La lucha educativa sigue en el centro de la escena, aunque de las calles fue arrinconada en el Parlamento por la política de las burocracias estudiantiles, tanto las moderadas de las JJCC/Autónomos/pro- Concertación, como las burocracias de izquierda de los colectivos populares en la CONFECH. Allí todo gira alrededor de platas más, platas menos, protagonizado por los partidos de la derecha y la Concertación, que fueron quienes instalaron la educación de mercado, y sostenidos por el PC. La lucha fue desviada a los salones parlamentarios, pero su fuerza sigue actuando: el Gobierno y la derecha sólo atinan a responder por la fuerza. Toda la herencia pinochetista se muestra como un dique para impedir que todo siga igual. Nada ha quedado resuelto, y la tarea de ahora en más es organizar las fuerzas de quienes estuvieron dispuestos a ir hasta el final y por todo.
Golpes de fuerza, y desvío
La propuesta educacional de la Concertación y el PC que avala la burocracia estudiantil moderada, y que la burocracia de izquierda avaló llamando a presionar a los parlamentarios, no cambia nada de fondo. Apenas lima los aspectos más irritantes de la educación de mercado. Además, se limita en lo inmediato a exigir unas platas más, y el resto que muera en un papel mojado llamado protocolo de acuerdo. Platas más platas menos, la Concertación y el PC piden que se agregue al Presupuesto del Gobierno para Educación de 780 millones de dólares, otros 1.000 millones de dólares más. De educación gratuita para todos, nada. Apenas un sistema de becas y ayudas para el 70%. El Gobierno habla del 60%, y en forma gradual. De terminar con todo el sistema de educación de mercado, menos aún. El 93% del Presupuesto, hasta ahora, se va en transferencias a privados. Es un presupuesto privatizador.
El Gobierno responde con la fuerza. Haciendo uso de su atribución de que sólo el Gobierno, y no los parlamentarios, puede proponer y decidir sobre los recursos. Un régimen político autoritario, heredado de la dictadura, y que la Concertación mantuvo. A ese Parlamento binominal y autoritario, desviaron la lucha el PC y las burocracias estudiantiles. No es el único golpe de fuerza. El Gobierno gira abiertamente a preocuparse por “el orden público”, es decir, a tratar de impedir por la fuerza cualquier manifestación, el derecho a protestar contra las infamias de la democracia pinochetista-concertacionista. Así, el Ministro de Justicia Teodoro Ribera embistió contra los jueces, demandándoles que encarcelaran a los que luchan en las calles, las tomas y los paros. La Justicia, que no es amiga de los que luchan, le respondió que más del 90% de los casos de arrestos terminan con castigos judiciales. Después, con el mismo objetivo, el Ministro del Interior Hinzpeter embistió contra el Ministerio Público. Otra institución que está lejos de ser amiga de los que luchan: es la del montaje del caso bombas. A esto agreguemos el infame homenaje del alcalde UDI de Providencia Labbé al torturador Krasnoff, una verdadera provocación.
La tregua
Los golpes de fuerza muestran que están preocupados por el futuro. Nada queda resuelto, y todo anuncia que las luchas se retomarán. Para eso se preparan. También muestran que la fuerza de la lucha sigue actuando, y así, con golpes de fuerza, deben responder. Muestra algo más: la debilidad que persiste del Gobierno, la derecha, la Concertación, el Parlamento. El homenaje infame de Labbé a su amigo torturador, golpea por derecha a Piñera; los diputados UDI están descontentos con el Presupuesto del Gobierno. En RN hay una partición de hecho: su disidencia no es admitida en sus instancias partidarias, y algunos anuncian que romperían con este partido. A la vez, se anuncia la formación de un nuevo partido de derecha liberal. Ni los golpes de fuerza en condiciones de debilidad, ni el desvío parlamentario resuelven nada. Nadie pudo imponer su fuerza sobre el otro. Se abre una tregua, un momento de paz aparente en el que cada fuerza se prepara para las próximas batallas. El Gobierno ya está mostrando cómo: más autoritarismo y más represión. La Concertación también: tratando de presentarse falsamente como amigos del pueblo para hacer de puente entre el gobierno y los estudiantes. ¿Y los estudiantes?
CONFECH de Chillán: un saludo a la bandera
En la reunión en Chillán, la CONFECH rechazó las propuestas tanto del Gobierno como de la Concertación. La burocracia moderada le quita peso. Jackson recibió un golpe. Las declaraciones fueron de la burocracia de izquierda. No sirven de nada. Hace apenas unas semanas que estos últimos llamaron a presionar a los parlamentarios. Las reuniones siguen siendo burocráticas, a puertas cerradas. Se acaban de acordar que los secundarios existen. Y cuando se reúnen la CONFECH y la CONES es una unidad burocrática, por arriba. Además que desde la CONES anunciaron que ellos no rechazan las negociaciones con los parlamentarios. Las nuevas movilizaciones que convocan, que sí debemos impulsar en cada universidad y colegio, son de presión. Nada dicen de los Universidades (UCN, UA), Facultades (Filosofía de la U.d e Chile), y colegios (como el A-90 de San Miguel) que resisten reafirmando no retomar las clases. Y aunque se podían obtener las demandas, manteniendo las tomas, paros y movilizaciones hasta imponer el petitorio, con estas dirigencias burocráticas no se puede triunfar.
Agrupar a la vanguardia de lucha
La debilidad del Gobierno, la derecha, la Concertación, el Parlamento, se sostiene en golpes de fuerza y desvíos precarios. Se sostiene también en que las burocracias estudiantiles debilitaron la lucha llamando a retomar las clases y llevar la lucha a los salones del Parlamento, así como a confiar en los falsos amigos del pueblo de la Concertación. Pero la herencia pinochetista fue golpeada. Hasta hoy y desde hace 7 meses todo gira alrededor de la lucha estudiantil. El Presupuesto no se vota por este punto, la partida de Educación.
Hay que avanzar a terminar con ella. Para eso debemos prepararnos. Agrupando a la vanguardia que en la lucha demostró estar dispuesta a ir hasta el final. Y ahora, hay que ir por todo. Para esto se pone en pie la Agrupación Combativa y Revolucionaria, con un Encuentro Nacional realizado el 19 y 20 de noviembre con compañeras y compañeros universitarios, secundarios, técnico-profesionales, de Arica, Antofagasta, Valparaíso, Santiago, Temuco. La que está en los lugares que aún resisten no reiniciando las clases, en los lugares que reiniciaron las clases pero se preparan para las próximas batallas, la que está en las calles, la que se presenta a las elecciones de Federaciones y Centros de Alumnos, en los lugares de estudio y en los lugares de trabajo, la que es parte de las luchas anticapitalistas de la juventud y los trabajadores en Grecia, España, Egipto. La que ahora impulsa la lista de la FECH “Abran paso a la lucha”.
Para ir por todo, para terminar con toda la herencia pinochetista, sacándose de encima a la burocracia estudiantil, moderada y de izquierda, y prepararse para las próximas luchas. Los trotskystas del Partido de Trabajadores Revolucionarios-Clase contra Clase/PTR-CcC, acompañamos e integramos la lucha de estas compañeras y compañeros, en el camino de nuestra lucha por construir un partido de la izquierda obrera y socialista, un partido revolucionario, en lucha por una República de Trabajadores basada en sus organismos de democracia directa, hasta terminar con toda explotación y opresión.