Los días 18 y 19 de octubre se estarán realizando en la Universidad de Costa Rica las elecciones federativas tal como ocurre cada año; en esta ocasión con la particularidad que son cinco las tendencias que se disputan la FEUCR: Juntos (impulsado por la derecha universitaria ligada al PLN), Progre (impulsada por miembros del PAC), Alternativa (impulsada por el Frente Amplio), Ya Basta (impulsada por la Juventud Socialista-JS), y Convergencia (actualmente en la presidencia de la FEUCR e impulsada por el MAS/PT).
Antes que todo, nos parece
necesario partir de que las actuales elecciones se desarrollan en un contexto
atravesado por los recortes presupuestarios que el gobierno y los partidos de
la derecha en la asamblea, han venido impulsando en los últimos meses
bajo el argumento de la “austeridad” en el sector público traducido en la
universidad centralmente en los recortes de becas, restricciones de cupos y
reducción de cursos, así como los congelamientos de salarios a los trabajadores
universitarios; lo anterior de forma paralela a la creciente penetración del
Banco Mundial en la educación superior pública inicialmente a través de la
concreción de un préstamo por $200 millones, ofrecido por el gobierno como
contraparte al desfinanciamiento impuesto con el V Convenio del FEES.
A los elementos anteriores hay
que sumar el creciente ambiente represivo dentro de la universidad, que se
profundiza mientras se estrechan los lazos y la “coordinación” entre la policía
universitaria y las autoridades universitarias con los cuerpos represivos del
estado (Fuerza Pública y OIJ), en una clara amenaza a la autonomía
universitaria.
Por todo lo anterior,
más allá de los programas electorales, nos parece importante partir del
rol que las distintas tendencias políticas que las impulsan han tenido en el
contexto mencionado, cuyo rasgo característico en la UCR ha sido la
desorganización del movimiento estudiantil ante las crecientes amenazas sobre
la educación pública.
Primero acerca de Juntos y
Progre, vale recordar que tanto el PLN como el PAC se han concentrado en
impulsar junto a otras fracciones de derecha como el PUSC y el Movimiento
Libertario los llamados “planes de austeridad”, signados por crecientes
recortes de presupuesto en el gobierno y el conjunto de instituciones autónomas
(incluidas las universidades); así como en el impulso a proyectos como la Ley
de Finanzas Públicas, que entre otras cosas plantea sustraer recursos de los
superávits y utilidades de las instituciones estatales para financiar el
creciente déficit fiscal del gobierno, mientras que los empresarios
siguen gozando ya sea de millonarios subsidios y créditos baratos o de las
multimillonarias exenciones como ocurre con las zonas francas. Por todo esto,
más allá de los discursos, creemos que Juntos o Progre como hijos de dos de los
principales partidos burgueses del país no pueden en los hechos ofrecer nada
favorable a la educación pública y los intereses del estudiantado.
Para el caso de Alternativa
(sostenida por el Frente Amplio), recordemos que a nivel de la Asamblea
Legislativa, el FA a través de su diputado Villalta no tuvo ningún reparo en
unirse a las fracciones de “oposición” dentro de la llamada “Alianza por Costa
Rica” (PUSC, PAC y ML,) que como mencionamos, han estado en primera fila
junto al PLN para impulsar los recortes presupuestarios que afectan cada día
más a las universidades. Por otra parte, la juventud del Frente Amplio fue
parte de la dirección de la FEUCR durante el 2011 junto a los integrantes
universitarios del PAC, cuando Progre (impulsada en ese momento por ambas
tendencias) llegó a la presidencia de la federación con el apoyo de las
autoridades universitarias, a cambio de que frenaran y desactivaran
cualquier posibilidad de movilización estudiantil; fieles a ese mandato,
transcurrió un año vacío de cualquier tipo de movilización, asambleas, o
espacios tendientes a la organización y la lucha en la universidad.
Ya Basta es la tendencia
impulsada por la Juventud Socialista (JS); de forma contradictoria este
grupo con tal de alcanzar el directorio de la FEUCR en las elecciones del año
pasado, selló una alianza con sectores de la derecha universitaria que habían
sido parte de Juntos en las elecciones del 2010 y que habían encabezado la
persecución a quienes participamos de la lucha contra los recortes del FEES.
Por último, Convergencia
impulsada por el MAS/PT, aunque llegó a la FEUCR desde noviembre del año
pasado, dirigió todos los recursos y las fuerzas posibles para impulsar el
llamado Encuentro Nacional de Estudiantes en el mes de Abril, y 5 meses después
una reedición de este, ambos sin mayor provecho práctico o resultado
organizativo. De esta forma, lamentablemente las facilidades que permite un
aparato como la FEUCR no fueron usadas por ejemplo para enfrentar los recortes
de becas y beneficios como la alimentación, o en grandes campañas que sirvieran
de preámbulo a la lucha por la defensa de la autonomía universitaria. En un
segundo plano pueden mencionarse las campañas conservadoras financiadas con
recursos de la federación (Sin tragos al volante) o el patrocinio recibido por
el actual directorio de las cuentas del Grupo Nación (abanderado de los
recortes y conocido enemigo del movimiento estudiantil) para la Semana U.
Más recientemente, hay que
agregar que todas estas agrupaciones se limitaron a usar la movilización del
martes 9 de octubre sin más objetivo que organizar sus agrupaciones
electorales, tal como ocurrió con la jornada de movilización del 29 de
setiembre del año pasado, mostrando que desde su perspectiva la movilización no
tiene cabida más que como plataforma electoral. Pero además, al mismo tiempo de
forma escandalosa huyeron justo cuando ese día se presentaron los
enfrentamientos con la policía, abandonando a los más de 600 estudiantes que
nos quedamos hasta el final de la jornada de protesta frente al Congreso, y
luego incluso condenaron públicamente a los participantes, al lado de los
medios de comunicación.
Tomando en cuenta todo lo
anterior, desde la LRS creemos que un aparato como la FEUCR puede ser de gran
utilidad para desarrollar la organización y articulación del movimiento
estudiantil, pero por lo visto esta perspectiva parece ser la opuesta al
electoralismo rutinario que ha caracterizado la actividad de las
organizaciones mencionadas, y que ha dejado relegado el hecho de que la
profundización de la crisis capitalista mundial y sus efectos en Costa Rica ya
preanuncian escenarios donde será necesario enfrentar las distintas amenazas a
la educación pública con lucha en las calles, para lo que hace falta impulsar
conscientemente la organización y articulación del movimiento estudiantil.
Desde nuestra pequeña liga
revolucionaria no apostamos a la política del "mal menor" o el
"voto útil" en estas elecciones, es decir, votar por el
grupo "menos malo", como por ejemplo Convergencia, que es el grupo
con discurso de izquierda que tiene mayores posibilidades de reproducirse en la
Federación. Todo lo contrario: creemos que es clave aprovechar el momento
actual para el agrupamiento paciente de los sectores más combativos del
estudiantado, para impulsar una corriente revolucionaria que se plantee superar
el marco electoral y tome como objetivo central la organización y la
movilización del estudiantado junto a los trabajadores y sectores populares que
salgan a luchar; y pueda así contribuir en el próximo período a recuperar
el rol que históricamente ha tenido el movimiento estudiantil, siguiendo hoy el
ejemplo de luchas como las protagonizadas por los jóvenes en el Estado Español,
México o Chile.
Desde ya invitamos a los
compañeros y compañeras que coincidan con nosotros en la necesidad de construir
una sólida alternativa frente a la derecha universitaria y las agrupaciones
conciliadoras y burocráticas a que tomemos contacto y cerremos filas en esta
perspectiva.
LIGA DE LA REVOLUCION SOCIALISTA | LRS