Por Johanán León
El reciente visto bueno de los diputados
a los denominados eurobonos, y la firma del préstamo con el Banco Mundial para
las universidades públicas, son tan sólo un par de elementos que plantean
reabrir la discusión sobre el problema de la deuda externa; especialmente hoy
cuando ya se preanuncia un período atravesado por los efectos de la crisis
capitalista mundial en la dependiente economía nacional, y la profundización de
las medidas de “austeridad” impulsadas desde el gobierno.
Sobre los eurobonos
Semanas atrás fue anunciada la aprobación
en la Asamblea Legislativa para que el gobierno emita eurobonos[1] por un total de $4,000 millones (¢2
billones aproximadamente), distribuida en emisiones anuales de $1,000 millones;
esto con el objetivo de “aliviar” la presión de la creciente deuda interna
sobre las tasas de interés locales, ante la incesante búsqueda de recursos
frescos.
Como señalaba en una nota el diario El
Financiero, desde ya estos bonos son apetecidos en Wall Street por los
principales bancos de inversión estadounidenses como Goldman Sachs, JP Morgan,
Citigroup o el Bank of America (los mismos que se repartieron las millonarias
inyecciones de fondos públicos de Obama) y estos recibirían jugosos intereses
que podrían rondar un 5%[2].
Además de los millonarios pagos por
concepto de intereses, vale señalar que tan sólo de la primera emisión de
$1,000 millones para este año, se destinarán $300 millones (unos ¢150,000
millones!) para el pago de deuda externa ya vencida[3], lo que desde ya pone al descubierto a
quienes beneficiará este abismal endeudamiento.
Sin embargo, más allá de la repercusión
mediática del tema, aunque no es la primera vez que un gobierno echa mano de los
llamados eurobonos, la administración de Chinchilla esta vez lo hace a una
escala mayor y en un contexto distinto al de los años anteriores. Las
implicaciones de esta nueva jugada pueden ilustrarse con el claro ejemplo del
pago de $260 millones (¢130,000 millones aproximadamente) que realizó el
Ministerio de Hacienda en febrero pasado para cancelar intereses y capital
correspondientes a una emisión realizada años atrás del denominado eurobono
CR2012, mientras anunciaban la emisión de nueva deuda interna para recuperar lo
pagado.[4]
Esa peligrosa y estrecha relación entre
la deuda externa y la local ha sido precisamente la dinámica que por años ha
disparado la deuda interna[5], a tal punto que a junio de este año el
saldo de esta ya alcanzaba -tan sólo a nivel del Gobierno Central- más de 6
billones de colones, y al cierre del año pasado implicó un gasto de ¢200,000
millones en intereses (la quinta parte del déficit fiscal anunciado para el
2011!), que terminaron engrosando las ganancias de empresarios locales [6].
La apuesta del gobierno ante los
abismales niveles de la deuda interna ahora parece ser intentar patear los
primeros efectos de la crisis capitalista hacia adelante con la deuda externa,
y en ese sentido no serán los eurobonos el único mecanismo del que intenten
echar mano.
Los préstamos con el Banco Mundial
Aparte de los eurobonos, otro de los
mecanismos de maniobra que viene privilegiando el gobierno parecen ser los
préstamos con el Banco Mundial, tal como lo demuestra la firma del empréstito
por $200 entre los rectores de las universidades públicas y ese organismo
imperialista; cuya concreción actualmente sólo espera la votación en la
Asamblea Legislativa[7]. Vale recordar que este préstamo fue fraguado
en paralelo a los recortes presupuestarios contenidos en el V Convenio del FEES
que firmaron los rectores y el gobierno en el año 2010, lo que en palabras
simples se trata de un canje de financiamiento estatal por deuda externa.
Pero no se trata de un caso aislado en la
administración de Chinchilla, pues aparte del crédito contraído en el año 2010
por $500 millones para pago de deuda externa[8], recientemente los jerarcas de la
CCSS vienen gestionando un préstamo con este mismo ente por un monto de $400
millones para la supuesta construcción de un nuevo hospital en Puntarenas luego
de los daños provocados por el terremoto de las semanas anteriores, así como
uno en Cartago y Turrialba.[9] De esta forma mientras los empresarios que
le deben cientos de miles de millones a la CCSS continúan realizando sus
negocios tranquilamente, el gobierno y sus jerarcas sólo ofrecen más deuda como
respuesta a las necesidades impostergables en el campo de la salud pública.
El problema de fondo: La estafa de la
deuda externa
Los millonarias sumas que serán desembolsadas
anualmente para pagarle a los capitalistas de Wall Street y a los empresarios
tenedores de deuda interna (contraída en su mayoría para pagar la externa),
dejan una vez más al descubierto la falsedad del discurso de “austeridad” que
el gobierno ha venido propugnando al lado de los crecientes recortes de
presupuesto en la salud y la educación públicas, y a la vez que impulsa medidas
como los despidos y la “movilidad” o las leyes dirigidas a atacar el salario en
el sector público; todas ampliamente elogiadas en la intensa campaña mediática
de la prensa y las cámaras empresariales sobre el “problema de los salarios”.
Así es cada vez más claro que se
incrementan los recortes y la deuda externa, pero los empresarios siguen
gozando de subsidios multimillonarios, créditos baratos y por supuesto
millonarias exenciones fiscales, mientras se invierte cada vez más en la
policía y el aparato represivo encargado de proteger sus negocios ante
eventuales estallidos sociales, y continúa la escandalosa corrupción y el
despilfarro millonario por parte del gobierno.
Para dimensionar esta gran estafa, hay
que señalar que al mes de junio la deuda externa ya superaba los ¢2
billones de colones[10], y con los “nuevos” eurobonos en cuestión
de cuatro años se duplicaría, esto sin tomar en cuenta el incremento producto
de nuevos intereses y más préstamos que el gobierno pretenda impulsar ante el
creciente acortamiento de los márgenes de maniobra al calor de la crisis
capitalista.
Lejos está todo este tema de ser un
asunto reciente, pues históricamente la deuda externa ha sido una cadena del
imperialismo común a los países semicoloniales como Costa Rica y el conjunto de
América Latina, que por años han visto desangrarse sus economías en beneficio
de organismos como el FMI, el BM, o el BID, que las saquean con millonarios
pagos mientras se aseguran cada vez mayor penetración y control mediante
la imposición de sus condiciones; como ha sucedido especialmente tras la crisis
de finales de los ’70 y hasta la actualidad.
Por eso hoy cuando el gobierno y los
empresarios quieren recetar más recortes y claman con su doble discurso nuevas
medidas de “austeridad” y “contención del gasto”, es más que nunca necesario
luchar por el no pago de la deuda externa; una deuda que no es nuestra pues no
hemos sido los trabajadores quienes la contrajimos sino la burguesía para
sus propios negocios a través de los gobiernos de turno, haciéndonos luego
pagar por ella mientras continúa enriqueciéndose como ha sucedido por décadas.
Todos los recursos que hoy se destinan al pago de la deuda externa deben
dirigirse a cubrir las necesidades más elementales de la clase obrera y los
sectores oprimidos como el empleo, vivienda, la salud y la educación.
[1]
Contrario a lo que el nombre puede sugerir, este tipo de bonos tienen por
características principales que son colocados en mercados financieros
internacionales y se emiten en una moneda distinta a la del país emisor,
generalmente en dólares.
[2] “Hay
apetito por la nueva emisión”, www.elfinancierocr.com, 2 de setiembre de 2012.
[3] “Eurobonos
limitarán deuda interna”, El Financiero, Edición 876, Julio 2012
[4] http://www.revistasumma.com/finanzas/22397-ministerio-de-hacienda-costarricense-pago-us$260-millones-por-eurobonos.html
[5]
A la vez que
se desembolsan cifras multimillonarias por concepto de deuda, el gobierno ya
viene anunciando que financiará el 43% del presupuesto del 2013 con deuda
interna, pagando a los empresarios que adquieren esta deuda elevadas tasas de
interés. En un próximo artículo trataremos estos aspectos.
[6] BCCR,
Informe de coyuntura económica Agosto 2012
[7] “Concluye etapa inicial de negociaciones sobre préstamo del Banco Mundial”,
www.semanario.ucr.ac.cr
[8] “Banco
Mundial giró crédito por $500 millones, La Nación”, 17 de setiembre de 2010.
[9] “CCSS
analiza construcción de nuevo hospital en Puntarenas con préstamo del Banco
Mundial”, www.telenoticias7.com.
[10] BCCR,
Informe de coyuntura económica Agosto 2012.