Por Brayan Brenes para la Liga de la Revolución Socialista
En las últimas semanas gravísimos escándalos de corrupción han golpeado el maltrecho prestigio de la Fuerza Pública y el Ministerio de Seguridad Pública (MSP), después de que más de una veintena de policías han resultado vinculados con el narcotráfico, las redes de asaltos, y hasta con el sicariato. Es tan grave la situación que ni siquiera los altos mandos del MSP han podido ocultar que esta institución, garante del “orden” y supuestamente encargada de la “seguridad ciudadana”, está completamente carcomida por los “policías ladrones”, los “policías narcotraficantes” y también asesinos. En las últimas semanas la desconfianza hacia el MSP pegó un salto, después de que fuera detenido “un grupo de más de doce oficiales de la Fuerza Pública destacados en la Comandancia de Heredia [que] se dedicaban al narcotráfico”[1]; y este hecho, apenas semanas después de que dos policías fueran detenidos por participar en un doble asesinato en la provincia de Limón. Pero estas dos situaciones, aunque impactantes, de ninguna forma son las únicas, sino que están envueltas en una larga cadena de asesinatos, robos y casos de narcotráfico policial. El propio periódico burgués Al Día, haciendo un repaso sobre los asesinatos, casos de narcotráfico y asaltos en que han participado los oficiales represivos del MSP hace la siguiente cronología:
- “28/3/2008: El OIJ detuvo en Pavas a cuatro policías sospechosos de la desaparición de una moto que ellos mismos habían incautado, ya que había sido reportada robada.
- 29/3/2008: Tres zapadores del Ministerio de Seguridad quedaron con medidas cautelares acusados de matar a Jainis Mitre González, en Paso Canoas.
- 3/5/2008: En Alajuela, dos policías, apellidados Céspedes y Álvarez, cayeron [por] robo con violencia sobre las personas. Están con medidas cautelares y suspendidos.
- 14/6/2008: Dos policías de apellidos Jiménez y Angulo fueron detenidos al vinculárseles con el doble crimen de Roy Sotela y Natanael Obregón en Bocuare, Valle de la Estrella, Limón.
- 26/6/2008: Caen [12] policías por nexo narco.”[2]
Y es que estos casos de los 12 policías detenidos por narco, los dos asesinatos en Limón, o las otras fechorías; tampoco fueron los últimos hechos, pues apenas días después de la detención en la Comandancia de Heredia de los 12 “policacos” cayó otro policía, en este caso penitenciario con 46 piedras de crack metidas en sus zapatos,[3] las que intentaba introducir a la cárcel de San Sebastián en San José.[4] Lo peor de todo es que esta secuencia de criminalidad acabada de mencionar es únicamente la más reciente, pues ya en la edición anterior de ECR N°8 repasábamos como varios oficiales de La Reforma facilitaban la fuga de dos reos comunes de esta cárcel (entre otros casos).
Nuevamente: ¿Qué representa la policía en el capitalismo costarricense?
Los actuales casos de delincuencia, narcotráfico y robo policial demuestran que los policías tanto por su condición política como social, no representan lo mismo que un obrero de la construcción, un obrero manufacturero, un oficinista, o incluso un trabajador intelectual como podría ser un docente, o un investigador. El policía no tiene a cargo ninguna labor de producción social como los trabajadores mencionados, el policía por sus condiciones de vida está investido de la autoridad de un Estado opresivo, explotador y asesino (¡por más “democrático” que sea!), tal cual es el Estado burgués costarricense; y precisamente por esa doble condición social y política el policía más bien es un pilar fundamental para reforzar las lacras mismas del capitalismo: la drogadicción, el robo, el asesinato, etc. Es tan dependiente el policía de su autoridad y de los “poderes mágicos” que le confiere el Estado burgués, que finalmente termina adaptándose a sus lacras y termina reforzándolas. Es muy probable que los policías caídos con droga en las últimas semanas no sean castigados ni juzgados, sino que más bien podrían ser liberados y reintegrados a sus funciones por medio de una reubicación; ya que el MSP busca únicamente la forma de lavarse la cara con estas detenciones, ante una situación de corrupción conocida hasta el hartazgo por cada vez más trabajadores y sectores del pueblo.
¿Son trabajadores los policías? Sencillamente no. Por ser recibir pago por sus funciones, los policías no son trabajadores, así como no son trabajadores los contratistas privados de “seguridad” pagados en Irak; este tipo de funcionarios se llaman mercenarios. La policía burguesa en Costa Rica y en cualquier parte del mundo –“incluso en las repúblicas más democráticas”, tal y como decía Lenin- representa el armamento de los empresarios y los explotadores contra los trabajadores; y los policías tienen como misión central obedecer a las órdenes de los empresarios para proteger la “democracia para ricos” en que vivimos. Lo anterior quiere decir defender instituciones “democráticas” tales como el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) que facilitó la imposición del TLC por los empresarios; la Sala Constitucional, que aprobó la reelección presidencial (o el propio TLC); o instituciones tan parasitarias como la Asamblea Legislativa o la Casa Presidencial; esta última que gasta millones de dólares en “asesorías” con la plata originalmente destinada a construir viviendas para los trabajadores y el pueblo pobre.
Tanto el OIJ, el MSP, así como todos los organismos represivos subordinados al gobierno, al Estado y sus instituciones, tienen la misión de sostener la democracia burguesa costarricense. Por ejemplo recientemente el periódico La Nación -la voz del sector más recalcitrante de la burguesía costarricense- dijo que la Dirección de Inteligencia y Seguridad (la DIS) “responde exclusivamente a órdenes de la Presidencia”[5]. Como si fuera poco Roberto Solórzano, Director de la DIS sostiene sin lugar a dudas que la DIS tiene como misión "preservar y defender la democracia y sus instituciones”.[6] Y si alguien creyó que la DIS se escapaba de tener un carácter mafioso al dedicarse “únicamente a investigar” se equivoca, pues ya el propio ex Ministro de Seguridad Fernando Berrocal -buen conocedor del funcionamiento de la DIS- había dicho que “exagentes de la DIS daban seguridad a narcotraficantes”[7]; lo que comprueba con dureza que la descomposición de estas instituciones es apabullante.
Y si no es suficiente para entender el carácter de clase cancerígeno de la policía y los cuerpos represivos, pues habría que recordar cuando Jorge Rojas, director del OIJ, dijo que si esta institución se quebraba “la democracia misma colapsará”.[8]
El programa de los revolucionarios frente a la policía
Los revolucionarios trotskistas al contrario de los reformistas, luchamos por la disolución de la policía y todos los cuerpos represivos; y proponemos como alternativa su sustitución por el armamento general de los trabajadores organizados en milicias obreras y populares. Los reformistas defienden mejores salarios y mejores condiciones “laborales” para los policías, es decir mejores armas, mejores toiletes (“macanas”); y mayor retribución económica por sus funciones, lo que significa mejor retribución por reprimir y obedecer las órdenes del Estado y de corruptos como los hermanos Arias Sánchez. Con esta posición los reformistas no solo contribuyen con el rol de la policía como gendarme para los trabajadores y los pobres, sino que contribuyen también a la corrupción de esta institución, que al fortalecerse refuerza también la criminalidad, la delincuencia, el narcotráfico y todas las lacras del capitalismo.
Aunado a todo lo que hemos dicho sobre la policía, los revolucionarios de la LRS denunciamos el fortalecimiento del MSP, el OIJ y otros organismos, tal como ha sucedido en los últimos meses con el destinamiento de más de 21 mil millones de colones para una supuesta “seguridad ciudadana”. Denunciamos el fortalecimiento de la maquinaria represiva mediante enormes partidas presupuestarias, ya que la inyección de miles de millones de colones para contratar policías, jueces y fiscales no tiene otro objetivo más que el de vigorizar el brazo armado de los empresarios para los difíciles momentos que se avecinan con la profunda crisis alimentaria y financiera que ya azota a nivel mundial, y que como es sabido ha generado una cruda pobreza y decenas de levantamientos populares. Los empresarios fortalecen a la policía para estar en condiciones de reprimirnos cuando nos movilicemos y luchemos en las calles contra el hambre y la miseria, por eso preparan también leyes antidemocráticas como la Ley Antiterrorista, para penalizar la huelga y la lucha callejera. Igual que León Trotsky creemos que “Todas las policías, ejecutoras de la voluntad del capitalismo, del estado burgués y de sus pandillas de políticos corruptos deben ser disueltas. [Sustituyendo] la ejecución de las tareas policiales por las milicias obreras (…) con la extensión del juicio por jurado a todos los crímenes y delitos menores”,[9] es la única forma de que el pueblo trabajador garantice la “seguridad ciudadana” y se haga justicia a sí mismo.
- “28/3/2008: El OIJ detuvo en Pavas a cuatro policías sospechosos de la desaparición de una moto que ellos mismos habían incautado, ya que había sido reportada robada.
- 29/3/2008: Tres zapadores del Ministerio de Seguridad quedaron con medidas cautelares acusados de matar a Jainis Mitre González, en Paso Canoas.
- 3/5/2008: En Alajuela, dos policías, apellidados Céspedes y Álvarez, cayeron [por] robo con violencia sobre las personas. Están con medidas cautelares y suspendidos.
- 14/6/2008: Dos policías de apellidos Jiménez y Angulo fueron detenidos al vinculárseles con el doble crimen de Roy Sotela y Natanael Obregón en Bocuare, Valle de la Estrella, Limón.
- 26/6/2008: Caen [12] policías por nexo narco.”[2]
Y es que estos casos de los 12 policías detenidos por narco, los dos asesinatos en Limón, o las otras fechorías; tampoco fueron los últimos hechos, pues apenas días después de la detención en la Comandancia de Heredia de los 12 “policacos” cayó otro policía, en este caso penitenciario con 46 piedras de crack metidas en sus zapatos,[3] las que intentaba introducir a la cárcel de San Sebastián en San José.[4] Lo peor de todo es que esta secuencia de criminalidad acabada de mencionar es únicamente la más reciente, pues ya en la edición anterior de ECR N°8 repasábamos como varios oficiales de La Reforma facilitaban la fuga de dos reos comunes de esta cárcel (entre otros casos).
Nuevamente: ¿Qué representa la policía en el capitalismo costarricense?
Los actuales casos de delincuencia, narcotráfico y robo policial demuestran que los policías tanto por su condición política como social, no representan lo mismo que un obrero de la construcción, un obrero manufacturero, un oficinista, o incluso un trabajador intelectual como podría ser un docente, o un investigador. El policía no tiene a cargo ninguna labor de producción social como los trabajadores mencionados, el policía por sus condiciones de vida está investido de la autoridad de un Estado opresivo, explotador y asesino (¡por más “democrático” que sea!), tal cual es el Estado burgués costarricense; y precisamente por esa doble condición social y política el policía más bien es un pilar fundamental para reforzar las lacras mismas del capitalismo: la drogadicción, el robo, el asesinato, etc. Es tan dependiente el policía de su autoridad y de los “poderes mágicos” que le confiere el Estado burgués, que finalmente termina adaptándose a sus lacras y termina reforzándolas. Es muy probable que los policías caídos con droga en las últimas semanas no sean castigados ni juzgados, sino que más bien podrían ser liberados y reintegrados a sus funciones por medio de una reubicación; ya que el MSP busca únicamente la forma de lavarse la cara con estas detenciones, ante una situación de corrupción conocida hasta el hartazgo por cada vez más trabajadores y sectores del pueblo.
¿Son trabajadores los policías? Sencillamente no. Por ser recibir pago por sus funciones, los policías no son trabajadores, así como no son trabajadores los contratistas privados de “seguridad” pagados en Irak; este tipo de funcionarios se llaman mercenarios. La policía burguesa en Costa Rica y en cualquier parte del mundo –“incluso en las repúblicas más democráticas”, tal y como decía Lenin- representa el armamento de los empresarios y los explotadores contra los trabajadores; y los policías tienen como misión central obedecer a las órdenes de los empresarios para proteger la “democracia para ricos” en que vivimos. Lo anterior quiere decir defender instituciones “democráticas” tales como el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) que facilitó la imposición del TLC por los empresarios; la Sala Constitucional, que aprobó la reelección presidencial (o el propio TLC); o instituciones tan parasitarias como la Asamblea Legislativa o la Casa Presidencial; esta última que gasta millones de dólares en “asesorías” con la plata originalmente destinada a construir viviendas para los trabajadores y el pueblo pobre.
Tanto el OIJ, el MSP, así como todos los organismos represivos subordinados al gobierno, al Estado y sus instituciones, tienen la misión de sostener la democracia burguesa costarricense. Por ejemplo recientemente el periódico La Nación -la voz del sector más recalcitrante de la burguesía costarricense- dijo que la Dirección de Inteligencia y Seguridad (la DIS) “responde exclusivamente a órdenes de la Presidencia”[5]. Como si fuera poco Roberto Solórzano, Director de la DIS sostiene sin lugar a dudas que la DIS tiene como misión "preservar y defender la democracia y sus instituciones”.[6] Y si alguien creyó que la DIS se escapaba de tener un carácter mafioso al dedicarse “únicamente a investigar” se equivoca, pues ya el propio ex Ministro de Seguridad Fernando Berrocal -buen conocedor del funcionamiento de la DIS- había dicho que “exagentes de la DIS daban seguridad a narcotraficantes”[7]; lo que comprueba con dureza que la descomposición de estas instituciones es apabullante.
Y si no es suficiente para entender el carácter de clase cancerígeno de la policía y los cuerpos represivos, pues habría que recordar cuando Jorge Rojas, director del OIJ, dijo que si esta institución se quebraba “la democracia misma colapsará”.[8]
El programa de los revolucionarios frente a la policía
Los revolucionarios trotskistas al contrario de los reformistas, luchamos por la disolución de la policía y todos los cuerpos represivos; y proponemos como alternativa su sustitución por el armamento general de los trabajadores organizados en milicias obreras y populares. Los reformistas defienden mejores salarios y mejores condiciones “laborales” para los policías, es decir mejores armas, mejores toiletes (“macanas”); y mayor retribución económica por sus funciones, lo que significa mejor retribución por reprimir y obedecer las órdenes del Estado y de corruptos como los hermanos Arias Sánchez. Con esta posición los reformistas no solo contribuyen con el rol de la policía como gendarme para los trabajadores y los pobres, sino que contribuyen también a la corrupción de esta institución, que al fortalecerse refuerza también la criminalidad, la delincuencia, el narcotráfico y todas las lacras del capitalismo.
Aunado a todo lo que hemos dicho sobre la policía, los revolucionarios de la LRS denunciamos el fortalecimiento del MSP, el OIJ y otros organismos, tal como ha sucedido en los últimos meses con el destinamiento de más de 21 mil millones de colones para una supuesta “seguridad ciudadana”. Denunciamos el fortalecimiento de la maquinaria represiva mediante enormes partidas presupuestarias, ya que la inyección de miles de millones de colones para contratar policías, jueces y fiscales no tiene otro objetivo más que el de vigorizar el brazo armado de los empresarios para los difíciles momentos que se avecinan con la profunda crisis alimentaria y financiera que ya azota a nivel mundial, y que como es sabido ha generado una cruda pobreza y decenas de levantamientos populares. Los empresarios fortalecen a la policía para estar en condiciones de reprimirnos cuando nos movilicemos y luchemos en las calles contra el hambre y la miseria, por eso preparan también leyes antidemocráticas como la Ley Antiterrorista, para penalizar la huelga y la lucha callejera. Igual que León Trotsky creemos que “Todas las policías, ejecutoras de la voluntad del capitalismo, del estado burgués y de sus pandillas de políticos corruptos deben ser disueltas. [Sustituyendo] la ejecución de las tareas policiales por las milicias obreras (…) con la extensión del juicio por jurado a todos los crímenes y delitos menores”,[9] es la única forma de que el pueblo trabajador garantice la “seguridad ciudadana” y se haga justicia a sí mismo.
[1] Hernández Chavarría, Paola. “Caen doce policías por conformar clan narco”. Diario Extra. Viernes 27 de julio de 2008.
[2] Solano, Hugo. “Caen 11 policías por supuesto nexo narco.” Periódico Al Día. Viernes 27 de junio de 2008. Subrayados no aparecen en el original.
[3] Las Noticias. “Policía detenido con 46 piedras de crack en sus zapatos.” Repretel. Jueves 3 de julio de 2008.
[4] Ante este hecho solo queda esperar que Albino Vargas no salga justificando al policía por su “bajo salario”, tal y como lo hizo el pasado 29 de noviembre después de que dos agentes penitenciarios resultaran sancionados por facilitar la fuga de dos peligrosos delincuentes comunes. Absurdamente la ANEP en la voz de Albino Vargas en esa oportunidad dijo que “la falta de recursos facilitó la fuga”. Ver: Brayan Brenes. “Reformar, o disolver al MSP y a los cuerpos represivos”. En Clave Revolucionaria N°8. Liga de la Revolución Socialista, LRS. http://lrscostarica.blogspot.com.
[5] Vizcaíno, Irene. “Dirección de inteligencia espía sin ningún control.” La Nación. Lunes 23 de junio de 2008.
[6] Ídem.
[7] Vizcaíno, Irene. “Agentes de la DIS hacen trabajos extras.” La Nación. Lunes 23 de junio de 2008.
[8] Cisneros, Pilar. “La lucha es desigual entre policía y delincuentes”. Televisora de Costa Rica, Teletica Canal 7. Miércoles 19 de diciembre de 2007.
[9] León Trotsky. “Un programa de acción para Francia.” Escritos: 1929-1940. Centro de Estudios Investigaciones y Publicaciones León Trotsky (CEIP). Buenos Aires, Argentina. www.ceip.org.ar.
