El pasado primero de julio, la leche líquida de vaca aumentó en Costa Rica de un 8% a un 10%. La leche blanca –agua con leche- pasó de 370 colones a 400, y la leche azul de larga duración –alta calidad- aumentó de 540 a 595 colones (La Nación, 1-7-2008). Esta alzada, más que aumento en los costos de producción de los empresarios multimillonarios de Dos Pinos; demuestra la intención de esta empresa lechera por sacar provecho de la crisis internacional de alimentos -caracterizada centralmente por la disparada de los precios de estos bienes en el mercado internacional- para incrementar sus ganancias.
Este aumento en el costo de la leche se da al mismo tiempo (con unos meses de diferencia) que en Honduras “aprueban importar leche de Costa Rica…” (La Tribuna, Honduras. 26/2/2008), con el fin de asegurar en el país nuevas inversiones en el campo lechero; situación garantizada por ejemplo por Dos Pinos.
Lo que venimos afirmando respecto al beneficio que los empresarios vienen obteniendo de la crisis no es especulación, pues incluso el diario La Nación (5/7/2008) lo afirmó con todas las letras, cuando sostuvo que “la principal empresa lechera nacional [Dos Pinos] busca aprovechar las buenas condiciones del mercado mundial”, donde los precios de la leche se han disparado. Y es que aunque aparentemente Dos Pinos no abastecerá el mercado centroamericano con leche costarricense pues “no es suficiente”, lo que es indudable es que sus planes de expansión y su inversión en Honduras por $20 millones la realizan recargándola sobre los hombros de los trabajadores por medio de un duro aumento en la leche vendida en Costa Rica.
El anterior, es solo un ejemplo nacional que refleja quienes se vienen beneficiando con la crisis. A nivel internacional son empresas como Monsanto quienes aprovechan los altos precios de la soja y vienen sacando fabulosas ganancias, así como los monopolios de maíz, arroz y otros granos se vienen enriqueciendo a costa del hambre de millones de personas en el planeta.La actual crisis alimentaria internacional, plantea al rojo vivo la necesidad de la intervención obrera independiente, con sus propias demandas y sus propios métodos de lucha para poner fin a la crisis; es la única forma de que los grandes monopolios mundiales y nacionales de alimentos dejen de sacar ganancias en detrimento del hambre de nuestros pueblos. Y sobretodo, la lucha obrera e independiente es la única salida para garantizar una buena alimentación y con abundancia a los trabajadores y al pueblo. Frente al aumento de la leche y la carestía de vida, proponemos la organización de un encuentro obrero y popular, tal y como ya lo venimos proponiendo en otros artículos.
Este aumento en el costo de la leche se da al mismo tiempo (con unos meses de diferencia) que en Honduras “aprueban importar leche de Costa Rica…” (La Tribuna, Honduras. 26/2/2008), con el fin de asegurar en el país nuevas inversiones en el campo lechero; situación garantizada por ejemplo por Dos Pinos.
Lo que venimos afirmando respecto al beneficio que los empresarios vienen obteniendo de la crisis no es especulación, pues incluso el diario La Nación (5/7/2008) lo afirmó con todas las letras, cuando sostuvo que “la principal empresa lechera nacional [Dos Pinos] busca aprovechar las buenas condiciones del mercado mundial”, donde los precios de la leche se han disparado. Y es que aunque aparentemente Dos Pinos no abastecerá el mercado centroamericano con leche costarricense pues “no es suficiente”, lo que es indudable es que sus planes de expansión y su inversión en Honduras por $20 millones la realizan recargándola sobre los hombros de los trabajadores por medio de un duro aumento en la leche vendida en Costa Rica.
El anterior, es solo un ejemplo nacional que refleja quienes se vienen beneficiando con la crisis. A nivel internacional son empresas como Monsanto quienes aprovechan los altos precios de la soja y vienen sacando fabulosas ganancias, así como los monopolios de maíz, arroz y otros granos se vienen enriqueciendo a costa del hambre de millones de personas en el planeta.La actual crisis alimentaria internacional, plantea al rojo vivo la necesidad de la intervención obrera independiente, con sus propias demandas y sus propios métodos de lucha para poner fin a la crisis; es la única forma de que los grandes monopolios mundiales y nacionales de alimentos dejen de sacar ganancias en detrimento del hambre de nuestros pueblos. Y sobretodo, la lucha obrera e independiente es la única salida para garantizar una buena alimentación y con abundancia a los trabajadores y al pueblo. Frente al aumento de la leche y la carestía de vida, proponemos la organización de un encuentro obrero y popular, tal y como ya lo venimos proponiendo en otros artículos.