¡Por una estrategia obrera independiente para derrotar la Agenda de Implementación!¡Para decirle NO al resultado del Referendo! ¡Para decirle NO al Diálogo Social!
Por Brayan Brenes, LRS
En Clave Revolucionaria N°6, octubre de 2007
El miércoles 3 de octubre, la LRS, llevó a la Coordinadora Nacional de Lucha contra el TLC (CNL) dos propuestas políticas muy concretas:
“1) ) Concentración en las afueras del TSE el lunes 8 de octubre, y
2) Asamblea Nacional de TODAS LAS ORGANIZACIONES obreras y populares el día sábado 13 de octubre (en la UCR), para definir las acciones posteriores al referendo del día 7 de octubre.” [1](Los subrayados y mayúsculas aparecen en el original).
En el marco de la desgastante dinámica en que nos introdujo el Referendo, en aquella sesión del miércoles 3 de octubre; apenas y hubo chance de discutir un poco el tema de la asamblea. Casi todo lo que se discutió, en su mayor parte giró en torno a temas relacionados con transporte, guías, fiscales, credenciales, etc; en una sola frase “giró en torno a los aspectos meramente administrativos de la actividad política próxima”.
En este marco, solo una de nuestras propuestas fue aprobada. La primera propuesta fue rechazada, y la segunda se acordó por mayoría. Es decir, se fijó para el 13, y en el Comedor Universitario de la UCR.
Desde la LRS siempre creímos necesario reunirnos TODOS los luchadores y luchadoras, para hacer un balance de todo un período de lucha; y todavía más, dotarnos de una política para el período posterior al Referendo.
La derrota en el Referendo y la reunión del Movimiento Patriótico en FUNDATEC.
La derrota sufrida en el Referendo el domingo 7 de octubre, tuvo un impacto sobradamente fuerte sobre el conjunto del movimiento del NO. El domingo, prácticamente casi linchan al autoproclamado “líder del NO”; Eugenio Trejos, el cual convocó improvisadamente como Presidente del “Movimiento Patriótico” a una reunión en FUNDATEC, en la capital. Decimos improvisadamente por que estos personajes convocaron por la desesperación de ver que el movimiento se les estaba fragmentando, y peor todavía; que se les estaba volcando encima.
De esta forma nos encontramos con que la iniciativa de realizar una asamblea nacional, surgida del seno de la CNL tuvo un acierto de si no un 100%, por lo menos un 1000%; ya que responde a la dinámica general en la evolución de la situación misma.
Las condiciones políticas posteriores al 7 de octubre impactaron a una inmensa mayoría de luchadores que no estaban preparados para perder en el terreno de las urnas. Un inmenso sector estaba todavía ilusionado con las últimas encuestas de Unimer y La Nación; que le daban (como haciendo uso de la psicología inversa) una holgada ventaja al bando del NO en cuanto a la intención de voto. La reunión en FUNDATEC, estuvo marcada por la fricción y los duros enfrentamientos políticos; y se caracterizó por ser un entero fracaso. En ese marco, muchos de los asistentes a la reunión; empataron con la asamblea del sábado, y la convocatoria que ya se venía realizando desde el miércoles 3 de octubre, tomó una fuerza sorprendente.
La asamblea debe servir para la lucha: no para la “traición”.
En la actual situación política surgen dos disyuntivas para la Asamblea Nacional: o se coloca como furgón de cola de un posible Diálogo o Acuerdo Nacional, capitulándole a Eugenio Trejos y a toda la podredumbre oportunista en nombre de la “unidad” del movimiento; o se coloca como un poderoso organismo de lucha para las masas provenientes de los comités patrióticos, las coordinadoras regionales, y las grandes organizaciones de trabajadores.
Estas dos disyuntivas pasan a la vez por dos políticas centrales: o seguir entregándole la dirección de nuestro movimiento, y guardar silencio frente a Eugenio Trejos y a los intelectuales pseudoprogresistas (que aprovecharán nuestra legitimidad para colocarse como “interlocutores legítimos en el diálogo nacional”[2]); o nos orientamos en los hechos a combatir la Agenda de Implementación y el Diálogo Nacional con una estrategia basada en la más absoluta independencia política de los trabajadores, los comités patrióticos, las coordinadoras regionales y otros; respecto a este tipo de personajes sin romper la “unidad”.
La asamblea nacional del 13 tendrá su éxito garantizado si vota: 1) Rechazar categóricamente el resultado del Referendo, 2) rechazar cualquier negociación con el gobierno por medio de un Acuerdo o un Diálogo Nacional; y 3) si define acciones concretas y unificadas de movilización de masas para derrotar la Agenda de Implementación.
Más allá de que el PAC y el Frente Amplio han estado desconvocando a la asamblea de este 13 de octubre (al ser iniciativa según dicen ellos de “la ultraizquierda”), su propia realización ya es una importante conquista; ya que a lo interno de la UCR hemos tenido que luchar para que no nos arrebaten los permisos ya otorgados para la realización del evento. Y hemos tenido sufrir la represión y la censura de las autoridades universitarias, que a toda costa quieren evitar que la lucha contra el TLC y el gobierno retome fuerza.
El PAC y el Frente Amplio desean evitar que nos pronunciemos en el sentido de rechazar el resultado del Referendo, esto por que el PAC ya está “negociando” desde el miércoles 10; y el Frente Amplio ahora quiere docilizar los comités patrióticos y convertirlos en el furgón de cola de la acción parlamentaria de José Merino del Río. Y por supuesto para otros planes electorales.
“1) ) Concentración en las afueras del TSE el lunes 8 de octubre, y
2) Asamblea Nacional de TODAS LAS ORGANIZACIONES obreras y populares el día sábado 13 de octubre (en la UCR), para definir las acciones posteriores al referendo del día 7 de octubre.” [1](Los subrayados y mayúsculas aparecen en el original).
En el marco de la desgastante dinámica en que nos introdujo el Referendo, en aquella sesión del miércoles 3 de octubre; apenas y hubo chance de discutir un poco el tema de la asamblea. Casi todo lo que se discutió, en su mayor parte giró en torno a temas relacionados con transporte, guías, fiscales, credenciales, etc; en una sola frase “giró en torno a los aspectos meramente administrativos de la actividad política próxima”.
En este marco, solo una de nuestras propuestas fue aprobada. La primera propuesta fue rechazada, y la segunda se acordó por mayoría. Es decir, se fijó para el 13, y en el Comedor Universitario de la UCR.
Desde la LRS siempre creímos necesario reunirnos TODOS los luchadores y luchadoras, para hacer un balance de todo un período de lucha; y todavía más, dotarnos de una política para el período posterior al Referendo.
La derrota en el Referendo y la reunión del Movimiento Patriótico en FUNDATEC.
La derrota sufrida en el Referendo el domingo 7 de octubre, tuvo un impacto sobradamente fuerte sobre el conjunto del movimiento del NO. El domingo, prácticamente casi linchan al autoproclamado “líder del NO”; Eugenio Trejos, el cual convocó improvisadamente como Presidente del “Movimiento Patriótico” a una reunión en FUNDATEC, en la capital. Decimos improvisadamente por que estos personajes convocaron por la desesperación de ver que el movimiento se les estaba fragmentando, y peor todavía; que se les estaba volcando encima.
De esta forma nos encontramos con que la iniciativa de realizar una asamblea nacional, surgida del seno de la CNL tuvo un acierto de si no un 100%, por lo menos un 1000%; ya que responde a la dinámica general en la evolución de la situación misma.
Las condiciones políticas posteriores al 7 de octubre impactaron a una inmensa mayoría de luchadores que no estaban preparados para perder en el terreno de las urnas. Un inmenso sector estaba todavía ilusionado con las últimas encuestas de Unimer y La Nación; que le daban (como haciendo uso de la psicología inversa) una holgada ventaja al bando del NO en cuanto a la intención de voto. La reunión en FUNDATEC, estuvo marcada por la fricción y los duros enfrentamientos políticos; y se caracterizó por ser un entero fracaso. En ese marco, muchos de los asistentes a la reunión; empataron con la asamblea del sábado, y la convocatoria que ya se venía realizando desde el miércoles 3 de octubre, tomó una fuerza sorprendente.
La asamblea debe servir para la lucha: no para la “traición”.
En la actual situación política surgen dos disyuntivas para la Asamblea Nacional: o se coloca como furgón de cola de un posible Diálogo o Acuerdo Nacional, capitulándole a Eugenio Trejos y a toda la podredumbre oportunista en nombre de la “unidad” del movimiento; o se coloca como un poderoso organismo de lucha para las masas provenientes de los comités patrióticos, las coordinadoras regionales, y las grandes organizaciones de trabajadores.
Estas dos disyuntivas pasan a la vez por dos políticas centrales: o seguir entregándole la dirección de nuestro movimiento, y guardar silencio frente a Eugenio Trejos y a los intelectuales pseudoprogresistas (que aprovecharán nuestra legitimidad para colocarse como “interlocutores legítimos en el diálogo nacional”[2]); o nos orientamos en los hechos a combatir la Agenda de Implementación y el Diálogo Nacional con una estrategia basada en la más absoluta independencia política de los trabajadores, los comités patrióticos, las coordinadoras regionales y otros; respecto a este tipo de personajes sin romper la “unidad”.
La asamblea nacional del 13 tendrá su éxito garantizado si vota: 1) Rechazar categóricamente el resultado del Referendo, 2) rechazar cualquier negociación con el gobierno por medio de un Acuerdo o un Diálogo Nacional; y 3) si define acciones concretas y unificadas de movilización de masas para derrotar la Agenda de Implementación.
Más allá de que el PAC y el Frente Amplio han estado desconvocando a la asamblea de este 13 de octubre (al ser iniciativa según dicen ellos de “la ultraizquierda”), su propia realización ya es una importante conquista; ya que a lo interno de la UCR hemos tenido que luchar para que no nos arrebaten los permisos ya otorgados para la realización del evento. Y hemos tenido sufrir la represión y la censura de las autoridades universitarias, que a toda costa quieren evitar que la lucha contra el TLC y el gobierno retome fuerza.
El PAC y el Frente Amplio desean evitar que nos pronunciemos en el sentido de rechazar el resultado del Referendo, esto por que el PAC ya está “negociando” desde el miércoles 10; y el Frente Amplio ahora quiere docilizar los comités patrióticos y convertirlos en el furgón de cola de la acción parlamentaria de José Merino del Río. Y por supuesto para otros planes electorales.