Como producto directo de
la acción estudiantil durante una semana de bloqueos y cierres que
incluyeron por lo menos 230 centros educativos a lo largo del país,
el Ministro de Educación Pública Édgar Mora ha renunciado a su
cargo. La decisión es un duro golpe para el gobierno de Carlos
Alvarado, ya que es la primera baja ministerial como producto de la
movilización, al tiempo que los mismos estudiantes que sostienen la
lucha señalan que la movilización continúa, y piden que sean
retirados de la corriente legislativa proyectos de Ley contra los
trabajadores como la Ley del Empleo Público, o la que declara la
educación como “servicio esencial” y prohibiría las huelgas.
El pueblo está con
“sangre en el ojo” contra el Presidente
Los transportistas dicen
no estar conformes aún después de la renuncia de Mora, y ya durante
la jornada de movilización del lunes 1 de julio, los profesores
pedían la renuncia de Rocío Aguilar como Ministra de Hacienda.1
Mientras estas perspectivas se presentan no se sabe aún porque ya el
pararayos no es Rodolfo Piza, y por qué ya no sostiene sobre sus
hombros las responsabilidades por las actuaciones del gobierno. En
estos instantes Carlos Alvarado se nota débil, aislado, intentando
dar una apariencia de negociador en momentos en que entra en vigencia
el IVA y la incertidumbre se incrementa en el país.
La caída de Edgar Mora
es un fuerte golpe para el círculo personal de Carlos Alvarado, y
posiblemente no detendrá a un movimiento de masas que se nota más
envalentonado, desconfiado e irrespetuoso contra el gobierno, el PAC
y sus aliados, que gobiernan contra el pueblo.
Si antes de las
movilizaciones Carlos Alvarado insistía en la Ley del Empleo Público
y la necesidad de regular las huelgas, hoy se ha visto obligado a
transformar su discurso por uno más dialogante con los sectores
sociales movilizados. Es un discurso que intenta ser de “diálogo”,
pero al parecer sin muchas bases en la realidad, ya que los distintos
sectores integran demandas cada vez más difíciles de cumplir para
el gobierno; tanto sectoriales como nacionales.
Si el señor Carlos
Alvarado ha removido o aceptado la “renuncia” de Édgar Mora para
acabar con los procesos de movilización, se ha equivocado, pues
apesar de sus desplantes en los últimos meses; en los últimos días
no ha hecho más que mostrar debilidad y una mayor pérdida de rumbo
en sus intervenciones y decisiones, dándole nuevos ánimos
y confianza en sus propias fuerzas a los trabajadores, a los
estudiantes y a los distintos sectores sociales que se mantienen en
la lucha.
La renuncia de Édgar
Mora ha fortalecido a los sectores que luchan contra el PAC, pero es
apenas una victoria parcial, que solo puede consolidarse si la
disposición a la lucha que crece contra el gobierno y sus aliados se
utiliza para derrotar las contrarreformas al empleo público y la
prohibición de las huelgas; que concentran los ataques de los
sectores económicamente dominantes contra los trabajadores y el
pueblo.
El pueblo costarricense y
especialmente los trabajadores y la juventud; tienen una nueva
oportunidad para enfrentar y derrotar al PAC y a su programa político
y económico. Es el momento de actuar con total desconfianza hacia el
gobierno y sus aliados, preparar la movilización, los bloqueos y las
acciones necesarias para que los trabajadores retomen la confianza en
su fuerza social.
1https://www.crhoy.com/nacionales/apse-exige-salida-de-mora-y-aseguran-que-ahora-van-por-la-ministra-de-hacienda/