Por LER-QI, Brasil
En el cuarto día de la histórica huelga de los trabajadores del subte de San Pablo, que paralizó la principal capital del país y a 4 días del inicio de la Copa del Mundo, el Tribunal Regional de Trabajo (TRT) juzgó la huelga como abusiva, mostrando una vez más que está al servicio de las clases dominantes.
Ahora, estamos defendiendo con todas nuestras fuerzas: fortalecer la huelga y los piquetes. Con la unidad de este sector que tiene un enorme peso social y con el apoyo de trabajadores y jóvenes ¡es posible vencer!
¡Tarjeta roja al TRT! ¡Por el derecho a huelga!
¡Fortalecer la huelga y los piquetes!
¡Todo el apoyo a los trabajadores del subte!
¡No a la represión a los huelguistas y a la militarización del subte!
¡Ningún castigo a los huelguistas y respuesta a sus reivindicaciones!
¡Todos al piquete y al acto en la estación Ana Rosa, el lunes 9/6 a las 7hs. de la mañana!
En el cuarto día de la histórica huelga de los trabajadores del subte de San Pablo, que paralizó la principal capital del país y a 4 días del inicio de la Copa del Mundo, el Tribunal Regional de Trabajo (TRT) juzgó la huelga como abusiva, mostrando una vez más que está al servicio de las clases dominantes.
El poder judicial viola abiertamente el derecho democrático de huelga
alegando que los trabajadores del subte deberían mantener el 100% de
los servicios en funcionamiento en los horarios pico, respaldando la
intransigencia del gobierno de Alckimin (PSDB) y la Justicia, que
mantiene el 8,7% de aumento salarial propuesto inicialmente por el
gobierno y se niega a responder sobre el resto de las reivindicaciones
de los huelguistas.
Con el objetivo de quebrar la creciente disposición de lucha que se
viene verificando en sectores cada vez más amplios de la clase
trabajadora, después del triunfo de los barrenderos de Río de Janeiro,
el Tribunal determina el descuento de los días de paro y una multa
contra el sindicato. Con eso buscan imponer, a través de un castigo
ejemplar a los trabajadores del subte, una derrota al conjunto de la
clase trabajadora.
Pero los trabajadores del subte dieron una respuesta contundente. En
una asamblea con 3 mil trabajadores aprobaron la continuidad de la
huelga por amplia mayoría y el refuerzo de los piquetes. Al unísono, los
trabajadores agitaron la canción de guerra que era entonada por los
barrenderos de Río de Janeiro y que se extendió por el país como
expresión de combatividad: “¡No hay arreglo!, ¡no hay arreglo!”. Aún
así, el gobierno del Estado sigue amenazando con el despido en masa de
los huelguistas como forma de presión para que vuelvan al trabajo.
Los trabajadores del subte en huelga se ubicaron como expresión
avanzada de la combatividad que se viene desarrollando en la clase
trabajadora, cuando varios sectores deciden enfrentarse con la supuesta
“ilegalidad” al servicio de los patrones y de los gobiernos para
defender sus demandas. Para eso, se apoyan en la unidad para la lucha y
en la búsqueda de una alianza con la población que sufre servicios
públicos carísimos y de pésima calidad mientras ríos de dinero son
destinados a los estados de la Copa, para maximizar las ganancias de la
FIFA y sus socios capitalistas.
A pesar del llamado “plan de contingencia” a través del cual la
empresa trabaja para quebrar la huelga utilizando jefes, personal
administrativo y de entrenamiento, el impacto del paro es enorme, no
solo por perjuicio económico a los capitalistas locales sino
principalmente por los riesgos frente a la Copa.
Al segundo día de huelga, el viernes 6/06 la represión policial al
piquete de la estación Ana Rosa (una de las cabeceras de línea más
importantes de la ciudad), que por varias horas impidió el
funcionamiento del plan de contingencia, hizo que la huelga tuviera un
nuevo protagonismo, ganando las páginas de la prensa internacional. La
brutalidad del gobierno quedó demostrada con las bombas y las balas de
goma, descargadas sobre los trabajadores del subte que buscaban defender
su derecho de huelga y denunciar los enormes riesgos a los cuales la
empresa estaba sometiendo a la población al emplear, para hacer
funcionar el servicio, a personal sin debido entrenamiento.
Si luego de la huelga de los choferes, el gobierno había militarizado
toda la ciudad, con decenas de policías instalados en las áreas
externas de las estaciones centrales del subte, luego del piquete en Ana
Rosa, la policía se instaló en el interior de las estaciones portando
ostensivas ametralladoras.
Con la instalación de las Fuerzas Armadas en las calles, para
garantizar “la ley y el orden” durante la Copa, y el silencio frente a
la intransigencia y la amenaza del descuento de los días de paro de
parte de Alckimin, el gobierno petista de Dilma se convierte en cómplice
de la represión del gobierno tucano (PSDB) del Estado de San Pablo,
contra los trabajadores del subte.
Actuando junto con independientes en la agrupación Metroviários pela Base (Metroviarios desde las Bases),
desde la LER-QI tenemos el orgullo de estar en la primera línea para
poner de pie esta fuerte huelga; de la organización desde las bases para
desarrollar un nuevo activismo que fue la clave de la combatividad de
los piquetes; de la preparación del sector para enfrentar a la Justicia;
del llamado a la unificación de todas las luchas en curso, como la
huelga de los trabajadores de a Universidad de San Pablo, en un paro
nacional y de la construcción de una alianza con la población a través
de la defensa de la reducción de las tarifas y la estatización del
transporte bajo control de los trabajadores, defendiendo también las
liberación de los molinetes en diversos momentos.
Ahora, estamos defendiendo con todas nuestras fuerzas: fortalecer la huelga y los piquetes. Con la unidad de este sector que tiene un enorme peso social y con el apoyo de trabajadores y jóvenes ¡es posible vencer!
La Central Única de Trabajadores (CUT), la Central de Trabajadores
Brasileros (CTB) y Fuerza Sindical deberían concretar el apoyo que
declararon en la asamblea de los trabajadores del subte el pasado
viernes y convocar a un paro nacional para fortalecer esta lucha y que
se unifique con los demás conflictos en el país. En la medida en que no
lo hagan, demostrarán su sumisión al gobierno de Dilma y Alckimin y su
complicidad con el intento de imponer una derrota a los trabajadores del
subte.
Todos los sindicatos, organizaciones políticas, entidades
estudiantiles y populares dirigidos por la izquierda tienen la
obligación de fortalecer la más amplia solidaridad activa con la lucha
de los trabajadores del subte de San Pablo, participando de las acciones
del sector y realizando actos y cortes de ruta en varias regiones del
país.
¡Fortalecer la huelga y los piquetes!
¡Todo el apoyo a los trabajadores del subte!
¡No a la represión a los huelguistas y a la militarización del subte!
¡Ningún castigo a los huelguistas y respuesta a sus reivindicaciones!
¡Todos al piquete y al acto en la estación Ana Rosa, el lunes 9/6 a las 7hs. de la mañana!