no puede haber mejor manera de hacerlo que colocando a APSE como centro de un gran encuentro independiente obrero y popular, donde todos los trabajadores: del ICE, AyA, CCSS, empresa privada, zonas francas, y otras empresas, podamos organizarnos independientemente de cualquier empresario ya sea arista o “patriótico” para votar un plan para conquistar una escala móvil de salarios por encima de la inflación, el congelamiento del precio de los alimentos y bienes de la canasta básica, o la eliminación de impuestos al consumo, entre otras demandas importantísimas del conjunto de los trabajadores.
[1] En la foto, docentes de APSE votan a favor de un paro para el 8 de setiembre en la asamblea de presidentes de base del viernes 28 de agosto de 2008.

Liga de la Revolución Socialista

martes, 2 de septiembre de 2008

Primeras notas en torno a la asamblea de los “Empresarios por Costa Rica” y los “Comités Patrióticos” del sábado 30 de agosto

Johanán León

La asamblea de los patrones y la política de conciliación de clases.
El día 30 de agosto se llevó a cabo en el comedor de la Universidad de Costa Rica una asamblea que pretendía coordinar acciones para luchar contra “la carestía, la corrupción y la crisis”. Para entender la esterilidad de esta supuesta asamblea -que no reunió a más de 40 personas-, bastaba ver que quienes estaban convocándola no eran más que la patronal “patriótica” (Empresarios por Costa Rica) y algunos de sus partidos como el PAC, el Frente Socialdemócrata, además del reformista Frente Amplio. Esta convocatoria demostró cómo desde ya la burguesía y sus más fieles cómplices se preparan no precisamente para luchar contra la crisis capitalista, sino para desviar cualquier posible fenómeno de radicalización de masas, o actuar como freno en las luchas que se podrían desencadenar en el próximo período.
Ese día repartimos un volante1 cuyo objetivo era buscar el diálogo político con el conjunto de trabajadores (que pudieran asistir) y compañeros de las demás agrupaciones de izquierda sobre el carácter de ésta actividad, es decir, una actividad tutelada por los patrones. Sin embargo, fue sumamente preocupante ver la actitud que los compañeros mostraron. No es para menos, pues a lo interno de la asamblea se generaron algunas diferencias entre los asistentes (uno que otro representante de comités patrióticos y la “burguesía patriótica”, y las organizaciones “trotskistas”), lo que provocó que estos últimos compañeros se retiraran momentáneamente; pero lejos de que esto ocurriera por una cuestión de principios o por la necesidad de resguardar en los hechos una “total independencia de clase”, se dio simplemente por una diferencia metodológica como el tema del uso de la palabra y el orden de la agenda, en otras palabras, de darse un ambiente “más democrático” en la discusión de la agenda por ejemplo, como reclamaban estos compañeros “trotskistas” del PRT, PST y MAS, se hubiera concretado su disposición a servir de apéndice de la burguesía allí representada, atando de pies y manos a los trabajadores incluso antes de iniciar la lucha contra la crisis.

Es necesario forjar un potente polo de independencia de clase para afrontar la crisis sin necesidad de andar a rastras de la burguesía patriótica.
Históricamente, la experiencia de lucha de la clase obrera ha demostrado que practicar la conciliación de clases con la burguesía y subordinarse a su política solamente deviene en grandes derrotas para los trabajadores, pues los patrones harán hasta lo imposible por atarlos de manos en todas las acciones que necesiten llevar adelante para hacer frente a la crisis, a la carestía de vida, a los despidos, etc.
A pesar de lo sucedido (donde algunos compañeros manifestaron abiertamente su abandono al principio de independencia de clase ante la patronal y no tuvieron problemas para reunirse en la asamblea convocada por los empresarios “patrióticos”), pero en tono fraternal, le decimos a los compañeros del PRT, PST, MAS y demás organizaciones que se reivindican de la izquierda obrera y socialista, que hoy más que nunca debemos mantener la más completa disposición para organizar en conjunto un verdadero encuentro, convocado seriamente y que prepare de forma consecuente la lucha ante el alza de los precios y la crisis capitalista que los empresarios ya están comenzando a descargar sobre los trabajadores y el pueblo pobre. Esto es ahora más que nunca urgente, pues de lo contrario quienes capitalizarán cualquier posible lucha serán nuevamente los organizadores de derrotas como Eugenio Trejos, Rolando Araya, Ottón Solís, José Merino, entre otros; no para llevarla adelante para el bienestar de los explotados, sino para aplastar las iniciativas de lucha de los trabajadores y subordinar las necesidades a intereses electorales para el 2010. Las bases de este encuentro de forma inicial pueden ser los sectores donde los compañeros de las distintas agrupaciones obreras y socialistas dicen tener influencia (PST, con su tendencia Reflexión Docente en APSE o con la JS en la UCR; el PRT con su presencia política en la CGT, el SISS, APSE, secundaria y UCR; o el MAS que controla la FEUCR) vinculando directamente en la convocatoria a las demás organizaciones de trabajadores del ICE (SITET, FIT, ANTTEC), el magisterio (APSE, ANDE y SEC), los trabajadores del sector privado, y todos aquellos miembros de comités patrióticos y organizaciones sociales y políticas que estén dispuestos a librar una verdadera lucha contra los empresarios; esto quiere decir primando los intereses de los trabajadores y la dirección de estos, no la de los explotadores y sus agentes, sean “aristas” o “patrióticos”.
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Nota: en la foto aparece el Comedor Universitario de la UCR con poco menos de 40 personas como asistencia. Esta cantidad es desproporcionada abismalmente, tomando en cuenta que los "frentes de lucha responsables" en la convocatoria eran: "1) Comités Patrióticos, 2) Empresarios por Costa Rica, 3) Frente Municipal, 4) Magisterio Nacional, 5) Medios de Comunicación (No TLC), 6) Movimiento Autóctono, 7) Movimiento Campesino, 8) Movimiento Comunal, 9) Movimiento Cooperativo, 10) Movimiento Cultura, 11) Movimiento Diversidad, 12) Movimiento Ecologista, 13) Movimiento Estudiantil, 14) Movimiento Femenino, 15) Movimiento Religioso, 16) Movimiento Sindical, 17) Organizaciones No Gubernamentales, 18) Partidos Políticos (No TLC)". Definitivamente el fracaso de semejante actividad, demuestra la debacle de sus convocantes y su política: Eugenio Trejos, Rolando Araya, el Frente Amplio, y por supuesto de los "Empresarios Patrióticos", que desde ya muestran una gran desesperación, tanto por que no logran acumular una base social significativa en la perspectiva de las elecciones del 2010; así como por el hecho de que aún no logran posicionarse como una fuerza importante para actuar como freno y desvío en las luchas que podrían desarrollarse conforme se agudice la crisis en el próximo período.