Se cumple la segunda semana de huelga indefinida que sostienen a nivel
nacional los trabajadores de la educación, en reclamo por los salarios
adeudados desde hace meses y las múltiples irregularidades que han
afectado desde tiempo atrás a profesores y maestros.
El gobierno saliente y su entonces ministro Leonardo Garnier intentaron
reducir la situación a un problema informático, cuando es conocido que
durante años la negligencia del MEP y sus jerarcas han generado continuos
dolores de cabeza a muchos docentes y sus familias, siendo el actual quizá el
punto más alto de esa dinámica.
Lo más repugnante es que mientras la situación de profesores y maestros
empeora al no recibir ni siquiera sus sueldos, los ministros y jerarcas del
gobierno de Chinchilla recientemente se repartieron sin ningún tipo de retraso
más de ¢1600 millones en liquidaciones, tras años de recibir jugosos salarios.
Por otra parte, los llamados de Luis Guillermo Solís para deponer la huelga
contrastan con las deudas y las dificultades que se acumulan diariamente, y
evitan solucionar el problema de fondo. La hipocresía de su pose populista de
“sumarse” a la huelga de los docentes poco antes de asumir la presidencia
ha quedado completamente en evidencia.
Desde la LRS nos solidarizamos con la lucha de los docentes, al tiempo que
hacemos un llamado para rodearla de apoyo y fortalecerla hasta que sean
satisfechas todas las reivindicaciones exigidas sin ningún tipo de represalia
por parte del gobierno.
LIGA DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA | LRS