lunes, 18 de marzo de 2013

¿Quién es Francisco I?: La complicidad de Bergoglio con la dictadura militar

 
Por Daniel Satur , Miguel Raider, PTS Argentina 

Hoy los grandes medios y la oposición patronal destacan eufóricos la semblanza de un Papa “humilde” que construyó su carrera eclesial “junto a los pobres”. Pero esa imagen no es más que una pantalla elaborada en los últimos años. Cuando en 2001 fue nombrado cardenal por Juan Pablo II, su carrera religiosa pegó un salto. Fue el momento en que transformó su propia imagen, combinando su “opción por los pobres” con el férreo dogma de la Iglesia. Al tiempo que condenaba la pobreza, la trata de personas y el trabajo esclavo, se oponía a la anulación de las leyes de impunidad y llamaba a la “reconciliación nacional” con los genocidas de la dictadura. Al tiempo que se mostraba “sensible” recorriendo villas y hablando con los pibes víctimas del paco, encabezaba su cruzada contra la Ley de Matrimonio Igualitario argumentando que era “una guerra de Dios” contra “una movida del diablo”, y censurando toda posibilidad de educación sexual en las escuelas y políticas de salud reproductiva.

Más allá de toda apariencia, Bergoglio encarna la esencia misma de la Iglesia Católica como institución reaccionaria al servicio de la opresión y la explotación.

Guardia de Hierro

Este jesuita “austero” y de “costumbres modestas”, que acaba de adoptar el nombre de Francisco I en honor al santo de los pobres, en realidad tiene un pasado siniestro.

En 1969, a los 33 años, se ordenó como sacerdote. Al poco tiempo empezó a militar en Guardia de Hierro, una organización de la derecha peronista. En 1973, al ser designado titular de la Compañía de Jesús (la congregación jesuita) Bergoglio dejó en manos de esa organización la dirección de la Universidad del Salvador. En 1976 esa casa de altos estudios nombraría “doctor honoris causa” nada menos que a Emilio Massera, por pedido del propio Bergoglio. Tan estrecha era la relación entre el marino genocida y el cura que éste ofició de enlace con Guardia de Hierro para que esa organización terminara siendo el aparato político de mandamás de la ESMA.

Partícipe necesario

Fue tal la relación de Bergoglio con el genocidio que él mismo entregó a miembros de su congregación a los militares. En mayo de 1976, luego de presionarlos hasta obligarlos a abandonar la Compañía de Jesús, Bergoglio dejó a merced de la dictadura a los curas Orlando Yorio y Francisco Jalics, quienes hacían asistencia en villas del Bajo Flores.
Ambos terminaron secuestrados y torturados en la ESMA junto a cuatro catequistas y dos de sus esposos. Fueron los únicos sobrevivientes de aquel operativo, siendo liberados cinco meses más tarde en un bañado de Cañuelas. Una de las catequistas desaparecidas era Mónica Mignone, hija del fundador del CELS Emilio Mignone, quien en 1986 escribió el libro “Iglesia y dictadura” donde ejemplifica con el caso de Bergoglio “la siniestra complicidad” de la Iglesia con los militares.

¿No mentirás?

A finales de 2010, en el juicio por la megacausa ESMA, Nora Cortiñas denunció que Bergoglio “entregó a sus propios sacerdotes”. En el marco de esas audiencias, como parte de las querellas los abogados del CeProDH Myriam Bregman y Luis Bonomi, junto a Enrique Fukman de Ex Detenidos Desaparecidos, presenciaron la declaración testimonial tomada a Bergoglio en la sede del Arzobispado porteño. Allí, sobre los casos de Yorio y Jalics, el Cardenal desmintió todas las acusaciones. Pero cuando Bregman le preguntó acerca del robo de bebés apropiados ilegalmente por la dictadura, Bergoglio se transfiguró y, con cara amenazante, dijo que de eso se había enterado hacía pocos años [1]. Una canallada desmentida por Estela de la Cuadra, quien en 1977 se entrevistó con él buscando el paradero de su nieta y le contó toda su historia.

Rodolfo Yorio, hermano de Orlando, sintetizó la actuación de Bergoglio en esos años: “Conozco gente a la que él ayudó (…) Maneja la ambigüedad con maestría. Si los mataban se los sacaba de encima, si se salvaban él los había salvado. Por eso hay gente que lo considera un santo y otros que le tienen terror.”

Autor intelectual

En su libro “El Jesuita”, publicado en 2010, Bergoglio se encargó de encubrir la colaboración de la Iglesia con el genocidio. “Al principio se sabía poco y nada”, escribe sobre la dictadura. Sin embargo el 10 de mayo del ’76, dos meses después del golpe, en la Asamblea Plenaria del Episcopado cada obispo informó sobre los secuestros y asesinatos ocurridos en las diócesis. El documento emitido, “País y Bien Común”, se mostró comprensivo con la Junta Militar afirmando que era un error pedirle actuar “con pureza química de tiempo de paz, mientras corre sangre cada día”.

El periodista Horacio Verbitsky denunció que Bergoglio alteró importantes documentos de la época. En la minuta sobre la reunión de la Junta Militar con la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, el 15 de diciembre del ‘76, Bergoglio omitió que los obispos Primatesta, Aramburu y Zaspe dijeron que “de ninguna manera pretendemos plantear una posición de crítica a la acción de gobierno” dado que “un fracaso llevaría, con mucha probabilidad, al marxismo”, por lo cual “acompañamos al actual proceso de reorganización del país”.

Si la impunidad de gran parte de los responsables del genocidio no siguiera reinando en nuestro país, el prontuario de Bergoglio hubiera alcanzado para juzgarlo por su complicidad con los crímenes de la dictadura.

[1] LVO nº400, 11/11/10, disponible en www.pts.org.ar


 

Mèxico: Presentación de Mi vida, de León Trotsky, en su última morada



Por Bárbara Funes, FT-CI

En el 130 aniversario de la muerte de Karl Marx, el alegre bullicio de decenas de jóvenes entró en el Museo Casa de León Trotsky, como nueva metáfora de la continuidad en el pensamiento de los dos revolucionarios. Ellos, junto con intelectuales, trabajadores y periodistas, se dieron allí cita para asistir a la presentación de la nueva edición de Mi vida / Intento autobiográfico, del gran revolucionario ruso, la más reciente publicación coeditada por el Museo casa de León Trotsky y el Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones León Trotsky (CEIP) y segundo volumen de las Obras Escogidas. En el auditorio del museo, colmado con más de 150 personas, José Antonio González de León (director), Esteban Volkov (nieto de León Trotsky), Manuel Aguilar Mora (de la Liga de Unidad Socialista y maestro de la UACM) y Pablo Oprinari (por la LTS y el CEIP de México) integraron la mesa.


González de León abrió la presentación, reivindicando la calidad de la nueva edición, con cuenta con traducciones revisadas y corregidas e incluye un apéndice de Alfred Rosmer, amigo y compañero de Trotsky; planteó también la pertinencia de esta publicación en el marco de los nuevos fenómenos que sacuden el mundo, como las movilizaciones en Grecia, Bulgaria, la India, y la crisis económica que golpea, pero empieza a hallar dura resistencia en sectores de jóvenes y trabajadores. Luego cedió la palabra a Esteban Volkov, quien con gran orgullo destacó la figura de León de Trotsky como dirigente revolucionario y su lucha titánica contra el estalinismo, y reivindicó la labor del CEIP de difundir la obra de su abuelo, poniéndola al mismo nivel del gran historiador del trotskismo Pierre Broué, ya fallecido. A continuación, Oprinari expuso la obra de Trotsky, la vigencia de sus elaboraciones teórico-polítcas y su apasionante vida como revolucionario, que propuso como fuente de inspiración para las nuevas generaciones de jóvenes que nace a la vida política. Asimismo, hizo un recorrido por el inicio de la actividad revolucionaria de Trotsky, sus primeros intentos por ligarse a los trabajadores, así como por algunos de los momentos más álgidos de la lucha de clases que le tocó vivir, como la gran epopeya de la Revolución Rusa de 1905, el primer embate de la combativa clase obrera rusa, y luego la Revolución Rusa de 1917, los convulsivos hechos de la década de 1930. Cerró su ponencia señalando que las obras de Trotsky constituyen una herramienta ineludible para los trabajadores, jóvenes e intelectuales que queremos tomar el cielo por asalto.

Por último, el Museo ofreció un cóctel con brindis para celebrar el lanzamiento de la obra.

Contáctanos para adquirir la obra a:
ediciones.armasdelacritica@gmail.com

Videos
González de León http://www.youtube.com/watch?v=ziRw...
Volkov http://www.youtube.com/watch?v=pdae...
Oprinari http://www.youtube.com/watch?v=HNKn...
Aguilar Mora http://www.youtube.com/watch?v=GqvA...
Saludo desde el CEIP Argentina http://www.youtube.com/watch?v=dum0...
Entrevista a Estevan Volkov El País
http://internacional.elpais.com/int...

Venezuela: El fortalecimiento coyuntural de Maduro y las contradicciones de la transición política

Por Milton D’León

Pasados pocos días del fallecimiento de Chávez y mientras se continuaban llevando a cabo homenajes, millones se han movilizado en Caracas para rendirle tributo, fundamentalmente del pueblo pobre y sectores importantes de trabajadores y trabajadoras. Este viernes se realizará el segundo cortejo masivo cuando su cuerpo sea llevado al ahora conocido como “Museo de la Revolución” (antiguo Museo Histórico Militar, donde se ubicó Chávez el 4F del ‘92) donde permanecería su cuerpo embalsamado. Todo esto, justo a una semana de que Nicolás Maduro fuera juramentado como Presidente “encargado” en la Asamblea Nacional y el Consejo Nacional Electoral convocara las elecciones presidenciales para el 14 de abril.

El “efecto luto” y el relativo fortalecimiento en la coyuntura del gobierno

Desde el gobierno nacional y su burocracia política junto a la dirección del PSUV, se ha sabido explotar a fondo la gran movilización desde todos los rincones del país, extendiendo el tiempo para las exequias e incluso dejando abierta la posibilidad de embalsamar el cuerpo de Chávez. Pero es claro que la decisión del gobierno y de toda la burocracia, en sus distintas alas, no es solo para alimentar el culto alrededor de la figura de Chávez entre el pueblo, sino que lo que buscan es fundamentalmente fortalecer la autoridad de dicha burocracia política chavista por el mayor tiempo posible a través de la autoridad del propio Chávez, que murió en un momento de una gran autoridad entre las masas.

No es casualidad entonces que en la coyuntura política el gobierno nacional se haya fortalecido aprovechándose del “efecto luto”, mientras entre sus distintas fracciones han cerrado filas, pactos de intereses y de necesidad obviamente de por medio, lo que los ha envalentonado incluso a interpretar a piacere la Constitución Nacional, invistiendo a Maduro como Presidente “encargado” –con todas las prerrogativas de un presidente electo; recordemos además que en nuestro país el vicepresidente no se vota en fórmula con el presidente, sino que éste lo nombra- y no al presidente de la Asamblea Nacional según rezaría la Carta Fundamental creada por ellos mismos. Se ha convocado, a través del Consejo Nacional Electoral (CNE), a las elecciones presidenciales reduciendo la campaña efectiva electoral a solo 10 días en la que desde el gobierno se utilizará todo el aparataje estatal siendo que en los hechos el candidato ungido por Chávez, Nicolás Maduro, ya venía en actitud preelectoral.
También el candidato de la oposición que por derecha se ha venido oponiendo a Chávez, Capriles Radonski, venía en un claro posicionamiento electoral de precampaña aún en el período de convalecencia de Chávez.

Rumbo a las elecciones se ha conseguido consolidar la figura de Nicolás Maduro entre la amplia mayoría del pueblo seguidor de Chávez, cuando es más que sabido que el propio Maduro no deviene de una gran fuerza propia, sino que se fue haciendo por los propios cargos que le fueron asignados. Es evidente que lo más probable es que Maduro ganará las elecciones pues lo elegirán los votos de Chávez, lo que a su vez se convierte en su principal crisis, ya que Maduro gravita sobre la fuerza de Chávez y esto lo convierte en foco de las tensiones donde puede ser un fusible que no resista a los embates por venir, y esto lo sabe muy bien, de allí el nerviosismo incluso que la alta burocracia estatal chavista encarna y se le aflora por todos los poros por los que transpira. De esta manera acumula las mayores contradicciones que saldrán a flote en un corto plazo. Pero también contribuye al probable triunfo de Maduro el hecho que la oposición de derecha se encuentra en un mal momento, no solo por las dos derrotas consecutivas del 7/10 y de las regionales del 16/12 del año pasado, sino que también por el fenómeno generado tras la muerte de Chávez, lo que dificulta las posibilidades de Capriles Radonski.

La acumulación de las contradicciones en una transición incierta

Es claro que el escenario sin Chávez, es incomparablemente más contradictorio, conflictivo y caótico. Es por esto que el fortalecimiento del gobierno interino de Maduro es transitorio. Pues más de fondo asistimos a una transición incierta de un cambio de etapa tras la muerte de Chávez, signada por una crisis en la forma del régimen de dominio político que imperó en el país, pero llena de contradicciones y traumas donde aún no están definidos los contornos ni los contenidos políticos hacia dónde se va, pero que ya no será como antes de la muerte de Chávez. Es decir se enfrenta un estado de crisis en la forma de gobernar el país en la que, por más tentativa de normalidad que quiere manifestarse desde las autoridades del gobierno interino, es claro que todo cruje en el estado real de las contradicciones abiertas por la ausencia in facto de la personalidad que en casi una década y media impuso su impronta en su forma de ejercer el gobierno.

Los reacomodos que hoy vemos en el juego y la pugna de los sectores de los grupos dominantes y bonapartistas del aparato estatal, en un entramado de fuerzas internas del partido de gobierno conocido por sus claras diferenciaciones políticas más allá de que al momento hayan cerrado filas, serán incontenibles por los intereses divergentes de las diferentes alas. La ubicación de las Fuerzas Armadas y sus alineamientos políticos en función de intereses dentro de sus propios componentes con respecto a las propias divisiones internas del chavismo, como ya hemos explicado en otro momento (Ver “¿Hacia un post-chavismo?”), es la expresión clara de los conflictos por alumbrar de las contradicciones por lo que la realidad política estará cruzada. Cuando las tensiones políticas afloren veremos el estallido de los conflictos de intereses entre los diversos sectores del chavismo, frente a lo cual las Fuerzas Armadas por su alto grado de politización y el rol central que han jugado en el régimen de Chávez buscarán ubicarse según intereses internos, políticos y materiales. Por eso no han sido casualidad los constantes saludos institucionales por parte de Nicolás Maduro desde el fallecimiento de Chávez hacia las Fuerzas Armadas, llegando incluso en ciertos momentos a la saturación de elogios, llegando a llamar incluso a incorporarla en lo que ahora llama “La Dirección Político Militar de la Revolución Bolivariana” cuando Chávez jamás se había referido de esa manera a su comando de la “revolución bolivariana”.

Pero hay una cuestión también clave y es la grave situación económica que se arrastra en el país, con un sobreendeudamiento externo e interno, la continuación de la alta dependencia de los precios del barril de petróleo, para mencionar solo algunos aspectos, a los que el gobierno entrante tendrá que hacerle frente, donde además de la posibilidad por necesidad económica (como fue la última devaluación), tenga que realizar ataques al movimiento obrero, y donde la posible respuesta de la lucha de clases no se hará esperar ante un gobierno que, si bien va a ganar las elecciones, no va a contar ni por cerca con la legitimidad y autoridad de Chávez.

Es necesario prepararnos frente a las perspectivas de crisis

Frente al nuevo calendario electoral y las candidaturas de Maduro y Radonski desde la LTS decimos claramente que ninguna de las candidaturas son alternativas para los trabajadores y trabajadoras, ambas son opciones contrarias a los intereses de los trabajadores, siendo incluso opciones burguesas más allá de sus grandes diferencias como factores políticos.

Es necesario que los trabajadores, campesinos y los sectores populares nos preparemos ante las perspectivas de crisis política tras la muerte de Chávez, como frente a los nuevos ajustes que quieran imponer como subproducto de la situación económica. La clase obrera venezolana deberá conquistar su independencia política, tanto de la derecha como de las distintas variantes del chavismo, para convertirse en un factor político que pueda dar respuesta a la situación actual evitando ser furgón de cola de alguno de los proyectos burgueses que conviven al interior del chavismo o de alguna intentona por parte de sectores de las fuerzas armadas. Es por esto que desde la LTS luchamos por poner en pie un partido revolucionario en la lucha por un verdadero gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre.