Los días 17 y 18 de octubre se realizaron las elecciones
para definir la dirección de la federación de estudiantes de la UCR, las
cuales concluyeron con 4228 votos para Progre impulsado por la juventud del
Partido Acción Ciudadana (PAC) y un sector del Frente Amplio, 3164 para
Convergencia impulsada por el PT/LIT, 938 para Ya Basta y 836 para Abran
Paso (PRT/LRS), con 364 votos nulos.
Abran Paso consiguió aproximadamente el 9% de los votos, lo
que parece reflejar un voto más “activista”, en razón de los
integrantes de la lista y su discurso, que lamentablemente, aunque incluyó
demandas justas que consensuamos para el programa (como los derechos de los
estudiantes trabajadores o que ya son madres o padres), no se dirigió a
dialogar con el conjunto de los estudiantes de la UCR, sino con un sector más
reducido y menos resistente a un discurso marcadamente "combativo",
sin haber procesos abiertos de lucha. No se tomaron como centro demandas
democráticas elementales dentro de la Universidad como la necesidad del voto
universal y la democratización a la hora de tomar decisiones clave; o la
necesidad de enfrentar aspectos como la corrupción creciente tanto a nivel
nacional como dentro de la propia casa de estudios, que tendieran a proyectar a
la lista Abran Paso a los grandes problemas políticos dentro de la UCR así como
a nivel nacional.
Más allá de esto, de nuestra parte caracterizamos en un
primer momento que había un espacio importante para la izquierda, cuando se
habían inscrito sólo listas vinculadas a grupos como el PT, NPS y nosotros en
alianza con la JR. Este panorama sin embargo cambió luego de que el Tribunal
Electoral cedió ante las presiones de Progre, que incluso hizo movilizaciones (que
ahora esperamos que convoquen también para el próximo once de noviembre) y
amenazó con apelar el proceso electoral. Sobre esto y la política de las
distintas tendencias nos parece necesario hacer un balance.
La falta de una política para enfrentar la corrupción
“progresista”
Lejos de algún escenario prescriptivo que impidiera a priori
la participación de cualquier tendencia, la realidad es que Progre no cumplió
“ni en tiempo ni en forma” con los requisitos que cumplieron las demás agrupaciones,
pues más bien contaron con una prórroga exclusiva en la que pudieron presentar
los requisitos pendientes y lograr la inscripción. Por si esto fuera poco
durante el proceso electoral se presentaron irregularidades, como por ejemplo la
participación abierta del Presidente actual de la Federación en la campaña
electoral.
En ese escenario, nos pareció vergonzosa la política de
tendencias como Convergencia o Ya Basta, que a pesar de que después se
reubicaron a "izquierda" como adversarios de Progre, no tuvieron
reparo en sostener reuniones con miembros de Progre (en las cuales participó Camilo
Saldarriaga actual presidente de la FEUCR), lo cual terminó por darle oxígeno
al brazo estudiantil del PAC (y en menor medida del FA), siendo quizá la forma
más visible de esto la propuesta de Convergencia de realizar una asamblea para decidir
la participación de una tendencia que estaba desarmada apenas semanas antes de
que iniciara el proceso electoral.
A lo interno de Abran Paso, desde la LRS propusimos
denunciar la corrupción y colaboración entre Progre y el TEEU, la desigualdad
de las condiciones para los distintos partidos, así como los acuerdos por abajo
en el local del PT entre Convergencia y Progre el día lunes 23 de setiembre.
Además planteamos llevar hasta el final la exigencia de que renunciara Camilo
Saldarriaga por utilizar su puesto en la FEUCR y por ende los recursos de esta
para realizar campaña política a favor de Progre al mejor estilo de los
partidos políticos tradicionales.
Ninguna denuncia se hizo de conjunto, ni de las situaciones
más inmediatas presentadas durante la campaña electoral, ni a la práctica
política burocrática y de derecha de Progre en la Federación. Esta situación,
más allá de las carencias propias de Abran Paso, creemos que ayudó a los
jóvenes del PAC a ganar espacio y consolidarse apenas unas semanas antes de las
elecciones. Se les claudicó pues no se les denunció abiertamente. Si bien esto
por sí sólo no explica el resultado final, nos parece que fue un factor
político de peso sobre el cual es necesario reflexionar.
La participación de la LRS en Abran Paso y nuestras
perspectivas frente al triunfo de Progre
Más allá de la participación formal en las elecciones,
intervenimos de forma táctica en estas para poder establecer un diálogo con un
importante sector de compañeros y compañeras que vienen participando de las
últimas luchas y procesos de organización así como haciendo su experiencia
con las agrupaciones tradicionales que durante años han mostrado que sólo
pueden ofrecer un manejo burocrático y rutinario al conjunto del movimiento
estudiantil, a través de pactos de distinto tipo con las autoridades
universitarias (como en el caso de Progre), o por medio de políticas
conciliadoras y distintas alianzas oportunistas.
Nos parece que se trató de una oportunidad para hacer
propaganda de un programa político que toma aspectos centrales de las últimas
luchas a una escala mayor a la habitual, utilizando la institucionalidad
de la Universidad para re organizar y activar el movimiento estudiantil.
En un marco donde se avecinan importantes luchas dentro y
fuera de la universidad, y con una FEUCR que intentará ser contenida por Progre
durante un año más, sin duda será clave pensar las vías para intervenir en
frente único entre distintas tendencias políticas con tal de enfrentar el
próximo gobierno, que probablemente llegue con la tarea de profundizar los
ajustes de Chinchilla sobre la educación así como reorganizar el presupuesto
nacional en función de la austeridad y las necesidades de los grandes
empresarios.
Creemos que el punto de partida hoy en la Universidad pasa
por impulsar espacios de lucha conjuntos para defender la educación y los
servicios públicos amenazados por el PLN y los partidos de los empresarios. Además,
es necesario activar el movimiento estudiantil para que luche y se movilice en
solidaridad con las luchas de los trabajadores de la ciudad y el campo, cada
vez más afectados por las políticas neoliberales del gobierno.
Lo anterior constituye una base mínima para impulsar la
coordinación y articulación política, pero obviamente también es necesario extraer
lecciones de luchas como la de noviembre del año pasado (hasta ahora el proceso
más dinámico a nivel universitario en los últimos años); así como de la
política y el rol de las distintas tendencias políticas en el marco de estos
procesos. Esto es así porque no se pueden obviar las diferencias políticas que
han quedado al descubierto en los últimos procesos de resistencia dentro de la
juventud, y la única forma de avanzar de manera principista consiste en
reconocer aciertos o equivocaciones.
El intercambio directo y honesto, la extracción de lecciones
estratégicas, y la acción conjunta a partir de esta base, son los factores que
pueden abrirle paso a una práctica política que busque superar la dinámica
actual de dispersión y desarticulación entre los distintos agrupamientos que
hoy intervenimos en el movimiento estudiantil. Hacemos esta invitación a la JR
del PRT con quienes hicimos un ejercicio de trabajo conjunto en las pasadas
elecciones, pero la extendemos para todos aquellos activistas y tendencias
políticas que busquen construir de manera consecuente una alternativa
independiente de Progre, de la Administración de la Universidad y los partidos
políticos empresariales nacionales.