En los últimos meses, los trabajadores y el pueblo pobre, nos hemos visto seriamente golpeados con los aumentos en los precios de los productos de la canasta básica: la electricidad subió hasta un límite de 70% en un solo tirón, aumentó el costo del transporte, y aumentaron los combustibles, los alimentos como el arroz, la carne, la leche y otros bienes necesarísimos para la propia preservación física de nuestro pueblo trabajador. Como si fuera poco, el aumento en los salarios realizado por el gobierno a los trabajadores del sector privado no es suficiente;[1] y es más bien una burla de los Arias Sánchez para todos los trabajadores de Costa Rica, especialmente para aquellos que laboran en maquilas, zonas francas y otras verdaderas catedrales de la explotación capitalista.
Los empresarios y la burguesía mundial anuncian que la crisis alimentaria y energética apenas comienza, sostienen que la comida y los bienes básicos seguirán aumentando, y con tono criminal rematan diciendo que “la transición a un nuevo equilibrio será más costosa, prolongada y dolorosa que lo que nadie se ha imaginado”. Mientras tanto, la burguesía nacional lo único que viene preparando para el pueblo trabajador de Costa Rica es hambre y miseria, y es por eso que los trabajadores y el pueblo pobre debemos organizarnos para darle una respuesta de lucha a la crisis.
Frente al “Diálogo” y la “Solución Nacional” que preparan los empresarios y el gobierno: por una oposición obrera y popular a las alzas en los alimentos y la energía.
En medio de la crisis alimentaria que azota a buena parte de los pueblos del mundo, los empresarios nacionales e internacionales sacan enormes ganancias por la subida abrupta en el precio de los distintos bienes; y la situación es todavía más grave, cuando la burguesía intenta pasar al ataque con más violencia a través de leyes como la de la flexibilización laboral con la jornada “4-3”[2], o con la imposición de nuevos impuestos.
Precisamente ya la burguesía y los empresarios preparan un “Diálogo” donde se construya una “Solución Nacional” pero a la medida de sus ganancias, lo que proponen centralmente es hacer una reunión donde participen las fracciones de todos los partidos burgueses representados en la Asamblea Legislativa; y no hay que extrañar si los empresarios incluyen en esta iniciativa a la burocracia sindical como correa de contención hacia el movimiento de masas.
Pero independientemente de la “solución” y el “diálogo nacional”, ninguna de las acciones de la burguesía servirá para poner fin a la grave situación que viven cientos de miles de trabajadores en Costa Rica; los empresarios únicamente tomarán medidas para que sus ganancias no caigan, y que al final la crisis la paguemos los trabajadores y los sectores empobrecidos del pueblo. Por eso una verdadera propuesta para solucionar la crisis es completamente diferente a lo que proponen los empresarios y el gobierno.
Nuestra propuesta desde la LRS: la convocatoria de un encuentro obrero y popular para la última semana de agosto, donde acordemos un plan de lucha orientado a la movilización y la pelea callejera.
Aunque precariamente algunas organizaciones como la FEUCR y FEMDIS intentaron en el mes de junio convocar alrededor de la carestía de vida en la Universidad de Costa Rica (UCR), lo hicieron con un método profundamente errado metodológica y políticamente.[3] Metodológicamente lo hicieron convocando improvisadamente con poco menos de una semana de anticipación, además curiosamente lo hicieron chocando con otras actividades; y para rematar, políticamente centraron su convocatoria en los estudiantes de la UCR, dejando por fuera a los trabajadores, a los sindicatos, y a otras agrupaciones. De estos intentos fallidos, nosotros creemos que debemos sacar lecciones.
Los revolucionarios de la LRS proponemos la realización de un encuentro obrero y popular para la última semana del mes de agosto. La crisis no se acaba ni en una semana ni en un mes, sino que más bien posiblemente se agudizará; y lo peor que se puede hacer es caer en actos de desesperación que nos lleven a improvisar actividades con poco margen de tiempo, que a la larga lo único que podrían provocar es desmoralización y apatía hacia un verdadero encuentro alrededor de la lucha contra la crisis. El otro extremo, dejar pasar mucho tiempo, es igualmente peligroso, pues reduce la capacidad de respuesta desde el movimiento de masas. Lo que proponemos más bien a todas las organizaciones es tomar estas semanas de julio y agosto para la convocatoria y organización efectiva de la actividad, de manera que garanticemos una buena asistencia.
En cuanto a los ejes políticos, creemos que la asamblea debe servir para discutir la disponibilidad de fuerzas para organizar un paro nacional o provincial; que sirva para luchar contra la flexibilización laboral, contra la imposición de nuevos impuestos, y más importante aún; que sirva para exigirle al gobierno la implementación de una escala móvil de salarios por encima de la inflación para solucionar el problema de los salarios que no alcanzan para nada. En pocas palabras, el encuentro debe servir para votar un plan de lucha para enfrentar al gobierno y a los empresarios.
A pesar del fuerte golpe y la importante derrota política parcial que significó el referéndum del TLC, todavía el movimiento de masas puede recomponerse; la crisis alimentaria puede incluso tener un potencial más explosivo que la propia lucha contra el tratado, y la reciente experiencia mundial así lo demuestra. La lucha contra el TLC exigía un nivel mayor de politización que incluso costó años alcanzarlo, mientras tanto la crisis alimentaria golpea cotidianamente y en el estómago; lo que puede ofrecer grandes posibilidades para la movilización.Los revolucionarios de la LRS le proponemos a los grandes sindicatos como ANDE, APSE, FIT, ANTTEC, SITET, y otros; a la CGT, a los comités patrióticos, y especialmente a las organizaciones obreras y socialistas como el PRT, MAS, PST y otras; que convoquemos todos juntos a este encuentro obrero y popular contra la carestía de vida. Proponemos el sábado 30 de agosto en la Universidad de Costa Rica, de tal manera que puedan asistir la mayor cantidad de trabajadores posible.
Los empresarios y la burguesía mundial anuncian que la crisis alimentaria y energética apenas comienza, sostienen que la comida y los bienes básicos seguirán aumentando, y con tono criminal rematan diciendo que “la transición a un nuevo equilibrio será más costosa, prolongada y dolorosa que lo que nadie se ha imaginado”. Mientras tanto, la burguesía nacional lo único que viene preparando para el pueblo trabajador de Costa Rica es hambre y miseria, y es por eso que los trabajadores y el pueblo pobre debemos organizarnos para darle una respuesta de lucha a la crisis.
Frente al “Diálogo” y la “Solución Nacional” que preparan los empresarios y el gobierno: por una oposición obrera y popular a las alzas en los alimentos y la energía.
En medio de la crisis alimentaria que azota a buena parte de los pueblos del mundo, los empresarios nacionales e internacionales sacan enormes ganancias por la subida abrupta en el precio de los distintos bienes; y la situación es todavía más grave, cuando la burguesía intenta pasar al ataque con más violencia a través de leyes como la de la flexibilización laboral con la jornada “4-3”[2], o con la imposición de nuevos impuestos.
Precisamente ya la burguesía y los empresarios preparan un “Diálogo” donde se construya una “Solución Nacional” pero a la medida de sus ganancias, lo que proponen centralmente es hacer una reunión donde participen las fracciones de todos los partidos burgueses representados en la Asamblea Legislativa; y no hay que extrañar si los empresarios incluyen en esta iniciativa a la burocracia sindical como correa de contención hacia el movimiento de masas.
Pero independientemente de la “solución” y el “diálogo nacional”, ninguna de las acciones de la burguesía servirá para poner fin a la grave situación que viven cientos de miles de trabajadores en Costa Rica; los empresarios únicamente tomarán medidas para que sus ganancias no caigan, y que al final la crisis la paguemos los trabajadores y los sectores empobrecidos del pueblo. Por eso una verdadera propuesta para solucionar la crisis es completamente diferente a lo que proponen los empresarios y el gobierno.
Nuestra propuesta desde la LRS: la convocatoria de un encuentro obrero y popular para la última semana de agosto, donde acordemos un plan de lucha orientado a la movilización y la pelea callejera.
Aunque precariamente algunas organizaciones como la FEUCR y FEMDIS intentaron en el mes de junio convocar alrededor de la carestía de vida en la Universidad de Costa Rica (UCR), lo hicieron con un método profundamente errado metodológica y políticamente.[3] Metodológicamente lo hicieron convocando improvisadamente con poco menos de una semana de anticipación, además curiosamente lo hicieron chocando con otras actividades; y para rematar, políticamente centraron su convocatoria en los estudiantes de la UCR, dejando por fuera a los trabajadores, a los sindicatos, y a otras agrupaciones. De estos intentos fallidos, nosotros creemos que debemos sacar lecciones.
Los revolucionarios de la LRS proponemos la realización de un encuentro obrero y popular para la última semana del mes de agosto. La crisis no se acaba ni en una semana ni en un mes, sino que más bien posiblemente se agudizará; y lo peor que se puede hacer es caer en actos de desesperación que nos lleven a improvisar actividades con poco margen de tiempo, que a la larga lo único que podrían provocar es desmoralización y apatía hacia un verdadero encuentro alrededor de la lucha contra la crisis. El otro extremo, dejar pasar mucho tiempo, es igualmente peligroso, pues reduce la capacidad de respuesta desde el movimiento de masas. Lo que proponemos más bien a todas las organizaciones es tomar estas semanas de julio y agosto para la convocatoria y organización efectiva de la actividad, de manera que garanticemos una buena asistencia.
En cuanto a los ejes políticos, creemos que la asamblea debe servir para discutir la disponibilidad de fuerzas para organizar un paro nacional o provincial; que sirva para luchar contra la flexibilización laboral, contra la imposición de nuevos impuestos, y más importante aún; que sirva para exigirle al gobierno la implementación de una escala móvil de salarios por encima de la inflación para solucionar el problema de los salarios que no alcanzan para nada. En pocas palabras, el encuentro debe servir para votar un plan de lucha para enfrentar al gobierno y a los empresarios.
A pesar del fuerte golpe y la importante derrota política parcial que significó el referéndum del TLC, todavía el movimiento de masas puede recomponerse; la crisis alimentaria puede incluso tener un potencial más explosivo que la propia lucha contra el tratado, y la reciente experiencia mundial así lo demuestra. La lucha contra el TLC exigía un nivel mayor de politización que incluso costó años alcanzarlo, mientras tanto la crisis alimentaria golpea cotidianamente y en el estómago; lo que puede ofrecer grandes posibilidades para la movilización.Los revolucionarios de la LRS le proponemos a los grandes sindicatos como ANDE, APSE, FIT, ANTTEC, SITET, y otros; a la CGT, a los comités patrióticos, y especialmente a las organizaciones obreras y socialistas como el PRT, MAS, PST y otras; que convoquemos todos juntos a este encuentro obrero y popular contra la carestía de vida. Proponemos el sábado 30 de agosto en la Universidad de Costa Rica, de tal manera que puedan asistir la mayor cantidad de trabajadores posible.
[1] Según el Banco Central de Costa Rica “El precio de los combustibles y el incremento en los alimentos, son dos elementos clave para el deterioro en el poder de compra de los sueldos en el país” y señala además que “el índice de salario mínimo real se deterioro al mes de junio”. Deterioro en índice de salario mínimo. Citado por Las Noticias. Repretel. Miércoles 9 de julio de 2008.
[2] Los empresarios buscan aprovechar el clima de crisis para introducir una de sus más soñadas contrarreformas laborales, la jornada de 12 horas por medio de la llamada “4-3”, es decir, cuatro días de trabajo y tres “libres”.
[3] La primera “gran asamblea” la convocaron precisamente el mismo día, y casi a la misma hora que la LRS estrenaría la película “Ellos se atrevieron” en el Cine Universitario de la UCR. El resultado fue notorio: mientras la actividad de FEUCR-FEMDIS reunió poco más de 10 personas, la actividad de la LRS sobrepasó las 200 personas en un Auditorio de Derecho casi lleno. Y es que nosotros, la LRS, el día de la primer “gran asamblea”, propusimos organizar otro encuentro con buena anticipación y margen de tiempo, ante esto, los muchachos que convocaban la actividad y “dirigían” la palabra no nos hicieron ni caso. Por eso creemos que tenemos que aprender de estas experiencias, es decir, no utilizar ejes importantes de lucha que puedan desconvocar otras actividades, o de manera improvisada; sino con seriedad y en frente único entre todas las organizaciones posibles.
[2] Los empresarios buscan aprovechar el clima de crisis para introducir una de sus más soñadas contrarreformas laborales, la jornada de 12 horas por medio de la llamada “4-3”, es decir, cuatro días de trabajo y tres “libres”.
[3] La primera “gran asamblea” la convocaron precisamente el mismo día, y casi a la misma hora que la LRS estrenaría la película “Ellos se atrevieron” en el Cine Universitario de la UCR. El resultado fue notorio: mientras la actividad de FEUCR-FEMDIS reunió poco más de 10 personas, la actividad de la LRS sobrepasó las 200 personas en un Auditorio de Derecho casi lleno. Y es que nosotros, la LRS, el día de la primer “gran asamblea”, propusimos organizar otro encuentro con buena anticipación y margen de tiempo, ante esto, los muchachos que convocaban la actividad y “dirigían” la palabra no nos hicieron ni caso. Por eso creemos que tenemos que aprender de estas experiencias, es decir, no utilizar ejes importantes de lucha que puedan desconvocar otras actividades, o de manera improvisada; sino con seriedad y en frente único entre todas las organizaciones posibles.