Los muy buenos resultados obtenidos por el FIT en todo país y que seguramente se repetirán o ampliarán en octubre dejan planteados muchos desafíos. Amplían la escala de las tareas preparatorias para sentar las bases para la construcción de un partido de trabajadores revolucionario. En este sentido, además de la campaña electoral para las primarias y la que realizaremos para consagrar diputados en octubre, el PTS lleva adelante una actividad militante que combina peleas en las fábricas y sindicatos, en la juventud obrera y estudiantil; y también en el terreno ideológico y del internacionalismo revolucionario.
Ya es reconocido por la vanguardia el trabajo paciente del PTS en el movimiento obrero y especialmente en sus centros estratégicos. Por eso desarrollamos un trabajo extendido en la zona norte, en las fábricas de la alimentación, de gráficos, del SMATA, de la UOM, la carne, el neumático y otros gremios. Junto a compañeros independientes. ponemos en pie agrupaciones clasistas que dirigen internas importantes como Kraft, Pepsico, Lear, Donnelley, Coca Cola, Printpack, Molarsa y otras. Ejemplos de esto también es el trabajo en gremios de servicios claves como el subte, ferroviarios o aeronáuticos. Nacionalmente desarrollamos un trabajo que va desde los ingenios o entre los trabajadores del citrus en las provincias del norte (Jujuy o Tucumán), pasando por los mecánicos de Córdoba, los jóvenes precarizados de Rosario, hasta los ceramistas de Zanón. Somos parte de sindicatos docentes que derrotaron a la burocracia (ATEN, SUTEBA) y encabezamos la lista opositora en FOETRA Buenos Aires. Son sólo algunos ejemplos de una pelea por recuperar los sindicatos, por unir a los contratados, precarizados y en negro, con el conjunto de la clase trabajadora.
En el movimiento estudiantil, damos la batalla en 21 universidades nacionales y entre los estudiantes terciarios y secundarios por centros militantes, democráticos y combativos; y por un nuevo movimiento estudiantil que una su destino a la causa de la clase obrera. Por derrotar a las corrientes reformistas y burocráticas, responsables de mantener en la pasividad al movimiento estudiantil y vaciar sus organizaciones.
Peleamos por las libertades democráticas, con los abogados del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, presentes en peleas difíciles de los sectores más explotados, aportando en el terreno legal, al combate contra las patronales y la burocracia sindical; así como en la lucha contra la impunidad, las persecuciones y el espionaje. Estamos al frente de la defensa de los derechos de las mujeres trabajadoras, por el derecho elemental al aborto legal, seguro y gratuito, con la agrupación de mujeres Pan y Rosas.
Además, estamos redoblando el impulso en la lucha de ideas, por la defensa del marxismo, con el lanzamiento reciente, junto a destacados intelectuales que apoyan y se referencian en el FIT, de la revista “Ideas de Izquierda”, una publicación mensual que se distribuye en todos los kioscos y está teniendo una excelente recepción. Un desafío inédito en la izquierda marxista en las últimas décadas, cuando en este tiempo la iniciativa para publicaciones de este tipo estuvo en manos de intelectuales “progresistas” o liberales. Continuamos con la edición de libros del Instituto del Pensamiento Socialista y del Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones “León Trotsky” que ponen a disposición de las nuevas generaciones a los clásicos del pensamiento revolucionario y socialista (recientemente salieron las “Obras Selectas” de Lenin y “La lucha contra el fascismo en Alemania” y está a punto salir una nueva edición de los “Escritos Latinoamericanos”, de León Trotsky). También renovamos nuestro portal de internet (contratapa), para brindar una herramienta ágil y de avanzada de difusión de nuestras ideas y publicaciones.
Apenas a una semana de terminada la primera etapa de la campaña electoral vamos a dar comienzo a una nueva conferencia de nuestra corriente internacional (Fracción Trotskysta-Cuarta Internacional) que viene dando importantes pasos, tanto en Latinoamérica, con el desarrollo de organizaciones en Brasil, Chile, México, Bolivia, Uruguay, Venezuela y Costa Rica, así como en países claves de Europa, de gran tradición del trotskysmo, como Francia, el Estado Español o Alemania. Una de las discusiones centrales que abordaremos, además de las tareas nacionales de cada una de las organizaciones, con el incipiente retorno de la clase obrera a escena en América Latina y en el marco de seis años de crisis mundial; es la propuesta de lanzar el llamado, a través de un manifiesto, para poner en pie un Movimiento por una Internacional de la Revolución Socialista, la Cuarta Internacional.
La batalla electoral, muy importante en este momento, es para nosotros una tarea más, dentro de una estrategia de conjunto, porque “no somos un partido igual a los demás. No ambicionamos solamente tener más afiliados, más periódicos, más dinero, más diputados. Todo eso hace falta, pero no es más que un medio. Nuestro objetivo es la total liberación, material y espiritual, de los trabajadores y de los explotados por medio de la revolución socialista. Si no la hacemos nosotros, nadie la preparará ni la dirigirá” (Trotsky, 1938). El desafío de poner en pie ese partido, con un programa revolucionario y socialista, está en la combinación del conjunto de estas batallas. El triunfo electoral plantea la necesidad de potenciar combinadamente estas tareas preparatorias, para intervenir con claridad ideológica, programática y estratégica y con la suficiente fuerza militante para imponer una salida revolucionaria frente las nuevas crisis que las disputas actuales solamente anuncian.
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