En las siguientes líneas, presentamos un artículo de apoyo a la campaña internacional en curso sobre defensa de Orlando Chirino frente a los ataques del gobierno; así como la exigencia de su reincorporación como trabajador y dirigente sindical de PDVSA, la principal industria petrolera de Venezuela. Los compañeros de la JIR, con quienes mantenemos relaciones fraternales, han escrito el artículo; y lo suscribimos en todas sus partes, al mismo tiempo que exigimos la reincorporación de Chirino a PDVSA y el cese de ataques a la autonomía sindical del movimiento obrero venezolano, así como las persecuciones políticas y las represalias por parte del gobierno después de la derrota sufrida en el Referéndum constitucional.
Un nuevo ataque a la autonomía sindical
Las autoridades de la petrolera estatal PDVSA y del Ministerio de Trabajo, han separado de su puesto al compañero Orlando Chirino, reconocido dirigente sindical y de la izquierda del país que estuvo, junto a los millones de trabajadores y trabajadoras y de los sectores populares, enfrentando el golpe de estado proimperialista de abril de 2002 y el posterior paro-saboteo patronal de finales del mismo año y principios del 2003, en el que los trabajadores y trabajadoras y el pueblo pobre, recuperaron y pusieron a producir varias plantas de PDVSA que la reacción proimperialista había intentado paralizar.
El compañero, aunque impulsó la campaña de Chávez por los 10 millones de votos para las elecciones de diciembre de 2006, ahora correctamente se negó a apoyar la reforma constitucional que Chávez proponía para conseguir la reelección indefinida, aumentar sus poderes y regimentar aún más a las organizaciones sociales y sindicales al Estado, llamando a votar nulo. El despido de Chirino, ilegal y sin fundamento, se enmarca entonces es una represalia política y constituye un ataque más a los derechos y autonomía sindicales. Junto a esto, 14 trabajadores y dirigentes sindicales de la empresa de aceros SIDOR, se encuentran procesados por paralizar las máquinas durante una huelga obrera en 2005. Y lo que es aún más indignante, el hecho se da en el mismo momento en que Chávez amnistía a varios participantes del golpe de 2002 - siniestras figuras de la reacción proimperialista interna.
Este avance del gobierno de Chávez sobre la autonomía de las organizaciones obreras y populares tuvo su primer gran paso con la formación del PSUV al que debían subordinarse todas las organizaciones. Chávez declaró en ese momento que quien no entrase al partido, era un "traidor a la revolución". Luego intentó avanzar mediante la nombrada reforma constitucional que fracasó en el reciente referéndum.
Estos intentos por reforzar el poder del régimen y disciplinar a quienes no se subordinan a su proyecto de "socialismo con empresarios", tuvieron una de sus expresiones más claras en la marginación y posterior represión a los trabajadores de Sanitarios Maracay que exigían la expropiación bajo control obrero de la empresa, hecho que fue repudiado por un importante paro obrero regional en el Estado de Aragua en mayo de 2007.
El despido de Chirino es un nuevo ataque a todos los trabajadores y sus organizaciones que repudiamos enérgicamente y por lo que adherimos e impulsamos con todas nuestra fuerzas la campaña internacional por su inmediata reincorporación y contra cualquier tipo de represalia política.
Las autoridades de la petrolera estatal PDVSA y del Ministerio de Trabajo, han separado de su puesto al compañero Orlando Chirino, reconocido dirigente sindical y de la izquierda del país que estuvo, junto a los millones de trabajadores y trabajadoras y de los sectores populares, enfrentando el golpe de estado proimperialista de abril de 2002 y el posterior paro-saboteo patronal de finales del mismo año y principios del 2003, en el que los trabajadores y trabajadoras y el pueblo pobre, recuperaron y pusieron a producir varias plantas de PDVSA que la reacción proimperialista había intentado paralizar.
El compañero, aunque impulsó la campaña de Chávez por los 10 millones de votos para las elecciones de diciembre de 2006, ahora correctamente se negó a apoyar la reforma constitucional que Chávez proponía para conseguir la reelección indefinida, aumentar sus poderes y regimentar aún más a las organizaciones sociales y sindicales al Estado, llamando a votar nulo. El despido de Chirino, ilegal y sin fundamento, se enmarca entonces es una represalia política y constituye un ataque más a los derechos y autonomía sindicales. Junto a esto, 14 trabajadores y dirigentes sindicales de la empresa de aceros SIDOR, se encuentran procesados por paralizar las máquinas durante una huelga obrera en 2005. Y lo que es aún más indignante, el hecho se da en el mismo momento en que Chávez amnistía a varios participantes del golpe de 2002 - siniestras figuras de la reacción proimperialista interna.
Este avance del gobierno de Chávez sobre la autonomía de las organizaciones obreras y populares tuvo su primer gran paso con la formación del PSUV al que debían subordinarse todas las organizaciones. Chávez declaró en ese momento que quien no entrase al partido, era un "traidor a la revolución". Luego intentó avanzar mediante la nombrada reforma constitucional que fracasó en el reciente referéndum.
Estos intentos por reforzar el poder del régimen y disciplinar a quienes no se subordinan a su proyecto de "socialismo con empresarios", tuvieron una de sus expresiones más claras en la marginación y posterior represión a los trabajadores de Sanitarios Maracay que exigían la expropiación bajo control obrero de la empresa, hecho que fue repudiado por un importante paro obrero regional en el Estado de Aragua en mayo de 2007.
El despido de Chirino es un nuevo ataque a todos los trabajadores y sus organizaciones que repudiamos enérgicamente y por lo que adherimos e impulsamos con todas nuestra fuerzas la campaña internacional por su inmediata reincorporación y contra cualquier tipo de represalia política.
Juventud de Izquierda Revolucionaria (JIR)