La Conferencia votó como presidencia honoraria de la sesión a los trabajadores y la juventud del pueblo egipcio que están protagonizando un profundo proceso revolucionario en el norte de África, a los estudiantes chilenos que vienen luchando por la educación pública y contra los resabios pinochetistas del régimen, y a los trabajadores e inmigrantes asesinados por las policías Federal y Metropolitana hace un año en el Parque Indoamericano en su lucha por la vivienda. Como presidencia efectiva se eligieron a Daniel Romero, delegado despedido de Disco en lucha, Julio Rovelli, destacado activista LGTB y ex candidato del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, las compañeras Sofía Sagripanti, ex vicepresidenta de la Federación Universitaria de Comahue (FUC) de Neuquén, Mérida Doussou, estudiante de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y Noel Argañaraz dirigente de la lucha secundaria de Córdoba el año pasado, así como a Leo Améndola y Fernando Scolnik por la mesa nacional de la Juventud del PTS.
El debate de la Conferencia comenzó con un informe de este último que planteó los ejes a discutir, partiendo de los documentos presentados previamente y discutidos en todos los plenarios regionales de la Juventud del PTS, aunque la reunión dio un importante paso más allá de lo debatido en la pre-Conferencia, actuando como verdadero órgano dirigente que, lejos de reunirse para cumplir con una rutina, avanzó en los análisis y respuestas políticas. La Conferencia, ligada estrechamente al Congreso del PTS a realizarse los días siguientes, debía discutir el rol a cumplir por la Juventud del PTS en la pelea por construir un partido leninista de vanguardia en Argentina, como parte de la lucha por la reconstrucción de la Cuarta Internacional, de cara al segundo mandato de Cristina Fernández, que estará atravesado por los efectos de la crisis capitalista internacional, el giro a derecha del gobierno que ataca a los sindicatos y la acción directa, así como la “sintonía fina”, es decir, el ajuste del “modelo” contra los intereses de los trabajadores y el pueblo pobre.
Al igual que el Congreso, la Conferencia se hizo bajo la hipótesis de que esta situación abrirá mayores posibilidades a los revolucionarios, aunque no sabemos con qué ritmos, para avanzar en la construcción de un partido leninista de vanguardia que se prepare para vencer en las futuras crisis. Por eso, la discusión central de la Conferencia estuvo articulada alrededor del debate sobre cómo construir una juventud revolucionaria trabajadora y estudiantil del PTS de miles de militantes que se proponga dirigir fracciones en el movimiento obrero y en el movimiento estudiantil, partiendo no sólo de los cambios en la situación política, sino también de las conquistas que ya tiene el PTS, tanto los bastiones y trabajos en estructuras, como así también el importante avance que representó este año el FIT, que instaló a la izquierda trotskista en la escena política nacional. Por eso la necesidad de realizar una Conferencia de Organización que discuta las medidas políticas y organizativas necesarias para estar a la altura de esas conquistas y esos desafíos, para luchar contra el sectarismo y poner en pie esa juventud de miles que se proponga, junto al trabajo adulto del PTS, jugar un rol decisivo en la construcción de una dirección revolucionaria que le permita a los explotados vencer y que esta vez la crisis la paguen los capitalistas.
Las casi 50 intervenciones debatieron sobre algunas de las principales medidas propuestas desde el informe para encarar este desafío. Entre ellas, se incluye iniciativas audaces para revolucionar la estructura actual de la Juventud del PTS con la perspectiva de incluir a miles de compañeros y compañeras nuevos a nuestras filas en el próximo período, partiendo de distintos niveles de adhesión política a nuestras ideas. Un primer nivel tiene que ver con los miles de jóvenes que nos han apoyado políticamente en las elecciones nacionales, estudiantiles y sindicales, que en algunos casos son simpatizantes cercanos de la Juventud del PTS y que todavía no les hemos planteado militar en común, siendo conscientes de la urgencia que tenemos para prepararnos para enfrentar la crisis con una estrategia para vencer, y transmitiendo la tradición y el legado del trotskismo (ver aparte la importante intervención del camarada Emilio Albamonte, que se dirigió a los delegados de la juventud con este contenido). Además, distintas intervenciones explicaron que algunos simpatizantes no se deciden a militar porque aún no conocen todo hasta el final o por falta de tiempo, entre otros motivos, pero a la vez que hay muchos síntomas de que trabajar en una escala de construcción mucho más amplia está absolutamente planteado por la simpatía con la que contamos en miles de compañeros. Por eso la Conferencia resolvió que nos propongamos incorporar a nuestras filas a toda una nueva camada militante de una forma nueva, con una adhesión “sentimental” a nuestro programa, al Manifiesto de la Juventud del PTS. Es decir, a los compañeros que aún no tengan una comprensión científica de nuestro programa y nuestra estrategia pero tiendan a coincidir con sus núcleos fundamentales, aún sin conocerlos hasta el final. Incorporar a esos compañeros y compañeras para hacer una experiencia juntos en la Juventud del PTS, profundizando nuestros acuerdos en la militancia común, luchando codo a codo, y en los debates dentro de nuestra organización, tanto los que hacen a la intervención política inmediata como a la formación teórica y los debates ideológicos.
Para esto la Conferencia resolvió un importante cambio: sugerir a los equipos juveniles del PTS, que serán los que decidan en última instancia, romper toda barrera organizativa, funcionar en común en un 100% en equipos únicos que incluyan a los compañeros del PTS que militan en la juventud y a las y los compañeros nuevos que recién se acercan a militar a la Juventud del PTS. Esta medida parte de apostar tendencialmente a que los compañeros de más tiempo en el partido, que ya tienen una comprensión científica del programa, sean apenas un 30% de los equipos de la Juventud del PTS, cumpliendo el rol de organizar decenas de compañeros en cada equipo y formarlos en nuestra estrategia, nuestra teoría y nuestro programa, en el camino de una rápida rotación en la que ese rol lo pasen a jugar en poco tiempo los más nuevos, yéndose los cuadros a cumplir nuevas tareas en el movimiento obrero y otras tareas partidarias. Los compañeros nuevos, además, se incorporarán ya no en los años de reformismo kirchnerista, de alto conformismo social basado en el crecimiento económico, sino en un nuevo período signado por una mayor lucha de clases y enfrentamiento al giro a derecha del gobierno, lo cual favorecerá la formación de nuevas camadas que se acerquen a las filas de los revolucionarios. Este fue el debate central de la Conferencia para avanzar los cambios políticos y organizativos para construir una juventud revolucionaria de miles.
Por otro lado, además de aquellos que se acercan por una simpatía política más general a nuestras ideas, el otro nivel de compañeros a los cuales nos tenemos que dirigir tiene que ver con aquellos sectores de la juventud que son sensibles a posiciones de izquierda pero que todavía depositan expectativas en el gobierno o en la centroizquierda, pero que está planteado que por la propia dinámica de la situación política pueden acercarse más claramente a las ideas de las izquierda, para lo cual es importante articular un diálogo a partir de tácticas diversas. Por eso la conferencia discutió la importancia de que la Juventud del PTS impulse fuertes campañas políticas, desde el apoyo a los conflictos obreros y populares, hasta tácticas e iniciativas desde Pan y Rosas y l@s compañer@s LGTB, ya que son parte del programa de la Juventud del PTS para luchar contra la opresión (generando también los indispensables debates contra el machismo y la homofobia también en nuestras propias filas), y son fundamentales para dirigirnos a sectores más amplios en lucha con los K que, por ejemplo, niegan el derecho al aborto. De la misma forma, hay otras iniciativas como el viaje a Zanón que realizamos cientos de compañeros, que debemos pensarlas para potenciar la influencia política de las ideas y de las conquistas del trotskismo, estableciendo un diálogo con otras corrientes o agrupamientos, como podría ser la propuesta de que la FUBA y los centros de estudiantes tomaran en sus manos la reivindicación de la gesta ceramista que mostró un camino de salida obrera a la crisis de 2001 y recobra valor frente a la nueva crisis capitalista.
La Conferencia discutió, en este sentido, que la construcción de una juventud de miles tiene que ser fuerte para movilizar en las calles, para actuar como tribuna política haciendo visible la política del PTS, para responder rápido como “infantería ligera” ante los eventos de la lucha de clases, pero que a la vez debemos tener el objetivo de multiplicar los bastiones en el movimiento obrero y en el movimiento estudiantil, para contar, frente a los futuros episodios de la crisis, con fracciones revolucionarias que puedan actuar desde los principales resortes de la economía como la gran industria, los transportes y los servicios, y desde las grandes concentraciones estudiantiles en las cuáles pelear por decenas de miles que aten su destino a la lucha de los trabajadores, siguiendo las tradiciones del Cordobazo y el Mayo Francés. Por eso se discutió también que un 30% de los estudiantes de nuestra organización, además de la juventud trabajadora, deben dedicar lo central de su trabajo militante a la construcción en el movimiento obrero mediante el impulso del periódico clasista Nuestra Lucha, la revista de la Juventud del PTS, e impulsando actividades políticas, sociales, deportivas o culturales, además del apoyo a las luchas. Y en el movimiento estudiantil se discutió sobre la necesidad de jerarquizar más la producción teórica y la lucha ideológica que venimos devaluando, así como la lucha política contra los jóvenes K y las variantes de izquierda reformista como La Mella o el Frente Popular Darío Santillán que tienen peso en distintas universidades pero que plantean estrategias impotentes frente a la crisis capitalista.
También, y con la presencia de compañeros de la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional, se resolvió que en el marco de la crisis capitalista cobran especial importancia las campañas internacionalistas y el apoyo que desde el PTS le podamos dar al desarrollo de los grupos de la FT que están dando importantes luchas por la formación de direcciones revolucionarias, participando con una estrategia revolucionaria en las luchas de los indignados en el Estado Español, peleando por una fracción revolucionaria en el NPA francés, siendo protagonistas del movimiento estudiantil chileno contra la política conciliadora del PC, plantándose contra la represión a los TIPNIS en Bolivia, enfrentando la militarización de la USP en San Pablo, o contra la militarización en México, entre algunas de las principales luchas que están dando distintos grupos de la Fracción Trotskista.
Por último, la Conferencia resolvió la conformación de una mesa nacional de coordinación de la Juventud del PTS de carácter federativo, con la participación de compañeros de todas las regionales, y el Congreso del PTS incorporó nuevos compañeros y compañeras de la juventud a su Comité Central, sumándose a los que ya eran parte.