Desde el primer día de abril, llevamos en nombre de nuestra agrupación dos propuestas a la Coordinadora Nacional de Lucha/Comisión Nacional de Enlace (CNL-CNE), basadas en dos de los ejes de lucha que consideramos trascendentales y que hemos venido propagandizando y agitando insistentemente en nuestras publicaciones durante los últimos meses. Dichas propuestas fueron las siguientes:
- Que la CNE-CNL, se pronuncie respecto a los violentos aumentos en las tarifas eléctricas que se pretenden implementar en las próximas semanas, mismos que podrían alcanzar hasta más de un 70%; lo cual se traduce en un verdadero atentado para la clase trabajadora.
- Que la CNL-CNE se pronuncie contra el fortalecimiento del aparato represivo costarricense y la Ley Antiterrorista, que el gobierno pretende diluir junto con otras leyes represivas en la Asamblea Legislativa durante los próximos meses. Los anteriores pronunciamientos en la perspectiva de que sean incorporados como ejes de lucha tanto a nivel de esta instancia, como de las agrupaciones que la conforman.
La primera propuesta tuvo un apoyo mayoritario por parte de los presentes en dicha reunión, lo cuál es en alguna medida un avance, esto por que en una asamblea realizada el día 25 de febrero, un importante grupo de trabajadores del ICE ya habían votado por unanimidad luchar contra los aumentos en las tarifas eléctricas. En una coyuntura como la actual, este eje es trascendental para vincular entre sí las acciones que surjan por parte de distintos sectores de trabajadores (ICE, Magisterio), y aún más, para vincular a la lucha a otros sectores populares que serán igualmente golpeados de efectuarse dichos aumentos.
En cuanto al segundo punto, este no fue respaldado alegando que la Ley Antiterrorista como tal aún no se encontraba en la corriente legislativa. Esto es un grave error, debido a que las bases esenciales de dicha ley se encuentran ya diluidas en el proyecto “Ley de Fortalecimiento Integral de la Seguridad Ciudadana” presentado hace unas semanas por Laura Chinchilla.
En las últimas semanas de abril hemos seguido insistiendo en la necesidad de enfrentar con la movilización en las calles a la Ley Antiterrorista, que no tiene otra víctima más que al movimiento de masas; esto por lo menos es lo que han vivido en carne propia los trabajadores y sus organizaciones con las leyes antiterroristas aprobadas internacionalmente.
- Que la CNE-CNL, se pronuncie respecto a los violentos aumentos en las tarifas eléctricas que se pretenden implementar en las próximas semanas, mismos que podrían alcanzar hasta más de un 70%; lo cual se traduce en un verdadero atentado para la clase trabajadora.
- Que la CNL-CNE se pronuncie contra el fortalecimiento del aparato represivo costarricense y la Ley Antiterrorista, que el gobierno pretende diluir junto con otras leyes represivas en la Asamblea Legislativa durante los próximos meses. Los anteriores pronunciamientos en la perspectiva de que sean incorporados como ejes de lucha tanto a nivel de esta instancia, como de las agrupaciones que la conforman.
La primera propuesta tuvo un apoyo mayoritario por parte de los presentes en dicha reunión, lo cuál es en alguna medida un avance, esto por que en una asamblea realizada el día 25 de febrero, un importante grupo de trabajadores del ICE ya habían votado por unanimidad luchar contra los aumentos en las tarifas eléctricas. En una coyuntura como la actual, este eje es trascendental para vincular entre sí las acciones que surjan por parte de distintos sectores de trabajadores (ICE, Magisterio), y aún más, para vincular a la lucha a otros sectores populares que serán igualmente golpeados de efectuarse dichos aumentos.
En cuanto al segundo punto, este no fue respaldado alegando que la Ley Antiterrorista como tal aún no se encontraba en la corriente legislativa. Esto es un grave error, debido a que las bases esenciales de dicha ley se encuentran ya diluidas en el proyecto “Ley de Fortalecimiento Integral de la Seguridad Ciudadana” presentado hace unas semanas por Laura Chinchilla.
En las últimas semanas de abril hemos seguido insistiendo en la necesidad de enfrentar con la movilización en las calles a la Ley Antiterrorista, que no tiene otra víctima más que al movimiento de masas; esto por lo menos es lo que han vivido en carne propia los trabajadores y sus organizaciones con las leyes antiterroristas aprobadas internacionalmente.