El pasado lunes 30 de julio se
llevó a cabo una importante jornada de movilización del ICE, durante la cual
unos 7000 trabajadores de la electricidad y las telecomunicaciones provenientes
de planteles y proyectos de distintas regiones del país se movilizaron por las
calles de San José.
Los trabajadores salieron a
protestar no sólo contra los nuevos intentos de privatización en el sector
electricidad, sino además contra las medidas que hoy amenazan el empleo y las
condiciones de trabajo de miles, impulsadas por los jerarcas del ICE en
conjunto con el gobierno como el despido (en los hechos) de trabajadores
interinos (“ocasionales”), movilidad laboral, recorte de jornadas, no pago de
horas extras y flexibilización de horarios; muchas de estas por ahora llamadas
“voluntarias” pero que muy posiblemente pasarán a ser impuestas si no hay
luchas profundas en los próximos meses.
De esta forma la jornada fue
una de las más importantes desde la lucha contra el TLC en 2007, pues incluso
superó la movilización de unos 4000 trabajadores el pasado 15 de febrero
por el tema salarial; lo cual demuestra que hay una importante disposición de
salir a luchar contra los recortes de presupuesto y los planes de ajuste, la
creciente corrupción y los intentos de privatización de la institución.
Todo esto está muy por encima
de la imagen moderada que hacia afuera han querido proyectar los burócratas
sindicales, en el sentido de que todo giró únicamente en torno al llamado
movimiento “Por el derecho a la luz”, dejando de lado las principales demandas
de los trabajadores.
Sin embargo, aún con la
importante asistencia, es clave que esta jornada no quede como un hecho aislado
precisamente cuando las medidas y planes antiobreros ya comienzan a ponerse en
marcha; sino que más bien hace falta multiplicar acciones de este tipo en
momentos en los que no dejan de quedar en evidencia crecientes fricciones en las
alturas en el gobierno que pueden despejar el camino a la lucha.
Sobre todo es necesario
unificar fuerzas con el resto de trabajadores del sector público que también
están en la mira de los planes de ajuste del PLN y el resto de partidos
empresariales, pero que aún no salen a las calle tal como ocurre en la CCSS y las
universidades estatales donde están en riesgo los trabajadores y los
estudiantes; todo en la dirección de buscar ganar la confianza de los
trabajadores del sector privado (la mayoría de la clase trabajadora del país) y
los sectores populares combinando la lucha plenamente gremial del ICE, con
reivindicaciones nacionales democráticas, como la derogatoria de la Ley
Mordaza, el cese del fortalecimiento del aparato represivo, o la no entrada de
barcos de EE.UU a Costa Rica; combinado con el enfrentamiento contra la Ley
para el Manejo Eficiente de las Finanzas Públicas, donde se concentran los
principales ataques del gobierno contra los trabajadores.
Desde la LRS llamamos a los trabajadores del ICE
que sostengan posiciones antiburocráticas y que quieran llevar hasta el final
sus reclamos, a que tomen contacto con nosotros, con tal de impulsar en
conjunto una fuerte corriente clasista y combativa desde abajo, que ayude a
propinarle golpes más certeros a los capitalistas del país y que paguen por la
crisis.