Este 3 y 4 de Mayo Barack Obama, el presidente de la mayor
potencia capitalista del mundo, estará en
Costa Rica en el marco de la cumbre del SICA
al lado de los presidentes de la región. Los altos jerarcas del gobierno
han señalado en distintos momentos que se tratarán temas de seguridad, comercio
y cooperación; calificativos con los que encubren la injerencia imperialista en
suelo costarricense y latinoamericano.
Desde la LRS consideramos:
1) Que la visita del Presidente Barack Obama a la Cumbre de
Presidentes del Sistema de Integración Centroamericano vuelve a poner al
descubierto el grado de subordinación de los países de la región (incluida Costa
Rica) al Imperialismo norteamericano: lo que se refleja no solo en el grado de
servilismo expresado por la Presidenta Chinchilla en las invitaciones a
reunirse con el “excelentísimo señor Obama”, sino también en los pactos en
“seguridad” y “cooperación” que desde ya comprometen a Costa Rica con la
política exterior de la potencia norteamericana; mientras todos los acuerdos de
saqueo y entrega al capital transnacional como el TLC siguen en pie,
beneficiando a los grandes empresarios asociados a los capitales imperialistas.
2) Que Centroamérica tiene una importancia geopolítica
excepcional para los Estados Unidos: en primer lugar porque han utilizado a la
región históricamente como su “patio trasero” y punto de apoyo para imponer su
política a los pueblos latinoamericanos, sea por medio de la intervención
directa de marines o golpes de Estado, tal como se demostró décadas atrás con
su rol en la organización del golpe de Estado en Chile en 1973, su apoyo al
golpe en Argentina en 1976, así con la invasión de marines a Nicaragua, los
bombardeos en Guatemala para derrocar al presidente Jacobo Arbenz, la instalación de la Escuela de las Américas
en Panamá , y una lista interminable de injerencia en la soberanía de los pueblos
latinoamericanos, siendo el caso más reciente el golpe de Estado en Honduras
donde apoyaron solapadamente a los golpistas para establecer un régimen más
fiel a los intereses norteamericanos.
En segundo lugar porque es una zona clave para la “seguridad nacional” de los
Estados Unidos, pues históricamente ha sido utilizada tanto para el transporte
de las mercancías necesarias para abastecer el mercado norteamericano, como
para la circulación de las naves y los pertrechos de guerra que pasan por el
Canal de Panamá y que el país imperialista mantiene alrededor del mundo.
3) Que el Presidente Norteamericano, más allá de las formas
de su discurso, ha demostrado luego de casi cinco años ser la continuidad de la
política guerrerista de Bush a escala internacional: lo que se refleja en el
replanteamiento de la guerra en Afganistán, el mantenimiento de bases militares
y asesores en Irak y una reorientación de sus fuerzas militares hacia la zona
del Pacífico Asiático, donde Estados Unidos busca prepararse para eventuales
conflictos así como para contener a China, que aspira a expandir su influencia
comercial y política, no solo en Asia, sino también a nivel internacional
4) Que los últimos años han estado marcados por un esfuerzo
persistente por parte de los EE.UU. para militarizar Centroamérica y el Caribe,
lo que se refleja desde los ingentes esfuerzos en 2004 por introducir la
Escuela Internacional de Policía (ILEA por sus siglas en
Inglés) en Alajuela, la ocupación de Haití por parte de 16
mil soldados norteamericanos bajo la
excusa de la ayuda humanitaria tras el terremoto de 2009, la apertura de una
nueva base militar en la Mosquitia hondureña, hasta los más recientes permisos
para la entrada de barcos de guerra de los EE.UU. bajo el paraguas del
patrullaje conjunto para “combatir el narcotráfico”, que dicho sea de paso,
constituye un motor (aunque “ilegal”) de la economía norteamericana. En este
mismo sentido en el año 2009 fue aprobada en Costa Rica la Ley Antiterrorista
de Bush que a la fecha se encuentra vigente y que se sustenta en la llamada
“guerra contra el terrorismo” para para criminalizar las luchas obreras y
populares a nivel mundial.
5) Que la militarización apabullante que promueve Obama, en
nombre de la “Seguridad” y el “combate al narcotráfico”, en realidad tiene como
trasfondo proteger la hegemonía de los Estados Unidos sobre la región, así como
garantizar mejores condiciones de control social y político para imponer los
planes neoliberales emanados desde el Banco Mundial, el FMI así como otros
organismos financieros internacionales, que actualmente presionan porque la
crisis capitalista sea pagada por los trabajadores con despidos, rebajas
salariales, privatizaciones de empresas estatales (como la CCSS, o el ICE en el
caso de Costa Rica),así como obras de “concesión” de obra pública, para que los
grandes monopolios inmobiliarios se beneficien a costa de las privaciones del
pueblo costarricense y latinoamericano.
6) Que Obama es continuador del injusto bloqueo económico
sobre Cuba, impuesto por Estados Unidos como respuesta a la heroica lucha de
los trabajadores de la ciudad y el campo en la isla, quienes decidieron
construir un país libre de opresión imperialista y protagonizaron una
revolución a escasos kilómetros del principal centro del capitalismo mundial.
Hoy Obama intenta presionar por una restauración capitalista en la isla, que
fue y continúa siendo un referente de
resistencia obrera y popular
frente al imperialismo norteamericano en toda la región.
7) Que la visita de Obama es parte también de los esfuerzos
de EE.UU. por extraer mayores recursos de la región de Centroamérica y el
Caribe, lo que tomaría forma en el proyecto Mesoamérica, impulsado por el
imperialismo norteamericano en asocio con los gobiernos semicoloniales de la
región, comenzando por el del mexicano Enrique Peña Nieto, quien se postula
ante el imperialismo yanqui como uno de sus peones políticos para construir un
bloque político más a la derecha en Latinoamérica; que le permita a la potencia
del Norte establecer una política más afín a sus intereses en el subcontinente.
Por tanto desde la LRS:
a) Rechazamos la militarización de Costa Rica y América
Latina bajo la excusa del “combate al narco” que viene a profundizar el
imperialismo norteamericano por medio de su Presidente Barack Obama.
b) Exigimos la inmediata anulación de los convenios de
“Patrullaje Conjunto” con los Estados Unidos, utilizados por ese país como
mampara para penetrar con sus barcos, aviones de combate y soldados en las
aguas costarricenses; haciendo parte a nuestro pequeño país de las aventuras bélicas
que esta potencia bélica mantiene alrededor del mundo.
c) Exigimos el cierre de la cárcel de Guantánamo en Cuba, la
salida de los 16 mil soldados yanquis apostados en Haití bajo la excusa de la
“ayuda humanitaria” tras el terremoto, el cierre de sus bases militares en
Honduras (Palmerola y La Mosquitia); y denunciamos las guerras de rapiña en
Afganistán y el mantenimiento de bases militares en Irak.
d) Exigimos la anulación inmediata del injusto bloqueo
económico sobre el hermano pueblo de Cuba y repudiamos las presiones del
gobierno de Obama en la perspectiva de imponer la restauración capitalista en
la isla.
e) Exigimos la salida de las tropas yanquis de la costa
pacífica de Asia y el cese inmediato de los ejercicios militares de Estados
Unidos en la Península de Corea, que amenazan al mundo entero de grandes
desastres por medio de una guerra nuclear, y que se ubican como parte de los
acciones para intentar contener el desarrollo capitalista de China.
f) Exigimos la derogatoria inmediata de la Ley
Antiterrorista de Bush y todos los pactos y acuerdos en materia represiva y
militar vigentes con Estados Unidos.
g) La anulación de los pactos de entrega y saqueo firmados
con los Estados Unidos, como el TLC, que no ha servido más que para llenar de
ganancias a los grandes empresarios transnacionales, mientras los trabajadores
comienzan a pagar con despidos los efectos de la crisis capitalista.
Rechazamos la postración histórica en que la burguesía
nacional nos ha mantenido en relación a las grandes potencias (primero
Inglaterra y luego Estados Unidos) y denunciamos la continuidad de esa
subordinación por parte del odiado gobierno de Laura Chinchilla, que
hipócritamente pide diálogo después de tres años de un gobierno mafioso,
cargado de corrupción, robos y burlas en contra de todos los asalariados del
país.