domingo, 9 de marzo de 2008

¡Convirtamos la prórroga de 7 meses para las leyes de implementación en un segundo round contra el gobierno y los empresarios!

¡Que el 2° round comience con la lucha de los docentes y los trabajadores energéticos el 10 de marzo!


Las burguesías centroamericanas y el imperialismo norteamericano, se han puesto fácilmente de acuerdo en el tema de concederle al gobierno de Costa Rica una prórroga de 7 meses más para aprobar las leyes de la Agenda de Implementación (AI). Estas leyes, como se sabe, se encuentran actualmente en su recta final de aprobación en el plenario legislativo; y quedan aún pendientes por aprobar las leyes más problemáticas para el empresariado nacional: la Ley General de Telecomunicaciones (aprobada ya en 1° debate), y la Ley de Fortalecimiento y Modernización del ICE.
Aunque poco después del referéndum el gobierno convirtió en Ley de la República el Tratado de Libre Comercio, lo cierto es que dicho convenio depende para ser una realidad, de la aprobación de más de 12 leyes en la AL, que a pesar del gran avance y velocidad del gobierno en el parlamento, no han logrado ser aprobados antes del 29 de febrero, fecha que el imperialismo norteamericano establecía como un límite para tener aprobados los proyectos de la AI. Es decir, a pesar del avance y la ofensiva de la burguesía después del 7 de octubre, esta ofensiva no le ha alcanzado para ponerse al día con el itinerario establecido por el imperialismo, incluso con un movimiento de masas en relativo reflujo y muy golpeado con la imposición del “Sí al TLC” por los empresarios en el referéndum.
La prórroga, refleja que todavía el movimiento de masas puede recuperarse, y puede colocarse en mejores condiciones para impedir la aprobación de las leyes de la AI, y con esto, detener el TLC. Aunque las posibilidades están cuesta arriba -tomando en cuenta el impacto del 7 de octubre sobre el movimiento obrero y popular- todavía es posible revertir la correlación de fuerzas que ha imperado desde el día siguiente al referéndum, es decir, una correlación completamente favorable a los empresarios y el gobierno de los Arias Sánchez. Pero para lograr esto, es necesaria una política obrera independiente, apoyada en un verdadero plan de combate; como ya lo hemos repetido miles de veces.

La jornada de movilización del 10 de marzo, debe servir para reorganizar al movimiento de masas
El día 25 de febrero en la Conferencia Episcopal, una importante asamblea de obreros y dirigentes sindicales del ICE definió convertir el 10 de marzo, en una jornada de protesta nacional en contra de las Leyes de Implementación y contra el gobierno. Esta jornada coincide con los llamados a huelga que algunos sectores de magisterio vienen haciendo en exigencia del pago a miles de docentes que aún no han recibido el salario correspondiente a los primeros meses del ciclo lectivo 2008, como muestra de un grave atropello del Ministerio de Educación Pública (MEP) a miles de educadores.
Esta jornada nacional de lucha, debe servir para reorganizar el movimiento (no como una demostración de fuerza) en la perspectiva de apoyarnos todos en un plan de combate contra el gobierno.
En primer lugar, esta jornada debe partir por vincular la lucha de los trabajadores del ICE y magisterio, con las alzas energéticas que ha solicitado la jerarquía del Instituto Costarricense de Electricidad; y aún más, este movimiento debe vincularse directamente con la pretensión voraz de los empresarios de eliminar el impuesto a los grandes consumidores industriales de electricidad. Esto por que semejante alza (20%), así como la eliminación de los impuestos a los empresarios (subsidio cruzado según los especialistas del ICE), golpearía a todos los trabajadores de Costa Rica, tanto del magisterio, a los propios obreros del ICE; y por supuesto a cientos de miles de trabajadores privados. Esta demanda, además de favorecer el incremento de la confianza del conjunto del pueblo pobre hacia los trabajadores del ICE (al oponerse estos en primera fila a los aumentos), abriría las posibilidades efectivas de que vastos sectores se coloquen en disposición a la lucha nacional en contra del gobierno y el régimen, comenzando por la lucha contra el aumento tarifario.
Pero la lucha contra las alzas energéticas, es sólo el primer paso para aspirar a iniciar una lucha seria; en la que indudablemente no pueden faltar los combativos obreros encargados de la energía y las telecomunicaciones. Además de este eje político que debería ocupar el centro de todas las demandas actuales, el movimiento de masas no debe dejar de incorporar la pelea en contra de la Ley Antiterrorista (y la ofensiva represiva del gobierno de conjunto); vinculando todo por supuesto, en el transcurso de la movilización, con las leyes de la Agenda de Implementación, y por supuesto, con las leyes que tienen que ver con la destrucción y privatización del ICE. Todo esto debe organizarse, a la vez que luchamos por construir un comité de huelga nacional, que facilite la movilización y las medidas de resistencia contra el gobierno de la manera más coherente y sincronizada posible entre todos los sectores; un comité de huelga nacional donde participen las grandes organizaciones sindicales, los comités patrióticos, las organizaciones políticas, y todas las fuerzas obreras y populares que quieran luchar contra el gobierno.
Un segundo capítulo de la lucha contra el combo del ICE (se cumplen 8 años en este mes de marzo) es posible, pero para eso hace falta una estrategia de combate; opuesta por el vértice a la estrategia de conciliación de clases impulsada por algunos oportunistas que quieren utilizar al movimiento y docilizarlo, en la perspectiva de las elecciones del 2010. Los obreros del ICE, los docentes del magisterio y el pueblo pobre no tienen otra salida que la del combate sin tregua contra el imperialismo, el gobierno y el régimen que se haya detrás del TLC y todas las leyes de la Agenda de Implementación.