jueves, 4 de julio de 2019

EL DIÁLOGO COMO TRAMPA DEL GOBIERNO PARA DESACTIVAR LA MOVILIZACIÓN SOCIAL

En la última semana se ha transformado rápidamente el escenario político nacional. Por un lado han brotado a lo largo y ancho del país manifestaciones de distintos sectores (transportistas, pescadores, docentes y estudiantes), y por otro se ha dejado ver una aguda crisis política en el equipo que gobierna desde la Casa Presidencial. La prueba más contundente: el primer ministro que renuncia producto de la movilización social, en el marco de un gabinete que se percibe cada vez más fragmentado y erosionado, registrando ya 16 dimisiones o destituciones en apenas un año de gestión presidencial.

Con nuevos y más potentes actores sociales, el país atraviesa una situación muy similar a la de julio de 2018 cuando con virulencia pequeños grupos hacían exigencias de contenido migratorio al Presidente; sumergiendo en una aguda crisis coyuntural al Poder Ejecutivo. El momento político, también combina elementos similares a setiembre del año anterior, cuando imponentes jornadas de protesta de los trabajadores públicos se combinaron con bloqueos e incidentes en todo el país; ocasionando el faltante de combustibles, paralización del comercio y la circulación por las vías nacionales, un escenario que generó temor en distintos sectores de la población y llevó a la senda de la “negociación”, entre el gobierno y una oposición política que apesar de tener una histórica fortaleza en la calle; desactivó la movilización social participando de las mesas de “diálogo”.

El “Diálogo a manos vacías” propuesto una y otra vez por Carlos Alvarado y lamentablemente también por Albino Vargas, es una artimaña usada por el PAC y su gobierno para simular que “cede” ante sus detractores; mientras reprime y gana tiempo para que otras instituciones como la Asamblea Legislativa avancen con los proyectos contra los trabajadores que prohiben el derecho a huelga; o mientras entra en vigencia el IVA porque “ya es Ley de la República”, como dice con su tradicional prepotencia el señor Alvarado. El “diálogo” es una herramienta del gobierno para reacomodarse en el ejercicio del poder y lamentablemente Albino Vargas, es parte de esa estrategia; favorable a un PAC despreciado cada vez más intensamente, pero que todavía muestra recursos para reconstruirse en el manejo del Estado.

El “diálogo” le permitió el año pasado al gobierno derrotar la huelga más larga de la historia costarricense, dividir a las organizaciones de los trabajadores, imponer el miedo a quienes luchaban, así como lograr la estabilidad política necesaria para que fueran impuestas las nuevas cargas tributarias contra el pueblo, como el 1% de impuestos a la canasta básica o el IVA del 13% que entró a regir precisamente desde el primer día de julio.

Tanto el gobierno como los líderes sindicales aliados con Albino Vargas insisten en que el carácter del “costarricense” consiste en el diálogo y no en la confrontación, y en el caso de Casa Presidencial dicen que Costa Rica es “la democracia más antigua de la región”. Lo que no dicen ni los “líderes sindicales” ni el gobierno es que fue precisamente hace 100 años que las profesoras del Liceo de Señoritas quemaron el periódico “La Información” por ser el punto de apoyo de la dictadura de los hermanos Tinoco; y en 1948 el pueblo entero se levantó contra un partido y un gobierno que apesar de contar con múltiples méritos históricos en una primera etapa (como crear la CCSS, UCR, Código de Trabajo; algo que NUNCA tendrá en su historial una mediocre y parasitaria mafia como el PAC), finalmente fue carcomido por la corrupción y el pueblo tuvo que levantarse a balazos para desplazarlo del poder y resguardar “la democracia”.

Es el camino hacia esta radicalización y este espíritu de lucha, el que buscan bloquear para el pueblo el gobierno y sus conciliadores, que en nombre del “diálogo” están desactivando el movimiento de masas; mientras los medios de comunicación (manipulación) avanzan en una campaña para promover el miedo (para quienes realizaron o realicen bloqueos) y golpear la disposición a la lucha que muestra una y otra vez el pueblo y la juventud. Mientras las energías se dirigen al “diálogo” se pierde de vista que la principal tarea del pueblo es mantenerse movilizado, unido, absolutamente desconfiado hacia el gobierno y en la lucha; tanto contra las intenciones gubernamentales, como contra la criminal estrategia de las cámaras empresariales de redoblar los lazos de dominación hacia los trabajadores, lo que es apoyado por los grandes canales de televisión evasores de impuestos del país.

El “diálogo” solo fortalece al PAC, que demuestra ser capaz de recurrir una y otra vez a la mentira y a los métodos más bajos con tal de acomodarse en el ejercicio del poder. Y hace debilitarse a los trabajadores tanto en el alcance de sus objetivos y acciones, como en su espíritu de lucha.

Independientemente de la campaña de mentiras del gobierno y sus fanáticos defensores, el pueblo debe seguir movilizado y en organización, en pie de confrontación contra las intenciones autoritarias y saqueadoras del PAC y sus aliados en los distintos poderes de la república.