sábado, 3 de mayo de 2008

Internacional: HAMBRE


Seguidamente, presentamos un artículo de Juan Chingo, dirigente internacional de la Fracción Trotskista- Cuarta Internacional; organización con la cual la LRS mantiene un intenso proceso de discusiones políticas, práctica internacionalista conjunta, y construcción programática.
El artículo analiza los orígenes de la crisis alimentaria actual, desde la óptica del marxismo revolucionario, e intenta a la vez, dar una propuesta programática socialista para solucionar el problema del hambre y la miseria provocada por el capitalismo.

Por Juan Chingo desde Europa

Los corifeos de la llamada “globalización” nos presentaban las enormes bondades del capitalismo y el libre mercado asegurándonos que estábamos a un paso de una victoria histórica contra la pobreza y la desnutrición. Afirmaban que el crecimiento sostenido de los países semicoloniales de un 7% anual durante la última década, permitiría reducir la pobreza absoluta (menos de un dólar por día) de un 29% de la población mundial en 1990 a 10% en 2015. En realidad, este optimismo oficial era ya tramposo y ocultaba las desigualdades geográficas en la reducción de este indicador: si bien es cierto que de 1981 a 2001 la proporción de la población que vive en la pobreza absoluta en los países dependientes y semicoloniales se redujo prácticamente a la mitad, pasando de 40% a 21%, esto se debe, fundamentalmente, a los progresos alcanzados fundamentalmente en China. Por el contrario, la pobreza se ha duplicado en África Subsahariana y en Europa Oriental y Asia Central donde prácticamente no existía en 1981, alcanzando el 6% en 1999.

Sin embargo, el tono "triunfalista" de los organismos y autoridades internacionales como el FMI y el Banco Mundial (BM) viró a pronósticos sombríos. Robert Zoellick, presidente del BM, dijo el 10/4 que "...estas ganancias duramente conseguidas podrían ahora invertirse". Anteriormente en la cumbre de Davos había sostenido "Olvidamos el hambre y la desnutrición en los objetivos del desarrollo del milenio. Esta problemática ha recibido poca atención, pero ante el aumento en los precios de los alimentos y la amenaza que esto representa, no sólo para las personas sino también para la estabilidad política, se ha vuelto urgente otorgarle la atención que realmente requiere". Por su parte, Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI, declaró el 12/4 que "Este puede ser el camino hacia un gran conflicto en el futuro. Si los precios de los alimentos continúan como hasta hoy, entonces las consecuencias serían terribles". Asimismo, dejó en claro que el alza de los comestibles no es un problema sólo para aquellos países que no pueden pagarlos. El problema de precios puede causar desequilibrios económicos que afecten a las economías más desarrolladas, "así que no es sólo un problema humanitario", dijo.
Es que la tendencia al alza de los precios de los alimentos es un factor adicional de inestabilidad en la economía mundial y en la lucha de clases en todos los países. Esto ya puede apreciarse en la multiplicacion de las revueltas y rebeliones contra el hambre de los últimos meses y semanas. En la ciudad de México, protestas masivas por el costo de las tortillas. En Bengala occidental, conflictos por el racionamiento de alimentos. En Haití las protestas dejaron varios muertos. En el último mes, las protestas en Egipto, Costa de Marfil, Marruecos, Mauritania, Mozambique, Senegal, Uzbekistán, Yemen, Bolivia, Malasia, Filipinas e Indonesia tuvieron el denominador común de reclamar una baja en el precio de los alimentos. En Camerún, la represión a las marchas contra los aumentos de precios costó cuarenta vidas. El hambre se ha instalado agudamente en el panorama mundial con el consecuente deterioro de la salud, la educación, etc. Según los datos del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), una agencia de la ONU, por cada aumento de 1% en los productos básicos, 16 millones de personas son impulsadas a la inseguridad alimentaria. Esto "significa que 1.200 millones de seres humanos podrían padecer hambre en forma crónica hacia 2025; 600 millones de personas más de lo previamente anticipado". Con el hambre, el capitalismo-imperialista muestra su cara más temible: regresión social en toda la línea.

Nuevas características del fenómeno del hambre
El fenómeno del hambre está mostrando nuevas características. Un documento de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, afirma que: "Aunque los grupos más vulnerables se encuentran tradicionalmente en las zonas rurales, la nueva crisis amenaza ’impactar sobre los pobres en el medio urbano’" (Le Monde, 13/4). Esta forma novedosa en que se expresa el fenómeno del hambre, se debe entre otros factores, a la extensión de las relaciones salariales y el crecimiento de la población urbana, que se viene desarrollando desde fines de la Segunda Guerra Mundial y dio un salto en la década de 1970. Este carácter urbano facilita que las protestas contra la carestía de la vida o la escasez de alimentos básicos se transformen en revueltas y levantamientos, en muchos casos con consecuencias políticas.
A la vez, la actual crisis alimentaria mundial muestra en forma cada vez más abierta la naturaleza puramente capitalista del desarrollo del fenómeno del hambre. Como dice el mismo Le Monde, citando al documento ya nombrado, "Hasta el presente, los modelos de análisis de la ONU eran raramente aplicados a situaciones donde hay alimentos, pero la gente no tiene medios para pagarlos". Una vez más, se pone de manifiesto que el sistema social capitalista no está organizado para resolver las necesidades humanas, sino en función de la búsqueda incesante de ganancias. En el mundo moderno, a diferencia de los sistemas sociales del pasado, hay comida suficiente para alimentar a la población durante una hambruna. En otras palabras, en el capitalismo la gente pasa hambre no por falta de comida, sino porque no puede comprarla. La actual crisis alimentaria mundial lo pone blanco sobre negro.

La verdaderas razones de esta crisis
Los medios de comunicación y los escribas a sueldo de la burguesía apuntan en lo esencial en dos direcciones al tratar los orígenes de la actual crisis alimentaria. Por un lado, estaría causada por una carencia de comida. Así, la sequía en Australia, un gran exportador de trigo, se señala como responsable de las carencias y de los altos precios. Por otro lado, responsabilizan a los grandes cambios estructurales en la economía global, entre los que se cuenta la creciente demanda en China e India, y que se ven constantemente reflejados en el aumento en los precios de los productos básicos. Dicho de otra manera, el aumento de los ingresos de una parte de la población en estos dos países, ha hecho que millones de personas puedan acceder al consumo de carne y otros alimentos, lo que produce el aumento de precios. Pero en contra de estas explicaciones interesadas y simplistas, este crecimiento de la demanda se acompaña con un aumento de la producción de granos a nivel mundial: en 2007 se registró una cosecha récord en todo el mundo. Por eso lo novedoso del mercado mundial de granos, como señalaba en diciembre un artículo del semanario inglés The Economist, es lo siguiente: "Así, lo que es más destacado de la situación actual de ’agflación’ (un acrónimo de las palabras (ag)riculture e in(flation), creado por economistas del banco Merrill Lynch, N. de R.), es que estos altos precios se alcanzan en una época no de carestía, sino de abundancia. Según el Consejo Internacional de Granos, que tiene su sede en Londres, la cosecha anual mundial total será de 1.660 millones de toneladas, la mayor registrada. Esta cosecha supera en 89 millones de toneladas la del último año, que también fue extraordinaria" ("Comida barata nunca más", The Economist, 6/12/2007, subrayado nuestro).

Esto no quita que, efectivamente, el aumento de los ingresos de una parte de la población de China e India le ha permitido incorporar la carne y otros alimentos a su dieta. Así, el consumo promedio de carne en China, que en 1985 era de 20kg anuales, actualmente supera los 50kg. Aunque la demanda china de carne estaría alcanzando un límite, otros países la estarían siguiendo: el consumo de cereales en los países dependientes de la periferia capitalista se ha mantenido en niveles similares desde 1980, pero la demanda de carne se ha duplicado. Las consecuencias de estos cambios alimentarios afectan también a la actividad agro-ganadera, según la revista The Economist, en el campo se consumen "250 millones de toneladas de granos más que hace 20 años en la alimentación de animales. Ese aumento por sí solo representa una parte significativa de la cosecha mundial total de cereales", y agrega que "se necesitan 3kg de cereales para producir 1kg de cerdo, y 8 para 1kg de carne vacuna. Por lo tanto, un cambio en la dieta se multiplica varias veces en el mercado de granos". Desde fines de 1980 un inexorable incremento anual del 1-2% en la demanda de forrajeras ha impulsado la demanda de conjunto de cereales y empujado los precios hacia arriba. Pero la misma revista a renglón seguido agrega: "Debido a que este cambio en la dieta ha sido lento y gradual, no puede explicar los movimientos dramáticos de precios del último año". Así, a comienzos de septiembre, el precio mundial del trigo alcanzó 400 dólares la tonelada, el más alto jamás logrado. En mayo del mismo año estaba alrededor de 200 dólares. A pesar de que en términos reales su precio está por debajo de las alturas alcanzadas en 1974, es aún el doble del promedio de los pasados 25 años. A comienzo de 2007, el precio del maíz superó los 175 dólares la tonelada, de nuevo un récord mundial. Luego bajó, pero a 150 dólares la tonelada, lo que implica que aún está 50% por encima del promedio de 2006. Esto a su vez implicaba que los agricultores sembraran trigo, aprovechando su alto precio, en desmedro de otros cultivos. Por lo tanto este incremento en los precios del trigo tiene efectos sobre los otros cereales. El arroz, alcanzó precios records en 2007, aunque su crecimiento fue más lento. En 2008 se disparó: durante los últimos dos meses el precio del arroz ha alcanzado cotas inigualables, subiendo en algunos casos hasta un 75%. El BM estima que en los últimos tres años los precios de los alimentos en general han aumentado un 83%.
¿Cuáles son entonces, las causas fundamentales que están afectando el mercado mundial de granos? Uno de los motores es el impulso dado por EE.UU. a la producción de biocombustibles, especialmente etanol para paliar los crecientes precios del petróleo. Esto desató una fiebre imparable destinando buena parte de la cosecha mundial a la producción de etanol, lo que ha llevado a la escasez del cereal para el consumo humano. Otra consecuencia de esto ha sido que la superficie destinada a la producción de biocombustible haya desplazado al cultivo para la alimentación: de ahí el alza de los precios. En el año 2000 cerca de 15 millones de toneladas de maíz norteamericanos se transformaron en etanol; en 2007 la cantidad estuvo cerca de 85 millones de toneladas. Esto significa que la parte de cultivo de maíz dedicado a etanol en EE.UU. subió del 6% al 25% a fines del año pasado. No olvidemos que a pesar de ser la potencia económica mundial más importante, EE.UU. tiene el monopolio de la mitad de las exportaciones de cereal del planeta y que, junto con otros países como Canadá, Francia, Australia y en el mundo semicolonial, Argentina, Brasil, Ucrania y Tailandia, reúnen el 90% de la oferta mundial de cereales. Los daños a la alimentación de la población mundial creados por la política del gobierno norteamericano al impulsar y subsidiar el desarollo de los biocombustibles, se vuelven más difíciles de ocultar frente al estallido de la crisis alimentaria mundial. Aunque el comunicado de la reunión del 12-13 de abril del BM no hace ninguna mención a los biocombustibles, "...el portavoz especial de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler, ha afirmado que la producción masiva de biocombustibles es un ’delito contra la humanidad’. Por ello, Ziegler ha exigido al FMI que cambie su política de subvenciones agrícolas al mismo tiempo que ha acusado a la Unión Europea de estar ’arruinando’ la agricultura en África al financiar la exportación de los excedentes europeos a este continente" (El País, 14/4/2008).

Junto a esto, el desarrollo de la crisis financiera mundial ha llevado a la búsqueda de mercados alternativos para la valorización de los capitales, como por ejemplo, los de materias primas, en los que grandes inversionistas están empujando la suba de los precios. Los mismos que impulsaron la burbuja tecnológica a fines de los ‘90, y recientemente la burbuja bursátil e inmobiliaria, están desplazando ahora su actividad especulativa hacia el mercado de cereales. A todo ello se suma la caída del dólar que está llevando al capital financiero a buscar otros activos, entre ellos las materias primas, para protegerse de la devaluación del billete verde. Por otro lado, desde el punto de vista de "la oferta" o de la producción de granos, debemos señalar que los precios deprimidos creados por las políticas de subsidios (incluso para no producir) de los países imperialistas durante las décadas pasadas han tenido un efecto devastador en los países semicoloniales (entre 1974 y 2005 los precios de los alimentos en los mercados mundiales cayeron 75% en términos reales). Ha habido una caída de largo plazo de la inversión en agricultura y las actividades que la apoyan como la irrigación. En el marco de la ofensiva neoliberal en todos estos países, el porcentaje del gasto estatal destinado al agro ha caído más de la mitad desde 1980. Muchos países pobres que exportaban comida ahora deben importarla. En el mismo sentido, no todos aprovechan por igual la actual bonanza de los precios de productos agrícolas. Mientras los grandes granjeros norteamericanos están de fiesta aun en medio de la recesión de la economía, con ingresos un 4,1% mayores que en 2007, el aumento del precio de los fertilizantes, de las semillas y del combustible ha impedido que los campesinos de los países pobres del África subsahariana o del sudeste de Asia se beneficien con la actual prosperidad. En Pakistán, por ejemplo, el gobierno prevee una menor cosecha de trigo esta primavera y verano, a pesar de los precios records. Esto es porque los campesinos disminuyeron el uso de fertilizantes después de que los precios subieran un 50% el año pasado. El menor uso de fertilizantes disminuyó el rendimiento de los granos, erosionando el ingreso campesino.

Expropiar a los grandes pulpos agroalimentarios
Las organizaciones que integramos la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional, participamos en los países donde actuamos de la lucha de los trabajadores y los sectores empobrecidos contra la carestía de la vida y por el aumento de los salarios, señalando a la vez que la única salida de fondo al problema del hambre, es expropiar a los grandes pulpos agroalimentarios que hoy dominan y se reparten el mercado mundial de alimentos y ponerlos bajo el control de los trabajadores y los campesinos como única forma de satisfacer las necesidades de las masas, terminanado en primer lugar con el hambre y la malnutrición. No es cierto que no alcanzan los recursos para alimentar decentemente a todo el planeta. Es falso que hay escasez de granos frente al crecimiento de la población mundial. Por el contrario, desde 1961 a la actualidad la población mundial se ha incrementado un 112%, mientras la producción mundial de granos ascendió un 164% y casi un 700% para la carne. En el mismo sentido, de acuerdo a World Hunger Education Service, una ONG norteamericana, la agricultura global produce 17% más calorías por persona hoy que hace 30 años, a pesar del incremento de la población mundial.
No estamos por tanto frente a una crisis de subproducción de granos. Estamos frente a una manifestación brutal de cómo los capitalistas sólo se preocupan por mantener o aumentar sus beneficios, aunque ello implique padecimientos inauditos y hambre para la gran mayoría de la población. Para poner fin a esta situación hay que liquidar la explotación y opresión de los capitalistas y su Estado. Este es el único camino para garantizar una alimentación sana y accesible para todos. Sólo una sociedad socialista, es decir una sociedad no basada en la búsqueda de la ganancia sino en la planificación democrática de la economía de todos los recursos y medios de producción, puede hacer buen uso de los biocombustibles y desarollar todas las otras fuentes de energía renovable -como la solar, eólica o de la marea- para el beneficio de las masas laboriosas.

Luchemos contra el aumento en el costo de la vida

¡Sigamos el ejemplo de lucha de los trabajadores que ya enfrentan el alto precio de los alimentos y los bienes básicos alrededor del mundo!

En las últimas semanas, valerosas huelgas y movilizaciones se han desarrollado a nivel mundial, el detonante: un violento aumento en la carestía de vida con el aumento de los granos básicos como el arroz, el maíz, el trigo y bienes otros como los transportes, el petróleo y en general la energía.
Egipto por ejemplo ha sido sacudido por verdaderas huelgas generales protagonizadas por los trabajadores de la ciudad, que han originado un gran impacto político para el gobierno de Mubarak. Un poco más cerca de Costa Rica, en Honduras, importantes jornadas de lucha se han venido desarrollando contra el elevado precio de los alimentos y los granos. Para rematar en Haití, se ha detonado una verdadera revuelta popular, pero cruelmente aquí ya la lucha es motivada por el hambre más devastadora… La lucha en Haití ya ha generado decenas de muertos a manos de las Fuerzas militares de la ONU (MINUSTAH), nutridas por los gobiernos “progresivos” de Evo Morales, los Kirchner en Argentina, o el mismísimo Lula da Silva de Brasil.
La actual crisis alimentaria mundial, que es provocada por la sobrecapacidad de producción en detrimento de la capacidad de consumo de la gente, se combina con la crisis capitalista mundial más profunda de las últimas décadas, o para ser más precisos, se combina con “la crisis más devastadora desde la segunda guerra mundial”, tal y como lo sostienen Robert Brenner o el mismísimo ex Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Allan Greenspan.
En Costa Rica ya los empresarios arroceros así como los medios de comunicación anuncian problemas con el abastecimiento de arroz para después de los próximos tres meses, lo que anuncia el interés que tienen desde ya los agroindustriales de acaparar el grano (cuando escasee en el mercado mundial) con el objetivo central de seguir disparando sus precios. Por otra parte se han producido aumentos violentísimos en las tarifas eléctricas (de un 11% a un 72%) para los trabajadores, mientras para los empresarios, que son quienes obtienen inagotables ganancias por la explotación de energía a gran escala; la tarifa aumentó un ridículo 20%, esto sin olvidar que aún piensan eliminarles los impuestos al consumo a los empresarios, para que sean los trabajadores los que paguen los platos rotos.
En este escenario es urgente luchar contra el aumento del costo de la vida, comenzando por el enfrentamiento a los aumentos en la electricidad que solo benefician a los empresarios (ver en esta misma edición el artículo “Represas hidroelétricas: otro gran negocio para los empresarios”), ya que solo de esta manera lograremos derrotar los nuevos golpes que la burguesía prepara contra los trabajadores. La solución no es esperar a las elecciones del 2010, mucho menos introducir ilusiones en que estas significarán un cambio –como ya lo vienen haciendo incontable cantidad de oportunistas- para las condiciones de vida de los trabajadores; la solución es salir hoy a luchar y movilizarnos en las calles, utilizando nuestros métodos de lucha: la huelga, el paro, el control obrero de la producción, en el marco de la más absoluta independencia de clase.
En Costa Rica los trabajadores y los oprimidos debemos seguir el ejemplo de los trabajadores de otras partes del mundo que ya vienen protagonizando huelgas y paros de gran importancia. La huelga docente encabezada por APSE recientemente finalizada demostró que es posible recomponernos en cuanto a nuestra fuerza en las calles, pero para eso hace falta querer luchar, una política concreta de movilización (no por ejes abstractos) que parta de las necesidades y preocupaciones más sentidas por los trabajadores y el pueblo; y sobretodo levantando siempre nuestro método de la movilización callejera.
La burguesía, conciente de los peligros generados por las crisis tanto económicas como directamente alimentarias para su estabilidad política; ha apostado por prepararse concientemente para las situaciones más complicadas y explosivas. En Costa Rica todo esto se nota claramente en el fortalecimiento del aparato represivo, la creación de Leyes como la Antiterrorista, que se dirige a paralizar o minimizar el potencial de combate de la clase trabajadora.
Al día de hoy, se impone razonar más seriamente que nunca, en cuanto a la necesidad de construir un potente partido revolucionario internacionalista y de combate en Costa Rica, que esté listo para las grandes conmociones y catástrofes que desde ya viene preparando el capitalismo. O nos preparamos para esas grandes conmociones, o posiblemente sucumbiremos ante ellas.
Los revolucionarios debemos buscar como unificarnos en torno a un programa, no electorero, no con el objetivo final de participar en las próximas elecciones; sino con el objetivo estratégico de ofrecer una alternativa de lucha y de movilización independiente ante la bancarrota de la estrategia electorera e institucionalista de los mismos organizadores de derrotas de siempre. Y esa organización revoolucionaria, ese programa de combate; debe ser encaminado por supuesto a la lucha por la toma del poder, ya que si no lo tomamos nosotros (los trabajadores y el pueblo pobre), la burguesía por medio de él nos llevará a todos a la ruina.

CARESTÍA DE VIDA: OTRO AZOTE DEL CAPITALISMO

Por Beren Lone

El contexto internacional
El proceso de inflación que se ha venido presentando en los últimos meses a nivel mundial encierra en sí distintas paradojas nada ajenas al sistema capitalista. En el caso de los alimentos (granos, cereales) lejos de existir una escasez que dispare los precios, más bien ocurre, por un lado, debido a que en ciertos países existe una sobreproducción de granos y alimentos, lo que solo ha venido beneficiando a los agroindustriales (Ver el artículo “Hambre” en esta edición). El caso particular de Estados Unidos es distinto. En ese país (el cual junto con unas cuantas potencias imperialistas controlan el mercado mundial de cereales) se destina una enorme cantidad de la producción de alimentos a la elaboración de etanol; combustible alternativo con el que este y otros países como Brasil, han venido especulando ante los enormes incrementos en el precio internacional del petróleo, mismos que repercuten en todo el mundo prácticamente en todas las ramas productivas (alimentos, transporte, etc). (Ver el artículo “Hambre” en esta edición).
Las respuestas al violento incremento en la carestía de vida apenas comienzan, ya en países como Honduras, Haití, Egipto, Camerún, y otros países asiáticos y latinoamericanos, los oprimidos han iniciado la lucha en contra de estos desequilibrios económicos capitalistas que provocan hambrunas en las naciones más pobres y oprimidas; por medio de enormes huelgas (Egipto), paros (Honduras) o directamente revueltas contra el hambre como las de Haití, que ya han provocado varias decenas de muertos a manos de las fuerzas de la MINUSTÁH reaccionaria.

Los primeros impactos en Costa Rica
Un país semicolonial como el nuestro no es la excepción. Fundamentalmente desde principios de este año han sido claros los aumentos en los precios de diversos alimentos como el pan; el incremento de su precio se ha potenciado por el aumento del precio de la harina y este a su vez, a raíz de los incrementos en el precio internacional del trigo. El arroz, ya había tenido un fuerte incremento el año pasado y se espera que a partir de junio se presente otro.
[1] Los huevos y el pollo han subido fruto de las oscilaciones internacionales en el precio de la soya y el maíz. La leche, un alimento básico en la dieta de los infantes, también tuvo un alza recientemente. Aunado a esto otros alimentos como los frijoles también sufrieron un fuerte incremento a principios de este año. Es bien conocido que estos alimentos son básicos en la dieta de las familias trabajadoras de nuestro país, las cuáles se ven golpeadas no solamente por los aumentos en el precio de los alimentos, sino también por aquellos en servicios básicos de uso cotidiano como lo son la energía eléctrica (cuyos aumentos fueron de un 11% hasta un 72%) y el transporte público, para estos últimos recién fue puesta en rigor una nueva alza en las tarifas.

¿Cómo pueden los trabajadores hacer frente a la carestía de vida?
Como revolucionarios, desde la LRS estamos convencidos que la única manera de hacer frente a esta oleada inflacionaria es impulsar la lucha por una escala de salarios móviles de acuerdo al aumento de la inflación. Al deteriorarse la capacidad de compra de los trabajadores esta es una medida básica para mantener (al menos en una forma soportable) el sustento en las familias trabajadoras. Aunado a esto es necesario conformar Comités Obreros para el control de precios, por medio de los cuales se le arranque el control de la producción y el suministro de alimentos a los acaparadores y grandes empresarios que buscan por todos los medios posibles aumentar su capital a costa del hambre de nosotros los trabajadores.
El motor principal para comenzar estas luchas es organizar la pelea frontal en contra de las alzas en la energía eléctrica. Los precios de esta fuente de energía solo pueden ser controlados efectivamente si son los mismos usuarios y trabajadores del ICE quienes lo administran directamente.
Situaciones como la actual, solamente demuestran cual es el constante accionar de la clase adinerada al descargar sobre la clase trabajadora sus crisis y desequilibrios a partir de su insaciable sed de ganancias y nadie más que los propios trabajadores y trabajadoras pueden terminar de una vez con este sistema de explotación del hombre por el hombre, soberano potenciador de la miseria y el hambre.

[1] La Prensa Libre, “Precios del arroz subirán en junio”, 11 de marzo 2008.
[2] Imagen con fines ilustrativos

Represas hidroeléctricas de “interés nacional”: Otro gran negocio del empresariado

Por Tonia Tukhachevsky

Desde el 2005, la dirección general del ICE ha impulsado la construcción de una represa hidroeléctrica sobre el cauce medio del río General Superior, principal afluente del río Grande de Térraba, este proyecto ha sido llamado El Diquís, se caracteriza por ser el más grande entre los proyectos desarrollados y hasta el momento planeados, con 622 megavatios.
Pero no solo esto caracteriza este proyecto y el plan de construir por lo menos otras tres grandes represas (Reventazón, Savegre y Pacuare), pues según el discurso oficial estás servirán para "satisfacer la demanda" y "garantizar el abastecimiento de electricidad de aquí al 2021"
[1], ya que según estas fuentes se ha vuelto insuficiente la labor del ICE, debido a que "nuestras hidroeléctricas son unos trastos viejos"[2]; esta dura ofensiva contra el ICE y la supuesta necesidad de construir represas gigantescas encubren los verdaderos motivos para contar con la producción de grandes cantidades de energía, aprovechando además los apagones sufridos en el país entre abril y mayo del 2007 para, además, descaradamente justificar las alzas en las tarifas de electricidad que golpean duramente a los trabajadores y al pueblo pobre, no así a los empresarios.

El Diquís: los grandes intereses empresariales le abren las puertas
El más grande sueño de la burguesía nacional en cuanto a negocios energéticos se vería concretado en este megaproyecto hidroeléctrico, el cual supera en 3,5 veces la capacidad de Angostura, la planta de mayor potencia en la actualidad. El Diquís junto con las hidroeléctricas Reventazón, Pacuare y Saavegre se han convertido en la columna vertebral del plan de expansión eléctrica, pero este plan no es de gran beneficio para los trabajadores y el pueblo pobre como lo han querido mostrar; los grandes ganadores con la concreción de estos proyectos son los empresarios; no por nada en el mes de marzo, en coordinación con el MINAE el gobierno decretó eliminar el tope a las concesiones para la cogeneración eléctrica privada; y es que como lo dijo Gilberto de la Cruz
[3] (Director de Planificación del ICE) iniciarán con una "pequeña" participación privada, en la cual contratarán "toda la energía posible a los ingenios azucareros"[4]de los cuales, no hay que olvidar, es parte la familia Arias Sánchez.
El Diquís arrastra una gran cantidad de intereses económicos y políticos, aún sin estar terminados los estudios de impacto ambiental, Oscar Arias ya decretó de interés público su construcción, en las páginas 8 y 9 del diario oficial La Gaceta Nº 31 del 13 de febrero de 2008, se publicó el Decreto Ejecutivo Nº 34312-MP-MINAE que pone de manifiesto la entrada en vigor de la "Declaratoria de Conveniencia Nacional e Interés Público del P.H. El Diquís" y no sólo de este proyecto sino todos los proyectos de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica. En este decreto se indica que "se requiere que los distintos órganos; y entes públicos brinden un trámite prioritario, expedito y efectivo a las gestiones del Instituto con la finalidad de asegurar la implementación oportuna del Proyecto",
[5]
En este contexto y con estas grandes facilidades que se ofrecen, los empresarios muestran gran satisfacción, ya que la mayor parte de la energía producida será utilizada para la venta, el mismo de la Cruz, y el ministro de Energía Roberto Dobles, ya han hablado del interés de impulsar una ley marco de electricidad para así poder integrar a todos los productos eléctricos (públicos y privados) a un mercado mayorista de energía; ante esto el sector empresarial aplaude el rumbo que está tomando el ICE, el cual se ve acelerado hacia su privatización, ya que las represas construidas por los trabajadores serán puestas en manos privadas; todo esto se facilitaría totalmente con la aprobación de las leyes complementarias y el TLC.

Avanza la burguesía, y avanza el deterioro y sobreexplotación de los trabajadores
Para el gobierno y la burguesía nacional el único fin es satisfacer sus intereses económicos, los trabajadores que día a día entregan todas sus fuerzas para la concreción de estos proyectos son los menos beneficiados pero sí los más afectados. Con jornadas que muchas veces superan las 12 horas, labores que ponen en riesgo su vida y que ya en varios proyectos han terminado muertos. No sobra decir que miles de trabajadores se desempeñan en la construcción de los proyectos hidroeléctricos.
Mientras los obreros de construcción, mantenimiento, choferes (que en este caso laboran para patrones privados que son quienes perciben la ganancia) misceláneos, tuneleros, y sus familias tienen que sobrevivir y enfrentar las brutales alzas en las tarifas eléctricas y el costo de la vida con sólo 120 mil colones mensuales, las jefaturas se embolsan hasta dos millones de colones por mes, al mismo tiempo que el gobierno de los Arias y el conjunto del empresariado presenta en la propaganda tales proyectos de generación eléctrica como igualmente beneficiosos para todos los costarricenses. Es repugnante como tratan de engañar a nuestro pueblo pobre y trabajador, cuando los empresarios protagonizan una explotación sobre los trabajadores tan horrenda.
Mientras no logremos la unidad entre todos los trabajadores explotados por la patronal, la burguesía seguirá sobreexplotando la fuerza de trabajo para después simplemente desecharla y dejar a los trabajadores en peores condiciones.
Por todo lo que hemos dicho, los miles de trabajadores de proyectos, junto con los trabajadores de ICE Central debemos hacer una sola fuerza, un solo bloque que golpee duramente a la burguesía y así despojarla de lo que verdaderamente pertenece a la clase trabajadora y al pueblo pobre; para comenzar una batalla de más grande envergadura en donde el ICE y todas las empresas estratégicas sean puestas bajo control de sus propios obreros y usuarios; poniéndolo todo al servicio de la lucha por un gobierno de los trabajadores y el pueblo…

[1] La Nación, 9 de febrero de 2008. Sección: El País. Pág. 4A
[2] Óscar Arias al ser entrevistado sobre el tema de la generación de energía eléctrica y el Instituto Costarricense de Electricidad dijo: “Unos trastos viejos son nuestras plantas térmicas, con más de 30 años… está esa actitud de no dejar hacer las cosas. Hoy estamos pagando esa negligencia. Prevaleció un espíritu ideológico estatista, de que solo el ICE genere electricidad, y no el sector privado. Esto tiene que acabar ya.” La Nación. Domingo 29 de abril de 2007.
[3] Op, cit. Nación, 9 de febrero…
[4] Ídem,
[5] Diario Oficial La Gaceta, 13 de febrero de 2008. Pág. 8

¿Por qué creemos que la lucha contra las alzas energéticas debe ocupar el centro de un gran movimiento de carácter nacional?


Por Brayan Brenes

Desde hace poco más de 4 meses desde la LRS hemos venido desplegando una modesta pero intensa campaña política, propagandizando y agitando el tema de la necesidad de luchar contra las alzas energéticas como una cuestión central, de primera importancia para el movimiento de masas; y especialmente para los trabajadores del ICE. Este planteamiento de la oposición a las alzas energéticas, en el marco de la necesidad de una lucha más general contra la carestía de vida. Por ejemplo en enero publicamos un primer texto llamado “una propuesta a los sindicatos del ICE”, luego reproducimos masivamente “una propuesta a la asamblea general de trabajadores del ICE” realizada el 25 de febrero en la Conferencia Episcopal, para continuar precisamente en esa asamblea planteando en una moción en el sentido de “Convocar a una manifestación a la ARESEP a todas las organizaciones sindicales y políticas para el jueves 28 de febrero; y así repudiar el aumento tarifario solicitado por las jerarquías del ICE… bajo las consignas: ¡NO más alzas energéticas! ¡NO a la Agenda de Implementación!”[1]
Aunque las mociones propuestas por los militantes de la LRS fueron aprobadas por unanimidad por los trabajadores de base del ICE, las direcciones sindicales (todas juntas) de ASDEICE, SITET, ANTTEC y otras; no hicieron caso a nuestros llamados en el sentido de colocar como punto de partida para toda política de movilización para los trabajadores del ICE la oposición a los aumentos en las tarifas eléctricas. Este espíritu llevó a los dirigentotes de los sindicatos del ICE a sustituir la propuesta de movilización (mitín) en la ARESEP por un simple pronunciamiento contra las alzas, ya que afectarían “a la familia costarricense”, y se sustituyó además por una acción totalmente incoherente de movilización para el día 29 de febrero “para denunciar que supuestamente ese día acababa el plazo para aprobar las leyes de la Agenda de Implementación”, es decir; se sustituyó una acción que requería relativamente poca movilización de fuerzas (como la concentración en la ARESEP) pero de gran impacto político, por una política de “pronunciamientos” y de movilización, que ni siquiera se sabe si se cumplió pues no hubo una convocatoria oficial a participar en la tal movilización de “denuncia”.
El resultado de esta falta de claridad política y en buena medida de visión estratégica, llevó a los dirigentes sindicales del ICE a entregarle en bandeja de plata la delantera a los empresarios, que sí fueron a la ARESEP a oponerse a su manera a los aumentos; en el sentido de exigirle a la “autoridad reguladora” que eliminase los impuestos que ellos pagan por consumo de electricidad, y que de esa manera fuera la gente trabajadora la que pagara más por el consumo de electricidad. Es decir, sinistras intenciones movilizaron a los empresarios a oponerse al aumento general en las tarifas eléctricas, y las grandes ausentes en la cita fueron las organizaciones de los trabajadores del ICE. Todo esto ayudó para que el débil pero importante mitín del 10 de marzo en las afueras del ICE de la sabana, se hiciera sin la menor simpatía del conjunto del pueblo y bajo ejes completamente mal utilizados.
Así desde aquel día 25 de febrero en la Conferencia Episcopal se valoró la petición de aumento de las jerarquías del ICE, así como la petición de los industriales de eliminar el pago de impuestos de su parte para el consumo a gran escala de energía eléctrica, el producto de esta combinación de solicitudes e intereses desembocaron en un aumento escalonado del 11% al 72% para las familias trabajadoras, y apenas un 22% para los empresarios que son los que sacan enormes ganancias por el uso a gran escala de la electricidad: en palabras simples la decisión de la ARESEP fue un descaro total.

¿Por qué creemos que la lucha contra las alzas energéticas debe ser una cuestión central?
En primer lugar creemos que la movilización y la resistencia obrera contra las tarifas debe ser central por la importancia económica y social que tienen los trabajadores del ICE para el país. No es lo mismo que un pequeño comerciante, un campesino o incluso un docente se oponga a las tarifas eléctricas; a que se opongan en primera línea los trabajadores encargados de la electricidad. Por otra parte, los trabajadores del ICE son quienes mantienen y distribuyen hacia prácticamente todo el país los servicios de energía eléctrica, telefonía e Internet; por tanto, colocar en movimiento este gran potencial (que definitivamente NO lo tiene ningún otro sector de los trabajadores) significaría una superioridad aplastante de fuerzas en la relación entre los trabajadores y la burguesía costarricense.
En segundo lugar, si bien es cierto que los precios de los bienes básicos vienen disparándose en el mercado; no se puede olvidar ni por un momento que el aumento más violento es el de las tarifas eléctricas que rondan el 11 y el 72%. Es el mayor aumento entre todos los bienes de consumo básico, inclusive que los transportes, los granos básicos, el pan y otros.

Pero hace falta estrategia política, hace falta no desaprovechar las condiciones
Si por lo menos los dirigentes sindicales del ICE hubieran ido a la ARESEP a oponerse a las tarifas eléctricas el 28 de febrero, por lo menos así se hubiera impuesto una oposición de clase –por débil que fuera- a semejantes aumentos; y por lo menos así los empresarios no se hubieran colocado a la delantera. Ir a la ARESEP a establecer una oposición desde aquel momento hubiese significado mejores condiciones hoy para enfrentar semejantes aumentos.
Desde la LRS creemos que la lucha contra las alzas energéticas todavía tiene un gran potencial movilizador, eso sí no reduciéndola a las marchas importantes pero conmemorativas como la del 1° de mayo, sino llevándola a la senda del paro y la huelga en los días laborales. Por otra parte la lucha contra los aumentos energéticos debe vincularse con los aumentos en el arroz, los granos, y otros bienes de consumo básico; que al dispararse en el mercado lo único que hacen es beneficiar a los grandes empresarios agroindustriales. Debe iniciarse una gran lucha nacional contra los aumentos energéticos y la carestía de vida, que ponga en pie verdaderos comités obreros y populares de control de precios, y comités para el control directo del ICE por parte de obreros y usuarios; solo de esta manera evitaremos que el ICE sea el botín de unos cuantos empresarios corruptos que se benefician con el aumento de tarifas a los trabajadores, y solo de esta manera lograremos frenar en seco los grandes negocios de los agroindustriales, preparándonos para la expropiación de los grandes terratenientes y explotadores del campo.

[1] Propuesta de resoluciones a la asamblea general de trabajadores del ICE. Liga de la Revolución Socialista. En Clave Revolucionaria N°8. Lunes 25 de febrero de 2008.

Alzas energéticas: un verdadero atentado contra la clase trabajadora

Por Beren Lone
El pasado 8 de abril fue anunciada y aprobada oficialmente una brutal alza en el servicio de electricidad. Con este aumento se pretende descargar sobre el conjunto de los explotados de Costa Rica las consecuencias de acciones que gobiernos y jerarquías del ICE durante todos estos años han desatado al orquestar un desmantelamiento progresivo de la institución acorde con los intereses de su propia clase, la de los empresarios.

Doble Perjuicio
Mientras que para los sectores populares el aumento se estipuló en un rango que puede variar desde el 11% al 72% (esto distribuido en tres grupos distintos de acuerdo al supuesto consumo y no tomando en cuenta las necesidades reales de energía eléctrica que cada familia necesita); para los sectores empresariales el ajuste fue tan sólo de un 22%.
[1] Así que mientras la gran mayoría es “estimulada al ahorro de energía” (como han dicho en la ARESEP) el empresariado termina siendo nuevamente consentido.
Pero el asunto no termina ahí. Los representantes de las cúpulas empresariales han comunicado ya su plena disposición de descargar sobre el precio de los productos y servicios dicho incremento, lo cual permite al conjunto de los explotadores mantenerse tranquilos sin meter siquiera “la mano al bolsillo”, mientras que para el conjunto de la clase trabajadora esto se traduce en nuevos incrementos de los bienes de consumo general, principalmente los alimentos; mismos que además han venido sufriendo alzas descomunales producto de los desequilibrios especulativos de los mercados capitalistas internacionales que afectan a una economía sumamente dependiente como la costarricense.

El discurso de la burocracia sindical del sector energético
A raíz de esto, sectores de la burocracia sindical han comenzado a alardear tratando de posicionarse como los “grandes” opositores a dicho incremento.
La realidad es que los dirigentes de ciertos sindicatos (como ANEP o ASDEICE) están muy lejos de pretender entablar una lucha frontal contra los aumentos energéticos, y se han quedado en el terreno estéril de las bravuconadas. Y es peligrosa la base de sus habladurías, ya que hacen énfasis en que dichas alzas son producto de “los primeros efectos del TLC”
[2], manejando muy imprecisamente la política de lucha contra las alzas energéticas; ya que si bien ya ha sido declarado como ley el “tratado”, aún la burguesía no ha aprobado la Agenda Complementaria, lo cual impide que dicho tratado sea una realidad. Aunque parezca superficial, debemos hacer la aclaración de que en realidad las alzas responden a los intentos del empresariado por medio de la ARESEP de liberalizar el mercado de la energía, y de “prepararle el terreno al TLC”; esto por que a los trabajadores y pueblo pobre costarricense no podemos salirle con imprecisiones, ya que las imprecisiones a menudo salen caras. Saludamos toda iniciativa honesta de parte de las organizaciones sindicales del ICE, más no nos callaremos ante el papel demagógico que quieran jugar algunos de los antiguos impulsores de la traidora Comisión Mixta conformada tras el proceso del Combo del ICE.

La lucha contra las alzas energéticas: otra oportunidad para entablar la lucha
Desde la LRS hemos propuesto durante los últimos meses declararle decididamente la lucha a estos aumentos, siendo esto una gran oportunidad para enlazar los diversos actos de lucha que han venido surgiendo (como por ejemplo la valiente lucha de los trabajadores del magisterio) con la acción de sectores populares, y de ésta forma recuperar al movimiento de masas en aras de entablar la lucha directa contra el gobierno.
Esta fue una de nuestras propuestas centrales en la asamblea de trabajadores del ICE el 25 de febrero. Por supuesto no podemos dejar de decir que ante acciones como las que la burguesía ha venido implementando por medio de leyes como la 7200 (que ampara a los cogeneradores privados) o las maniobras gubernamentales de conjunto con las jerarquías de no dar una asignación adecuada de los recursos para la inversión en la generación eléctrica; no hay una solución verdadera más que el ICE deje de ser juguete de las clases dominantes y que en lugar de esto pase a ser administrado por el conjunto de trabajadores de la institución y los usuarios.
Consideramos que tanto esta lucha, como todas aquellas que deben llevarse adelante (contra el fortalecimiento del aparato represivo, la Agenda de Implementación, Ley Antiterrorista, entre otras) inician por impulsar una potente ofensiva en contra de las alzas energéticas, la cual no puede ser dejada en manos de las burocracias traidoras que ahora tratan de limpiarse la cara ante todos los luchadores y luchadoras honestas (os). Este eje de lucha y todos los demás deben coordinarse democráticamente desde un comité nacional de huelga; donde cualquier organización política, sindical y popular que desee organizar una verdadera ofensiva contra el régimen de los Arias y del empresariado nacional, pueda acercarse a proponer, coordinar, y fortalecer las acciones de movilización necesarias. No hay otra vía más para el verdadero triunfo de las luchas actuales y futuras que conformar este tipo de instrumentos de frente único.
[1] La Nación. 8 de abril de 2008.
[2] Diario Extra. 8 de abril de 2008.

Formación Política: La relación entre prensa obrera y la organización revolucionaria


Como habíamos adelantado desde nuestra edición anterior de En Clave Revolucionaria, durante este año estaremos publicando diferentes artículos que tienen directa relación con nuestra formación como revolucionarios. Como parte de las actividades de la LRS, hemos definido estudiar internamente textos clásicos de los más grandes marxistas revolucionarios; en esa perspectiva presentamos este nuevo artículo, que aborda los problemas relacionados con la prensa del partido y su relación con la clase obrera.

Por Beren Lone

Para el gran revolucionario Vladimir Ilich Lenin, una pieza fundamental de todo el proceso de organización de la clase obrera era la implementación de un medio que permitiera transmitir a los trabajadores de una forma clara las distintas enseñanzas del marxismo condensadas en un programa revolucionario, y de esta manera apoyar la organización de la clase obrera en su lucha contra el capital y contra la burguesía.
Por supuesto, el movimiento obrero se hallaba, al igual que en nuestros días, bombardeado por distintas concepciones oportunistas y revisionistas, cuyo único objetivo era poner vendajes sobre los ojos de la clase trabajadora. Lenin forjó con duros esfuerzos y sacrificios una prensa no únicamente para organizar la lucha económica, sino una prensa al servicio de la lucha por el poder para la clase trabajadora.
Y es que la lucha de Lenin contra las concepciones “economicistas” o “sindicalistas” dentro del movimiento obrero revestía gran importancia, ya que estas tendencias sembraban ilusiones en que pequeños cambios o reformas dentro del terreno parlamentario y de las huelgas cotidianas, permitirían la mejora evolutiva de las condiciones de vida de los trabajadores hasta acabar con la explotación; pensamiento a todas luces falso para Lenin mientras no se le arrebatara de manera revolucionaria el poder a la burguesía. En esa época la representación de ese nefasto oportunismo fue el menchevismo, el cual buscaba desplazar una participación política activa de los trabajadores, limitándolos a desempeñar luchas económicas con el fin de mantener el orden de explotación característico del capitalismo.
La forma en que los obreros de las distintas ramas económicas de Rusia podrían ser impulsados a ponerse en pie de lucha contra la constante opresión de los capitalistas y ser apartados de esos ideólogos fraternos al capitalismo era por medio de la prensa obrera. En esta, se libraban los más importantes debates y las más duras polémicas; sirviendo además como un instrumento organizativo para la clase obrera al interior de las fábricas, las barriadas obreras, y a todo el partido. Al respecto escribía Lenin: “La misión del periódico no se limita, sin embargo, a difundir las ideas, a educar políticamente y a atraer aliados políticos. El periódico no es sólo un propagandista colectivo y un agitador colectivo, sino también un organizador colectivo”.
[1]
Este rol organizativo en luchas tanto reivindicativas como políticas debe ser la razón de ser de cualquier órgano de prensa que se reclame revolucionaria, con la que verdaderamente se pretenda tender un puente a las masas trabajadoras entre sus demandas más inmediatas y sentidas y aquellos ejes de lucha que encaminen más directamente a la clase obrera hacia la conquista del poder.

Algunas contradicciones actuales
El mismo Lenin describe cómo el periódico sólo puede mantenerse por medio de los aportes que tanto la vanguardia obrera de la organización revolucionaria como los obreros de los distintos sectores realicen. En cierta ocasión señaló como la prensa de los mencheviques se mantenía casi en su totalidad por aportes de sectores burgueses, aristocratizados, o claramente ligados al capital.
Actualmente varias corrientes políticas (principalmente del reformismo) se encuentran en una contradicción un tanto similar, y la misma no se puede invisibilizar. Basta con observar la prensa de estas agrupaciones para ver como su sostén se basa, en los mejores casos, en servir de tribuna publicitaria para comerciantes, quienes en su gran mayoría no son solamente dueños de algunos medios de producción sino que además nutren sus ganancias de explotar la fuerza de trabajo. En los peores casos, nos encontramos ante “órganos informativos” de un bajo costo y muy coloridos y grandes; casualmente por que sus ejemplares son reproducidos en imprentas como la de La República aquí en Costa Rica, medio escrito claramente conocido como plataforma de expresión de economistas, empresarios, y políticos del séquito capitalista. De esta manera ambos, tanto el que depende del “pequeño” empresario como el que reproduce su gran periódico en las imprentas de la burguesía termina hipotecando los intereses de la clase trabajadora, y no permite que el órgano informativo de esta sea totalmente independiente y sin ningún compromiso político con fuerzas hostiles a las ideas revolucionarias.
Si bien dos aspectos sumamente importantes de un periódico destinado a los trabajadores deben ser procurar el menor costo posible y también contar con un aspecto que sea agradable y cómodo a la vista de los obreros, no se puede jamás pretender que estos dos puntos deriven en realizar pura retórica, al pregonar por un lado estar con la clase oprimida y por otro el otro tener lazos cercanos con algunos agentes de la opresión como lo son algunos comerciantes y los medios de prensa escritos de la burguesía.
Los periódicos revolucionarios deben ser totalmente independientes, eso si de verdad quieren ayudar en el camino de la realización de la revolución socialista; y no más bien colocarle mil obstáculos y compromisos desde su más temprano camino.

En Clave Revolucionaria
Nuestro órgano informativo En Clave Revolucionaria, procura estar al servicio de la clase trabajadora costarricense, no solamente brindando información sobre aspectos y hechos que le atañen directamente, sino que además intentamos por medio de nuestro periódico desenmascarar y combatir políticamente a aquellas tendencias políticas y sus representantes que lejos de buscar el completo bienestar y emancipación de los trabajadores, procuran transmitir una imagen “benevolente” o “amistosa” del capitalismo, y siembran nefastas ilusiones en que mediante “maquillajes” y pequeños cambios a nivel institucional (como referéndums, elecciones presidenciales o reformas legislativas) se puede mejorar definitivamente la condición de vida de la clase mayoritaria de esta sociedad: los oprimidos y explotados asalariados.
Tratamos ante todo de proponer siempre y en todo momento nuestra estrategia revolucionaria y nuestro programa; en torno a consignas de lucha directa contra el régimen de explotación del empresariado y el gobierno costarricense así como contra el imperialismo. Siempre somos incansables defensores de instrumentos de democracia directa de masas para combatir las maniobras sindicaleras y divisionistas de los burócratas sindicales.
Es nuestro gran interés que los trabajadores vean en nuestra prensa un medio no solamente informativo, sino ante todo ese “organizador colectivo” que enfáticamente señalaba Lenin, y desde esta humilde tribuna puedan encontrar pautas útiles en aspectos organizacionales las cuales se encaminen a constituir formas de participación directa y democrática en la perspectiva de lograr triunfos no solamente en luchas sectoriales, sino además en aquellas luchas de carácter político que involucran a todos los sectores explotados de nuestro país. Desde nuestra prensa esperamos mejorar permanentemente, en la dirección de avanzar hacia la construcción de un gran partido revolucionario leninista y de combate, así como en la dirección de reconstruir una gran organización internacional revolucionaria para vender a la burguesía en todo el planeta.

[1] Vladimir Ilianovich Lenin. “La organización del partido y la literatura del partido". Editorial. El Progreso.

No más persecución a los activistas del movimiento sindical

Nos solidarizamos con David Morera y Marvin Marín

En los primeros meses del 2008, los compañeros David Morera y Marvin Marín -ambos activistas sindicales del Sindicato de la Salud y la Seguridad Social (SISSS), y militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)- han sido víctimas de una insoportable persecución por parte de la patronal del Hospital San Juan de Dios de San José y las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
A Marvin Marín se le viene amenazando con acciones disciplinarias por haber abandonado supuestamente su trabajo, cuando en realidad participaba de una actividad de carácter sindical ante la que se encontraba respaldado plenamente por sus derechos laborales establecidos constitucionalmente. En el caso de David Morera, a este se le amenaza igualmente con sanciones y hasta despido por haber supuestamente enfrentado a un efectivo de la seguridad privada del hospital, cuando el represor impedía a una delegación de estudiantes de la UCR participar de una asamblea de trabajadores.
La realidad más general es que el gobierno ha intensificado sus ataques contra los activistas y dirigentes del movimiento de masas después de la imposición del sí al TLC en el Referéndum del pasado 7 de octubre. Si bien es cierto los intentos de la burguesía por recortar derechos a la protesta y a la movilización comenzaron luego del combo del ICE, también es cierto que después del Referéndum (y el frenazo de golpe que sufrió el movimiento de masas después de 5 años de movilizaciones) del 2007 estos intentos han pasado a acciones sumamente cualitativas de parte del gobierno y la burguesía.
Los compañeros Marín y Morera se suman a una gran lista de compañeros perseguidos, enjuiciados y castigados penalmente como por ejemplo Célimo Guido, Trino Barrantes, Orlando Barrantes; y más recientemente Luis Salas Sarkís y Alicia Vargas Obando (estos dos últimos dirigentes del INS) entre otros.
Desde la Liga de la Revolución Socialista rechazamos vehementemente la persecución a la que están siendo sometidos los compañeros Morera y Marín, así como los otros compañeros. Más allá de sentirnos benevolentes con los compañeros, sentimos que pronunciarnos solidariamente y apoyarlos es una obligación no solo de quienes nos reclamamos revolucionarios, sino incluso de aquellos que se dicen defensores del pueblo y luchadores.
Opinamos sin embargo, que una campaña por la defensa de Morera, Vargas, Salas y demás activistas del movimiento sindical; debe organizarse en torno a un verdadero plan de acción que contemple denunciar el fortalecimiento del aparato represivo costarricense, la contratación de los miles de policías, así como la Ley Antiterrorista. De lo contrario corremos el riesgo de dejar la defensa de los compañeros en un terreno puramente sindicalista que no ayuda políticamente a sumar todas las fuerzas posibles contra el régimen cada vez más opresivo de los Arias Sánchez. Creemos que la mejor defensa para los compañeros es crear una instancia unitaria de lucha contra la represión, el fortalecimiento del aparato represivo, y contra la Ley Antiterrorista; que no tiene otra víctima más que al movimiento de masas.
Frente a los embates de la burguesía, defendemos incondicionalmente a los compañeros David Morera y a Marvin Marín; y nos ponemos a las órdenes para lo que puedan necesitar y nosotros colaborarles…

Desde abril propusimos a la Coordinadora Nacional llamar a luchar contra las alzas energéticas (y contra la Ley Antiterrorista)

Por Johanan León Torres (trabajador y representante de la LRS en la CNE)

Desde el primer día de abril, llevamos en nombre de nuestra agrupación dos propuestas a la Coordinadora Nacional de Lucha/Comisión Nacional de Enlace (CNL-CNE), basadas en dos de los ejes de lucha que consideramos trascendentales y que hemos venido propagandizando y agitando insistentemente en nuestras publicaciones durante los últimos meses. Dichas propuestas fueron las siguientes:

- Que la CNE-CNL, se pronuncie respecto a los violentos aumentos en las tarifas eléctricas que se pretenden implementar en las próximas semanas, mismos que podrían alcanzar hasta más de un 70%; lo cual se traduce en un verdadero atentado para la clase trabajadora.
- Que la CNL-CNE se pronuncie contra el fortalecimiento del aparato represivo costarricense y la Ley Antiterrorista, que el gobierno pretende diluir junto con otras leyes represivas en la Asamblea Legislativa durante los próximos meses. Los anteriores pronunciamientos en la perspectiva de que sean incorporados como ejes de lucha tanto a nivel de esta instancia, como de las agrupaciones que la conforman.
La primera propuesta tuvo un apoyo mayoritario por parte de los presentes en dicha reunión, lo cuál es en alguna medida un avance, esto por que en una asamblea realizada el día 25 de febrero, un importante grupo de trabajadores del ICE ya habían votado por unanimidad luchar contra los aumentos en las tarifas eléctricas. En una coyuntura como la actual, este eje es trascendental para vincular entre sí las acciones que surjan por parte de distintos sectores de trabajadores (ICE, Magisterio), y aún más, para vincular a la lucha a otros sectores populares que serán igualmente golpeados de efectuarse dichos aumentos.
En cuanto al segundo punto, este no fue respaldado alegando que la Ley Antiterrorista como tal aún no se encontraba en la corriente legislativa. Esto es un grave error, debido a que las bases esenciales de dicha ley se encuentran ya diluidas en el proyecto “Ley de Fortalecimiento Integral de la Seguridad Ciudadana” presentado hace unas semanas por Laura Chinchilla.
En las últimas semanas de abril hemos seguido insistiendo en la necesidad de enfrentar con la movilización en las calles a la Ley Antiterrorista, que no tiene otra víctima más que al movimiento de masas; esto por lo menos es lo que han vivido en carne propia los trabajadores y sus organizaciones con las leyes antiterroristas aprobadas internacionalmente.