domingo, 27 de enero de 2013

Huanuni, centro obrero de importancia estratégica: Lista independiente gana elecciones del sindicato


Por Javo Ferreira de la LOR-CI, Bolivia

 Uno de los centros del debate sobre el IPT es Huanuni, donde no sólo se votó un aporte de cada obrero al mismo, sino que una lista animada por activistas independientes y algunos simpatizantes de la izquierda trotskista (LOR-CI y POR) ganó por amplia diferencia las recientes elecciones del sindicato, derrotando a los sectores más ligados al MAS. Su programa reivindica “los Documentos del XXXI Congreso Minero y del XV Congreso de la COB en los que se plantea la necesidad de organizar el instrumento político de los trabajadores. A través de este instrumento lograr una representación obrera en el parlamento para convertirlo, como indica la Tesis de Pulacayo, en tribuna revolucionaria”. Se presentaron tres listas y el FRS (Frente de Revolución Sindical) ganó con el 48% de los votos (1999 votos, con unos 700 de ventaja sobre el segundo frente). Al cierre de esta nota, recién se había realizado la elección de los 125 delegados de sección, que estrechamente ligados a la base, actuarán junto a la nueva directiva del sindicato.

 El gran distrito minero de Huanuni ocupa un lugar particular en el actual movimiento obrero. Siendo la única mina de COMBOL que no se cerró en los ‘80, gracias a la lucha obrera y solo pudo ser privatizada en 1999 y recuperada en 2002, conservó las tradiciones y cultura obrera del proletariado minero que combatió en la revolución de 1952, protagonizó el trienio revolucionario de 1969-71 que dio la Asamblea Popular y marchó a ocupar La Paz en las Jornadas de Marzo de 1985. Entregada a una transnacional británica Allied Deals, en los ‘90, desde 1999 inició un nuevo y extraordinario capítulo en su historia: la fraudulenta quiebra de ese grupo empujó a los mineros de Huanuni a movilizarse hasta imponer la renacionalización de la mina para defender su fuente de trabajo. En el levantamiento de octubre de 2003 que derribó al presidente neoliberal Sánchez de Losada, los mineros de Huanuni acudieron en camiones a La Paz, enfrentándose a dinamitazo limpio al Ejército en Ventilla, con varias bajas. Al no poder romper el cerco militar, los mineros bajaron en pequeños grupos a la ciudad reagrupándose en la Universidad con la disposición de seguir el combate, cuando el 17 de octubre, Goni huyó.

La política minera del gobierno de Evo Morales apostó al acuerdo con las transnacionales y las cooperativas. En Bolivia, las cooperativas mientras son dirigidas por camarillas enriquecidas, en algunos casos verdaderos “empresarios con guardatojo” que hacen buenos negocios con las grandes empresas y expolian a miles de socios pobres y peones asalariados. A inicios de octubre de 2006, en Huanuni, las cooperativas de la zona, alentadas por el entonces Ministro de Minería de Evo y negociando bajo cuerda con los antiguos concesionarios ingleses, intentaron asaltar la mina para apoderarse de las mejores vetas. Los 800 trabajadores asalariados resistieron a pie firme el asalto.

 Tras dos días de luctuosos enfrentamientos que dejaron más de una docena de muertos, lograron derrotar ese asalto e imponer la única salida progresiva al conflicto: incorporar a la masa de casi 4.000 cooperativistas pobres como asalariados a la Empresa Minera Huanuni, logrando con ello una gran victoria política y consolidando la nacionalización del distrito definitivamente. A pesar de que el SMTMH (Sindicato Mixto de Trabajadores Mineros de Huanuni) tuvo en distintos momentos directivas conciliadoras con el gobierno y que la conquista del “control social” (con rendición de cuentas a los trabajadores sobre las operaciones y decisiones de la empresa) se burocratizó en lugar de desarrollarse como control obrero, Huanuni se siguió movilizando en diversas ocasiones, para reclamar por sus demandas o apoyar a otros sectores obreros. Al calor de este proceso, la experiencia política de muchos trabajadores de Huanuni con el MAS y el gobierno de Evo fue avanzando y es hoy uno de los focos principales en que se apoya la iniciativa de IPT.

 Huanuni, una suerte de laboratorio político donde la gran tradición de lucha minera se combina con las nuevas generaciones, está llamado a contribuir poderosamente al desarrollo y renovación del movimiento obrero ante las tareas que la actual etapa pone ante ese proletariado, hoy mucho más extendido y diversificado que antiguamente, con sus concentraciones en los nuevos emprendimientos mineros privados, en los hidrocarburos, en las fábricas y empresas de El Alto, Santa Cruz y otras ciudades.