Por Marius Weizenberger - Grupo RIO, Alemania, desde Ucrania
El 21.11.2013 Mykola Asarow, primer ministro ucraniano y
presidente del Partido de las Regiones (PR), dispuso por decreto la
detención de las negociaciones basadas en el Acuerdo de Asociación con
la Unión Europea (UE). Este fue el inicio de masivas manifestaciones,
como las que Ucrania no veía desde la “Revolución Naranja” de 2004. A
continuación, serán analizadas estas protestas, las cuales fueron
llamadas “Euromaidán”, ya que el principal objetivo del movimiento es el
ingreso de Ucrania a la UE, y el mismo se emplazó en la Plaza de Maidán
(o Plaza de la Independencia) ubicada en la capital ucraniana, Kiev.
La dirección nacionalista del movimiento y la oposición pro rusa
Cuando se da una mirada a los grupos y partidos que están a la cabeza
de las protestas, se cae en la cuenta que todos provienen del campo de
la derecha burguesa. Bastaría tan solo con nombrar a la llamada
Alizanza Tripartita, la cual se ha puesto a la cabeza de las masivas
protestas. Esta consta del partido fascista Swoboda, de la “Alianza
democrática ucraniana por la reforma”, de Vitali Klitschko y próxima a
la Fundación Konrad Adenauer (financiada por el CDU alemán), y por
último del conservador Partido de la Patria de Julia Timoschenko. Además
de otras organizaciones nacionalistas como el “Congreso de los
ucranianos nacionalistas” y de fascistas explícitos, que junto a
sectores de la iglesia ortodoxa y católica, forman la parte más
significativa de quienes protestan en Maidán.
Desde el exterior, este movimiento cuenta con el soporte de John
Kerry, Secretario de Exterior de EE.UU, y también con el apoyo del ex
Ministro del Exterior alemán, Guido Westerwelle, quien claramente
declaró: “Queremos a Ucrania a bordo de Europa”.
De ninguna manera este movimiento de protesta de derecha está arraigado en todo el país por igual. Siguiendo en orden a su magnitud, después de Kiev, las manifestaciones encuentran lugar en la región oeste del país, donde se habla principalmente ucraniano. En el este de Ucrania, donde se habla ruso y al mismo tiempo es la región industrial más concentrada del país, no sólo estas manifestaciones son marginales, sino que se desarrollan también grandes movilizaciones pro Yanukóvich, actual presidente de Ucrania. Esta división es por un lado consecuencia de los conflictos culturales de cientos de años, pero también a causa de las posiciones de clase en Ucrania. Así, las protestas son centralmente sustentadas por sectores de clases medias de las ciudades del oeste, y no por la clase obrera industrial concentrada en el este. Esta región es también el bastión del Partido Comunista, quienes junto al partido de gobierno son los únicos grupos parlamentarios opuestos al Acuerdo de Asociación con la UE. El estalinista PC, que es una fuerza importante en el parlamento ucraniano, propugna desde el 2011 por la unión aduanera y un mayor acercamiento con Rusia, por ejemplo con la distinción del ruso como segunda lengua oficial del país.
Ucrania como pelota de dos potencias mundiales
Las discusiones sobre el Acuerdo de Asociación entre la UE y Ucrania
datan desde 2007. Las razones por las que la UE, y en particular el
imperialismo alemán, se beneficiaría de una adhesión a Europa por parte
de Ucrania, son evidentes. La burguesía alemana quiere continuar
expandiendo su área de influencia, como ya lo hizo en 2004 con la
ampliación de la UE hacia el este. Ucrania sería un paso más en la
ampliación del patio trasero alemán, hecho que a su vez serviría para
generar mano de obra más barata y de este modo también poder atacar a
los estándares salariales en la misma Alemania. Además, Ucrania sería un
baluarte contra la competencia rusa. No se trata tan sólo de la
adhesión a la UE, sino también de pasar a ser miembro de la OTAN.
Si bien Alemania sigue siendo el principal socio comercial de Rusia,
existe una crisis desde hace años en esta relación. Esta crisis tiene
origen en la actitud hacia la guerra en Siria y Libia, y también en el
trato hacia presos como Chodorkowskij (magnate ruso sentenciado a 9 años
de prisión por fraude en 2005 e indultado por Putin en diciembre de
2013. Apenas fue puesto en libertad Chodorkowskij abandonó Rusia y se
refugió en Berlín). Más allá de esto, Alemania no puede prescindir del
mayor exportador mundial de petróleo crudo.
El crecimiento económico ruso se incrementó enormemente en los
últimos años (aunque en los últimos trimestres su economía se ha
comenzado a desacelerar y los indicadores de crecimiento se han
corregido a la baja).. Si bien este incremento y la esfera de influencia
del país euroasiático aún no pueden compararse con la de otros países
imperialistas; con el tira y afloja sobre Ucrania, Rusia busca prevenir
ser relegado como mera potencia regional. Por otra parte, Alemania no es
sólo uno de los más importantes socios comerciales ruso, sino que en el
comercio exterior ucraniano es el destinatario de casi la mitad de las
exportaciones.
También hay una crisis profunda en la relación ruso – americana, la misma se manifiesta incluso en juegos de poder militar. Por ejemplo en Siria, la guerra puso a Rusia y a EE.UU en polos opuestos.
Ucrania depende directamente del petróleo ruso, por lo que el
presidente ucraniano Yanukóvich tomó el curso de la unión aduanera con
Rusia, Bielorrusia y Kazajistán, lanzada oportunamente por Putin. Sin
embargo, al variar mucho en su actitud, el presidente ucraniano es
acusado de hacer un doble juego. Al respecto de la dependencia
ucraniana al petróleo ruso, la UE está intentando encontrar otra
solución. Entre otras, analizan la posibilidad que los países
integrantes de la Unión le compren petróleo a Rusia, para luego
vendérselo a Ucrania.
Ucrania sigue siendo un país relativamente rico en recursos, y aún no menos importante es su condición de país de tránsito para recursos como el petróleo y el gas provenientes de los países asiáticos.
La débil economía ucraniana
En el marco de la crisis económica y social del régimen de la
restauración capitalista, la combinación de una postura anti Yanukóvich
con un discurso marcado con demagogia social puede sonar atractiva para
los trabajadores y oprimidos en Ucrania.
Ucrania se encontraba hasta hace muy poco al borde de la bancarrota nacional, debido a que la economía del país se encuentra estancada en niveles muy bajos, ya que la crisis mundial del 2009 provocó un colapso masivo, con una reducción del 15% según índices de producción económica. El presidente ruso Putin, en una reunión conjunta mantenida con Yanukóvich realizada el 17 de Diciembre de 2013, se comprometió a reducir el precio del gas y a otorgar un crédito de 15 mil millones de dólares. Esto fortaleció a Yanukóvich, pero sólo a corto plazo.
Por otra parte, si Yanukóvich se decide en avanzar en el acuerdo de
asociación con la UE, este solo sería posible a partir de ataques
masivos a la clase asalariada. Así lo expresa la revista Time: “Ucrania
debería emprender reformas drásticas, reducir los subsidios y el gasto
social y devaluar su moneda, las consecuencias para la clase trabajadora
ucraniana serían catastróficas" (http://world.time.com/2013/12/16/vitali-klitschko-ukraines-revolutionary-heavyweight-vacates-title-to-lead-uprising/).
Contra la represión del estado
El movimiento Euromaidán viene desarrollando, desde hace un tiempo,
violentos enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas
antidisturbios. De hecho, en las últimas semanas varias personas han
sido asesinadas por la policía. Como marxistas, por más que rechazamos
los objetivos reaccionarios de la protesta, nuestra posición frente a la
represión no puede ser neutral. Nunca apoyaremos la violencia del
estado burgués, ya que la misma sirve para mantener la explotación y
opresión en favor de los poderes gobernantes. El poder del estado
burgués se opone a la liberación de los sectores explotados y oprimidos
de la sociedad, por lo que los revolucionarios debemos condenar y exigir
el inmediato cese de la represión policial.
Por los Estados unidos socialistas de Europa
Los marxistas rechazamos a las fuerzas reaccionarias y pro
imperialistas que actualmente se movilizan contra el gobierno de
Yanukóvich. Los intentos del imperialismo alemán de ampliar su
hegemonía, ensanchando su periferia semicolonial en Europa, quedan
patentes en el intento de derrocar al actual gobierno de Ucrania en
favor de un gobierno pro Bruselas, o mejor dicho pro Berlin.
El acercamiento al imperialismo alemán, francés y estadounidense
abrió una nueva dimensión, donde los intereses de la clase trabajadores
van a ser profundamente atacados, a partir de privatizaciones y mayor
precarización. La oposición de la Alianza Tripartita, con su adosamiento
al imperialismo y su programa neoliberal, no representan ninguna
perspectiva siquiera progresista para los intereses de los trabajadores.
Muestra de ello, es que el llamado de Vitali Klitschkos a la huelga
general quedó en nada.
Al mismo tiempo, la sumisión a los designios de Moscú tampoco es una
opción para los trabajadores, ya que el estado ruso, en su papel de
potencia regional, no guarda el más mínimo interés en la supresión de la
opresión y la explotación.
La solución no puede venir del Partido de las Regiones, ni del servilismo al imperialismo europeo – americano; ni de la reaccionaria Alianza Tripartita, ni del autoritario régimen de Yanukóvich!
La clase trabajadora ucraniana, en alianza con sus hermanos de clase
en Rusia y de los países de Europa, debe desarrollar su propia
respuesta a la miseria social vivida y repeler a los agentes enemigos a
los intereses de clase que actúan en los movimientos en favor del
imperialismo alemán.
La clase trabajadora no tiene fronteras, por lo tanto, solo la lucha
común de los trabajadores de Rusia, Ucrania y de los países europeos
pueden dar respuesta a las penurias que la crisis capitalista hace vivir
a los trabajadores y oprimidos. Hay que deshacerse del yugo del
imperialismo franco – alemán, por los Estados Unidos Socialistas de
Europa!
Traducción Sebastian När Alla Vet.