¡Por una salida obrera independiente frente a la crisis capitalista!
El pasado sábado 23 de agosto el gobierno se reunió para “…definir como encarar el ‘segundo tiempo’” de su período político, los hermanos Arias se reunieron durante todo ese día 23 para discutir cómo enfrentar la segunda mitad de la administración arista. El gobierno se reúne en medio de un clima signado por los escándalos de corrupción que llevaron a la separación de Fernando Zumbado como Ministro de la Vivienda, de fricciones entre las propias fracciones de la clase dominante (donde hasta Epsy Campbell del pulcro PAC salió salpicada); y con un movimiento de masas en relativo reflujo después de la derrota política parcial sufrida con la imposición del “Sí al TLC” el pasado 7 de octubre en el Referéndum.
Las preocupaciones centrales del gobierno son grandes y para nada poco importantes, son concientes de que el ciclo de crecimiento de la economía mundial que viene desde el 2003 –aproximadamente- está finalizando de la mano de la crisis capitalista internacional con epicentro en los Estados Unidos; una crisis que comenzó en el sector de las hipotecas de alto riesgo y el desinfle de la burbuja inmobiliaria, pero que ya está golpeando a la economía real y que ya se va extendiendo a Europa y otras partes del mundo.
Los jefes nacionales de la burguesía anuncian “turbulencias”, lo que significa para ellos “petróleo caro, el aumento del precio de los alimentos e insumos agrícolas, y la falta de liquidez en los mercados financieros”.[1] Todo lo anterior quiere decir que la crisis la seguiremos pagando los trabajadores y los pobres con el transporte caro, comida y energía por las nubes, y empresarios nacionales e internacionales que siguen sacando inagotables ganancias a costa del empobrecimiento de millones de personas. Por otra parte, la sequía crediticia internacional, y la mala situación de la economía estadounidense podrían estar anunciando una dura contracción en el sector turístico y en el mercado de bienes y raíces costarricense, que habían sido el caballo de batalla del gobierno: el crecimiento de la economía de la mano del turismo y la inversión de capitales extranjeros. Despidos masivos, cierre y traslado de fábricas podrían presentarse en el próximo período.
El gobierno de los Arias, que ha apoyado todo su programa de gobierno y el crecimiento económico nacional en la penetración de capitales extranjeros, es especialmente vulnerable frente a una muy posible aceleración de la crisis capitalista internacional, lo que definitivamente intentará descargar la burguesía sobre los hombros de los trabajadores y el pueblo pobre.
Ante esta situación, es más urgente que nunca la organización política completamente independiente de los trabajadores y el pueblo pobre para enfrentar la crisis.
Frente a la asamblea de los “Empresarios Por Costa Rica”: ¡Por la organización política independiente de los trabajadores para enfrentar la crisis capitalista! ¡Ni con los empresarios del gobierno ni con los empresarios “patrióticos”!
Las preocupaciones centrales del gobierno son grandes y para nada poco importantes, son concientes de que el ciclo de crecimiento de la economía mundial que viene desde el 2003 –aproximadamente- está finalizando de la mano de la crisis capitalista internacional con epicentro en los Estados Unidos; una crisis que comenzó en el sector de las hipotecas de alto riesgo y el desinfle de la burbuja inmobiliaria, pero que ya está golpeando a la economía real y que ya se va extendiendo a Europa y otras partes del mundo.
Los jefes nacionales de la burguesía anuncian “turbulencias”, lo que significa para ellos “petróleo caro, el aumento del precio de los alimentos e insumos agrícolas, y la falta de liquidez en los mercados financieros”.[1] Todo lo anterior quiere decir que la crisis la seguiremos pagando los trabajadores y los pobres con el transporte caro, comida y energía por las nubes, y empresarios nacionales e internacionales que siguen sacando inagotables ganancias a costa del empobrecimiento de millones de personas. Por otra parte, la sequía crediticia internacional, y la mala situación de la economía estadounidense podrían estar anunciando una dura contracción en el sector turístico y en el mercado de bienes y raíces costarricense, que habían sido el caballo de batalla del gobierno: el crecimiento de la economía de la mano del turismo y la inversión de capitales extranjeros. Despidos masivos, cierre y traslado de fábricas podrían presentarse en el próximo período.
El gobierno de los Arias, que ha apoyado todo su programa de gobierno y el crecimiento económico nacional en la penetración de capitales extranjeros, es especialmente vulnerable frente a una muy posible aceleración de la crisis capitalista internacional, lo que definitivamente intentará descargar la burguesía sobre los hombros de los trabajadores y el pueblo pobre.
Ante esta situación, es más urgente que nunca la organización política completamente independiente de los trabajadores y el pueblo pobre para enfrentar la crisis.
Frente a la asamblea de los “Empresarios Por Costa Rica”: ¡Por la organización política independiente de los trabajadores para enfrentar la crisis capitalista! ¡Ni con los empresarios del gobierno ni con los empresarios “patrióticos”!
Lastimosamente frente a la crisis capitalista que ya viene comenzando en Costa Rica, algunos sectores de “lucha” profundamente comprometidos con el régimen y sus instituciones proponen que nos organicemos para enfrentar la carestía, la corrupción y la crisis, pero proponen hacerlo bajo la tutela de los empresarios “amigos” y “patrióticos”. Este es el caso de la asamblea convocada para el sábado 30 de agosto en la UCR por un sector de los “Comités Patrióticos”, el “Frente Municipal”, el “Movimiento Diversidad”, “Partidos Políticos (No al TLC)”, y por supuesto por los “Empresarios por Costa Rica”. Desde ya que esta asamblea no plantea ninguna salida a la crisis, sino que más bien da a entender que los partidos de oposición burguesa (como el PAC, PASE, Frente Socialdemócrata) y pequeñoburguesa (como el FA) se vienen preparando para ganar base social para sus proyectos electoreros.
Los revolucionarios de la LRS venimos insistiendo desde hace meses en organizar gran “encuentro obrero y popular, contra la crisis y la ofensiva de los empresarios”, nuestra propuesta no es improvisada: ni siquiera una lucha seria por salarios puede librarse, si no es manteniendo la total independencia política de los trabajadores frente a empresarios “patrióticos” y “partidos políticos del NO al TLC” burgueses o pequeñoburgueses como el PAC y el FA respectivamente. Los empresarios ya sean del gobierno o “por Costa Rica”, siguen siendo explotadores del trabajo ajeno en medio de la crisis, y además, siguen obteniendo enormes ganancias (pero saben que podrían ser mayores!) mientras el conjunto del pueblo se empobrece. No es posible llevar adelante el más elemental plan de lucha o de reivindicaciones transitorias para “las grandes mayorías” si no es con la independencia absoluta de los trabajadores, que ocupan las manos libres para enfrentar la crisis.
Los revolucionarios de la LRS llamamos a los trabajadores y al pueblo pobre, y a las organizaciones que se reivindican obreras y socialistas a luchar por construir un polo de independencia de clase completamente ajeno a los intereses de los empresarios “patrióticos” y sus colaterales electoreras. Es la única forma de luchar por un programa de emergencia para enfrentar la crisis y que contemple las siguientes reivindicaciones transitorias:
1) Congelamiento del precio de todos los alimentos, transporte y bienes de la canasta básica familiar.
2) Eliminación del impuesto al consumo, y establecimiento de un fuerte impuesto progresivo a las grandes corporaciones transnacionales y nacionales: ¡que la crisis la paguen los capitalistas!
3) Apertura inmediata de los libros de contabilidad de los empresarios y abolición del secreto comercial: los trabajadores tenemos derecho a saber cuántas ganancias han obtenido los burgueses en medio de la crisis, y cuantos subsidios y exoneraciones han recibido por parte del Estado.
4) Cárcel para todo empresario acaparador de alimentos o materias primas que lucra con el hambre y la pobreza de millones de personas.
5) Juicios obreros y populares por jurado para todo político corrupto involucrado en el robo de la plata de los trabajadores: ¡que los trabajadores impongan su justicia pronta y cumplida!
6) Expropiación de toda empresa o grupo comercial que impulse el alza del precio del alimento, los transportes u otros bienes: cadenas de supermercados (Wal Mart, Price Mart, Hipermás, Más x Menos o Mega Súper).
7) Escala móvil de salarios por encima de la inflación para todos los trabajadores costarricenses.
8) Ocupación y puesta bajo control obrero de toda fábrica que cierre o despida trabajadores.
Los revolucionarios de la LRS creemos que frente a la asamblea tutelada por los empresarios por Costa Rica, se hace más urgente que nunca que nos organicemos los trabajadores y el pueblo pobre para luchar por nuestras reivindicaciones. Se hace más urgente que nunca impulsar un polo de independencia de clase, y para esto no se puede dejar pasar mucho tiempo, ya que si no hay una respuesta temprana a la crisis del lado de los trabajadores y el pueblo pobre, el cambio brusco que se puede venir en la situación económica puede más bien actuar como una fuerza paralizante para el movimiento de masas.
Le hacemos el más fraternal llamado a los compañeros de las otras organizaciones que se reivindican obreras y socialistas para que organicemos pacientemente pero con seriedad, un gran encuentro obrero y popular, donde los trabajadores podamos dar pasos firmes en nuestra organización de manera completamente independiente de los explotadores del trabajo ajeno, ya sean “aristas” o “patrióticos”. Les proponemos a los compañeros del PST, PRT, el MAS, POS, MTC y otras agrupaciones reivindicadas por la independencia de clase, a que preparemos un encuentro de nosotros los trabajadores para el mes de octubre, que nos permita luchar por un programa como el que proponemos y que nos permita defender nuestros intereses históricos; intereses que es imposible conciliar con los intereses de los empresarios.
[1] La Nación. Sábado 23 de agosto de 2008.