Aunque
las políticas que hoy amenazan las condiciones y derechos laborales de miles de
trabajadores ya eran anunciadas desde hace varios meses por medio de distintas
directrices de “austeridad” giradas por los jerarcas del ICE a partir de las
instrucciones del propio gobierno, lamentablemente la prioridad de los
dirigentes sindicales no ha sido organizar seriamente la lucha sino más bien
postergarla lo más posible.
Su
actividad ha estado centrada en recurrentes reuniones para “asesorar” y
“aconsejar” a la Presidencia Ejecutiva (incluido el corrupto Eduardo Doryan en
su momento) y el Consejo Directivo, o sea, los mismos que hoy quieren descargar
sobre las espaldas de los trabajadores las consecuencias de años de corrupción,
derroche y privilegios a los grandes empresarios. Esto sin mencionar la reunión
que hace escasas semanas mantuvieron Fabio Chaves y el resto de dirigentes del
FIT durante largashoras con Laura Chinchilla “para intercambiar opiniones sobre
el ICE” luego de la cual llamaba a entablar un “diálogo nacional”[1], como si no
fuera desde el gobierno y el PLN de donde surgen principalmente las políticas
contra las que hoy hace falta luchar como la llamada Ley de Contingencia
Eléctrica que amenaza al sector eléctrico.
Por
otra parte, dirigentes como Jorge Arguedas de Anttec no han tenido problema en
mantener alianzas con partidos empresariales como el PAC o el PUSC (a través de
Luis Fishman), que han sido precisamente impulsores de la “austeridad” y los
recortes presupuestarios en el sector público. A su vez el Frente Amplio, con
el que tiene afinidad la dirigencia de ASDEICE, ha estado aliado a estos
partidos y al mismo Movimiento Libertario (abanderado de las privatizaciones)
en la llamada Alianza por Costa Rica.
El
tiempo corre y hoy en lugar de la conciliación y la colaboración con los
enemigos internos y externos del ICE, creemos que es necesario un verdadero
plan de lucha que parta de impulsar la movilización y que incluya entre sus
principales ejes la lucha contra la Ley de Finanzas públicas y los recortes presupuestarios
del gobierno, la incorporación inmediata a planilla permanente de todos los
trabajadores ocasionales y tercerizados, así como la exigencia de que sean
publicados los libros contables y se impulse la lucha contra las alzas en la
electricidad y los servicios públicos.
[1] Diario
Extra, 29 de junio de 2012.