jueves, 23 de septiembre de 2010

En la Universidad de Costa Rica: Se formó el comité por la expulsión de las tropas de Estados Unidos


Por Bryan Brenes
El pasado miércoles 22 de setiembre se constituyó en el Auditorio de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica, el “comité por la expulsión de las tropas de Estados Unidos”. En la cita participaron militantes de izquierda, activistas independientes y por supuesto militantes de la Liga de la Revolución Socialista, que realizó la primera convocatoria.
En esta primera cita abordamos el clima de creciente derechización y represión que prevalece en toda la región comprendida entre México, Centroamérica y el Caribe; hasta los intentos de los Estados Unidos por avanzar sobre el conjunto de Latinoamérica con una mayor injerencia política y sobretodo militar. Definimos que el gobierno norteamericano protagoniza una movilización militar sin precedentes de miles de soldados en toda la región, desde su frontera con México bajo la excusa del “combate a los capos de la droga”, la ocupación militar de Haití bajo supuestos “humanitarios” después de un terremoto de consecuencias catastróficas; hasta los casos de las cuatro bases militares en Panamá o las siete en Colombia. Todo lo anterior con el telón de fondo de la peor crisis capitalista en 80 años que no da señas de terminarse y que pone nerviosa a la administración norteamericana con lo que pueda suceder en una región que le es dependiente y vulnerable a sus oscilaciones económicas.
En este contexto ubicamos el desembarco de los 7 mil soldados del Ejército de los Estados Unidos en Costa Rica, precisamente al mismo tiempo que el Ministro de Seguridad José María Tijerino lanza su “Plan de Seguridad” ultrarepresivo en el Congreso y que Laura Chinchilla viaja a Wall Street en Nueva York para prometerle seguridad en las inversiones a los grandes magnates del capitalismo norteamericano.

La discusión sobre la “militarización” de Costa Rica y el avance de las tropas norteamericanas se actualizó frente a una posibilidad que toma cada vez más fuerza, y es la de la posible instalación de una base militar norteamericana en el país bajo la cobertura de una “escuela internacional de entrenamiento policial”; uno de los sueños dorados de Chinchilla y su esposo José María Ricco Cueto, que cuenta no solo con una excepcional formación en labores militares y de inteligencia, sino con añejos vínculos con la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA por sus siglas en inglés).
Un llamado a las organizaciones estudiantiles, a los activistas independientes y a las organizaciones que se reivindican de la izquierda obrera y socialista
Aunque lo más positivo de esta primera reunión fue la asistencia de activistas independientes y algunos militantes de izquierda, hay que reafirmar que es necesario construir un gran comité por la expulsión de las tropas de Estados Unidos de nuestras costas, generando un gran movimiento de repudio a nivel universitario y en la medida de lo posible a escala nacional hasta ver a los marines fuera de Costa Rica.
Lamentablemente a esta primera reunión no asistieron los compañeros del MAS, PRT, JS ni el POS; por eso les hacemos un llamado para que se sumen a esta campaña concreta para generar un gran movimiento de repudio a la injerencia de las tropas de Estados Unidos, en la Universidad y en lo posible a nivel nacional. Esta tarea inclusive, nos parece indisoluble de sus actividades electorales, y que permitirian inclusive levantar un programa mínimamente anti-imperialista para llegar a dirigir la Federación.
Somos conscientes de que apenas comenzamos este movimiento, y que solo puede crecer a condición de que los mejores activistas y luchadores lo tomen como propio, desarrollándolo y fortaleciéndolo. Desde la LRS y la FT-CI entendemos que la estrategia del imperialismo norteamericano consiste en avanzar política y militarmente sobre la región, en la perspectiva no solo de apuntalar su hegemonía mundial retomando el control absoluto de Latinoamérica como punto de apoyo; sino de aumentar las presiones sobre Cuba para acelerar la restauración del capitalismo en la isla, lo que significaría un enorme triunfo historico sobre las masas trabajadoras y explotadas de Latinoamérica.

Por todo lo anterior, desde la FT-CI y la LRS daremos una batalla hasta el final por expulsar a las tropas de Estados Unidos de Costa Rica, Centroamérica y toda América Latina; así como por la defensa de las conquistas de la revolución cubana, contra el bloqueo imperialista y los planes de restauración de la burocracia.
¡Por la construcción de un gran comité por la expulsión de las tropas de Costa Rica y toda América Latina!
¡Contra el bloqueo imperialista y los planes de restauración de los burócratas: defendamos las conquistas de la revolución cubana!





viernes, 17 de septiembre de 2010

jueves, 16 de septiembre de 2010

POLEMICA CON EL PSTU-LIT. ¿Revolución política o “revolución democrática” en Cuba?

Por Diego Dalai

El revuelo mediático en torno a la declaración de Fidel Castro de que “El modelo cubano ya no funciona ni para nosotros”, en un evidente apoyo a las políticas de “actualización del modelo” de su hermano Raúl, así como la desmentida posterior, expresa que Cuba está inmersa en un dinámico proceso político provocado por la difícil situación económica y las medidas pro mercado y de ajuste fiscal, como el despido de 500.000 trabajadores estatales (ver recuadro).

Esta situación abre un debate en la izquierda trotskista en torno al carácter actual del Estado cubano, el régimen castrista y la política que deben levantar los revolucionarios. El PSTU-Brasil y su corriente internacional la LIT, sostienen que “A final de los 80 y comienzos de los 90 (…) la dirección castrista comenzó a desarrollar una política de restauración capitalista y de desmonte de las bases del estado obrero. Los pilares fundamentales de una economía planificada (el plan central gubernamental y el monopolio del comercio exterior) ya no existen y la economía cubana funciona según las leyes capitalistas de mercado” (Frente a la muerte de Orlando Zapata Tamayo y las libertades en Cuba, 15/03/10 en www.lit-ci.org).

Para la LIT, hoy Cuba es un país capitalista más, recolonizado “por los imperialismos europeo y canadiense”. Si esto es cierto, ¿cómo explica la LIT que la burguesía gusana de Miami, no haya recuperado sus propiedades? ¿O que no haya inversiones norteamericanas en Cuba? A menos que se crea que Washington ha decidido resignar el dominio económico sobre la mayor de las Antillas a los imperialismos español o canadiense; o peor aún… a Venezuela o Brasil. ¿O que habiéndose restaurado el capitalismo hace ya 15 años, Cuba mantenga importantes conquistas sociales, incluso en medio de la ofensiva neoliberal restauracionista? Para la LIT, son “conquistas que restaron”, podríamos decir “remanentes”. Pero basta con ver las terribles consecuencias sociales que tuvo la restauración en la URSS dónde los índices de desarrollo social cayeron estrepitosamente, o los países del Este europeo que se convirtieron en reservorios de mano de obra barata para los monopolios europeos. Es evidente para cualquiera que perdura una diferencia esencial entre esos países y Cuba.

Y esta diferencia no es una conquista económica o social que puede haber en un Estado capitalista, sino el producto de haber expropiado a la burguesía, expulsado al imperialismo y planificado, aunque burocráticamente, la economía. Aun bajo el criminal bloqueo yanqui, existen altos índices de desarrollo social en Cuba: nulo analfabetismo, de malnutrición infantil, esperanza de vida en torno a los 80 años, desocupación por debajo del 2%, mortalidad infantil del 6 cada 1.000 (el promedio en América latina es de 14), un médico cada 150 habitantes, etc., son consecuencia de los profundos cambios sociales ocurridos con la revolución de 1959 que destruyeron las relaciones sociales capitalistas en el país.

Las reformas capitalistas y el Estado actual

La LIT confunde el proceso de liquidación del Estado obrero burocrático con su consumación. Y, negando las conquistas de la revolución que aún perduran, se niega a defenderlas. No se puede luchar por lo nuevo, sin defender lo conquistado.

Las históricas deformaciones burocráticas en la economía, como la dependencia del monocultivo de azúcar o la ausencia de control y gestión obrera en las fábricas y en la planificación de la economía, provocaron una estrepitosa caída entre 1989 y 1993 y un profundo debilitamiento de las bases del estado obrero con amplias concesiones al capital extranjero en el “periodo especial”. Estas reformas procapitalistas, casi eliminaron el monopolio estatal del comercio exterior, prácticamente liberado para las empresas mixtas (51% estatal y 49% capitales extranjeros) y la planificación económica disolviendo la Junta de Planificación y liberando la economía en importantes ramas como turismo y minería (manteniendo “presupuestado”, estatal, las ramas de los servicios a la población, la producción agrícola y la producción industrial local).

La LIT confunde esa fuerte erosión de las bases de la economía nacionalizada, con la restauración misma y se ha quedado en aquellos años sin molestarse en hacer un estudio concreto de la economía actual, revisando los cambios posteriores ocurridos en los últimos 15 años.

El licenciado Yuvy Martínez Pérez de la Universidad de Cienfuegos, señala que: “(…) a partir de 1990 se dejó de llevar el plan anual de la economía nacional a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) para su aprobación, hasta 1995 cuando la economía comienza a estabilizarse y se someten a consideración de la ANPP los lineamientos del plan económico y social, se emiten por el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) las cifras aprobadas y se inicia el trabajo para reestablecer el control del plan (…) y ya para el año 2000 toma fuerza la planificación concretada en el sistema de planes (…)” (“El proceso de planificación empresarial en Cuba”, 2008).

El giro implementado desde 2003

A partir de 2003 se tomaron varias medidas que revirtieron parcialmente las reformas del periodo especial. Se mantuvo lo esencial: el régimen de empresas mixtas, las zonas francas implementadas en 1997, la extensión del sistema de “perfeccionamiento empresarial” y la dualidad monetaria. Pero se redujo la inversión extranjera, pasando de 358 empresas mixtas en 2000 a 250 en 2009, se prohibió nuevamente la circulación del dólar (generalizando el uso del peso convertible) lo que volvió a centralizar todas las divisas en el Banco Central, permitiendo al Estado recuperar el control sobre la economía y sobre gran parte del comercio exterior.

Un catedrático de la universidad de Pittsburgh señala que en este período el gobierno de Fidel, “recentralizó las decisiones económicas, desdolarizó la economía, creó una cuenta única en el Banco central de Cuba (BCC) para depositar todas las divisas y recortó el pequeño sector privado por cuenta propia”. Respecto del monopolio del comercio exterior, plantea que “China rompió el control del comercio exterior por el ministerio central y devaluó la moneda para hacer sus exportaciones competitivas, mientras que Vietnam liberó la tasa de cambio y dejó que la moneda flotase con resultados similares. Por el contrario, en 2003 Cuba revirtió la descentralización modesta del comercio exterior de los años 90 y reconcentró el poder en el Ministerio de Comercio Exterior y el Banco Central” (Carmelo Mesa Lago, “La economía cubana en la encrucijada”). Volviendo a la posición de la LIT, ¿cómo explican la ausencia de una clase explotadora local y que la burocracia se limite a “defender la propiedad de las empresas extranjeras”? Simplemente no puede explicarlo. Es que la burocracia no ha podido convertirse aún en propietaria de los medios de producción fundamentales que siguen en manos del Estado o en asociación con capitales extranjeros a través de empresas mixtas. Como gerentes de estas empresas, los funcionarios hacen negociados de todo tipo a costa del Estado e intentan “apalancarse financieramente” esperando quedarse con los bienes públicos. Un claro ejemplo de esto son los recientes casos de corrupción de Rogelio Acevedo y Max Marambio (ver LVO 382 y 384).

Desde que Raúl Castro reemplazó a su hermano en el poder en 2006 y anunció en 2007 su voluntad de realizar “cambios estructurales”, la burocracia ha acelerado su curso restauracionista. Aunque “sin apresuramiento e improvisaciones”, entre otras medidas, ya se redujeron subsidios, se entregaron tierras en usufructo a campesinos individuales y cooperativas, se ligó el salario a la productividad, se elevó la edad jubilatoria y se profundizó el racionamiento. Sin embargo, el proceso de restauración está íntimamente ligado al grado en que los distintos imperialismos, y en particular la burguesía gusana exiliada en Miami, reconozcan a la burocracia como interlocutor válido y no intenten represalias por las expropiaciones de los ’60.

Una “dictadura capitalista”… y una “revolución democrática”

La LIT sostiene que al haber cambiado el carácter del Estado y perdurar al mismo tiempo la dictadura de partido único, Cuba es hoy “una dictadura capitalista”, como fue la Argentina entre el ’76 y ’82 o Brasil del ’64 al ‘84. Por lo tanto, para esta corriente, “el centro de nuestro programa de reivindicaciones para Cuba es de lucha frontal contra la dictadura y por las más amplias libertades democráticas (…) para todas las corrientes opositoras, incluidas las burguesas” (ídem.)

Aunque la LIT planteé que esto no significa “ningún compromiso con esas corrientes burguesas o proimperialistas” y que permitiría “a los trabajadores luchar para hacer la revolución socialista”, lo cierto es que hoy levantan un programa meramente democrático burgués, coincidiendo con sectores socialdemócratas y liberales que plantean que el problema central de Cuba es la falta de democracia. Así, terminan en los hechos, como último eslabón de la política imperialista, tanto de EEUU como de la UE, que intentan restaurar el capitalismo a través de una contrarrevolución democrática.

Una revolución política, la única salida progresiva para Cuba

La sección de la LIT en Argentina, el FOS, un pequeño grupo sin incidencia en la lucha de clases, repitiendo los ridículos argumentos de “su corriente madre”, nos acusa de defender a los Castro. Desde el PTS y la FT-CI estamos en las antípodas de poner un signo igual entre la defensa de las conquistas de la revolución con la defensa de la burocracia gobernante como muchos “amigos de Cuba” que se “hacen los distraídos” en torno al rol que juegan las FAR, la institución más poderosa del país, transformada hoy en el principal agente de la restauración capitalista. Controlan un 30% de las empresas estatales, así como el 65% de las divisas que ingresan al país. Es por eso el sector mejor posicionado para pasar de ser administradores a propietarios asociados con el capital extranjero.

Por eso luchamos por una revolución política que partiendo de la defensa de las conquistas de la revolución, derrote el bloqueo imperialista y ponga fin a la burocracia y sus privilegios. Contra el régimen burocrático de partido único y contra el programa de establecer una democracia burguesa parlamentaria, luchamos por tirar abajo el régimen burocrático y establecer un estado obrero revolucionario basado en consejos de trabajadores, campesinos y soldados, y por la plena legalidad para los partidos que defiendan las conquistas de la revolución y los que se reivindiquen anticapitalistas. Una revolución que revise todas las medidas procapitalistas impuestas desde el periodo especial hasta hoy e imponga una planificación democrática de la economía. Que ponga al frente del Estado obrero una dirección revolucionaria y ligue los destinos de Cuba a la revolución internacional.

TRAS LA MUERTE DE UNA TRABAJADORA: Paro total en Kraft


Por Comision Interna de Kraft
Fecha: Jueves 16 de septiembre de 2010

A un año de la lucha contra la desidia empresaria frente a la Gripe A, los obreros de Kraft vuelven a la pelea, esta vez contra el servicio médico patronal y las condiciones de trabajo.

Cuando los trabajadores de Kraft se enteraron de la muerte de una compañera administrativa en la planta de Pacheco la indignación se propagó rápidamente. El odiado servicio médico de la empresa quedó en la mira de todos. Allí había ido descompuesta la compañera Marcela Ortega y luego murió. La desconfianza de los trabajadores chocó con el argumento de la empresa que no quería hacerse cargo de nada. Pero todos saben lo que es el departamento médico, un lugar donde lo único que te dicen es que tenés que volver a tu puesto de trabajo más allá de como te sientas. Para colmo los trabajadores que tienen que faltar por enfermedad no pueden justificar sus faltas con certificados de sus médicos particulares. El servicio médico es quien determina cuantos días son justificados más allá de lo que digan los médicos que atendieron a cada compañero. Así muchos trabajadores pierden días que no son pagados.

Kraft se empeña en querer convertir a la planta de Pacheco en un verdadero Guantánamo, no sólo con cámaras y alambres de púa. También es la patronal la que se arroga el derecho a decir quienes son los médicos en condiciones de dar certificados y quienes no. Sólo “sus” médicos son doctores reconocidos. Los otros no. Es lógico, los doctores pagos de la empresa consideran a cada compañero como un engranaje de su gran máquina de hacer millones. Si anda mal hay que “repararlo” para que ande. Si la “reparación” daña a “la pieza”, eso es un problema menor. También las piezas se pueden cambiar y renovar con nuevas. Si una máquina tiene mantenimiento donde se “ata con alambre” para que siga andando, el departamento médico es el encargado de “atar con alambre” a los compañeros enfermos para que sigan produciendo. El desprecio clasista de la empresa por la vida obrera no tiene muchos límites, en la reunión que se hará por la tarde en el Ministerio declararán que la muerte de Marcela se trató de un “acontecimiento fortuito y desgraciado que involucra a la ex dependiente”. La compañera al morir se convirtió, para la empresa, en una ex empleada de Kraft.

Además la empresa no cuenta con un sistema de médicos a domicilio por lo que todo compañero que tiene algún problema de salud, por mínimo que sea, no puede quedarse en su casa ,sino que tiene que ir a hacer las largas colas de los hospitales para conseguir un certificado médico que justifique ese día. A veces es mejor ir con algún malestar a trabajar que hacer una cola en un hospital. Todo un sistema pensado para que los trabajadores estén siempre en la línea.

Bronca y paro

En esta situación de repudio se dio la muerte de la compañera. La bronca creció, por abajo se escuchaba la decisión de todos de querer parar. A la noche se hizo la primer asamblea y la votación fue unánime, paro total. La propuesta corrió por parte la Interna y luego la verde de Daer salió a apoyar una medida que ya era contundente. Hay compañeros que dicen que la unidad que se mostró en el paro de todo el día no se veía desde hace mucho tiempo. La empresa no atinó a presionar como es costumbre, sabiendo de su debilidad y el odio que la apuntaba. A la mañana se votó continuar con la medida y al mediodía el turno tarde resolvió en asamblea que la fábrica iba a seguir parada.
A las 15 hs el Ministerio convocó a una audiencia, al Sindicato y la empresa. La Interna enterada de la reunión fue hasta el Ministerio. Sirvió para presenciar como los funcionarios hacían sus maniobras para tratar de levantar toda medida de lucha. El tema de la reunión no giró entorno a como solucionar un tema tan grave como es el servicio médico patronal y todos los riesgos que tiene, sino como se garantizaba que la medida de lucha se levantara. La medida de los trabajadores, que es lo único que podrá terminar con esta duda, es lo que el Ministerio atacó. Se dicta la conciliación obligatoria y el Sindicato dice que la acepta. Daer, Lidia Crespo, gente sin apoyo de ningún tipo en la fábrica Kraft, negociaban con el gobierno sobre lo que debían hacer los trabajadores. Para la empresa, ninguna obligación, pese a que todos saben que el servicio médico es un insulto contra todos los trabajadores y un atentado contra la salud. Si ocurren nuevos hechos de este tipo, serán el gobierno y el Sindicato que firmó la conciliación obligatoria los responsables, ahora junto con la misma empresa. Todos ellos son los que presionan para que la fábrica se normalice y todos trabajen sin la seguridad mínima.

Contra la desidia patronal

Por la noche del miércoles el sindicato llegó con su acta para que se levante la medida. La asamblea del tuno noche los repudió. Los obreros decidieron continuar pese a las presiones hasta que termine el turno y luego organizar un plan de lucha para imponer sus demandas. Por la mañana del jueves, los trabajadores de Kraft irán nuevamente a Callao y Corrientes, lugar emblemático donde los estudiantes en el 2009 cortaron en solidaridad con los compañeros de Terrabusi. La idea original era hacer un corte en solidaridad ahora con los estudiantes. El lamentable hecho de la muerte de la compañera Marcela hizo que este corte se haga también para denunciar a esta empresa que pone sus ganancias por encima de la salud y de la vida de los trabajadores. Se inicia una nueva pelea en Kraft. Esta vez contra el servicio médico patronal y las condiciones de trabajo. A un año de la lucha contra la desidia empresaria frente a la pandemia de la Gripe A, los obreros de Kraft vuelven a la pelea con fuerza. Hoy vuelven a las calles junto con los estudiantes.
El apoyo de todos se hace necesario para dar esta nueva lucha.

lunes, 13 de septiembre de 2010

A pesar de la burocracia sindical: Imponente jornada de huelga contra la reforma de las jubilaciones en Francia


por : Ciro Tappeste , Marc Barois

Viernes 10 de septiembre de 2010

Poco se movía en Francia el 7/9, salvo las imponentes columnas de huelguistas que invadieron las calles y plazas de las principales ciudades del país, hasta las menos acostumbradas a las marchas sindicales: desde 20.000 personas en Brest, puerto del Oeste de Bretaña, hasta 200.000 en Marsella, en la otra punta de Francia, en la costa mediterránea, pasando por varios centenares de miles en la capital donde se organizaron dos itinerarios distintos para permitir a los manifestantes desfilar. Igual, mientras que la marcha estaba convocada a las 14hs., recién a las 18.30hs. salían las últimas columnas de la Plaza de la République, mostrando la cantidad de trabajadores de toda la región parisiense que se habían desplazado para la manifestación. En total entre 2 y 3 millones de trabajadores se manifestaron en toda Francia en ocasión de la jornada de huelga convocada por las centrales sindicales contra el impopular (además de antipopular) proyecto de reforma de las jubilaciones que pretende imponer el gobierno Sarkozy.

Como ya lo dejaban presagiar las columnas de manifestantes en las ciudades del interior que manifestaban por la mañana y entre las cuales se encontraban tanto trabajadores del sector privado como estatales, la huelga paralizó todos los sectores de la economía, desde las empresas más importantes hasta las pymes en muchos lugares. En correos (La Poste), en proceso de privatización, la misma dirección reconoció que al menos un cuarto de los trabajadores habían acatado el llamado a la huelga. La mitad entre los ferroviarios de la SNCF (empresa nacional de ferrocarriles), a pesar de que habían salido sumamente debilitados de un conflicto duro en abril. El 60% de los maestros habrían parado según la dirección de su principal sindicato, el SNUIPP, y entre un tercio y la mitad de los trabajadores de France Télécom.

En fin, más allá de las tradicionales diferencias entre los datos comunicados por el gobierno y los de las centrales sindicales, la jornada de ayer registró un 40% más de manifestantes en relación con la anterior jornada de huelga contra la reforma de las jubilaciones organizada antes de la tregua veraniega francesa, el pasado 24 de junio. Único dato a favor del gobierno: la escasa presencia de estudiantes en la marcha, uno de los temores de Sarkozy, quien había sido ministro del Interior durante las marchas contra el CPE (Contrato de Primer Empleo) de 2006. Esto se debe en parte al hecho de que las clases aun no empezaron en las universidades. Mucha bronca contra el gobierno en cambio, mucho más que en junio como lo atestiguaban las banderolas y los cantos en las marchas. Esto se debe no sólo a la cuestión de la injusta y antiobrera reforma de las jubilaciones, sino también a cuestiones de condiciones de trabajo, despidos, no renovación de contratos de trabajo, etc., que sienten cada vez más agudamente los trabajadores tanto del sector privado como público. Y si las marchas del 7/9 fueron, según los datos de la CGT, aunque más importantes que durante los picos de 1995 y 2003 ligeramente menores que el año pasado. Una diferencia sustancial que le da a la jornada del 7/9 una tonalidad particular y una potencialidad inédita radica en la crisis gubernamental profunda en la cual se debaten Sarkozy y sus ministros.

Sarkozy, cuanto más debilitado por los escándalos más aferrado a su reforma

Es menester analizar la rabia palpable en las columnas con la seguidilla de escándalos que manchó al gobierno en los últimos meses. El más profundo y que está debilitando el gobierno es el paradigmático caso Woerth-Bettencourt. Se sospecha de la mujer más rica de Francia y heredera de L’Oréal, por haber financiado ilícitamente a la UMP, el partido de Sarkozy. El actual ministro del Trabajo, Eric Woerth, artífice de la reforma jubilatoria, está a su vez implicado en el escándalo Bettencourt, tanto como ex ministro del Presupuesto, ya que habría cubierto el fraude fiscal de Bettencourt, como a título personal, habiendo sido su esposa una de las principales colaboradoras de la heredera.

Este clima tenso para la derecha en el gobierno y el propio Sarkozy es a su vez peligrosamente alimentado y aprovechado por distintos sectores de la burguesía que discrepan en relación con los ritmos y la intensidad con la cual necesitan llevar adelante las contrarreformas en un contexto de pesada crisis económica. Lo demuestran claramente los ex Premier de Chirac, Juppé, Raffarin y Villepin, que no desaprovechan una ocasión para criticar al presidente en el marco de la interna abierta en el seno de la derecha en vistas de las elecciones presidenciales de 2012.

Frente a los escándalos que se destapan día tras día, Sarkozy no sólo no puede retroceder en relación a la reforma jubilatoria, una de sus grandes promesas de “ruptura del statu quo social francés” hecha a la patronal antes de asumir en 2007. Intentó durante todo el verano distraer la opinión pública de los problemas más acuciantes del país lanzando una campaña racista y xenófoba, en particular usando a los gitanos franceses e inmigrantes roms de Europa del Este como chivos expiatorios.

La burda operación reveló ser contraproducente como lo demostraron las importantes manifestaciones antirracistas organizadas en 200 ciudades el 4/9 contra la política del gobierno. Lo demuestra también la tasa de popularidad de Sarkozy. Las últimas encuestas indican que el presidente francés sólo goza de un 30% de apoyo entre la opinión pública, nivel inéditamente bajo desde su elección en 2007.

Mientras tanto entre los trabajadores y los sectores populares, el descontento creció. Por más que haya enlentecido las oleadas de despidos, el desempleo alcanza hoy un 9,3% mientras el gobierno prosigue con los recortes al sector público (Salud, Educación, etc.), ataques al salario indirecto y las perspectivas de reanudación con el crecimiento económico son aún muy lejanas. Se notó al mismo tiempo un cambio notable del estado de ánimo en relación a la reforma jubilatoria. Si hasta hace poco, la mayoría de los franceses la consideraba necesaria aunque injusta, con el pasar de las semanas y la profundización de la crisis gubernamental, los trabajadores la conciben cada vez menos como una fatalidad y ven la necesidad de oponerse al gobierno. Éstas son algunas de las principales razones del éxito de la jornada del 7/9.

Presión de la base y éxito de las marchas del 7/9

Este espíritu es el que se plasmó en distintos sectores, tradicionalmente más movilizados, que empezaron a ejercer una presión real sobre las direcciones sindicales. Éstas, en un primer momento, habían vacilado en oponerse rotundamente al proyecto de reforma, en base al erróneo argumento demográfico machacado por los medios y el gobierno y retomada por las más derechistas, empezando por la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT) de Chérèque: al haberse extendido la esperanza de vida, sería normal trabajar más tiempo… para el mayor provecho en realidad de la patronal y del Estado.

El argumento no caló en aquellos sectores que más sufren la política gubernamental, como los docentes por ejemplo entre los cuales se anuncia para este año 16.000 supresiones de puestos de trabajo. De ahí la razón por la cual el paro se extendió por 48 horas entre los docentes secundarios, empezando el 06/9, aunque la tasa de participación este día no fue muy alta. Era la primera vez en 40 años que el SNES, principal fuerza sindical entre los docentes secundarios, llamaba a dos días seguidos de huelga, más aún recién al reiniciar el año escolar, estando más de la mitad de los docentes en huelga el 7/9.

En otros sectores, los trabajadores impusieron que sus direcciones ya no reivindiquen “una reforma más justa”, como era el caso hasta ahora del ala derecha de los sindicatos (CFDT y UNSA) y hasta en cierto sentido de la misma CGT, sino, al menos en palabras, “el retiro de la reforma”, reivindicada hoy en día ya no sólo por la confederación Force Ouvriere (FO) y por Sud-Solidaires sino también por varios sindicatos de rama de la CGT o de la FSU (estatales). Los anuncios cosméticos de Sarkozy para justificar su intransigencia

Ante el carácter contundente de las marchas, el 8/9 el presidente anunció en Consejo de ministros una serie de retoques menores al proyecto de ley que entró ayer en el Parlamento para que lo discutan los diputados. Estas modificaciones ya habían sido preanunciadas y no modifican sustancialmente el contenido de la reforma. Se trata de medidas cosméticas que no ponen en discusión la base misma de la reforma. Con razón. Con la cuestión de las jubilaciones Sarkozy se está jugando el quinquenato y sabe perfectamente que un retroceso de su parte implicaría una derrota política central para la UMP y cuestionaría su capacidad de presentarse de nuevo en 2012. Pero fundamentalmente, y de eso están bien conscientes tanto los burócratas sindicales como la oposición parlamentaria de centro izquierda, un desarrollo mayor de las movilizaciones ya no solo podrían resucitar el espectro de las huelgas de noviembre y diciembre del ’95, sino que pondría en cuestión la viabilidad del gobierno y del mismo Sarkozy (y ya no sólo de un Juppé, premier de Chirac en 1995) en un contexto de honda crisis económica, elemento ausente a mediados de los años ‘90.

La estrategia de la burocracia sindical, el principal obstáculo al desarrollo de la huelga y al triunfo

Ante la intransigencia gubernamental y la importancia de la huelga, las direcciones sindicales también tuvieron que modificar parcialmente sus planes, sin alterar un ápice su estrategia, que es el principal obstáculo al desarrollo de una verdadera lucha contra el gobierno de Sarkozy. Bajo la presión derechista de la CFDT y UNSA, en los pasillos de la burocracia se hablaba de la posibilidad de una marcha de descompresión sin huelga el sábado 18/9 junto con un llamado simbólico a sumarse al paro europeo del 29/9, es decir, una vez aprobada la ley por el Parlamento y antes de su discusión en el Senado. Frente a la presión de las bases, las direcciones sindicales reunidas el 8/9 en Intersindical terminaron adoptando, sin el apoyo de FO (aunque mantiene la unidad de acción) y de Sud-Solidaires, un llamado a una nueva jornada de paro para el jueves 23/9.

La burocracia sindical, encabezada por la CGT de Thibault, prefirió ceder en relación a la forma de la próxima acción de fuerza, convocando a una huelga y ya no a una mera marcha un sábado, postergando sin embargo suficientemente su llamado para obstaculizar a aquellos sectores que al menos amenazaban en las palabras a lanzarse en un paro más duro por tiempo indeterminado en los próximos días. En efecto, entre los ferroviarios la mayoría de los sindicatos, inclusive la CFDT-FGAAC, planteaba lanzarse ya a la huelga a partir del 14/9. Es más, en algunas regiones (Champagne, Lorena y Suroeste), muchos depósitos ferroviarios permanecieron vacíos el 8/9. Docentes de varias localidades de la periferia parisiense y de la misma capital reunidos en asamblea planteaban por su parte lanzarse a la acción con o sin los sindicatos a partir de la semana del 13/9. Desde este punto de vista, la orientación de la Intersindical es más que clara: evitar a toda costa todo tipo de desborde que vaya más allá de su estrategia de presión sobre la reforma, buscando una negociación sobre sus puntos más irritantes pero aceptando la necesidad de la misma, que le permita lavarse la cara, a diferencia de la CFDT que se hundió sindicalmente después de su rol carnero en la lucha contra las contra-reformas jubilatorias en la administración pública de 2003. En este marco es llamativo notar cómo el cuadro político se simplificó en los últimos días. Los dos protagonistas centrales del tradicional tablero político ya no son el gobierno y la oposición de centroizquierda encabezada por el Partido Socialista (PS) que, dicho sea de paso, después de haber defendido la idea de un incremento de la edad jubilatoria a 62 años pasó en las últimas horas a exigir volver a discutir por completo de la reforma, para no quedar descolgado del todo de la magnitud del paro del 7/9. Ya no es el PS el que ocupa el centro del escenario político con Sarkozy sino, como en 2003 y 2006, los sindicatos, empezando por la CGT. Su secretario general Bernard Thibault bien sabe que detrás de la potencialidad de la huelga del 7/9 está el espectro del ’95 que quiere conjurar a toda costa. Pondría en peligro el mismo juego institucional a cuya defensa está, en última y en primera instancia, enteramente abocado.


La extrema izquierda francesa, entre pasividad y seguidismo a la burocracia

Ante semejante panorama, lamentablemente la extrema izquierda francesa una vez más no está a la altura del enorme desafío planteado. Tanto Lutte Ouvrière (LO) como el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) plantean antes y después del 7/9 que la clave es realizar una movilización masiva y que un solo día de huelga no basta para hacer retroceder al gobierno.

Sin embargo ni las direcciones de LO ni el NPA plantean seriamente cómo hacer avanzar la relación de fuerzas existente y sus potencialidades ante el obstáculo impuesto por la estrategia de la burocracia. “Después del éxito del 7 de septiembre, amplificar y desarrollar la acción” plantea la editorial de LO firmada por Arlette Laguiller (www.lutte-ouvriere-journal.org). Nada dice sin embargo de cómo librar una lucha para superar el obstáculo que supone el control del movimiento por la burocracia sindical. Para LO, los trabajadores tendrían que movilizarse como si ésta no existiera. La dirección del NPA plantea a su vez que “hay que proseguir con la dinámica, apoyarse en las nuevas jornadas anunciadas por la Intersindical nacional y las Intersindicales locales para estructurar la lucha en todo el territorio en la mayor cantidad posible de sectores. (…) Es necesario que el movimiento se amplifique, se potencie y se generalice” (www.npa2009.org). ¿Cómo? Ni una palabra sobre esto. Estas organizaciones se cuidan extremadamente de no chocar con la burocracia señalando el único camino que puede llevar a la victoria, esto es la preparación de la huelga general política contra Sarkozy y su plan, paralizando el país indefinidamente incluido el sector privado que no va a entrar decisivamente en el movimiento si no ve una lucha por la que valga la pena jugarse. ¿Es esto imposible? Para nada.

Para que semejante perspectiva se concrete se debería combinar la lucha por la prosecución de la huelga por tiempo indefinido en los sectores más avanzados –antes señalados- con una exigencia clara a las direcciones sindicales que se muestran opositoras a Sarkozy para que se pronuncien en relación a la necesidad de un movimiento duro, la única forma de hacer retroceder al gobierno, como en 1995 con Juppé y en 2006 con Villepin. Al mismo tiempo debería denunciar las artimañas de la burocracia, que consisten en negociar aspectos parciales y postergar lo más posible el llamado a un nuevo paro para permitir que pase la reforma. Esto no es el camino que emprenden las dos principales organizaciones de extrema izquierda francesa.

Sin embargo, hay militantes de LO y del NPA, sindicalistas combativos, que se están comprometiendo localmente en la construcción de coordinadoras, sectoriales o interprofesionales. Aún son embrionarias pero sirven para juntar fuerzas y avanzar la idea de huelga por tiempo indeterminado, retomando el ejemplo de las “Interprofesionales” del ’95. En vez de contentarse con invocar la necesidad del “tous ensemble” (todos juntos) sin actuar concretamente en este sentido, lo que significa en última instancia hacerle seguidismo a las direcciones sindicales, las direcciones de extrema izquierda tendrían que apoyar con todo aquellas iniciativas, lo que implicaría ofrecer una orientación alternativa al callejón sin salida al cual pretende encarrilarnos la burocracia sindical. Como partidarios de una Tendencia Revolucionaria en el NPA, al contrario, estamos convencidos de que el camino a seguir es la de la construcción de la huelga general a través de la puesta en pie de asambleas generales en los lugares de trabajo y de organismos interprofesionales ahí donde es posible para intentar poner en jaque la orientación capituladora de la burocracia sindical y militamos en este sentido.

¡Verdad y Justicia ya! Por una campaña por el esclarecimiento de la muerte de Luis Díaz

Por: Liga de la Revolucion Socialista

El pasado martes 7 de setiembre fue hallado sin vida el compañero y amigo Luis Díaz, estudiante de Sociologia de la Universidad de Costa Rica y participante de las principales luchas de la UCR en los ultimos años. El compañero aparecio en uno de los principales rios de San Jose, brutalmente golpeado y con la oreja derecha cortada, lo que podria indicar un caso de tortura.

Este lamentable hecho ocurre en el contexto del endurecimiento del régimen costarricense en los últimos meses, y que se pone patente con el giro a la derecha de Laura Chinchilla y la clase que ella representa. Como si fuera poco, Chinchilla introdujo a Costa Rica al Consejo de Seguridad Centroamericano junto a los golpistas hondureños (que desaparecen por decenas a miembros del movimiento sindical, estudiantil y de la resistencia de ese país); además ha aprobado un descomunal aumento del presupuesto para el Ministerio de Seguridad Pública y los cuerpos represivos (muchos de sus miembros, se ha comprobado, participan en redes de sicariato, narcotráfico y asaltos); y por último, recientemente impulso en el Congreso la autorizacion para la entrada de 7 mil soldados de Estados Unidos a las costas nacionales, acompañados de 46 barcos para la guerra y 200 helicópteros, utilizados en guerras en distintas regiones del planeta.

La desaparición y muerte de Luis Díaz no solo sucede en este marco, sino que se da precisamente unos cuantos dias después de que la Universidad de Costa Rica fuera sacudida por intensas luchas por presupuesto universitario, que incluyeron la ocupación de varios edificios, entre ellos el de Ciencias Sociales, donde estudiaba Luis y tienen actividad casi todos los grupos de activistas políticos con que él se relacionaba. Es por esto que no se puede descartar que la desaparición del compañero tenga la finalidad de aleccionar al movimiento estudiantil (como lo fue la entrada de la policía y el OIJ a la universidad), como una prueba de lo que le puede pasar a los activistas de Ciencias Sociales como él.

En otros países donde han existido dictaduras sangrientas, es una tradicion exigir la aparición con vida de los compañeros desaparecidos, o como en este caso, que se esclarezcan los hechos y que sean castigados quienes tuvieron que ver con su desaparición y muerte. Desde la LRS reivindicamos esta tradicion y nos sumamos a ella.

A la vez que le enviamos nuestras condolencias a la familia y nos sumamos a su dolor en estos momentos, llamamos a las organizaciones del movimiento obrero, estudiantil y popular, de derechos humanos y de la izquierda, junto con sus familiares y amigos, a levantar de conjunto una gran campaña exigiendo el esclarecimiento del caso, y ante todo el juicio y castigo para los responsables de su muerte y desaparición.

¡Por el esclarecimiento del caso del compañero y amigo Luis Díaz!

¡Juicio y castigo para los responsables de su desaparición y muerte!

¡Por el establecimiento de una comisión independiente que investigue el caso!

¡No permitamos la persecución sobre los activistas del movimiento estudiantil, obrero y popular!

En medio del clima de persecusión y espionaje que prevalece a nivel nacional: ¡Apertura inmediata de todos los archivos de la DIS!

¡Si tocan a uno de nosotros nos tocan a todos!

jueves, 9 de septiembre de 2010

“Dar pasos concretos para reconstruir la IV Internacional”



por : Emilio Albamonte

Septiembre de 2010

Del 14 al 23 de agosto se realizó en Buenos Aires la VII conferencia de la Fracción Trotskista Cuarta Internacional. Entrevistamos a Emilio Albamonte, dirigente de la FT-CI y director de la revista Estrategia Internacional, sobre los principales debates que atravesaron la conferencia.

LVO: La conferencia comenzó debatiendo sobre el marco estratégico de los revolucionarios en la actualidad, ¿cuál fue la discusión en este punto?

EA: Para esta discusión presentamos el documento “En los límites de la Restauración burguesa” que escribimos con el compañero Matías Maiello, donde partimos de definir que con la crisis histórica que atraviesa al capitalismo en la actualidad se han terminado las condiciones de la etapa de restauración burguesa, durante la cual el avance del imperialismo sobre las conquistas de la clase trabajadora y los pueblos oprimidos del mundo, a diferencia del resto del siglo XX, se pudo llevar a cabo con métodos relativamente “pacíficos”. Es decir, no necesitaron en EE. UU., Inglaterra, Alemania, o Japón, para hablar de los países más importantes, ni un Mussolini ni un Hitler, ni romper con la democracia burguesa para destruir enormes conquistas de la clase trabajadora. Las direcciones reformistas de las organizaciones que surgieron en la posguerra o fueron cómplices o aceptaron como “mal menor” estos ataques.

Hoy, como vemos en Europa, el capitalismo se muestra cada vez más incapaz de garantizar siquiera las condiciones elitistas de lo que algunos sociólogos llaman el “pacto neoliberal”, con sectores privilegiados de las clases medias y los trabajadores, especialmente de los países centrales. Vemos un ataque que supuso la fractura de la propia clase obrera, no sólo entre proletarios de países imperialistas y oprimidos, sino también entre trabajadores de primera y de segunda (ya sean precarizados, en negro, inmigrantes, etc.), hundiendo a estos últimos, que conforman la gran mayoría de la clase obrera mundial, en la miseria y el hacinamiento en la periferia de las ciudades, junto con los desocupados que fueron relegados a la asistencia estatal para poder sobrevivir.

LVO: ¿Por qué denominar al neoliberalismo como “etapa de restauración burguesa”?

EA: Por un lado, porque es necesario huir de cualquier visión superficial y “alegre” de algunos sectores de la izquierda trotskista que ven situaciones y triunfos revolucionarios por doquier. Los revolucionarios tenemos que dar cuenta de lo que significó el avance del imperialismo a escala mundial durante casi tres décadas, que comprendió tanto el retroceso de las conquistas que el proletariado había arrancado al capital durante el siglo XX en Occidente como la restauración de los estados obreros burocratizados en el Este de Europa, Rusia y el Oriente, particularmente China.

La restauración capitalista en esos estados no sólo significó la caída de la burocracia gobernante, que se convirtió ella misma en capitalista, sino también la destrucción de las conquistas que se mantenían de la revolución y un terrible retroceso en las condiciones de vida de las masas. Esto afectó también a la clase obrera de Occidente. Durante la etapa de restauración la burguesía se valió de la incorporación de algo más de 1.700 millones de nuevos proletarios al mercado capitalista para atacar las condiciones de trabajo en todo el planeta. Con el sometimiento de los trabajadores chinos o del Este europeo a altos niveles de explotación, los monopolios imperialistas “relocalizaban” su producción, y usaban esto para bajar los salarios y avanzar sobre las condiciones de vida de la clase obrera europea o norteamericana. La misma ofensiva llegó a las semicolonias de la mano del llamado “Consenso de Washington”.

Fue un proceso de conjunto. Lo que comenzó como una ofensiva reaccionaria mediante la cual el imperialismo impuso una serie de contrarreformas económicas, políticas y sociales, que se conocieron como neoliberalismo, tuvo un salto cualitativo contrarrevolucionario con la restauración del capitalismo en aquellos estados donde se había expropiado a la burguesía. Esto sirvió, a su vez, para imponer nuevas cadenas a los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo. A este proceso de conjunto es a lo que llamamos “etapa de restauración burguesa”. Sin embargo, a pesar de este ataque generalizado, el imperialismo no logró más que postergar por un tiempo sus grandes contradicciones que hoy se vuelven a expresar como una crisis histórica cuyo epicentro está en las principales potencias imperialistas.

LVO: ¿China no desmiente la afirmación d-e Trotsky de que la restauración del capitalismo llevaría necesariamente a una involución política, económica, y social?

EA: Fueron muy diferentes las consecuencias de la restauración en la URSS y en China. Si la URSS pasó de ser la segunda potencia a nivel mundial a un país altamente dependiente de las exportaciones de gas y petróleo, un país donde fue desmantelado el aparato industrial y las condiciones de vida de las masas retrocedieron décadas, la restauración capitalista en China se benefició del atraso del país que para ese entonces aún tenía más de un 80% de su población viviendo en el campo. Sobre la base de la unidad nacional conquistada por la revolución del ’49 se logró un desarrollo industrial sin precedentes impulsado por el capital financiero internacional que la transformó en el “taller” del capitalismo mundial. En menos de tres décadas, mientras se liquidaban las condiciones de vida del viejo proletariado estatal, entre 100 y 200 millones de campesinos emigraron a las ciudades formando un nuevo ejército de trabajadores urbanos.

Sin embargo, lejos de las expectativas de quienes veían en este desarrollo el surgimiento de la nueva potencia de recambio del siglo XXI, lo cierto es que China alberga contradicciones cada vez más explosivas. Si bien en términos de PBI su economía es la segunda del planeta, si el producto se divide por la cantidad de habitantes se ubica apenas delante del Congo y Angola, con 400 millones de habitantes que viven con menos de dos dólares diarios.

El desarrollo chino de las últimas décadas, al ser motorizado por el capital financiero internacional, directamente o a través del Estado, ha dado como resultado un desarrollo exponencial de la clase obrera, con más de 400 millones de trabajadores urbanos, teniendo como correlato el surgimiento de una burguesía muchísimo más débil.

Con la nueva división mundial del trabajo de la que es parte fundamental China, también se ha vuelto a mundializar la lucha de clases.

La conferencia analizó la existencia de dos movimientos obreros con dinámicas diferentes. Por un lado, el proletariado de Oriente, que es producto de la expansión de las economías de esa región en los últimos años, que sufre altos niveles de explotación, y que comienza a dar sus primeras grandes luchas, como por ejemplo en China, donde a pesar de que no existe el derecho a huelga ni a la organización sindical independiente, los trabajadores protagonizaron una oleada de luchas que tuvo a los obreros de Honda en la provincia de Guandong como su punto emblemático tras mantener la planta paralizada durante dos semanas, y se extendió a otras regiones como mostraron los enfrentamientos de los trabajadores de KOK Machinery en las afueras de Shangai con la policía. Este nuevo movimiento obrero se extiende por países como Vietnam, Camboya o Bangladesh, donde 800 mil obreras textiles vienen de protagonizar recientemente una heroica huelga que conmocionó al país. Por otro lado, el proletariado de Occidente, que encorsetado por la burocracia de los grandes sindicatos, con la excepción parcial de Grecia, aún no ha dado ejemplos de esta magnitud frente a la crisis, aunque apostamos a que la huelga general convocada en el Estado Español para el 29 de septiembre pueda convertirse en un gran pronunciamiento de la clase obrera contra los planes de ajuste de Zapatero.

Todos estos procesos estuvieron presentes en los debates de la conferencia así como la continuidad de la crisis mundial, la cual, no sólo dejó atrás toda la serie de especulaciones sobre los pretendidos “brotes verdes”, sino que dio un nuevo salto plasmado en la crisis europea. A lo que tenemos que sumarle la situación de crisis que padece el imperialismo norteamericano en Afganistán —que hizo a Obama abandonar las promesas de retirarse, reconociendo que la ocupación militar se va a extender como mínimo hasta el 2014—, al mismo tiempo que la publicación de los informes en WikiLeaks sobre las matanzas de civiles, los bombardeos indiscriminados y toda una serie de crímenes perpetrados por las tropas norteamericanas y de la OTAN muestran la verdadera cara del gobierno de Obama.

LVO: Aquellos ataques que mencionabas a las conquistas y a las condiciones históricas de la clase obrera en Occidente, ¿qué cambios produjeron en la conciencia de los trabajadores?

EA: Desde el punto de vista subjetivo el rasgo distintivo de la etapa de restauración burguesa fue que las múltiples conquistas parciales que había obtenido el proletariado en el período anterior, al no ser utilizadas como puntos de apoyo para el avance de la revolución a escala mundial, se le fueron volviendo en su contra una tras otra. No solamente la burocracia de los estados donde se había expropiado a la burguesía se pasó de lleno al bando de la restauración, sino que en el resto de los países las direcciones históricas de la clase trabajadora, como los PS y los PC, fueron los aplicadores directos de las contrarreformas neoliberales, y las cúpulas de los sindicatos fueron cómplices o se mostraron impotentes para frenar esos cambios. En nuestro país la reconversión en clave neoliberal del peronismo durante los ’90 fue parte de este fenómeno. Este proceso tuvo como efecto inmediato la desmoralización en las filas de la clase obrera, la pérdida de confianza en las propias fuerzas, dando paso a una oleada de triunfalismo burgués y de pesimismo histórico sobre las capacidades del proletariado, que paradójicamente se producía en una etapa donde la clase obrera lograba una extensión, en términos objetivos, como nunca antes en la historia. Hoy son más de 3 mil millones los trabajadores asalariados, y la población urbana supera a la rural por primera vez en la historia.

LVO: ¿Cómo encontró esta etapa al propio trotskismo?

EA: Luego de la segunda guerra mundial, las corrientes trotskistas se fueron distanciando del legado de Trotsky, algunos esperando una autorreforma de la burocracia, y en la mayoría de los casos actuando como consejeros o depositando sus expectativas en el avance del socialismo de la mano de diferentes stalinismos nacionales, como Mao o Tito, o direcciones nacionalistas burguesas.

Sin embargo, aunque en aquellos años donde el mapa parecía “pintarse de rojo”, como decía quien fue quizá el principal dirigente del trotskismo argentino, Nahuel Moreno, era evidente que incluso en los lugares donde hubo grandes revoluciones como en China, Yugoslavia, o Cuba, la inexistencia del proletariado más concentrado como sujeto social, la falta de organismos de autoorganización de las masas y la conducción de los procesos por partidos únicos de tipo stalinista, significaban al mismo tiempo un freno para el desarrollo internacionalista de la revolución y el avance hacia el socialismo. Más aun, esas organizaciones, frente a la ofensiva del capital, demostraron su carácter contrarrevolucionario plegándose a los ataques.

Cuando esto finalmente sucedió, la respuesta fue una suerte de “socialdemocratización”, algunos manteniendo en los papeles el programa y otros directamente rompiendo con el trotskismo. Fue un nuevo salto en la adaptación a los escenarios del régimen burgués, ya sea al sindicalismo “normal”, a las elecciones cada dos años, a la vida universitaria, etc., y junto con esto se desarrolló una visión derrotista para con el movimiento obrero.

Nosotros creemos, desde el punto de vista subjetivo, que sólo revoluciones clásicas con el proletariado como sujeto y con formas de autoorganización pueden conducir al avance a la revolución internacional y de esta a la mundial, mientras que con “direcciones cualquiera” por más conquistas que se logren, tarde o temprano si no son puestas en función de este objetivo se transformarán nuevamente en su contrario.

LVO: ¿En qué consistió la discusión sobre Latinoamérica?

EA: Por un lado, en la situación general hay dos dinámicas: una al norte del canal de Panamá, donde hay más gobiernos de derecha y más injerencia del imperialismo como vimos en Honduras, o con la invasión militar a Haití, o los ejercicios militares de la IV Flota en Costa Rica; y otra en Sudamérica, donde sin crisis económica aguda pero tampoco lucha de clases aguda, la burguesía logró, por ahora, mantener cierta estabilidad después de los levantamientos populares y campesinos de comienzos de la década. Mientras tanto, el proyecto más ofensivo de las burguesías latinoamericanas para el regateo con el imperialismo, que fue el ALBA, ahora está en crisis. Vemos que a lo que asistimos actualmente es el fin del ciclo de luchas donde el campesinado y los pobres eran hegemónicos, y el proletariado empieza a dar sus primeras luchas independientes: rebelión de fabriles en Bolivia, luchas en Venezuela (que lograron ser frenadas en la coyuntura mediante los asesinatos por sicarios de líderes sindicales), el sindicalismo de base en Argentina, etc. Es decir, el proletariado empieza a mostrarse como una clase independiente del bloque popular de conjunto, aunque lentamente y sin constituirse aún, por el bajo nivel de la lucha de clases, en un peligro para la estabilidad burguesa “reformista”.

Por otro lado, discutimos como un punto clave de la situación latinoamericana la encrucijada que vive en la actualidad Cuba y de cuya resolución depende el avance o no del imperialismo imponiendo nuevas cadenas a la región. Consideramos que la defensa activa de las conquistas de la revolución cubana contra el imperialismo y los planes restauracionistas de la burocracia es una tarea de primer orden para los revolucionarios en la actualidad.

Tanto las posiciones que identifican la defensa de las conquistas de la revolución cubana con la defensa del régimen burocrático, justificando el curso restauracionista del gobierno, como aquellas que sostienen que la cuestión pasa por cambiar el régimen para obtener libertades democráticas formales, reproduciendo las campañas demagógicas del imperialismo, expresan dos formas distintas de apoyar a alguno de los agentes de la restauración del capitalismo en Cuba, ya sea la burocracia gobernante o directamente el imperialismo. La Liga Internacional de los Trabajadores (LIT) se ha plegado abiertamente a la variante socialdemócrata poniendo como eje la “lucha frontal contra la dictadura” y reclamando “libertades democráticas para los burgueses”.

Los revolucionarios, al tiempo que enfrentamos el bloqueo imperialista y defendemos las conquistas que se mantienen de la revolución, tenemos que luchar por una revolución política que sea capaz de establecer las bases de un estado revolucionario.

La conferencia discutió un documento especial sobre Cuba que hace una apreciación actual de la relación de fuerzas y la situación en la isla, que publicaremos próximamente, y resolvió lanzar una gran campaña por la defensa de Cuba frente a la burocracia restauracionista y el imperialismo, que consideramos que debe ser una de las tareas fundamentales de los revolucionarios en Latinoamérica. Como parte de estas iniciativas vamos a inaugurar un portal especial sobre Cuba para que todos los trabajadores puedan seguir cotidianamente la situación en la isla y donde expresaremos los principales debates a los que me refería.

LVO: ¿No creés que frente a la crisis habría que llamar a una conferencia o congreso de las decenas de grupos nacionales y tendencias internacionales que en todo el mundo se reivindican trotskistas?

EA: Si surgieran reagrupamientos de este tipo no te quepa la menor duda que participaríamos e intentaríamos discutir un programa marxista revolucionario consecuente y orientarlos hacia la fusión con lo más avanzado de la vanguardia obrera. Sin embargo, esto es altamente improbable porque en estas últimas décadas se han agudizado las diferencias, teóricas, políticas y estratégicas entre todos los componentes del llamado “movimiento trotskista” y nadie tiene hoy el proyecto de hacer ese tipo de conferencia internacional. A grandes rasgos, las distintas tendencias y organizaciones, o bien continúan actuando en forma conservadora como si nada hubiera pasado combinando distintos grados de oportunismo y sectarismo, como es el caso de la LIT dirigida por el PSTU de Brasil que sigue con un proyecto estrecho de “reagrupar al morenismo” a nivel internacional; o bien se han transformado en grupos “liquidacionistas”, como es el caso del Secretariado Unificado (mandelista), que apuesta en todo el mundo a diluirse en partidos amplios con sectores reformistas liquidando la estrategia de formar partidos obreros revolucionarios.

LVO: El PO, sin embargo, no plantea el desarrollo de una tendencia sino de una unificación en una organización que ellos llaman Coordinadora por la Reconstrucción de la IV Internacional…

EA: Históricamente el PO tenía su propia tendencia latinoamericana junto con el POR boliviano de Guillermo Lora. Esta tendencia estalló ya hace mucho tiempo. En los últimos años se produjo una ruptura con el principal grupo solidario con PO que era Causa Operaria de Brasil. A partir de ahí empezaron a reforzar la política de la CRCI de la que hablás. Durante mucho tiempo sostuvieron que había que organizar a todos los que aceptaran cuatro puntos y como eje central la dictadura del proletariado. Desde que surgió la crisis mundial entraron en contradicción con el grupo italiano, uno de los tres o cuatro grupos que conforman la CRCI, ya que según Altamira estos no compartían la caracterización sobre la crisis. Recientemente, han planteado con la firma de Grisolía, el dirigente de un grupo italiano (que ahora parece que sí comprende la crisis), que: “La caracterización de la crisis mundial capitalista y las tareas que se desprenden de ella son el eje de delimitación política en la izquierda y el trotskismo. Sin otras condiciones que esta base teórica y la correspondiente acción práctica, reiteramos nuestro planteo de refundar la Cuarta Internacional”.

Este llamado, si fuera serio, debería contener los lineamientos del programa y la estrategia para enfrentar la crisis. Mucho nos tememos que eso sólo sea una maniobra, y que, en última instancia, el PO se guarde como siempre el derecho arbitrario de determinar en forma sectaria quienes “comprenden” o no la magnitud de la crisis, como hizo con Grisolía. No necesitamos aclarar que el PTS y la FT en su conjunto no sólo caracterizan y sostienen el carácter histórico de la crisis sino que luchan en todos los países donde existen para unirse con la vanguardia proletaria en base al programa de transición y la estrategia del trotskismo. Pero las razones por las cuales el PO excluye al PTS y a la FT de su llamado no se deben a ninguna diferencia sobre “el carácter histórico de la crisis” sino por el simple hecho de que hemos tenido más éxito que el PO y sus amigos en fusionarnos con los mejores elementos de la vanguardia obrera que salen a lucha en esta crisis como lo demostró en el último año la participación en Kraft en Argentina, el rol de liderazgo de nuestros compañeros de Brasil en la heroica huelga de más de 50 días del SINTUSP, o la intervención en la lucha de los electricistas mexicanos de nuestros compañeros de la LTS. Si la dirección del PO y los grupos de la CRCI no inician una discusión seria con el PTS y la FT quedará claro que su “propuesta” no es más que un mero “charlataneo” para aparecer como internacionalistas frente a sus militantes.

LVO: Por último, el acto en el 70 aniversario del asesinato de Trotsky demostró no sólo un PTS, sino una organización internacional (la FT-CI) dinámica. ¿Qué relación establecés entre el desarrollo de la FT y la reconstrucción de la IV internacional como partido mundial de la revolución socialista?

EA: En efecto, el acto al que asistieron miles de compañeros, representantes del sindicalismo de base de nuestro país, del movimiento democrático, estudiantil, etc., y donde hablaron múltiples oradores de Latinoamérica y Europa, fue la culminación de una conferencia donde se vio el desarrollo de jóvenes organizaciones marxistas revolucionarias que pegaron un nuevo salto en el último año, como en el caso de México -contra la corriente-, de Brasil, o de Argentina. Sin embargo, siempre hemos sostenido que la construcción de un partido mundial de la revolución socialista no será el producto de un desarrollo evolutivo de las pequeñas organizaciones -incluido el PTS- que hoy componen nuestro agrupamiento internacional.

Desde el estallido de la crisis mundial venimos insistiendo en que el trotskismo, que concentra lo mejor de las experiencias del marxismo revolucionario en Occidente, sólo puede dejar de ser marginal si se fusiona con los mejores elementos de la vanguardia obrera de todos los países. En ese sentido, es un pequeño símbolo doblemente auspicioso la presencia en la conferencia como invitado del compañero Manuel Georget, dirigente de la CGT de Chartres y líder del único intento de control obrero que se dio en Francia en el último período. Digo doblemente auspicioso porque el compañero lucha también, como miembro del NPA (Nuevo Partido Anticapitalista) una organización que cuenta con miles de militantes, por formar una tendencia revolucionaria dentro de este partido.

En Francia, desde la FT, primero coincidimos con los compañeros del ex grupo CRI en la tendencia CLAIRE, luego avanzamos hacia el llamado a una tendencia revolucionaria donde participan compañeros obreros y dirigentes que han sido referentes de luchas importantes. El vuelco enérgico a la rica lucha de clases que ha habido en Francia durante este periodo es lo que ha permitido esta confluencia, y tenemos la esperanza de que mayores intervenciones en la lucha de clases y una intervención común en el próximo congreso del NPA, que está planificado para fines de este año, permita desarrollar una corriente dinámica en este partido, que sea una alternativa a la orientación oportunista y electoralista de la dirección del mismo. Es decir, que la combinación de una fuerte intervención en la lucha de clases y de un combate en los nuevos fenómenos políticos, en este caso el NPA, podrá hacer surgir nuevos fenómenos progresivos que sean muy superiores a la FT o a las diversas organizaciones que se reclaman del trotskismo en todo el mundo. Y esto tiene una importancia especial, ya que Francia no es sólo un lugar importante para la lucha del movimiento obrero sino que es uno de los países donde el trotskismo tiene mayor fuerza históricamente.

La FT ni considera que la IV internacional va a surgir de su evolución natural como tendencia, ni confía en “reorganizar” al movimiento trotskista realmente existente a través de conferencias o congresos, cuestión que consideramos utópica por las diferencias de todo tipo que señalé antes. Nuestra organización se constituyó en la última década como un reagrupamiento defensivo creado para sostener en una época reaccionaria la teoría, la estrategia y el programa del trotskismo principista, atacado por todo tipo de revisionismos. Hoy, sin embargo, hay que dar pasos concretos en la reconstrucción de la IV Internacional. Por eso, lo que está planteado es lograr convergencias a partir de políticas en común en la lucha de clases, conquistando reagrupamientos, no sólo con lo mejor de la vanguardia obrera “independiente” en los “tests ácidos” de la lucha de clases, sino también buscando orientaciones comunes y acuerdos con aquellos sectores marxistas revolucionarios con los que empecemos a compartir un programa y una estrategia.

Christian Castillo, dirigente del PTS Argentina | Parte 1 | Acto Internacionalista

Christian Castillo, dirigente del PTS Argentina | Parte 2 | Acto Internacionalista

Raul Godoy de Zanon en el Acto Internacionalista

Javier Poke Hermosilla, de Kraft Terrabusi en Acto Internacionalista

Diana Assuncao Pan y Rosas | LERQI | BRASIL | Acto internacionalista

Elia Espen, Madre de Plaza de Mayo, se hizo presente en Acto internacionalista

Manuel Georget, dirigente Philips Druex, Francia en Acto Internacionalista (parte 1)

Manuel Georget, dirigente Philips Druex, Francia en Acto Internacionalista (parte 2)

Louise de la tendencia CLAIRE, NPA de Francia

Santiago Lupe de Clase Contra Clase, Estado Español

Stephan, Grupo Rio, Alemania

Saludos de Juan Beica, Convergencia de Izquierda en el Acto Internacionalista

Sandra Romero, integrante de Pan y Rosas Mexico y dirigente nacional de la LTS

Presentacion del Acto Internacionalista de la FT