Por Val Lisboa
En la ciudad de Belém, en el
estado de Pará, al norte del país, el PSOL hegemoniza un frente
electoral en alianza con el PCdoB –partido exstalinista y cada vez más
pro burgués, con ministros en los gobiernos de Lula y Dilma–, integrado
también por el PSTU. Este frente electoral “Belém en las Manos del
Pueblo” es completamente oportunista, con programa, tácticas y métodos
que niegan la independencia política de la clase obrera, un verdadero
frente proburgués aunque no incluya directamente partidos burgueses.
El candidato del PSOL –Edmilson Rodrigues– fue dos veces intendente
por el PT (1997-2005). En estas elecciones el PSOL se alió con el
oficialista PCdoB, partido que es responsable por los negociados con el
imperialismo y terratenientes del agronegocio para la aprobación del
tristemente célebre Código Forestal que entrega las tierras, bosques y
recursos naturales a la rapiña capitalista, en una clara traición a los
movimientos ecologistas y a la lucha de los pueblos de esas zonas.
Este Código profundiza por ejemplo, la entrega de las tierras a las
corporaciones extranjeras y no tiene en cuenta las necesidades de los
sin tierras, de los indígenas, pequeños propietarios o trabajadores
agrícolas. El PCdoB, aliado al PT, gobierna para los capitalistas,
contemporiza con la represión a las huelgas de los servidores públicos
(descontando los días de paro, entre otras medidas) e impide, como
burócratas vendidos, la movilización independiente de los trabajadores
en una sociedad entre su central sindical (CTB) y la CUT, Força Sindical
y demás burócratas sindicales. Ironías aparte, en San Pablo, Netinho,
el principal candidato del PCdoB procesó a la candidata del subterráneo
del PSTU por utilizar el slogan. “¡San Pablo no quiere a quien pega a
una mujer! ¡No vote por Netinho para concejal, vote por Marisa del
Subte!” Como resultado, a la candidata del PSTU se le prohibió denunciar
a este candidato y además fue obligada a pagar una multa [1].
Como hizo el PT en su momento, el PSOL se lanza a ganar las
elecciones moldeando su programa y su discurso a lo aceptable para las
clases dominantes, que retribuye con donaciones financieras para la
campaña. De esta manera, probando que no es ninguna amenaza para los
capitalistas, más bien todo lo contrario, el candidato Edmilson (y el
PSOL) recibió para esta campaña electoral, casi 400.000 reales de
empresas que mantienen contratos de obras y servicios con el gobierno
del estado (PSDB) y las intendencias [2].
O sea, esas empresas, al ver que el candidato del PSOL tiene
posibilidades de ganar la elección, se apuran a financiarlo a la espera
de recibir, en caso de ser electo, contratos de obras y servicios,
reproduciendo el mecanismo burgués de gobierno de las “cosas públicas”
donde los capitalistas –que son los que detienen el verdadero poder–
dominan las finanzas, inversiones y gastos de las instituciones de
gobierno.
Nada raro, visto que Edmilson, cuando fue intendente del PT, convivió
pacíficamente con los capitalistas (y gobernó en alianza con el PCdoB),
manteniendo sus negocios y recibiendo financiamiento para sus campañas
políticas.
Nada de esto era novedad para la vanguardia brasilera. Ni aún para la
dirección del PSTU, que se olvidó de las denuncias contra Edmilson
cuando fue intendente del PT por dos mandatos. En 2002, el PSTU
denunciaba a Edmilson cuando estaba en su segundo mandato como
intendente petista: “En Pará profesores estatales y municiapis (sic) de
Belém realizan huelgas prolongadas. En el Estado el patrón es Almir Gabriel, del PSDB; en Belém, Edmilson Rodrigues, del PT,
es el responsable por la huelga. La insatisfacción municipal es un
hecho, pues hace casi 6 años el PT gobierna sin conceder aumento real de
salarios. Trabajadores de Funpará (fundación municipal en el área de
asistencia) también entraron en huelga, desde hace dos semanas” [3] (destacados nuestros).
Un frente electoral proburgués y antiobrero
Para formar el frente electoral la dirección del PSTU “dejó de lado”
el programa y la estrategia, además de la experiencia antiobrera del
gobierno de Edmilson (PT), cubriéndose con las banderas reformistas y
proburguesas del PSOL y del PCdoB, con la única justificación de que en
esta coalición no hay partidos burgueses. Ahora, frente al
descubrimiento de que Edmilson y el PSOL recibieron dinero de los
patrones (el PSOL, en el 2010, también hizo lo mismo en Rio Grande), el
PSTU pone cara de horrorizado y publica una nota “elegante” que a lo
sumo “aconseja” al PSOL y a Edmilson a “rever la decisión de recibir
dinero de los empresarios” [4].
¿Como lo harán si el objetivo central es elegirse para gobernar dentro
del régimen burgués, engañando con un discurso de “gobernar para los
trabajadores”? Para quien, como Edmilson, ya gobernó y desea gobernar en
conciliación con la burguesía, ¿cuál es el problema de ser financiado
por los capitalistas?
Lo que podría ser ingenuidad no es más que oportunismo descarado del
PSTU, con el objetivo de “elegir un concejal”, aprovechándose de los
votos del PSOL y de Edmilson. La dirección del PSTU quiere disfrutar de
los votos del PSOL para elegir un concejal sin pagar el costo de aliarse
a quien se alió. El PSTU, escondiendo su oportunismo desteñido,
“critica” a su actual aliado (Edmilson) solo para “lavarse la cara”,
pues lo menos que debería hacer es romper el espúreo frente proburgués
con el PSOL y el PCdoB. Elegir un diputado ¿vale tanto desbarranque
político? El PSTU debería al menos ser coherente con el principio de no
participar en un frente financiado por la burguesía, pues si el dinero
fue recibido directamente por el PSOL y Edmilson (no por el PSTU) el
hecho es que los votos de esta coalición estarán alimentados por este
dinero de los capitalistas, entonces el PSTU no podría aceptar elegir un
concejal contando con esos votos “sucios” del PSOL. A quien engaña el
PSTU cuando “critica” al PSOL mientras mantiene y utiliza en su site un
video del mismo Edmilson pidiendo votos para su candidato (obrero de la
construcción civil, Cleber) [5].
Trotsky enseñaba que en circunstancias especiales –radicalización
política, para acciones precisas de la lucha de clases, en función de la
movilización independiente de la clase obrera y el fortalecimiento de
la vanguardia clasista y revolucionaria– se haría necesario acordar
frentes con organizaciones reformistas. Obviamente ese no es el caso de
Brasil, que vive una situación de reformismo social y estabilidad
política, con el movimiento de masas apoyando al gobierno y al sistema
capitalista.
Y también, para Trotsky, los frentes con los reformistas no eran
“bloques electorales” que siempre fortalecen a los reformistas y no a
los revolucionarios (basta recordar la larga historia de las corrientes
trotskistas en los frentes electorales con los reformistas del PT). Para
Trotsky el frente único debe servir para movilizar y colocar en acción
independiente a las masas trabajadoras, y para fortalecer las posiciones
de los revolucionarios y debilitar a los reformistas. Mas aún en este
caso, la dirección del PSTU debería aferrarse a las cuestiones
esenciales del programa y la estrategia, pues se trata de un frente
electoral (terreno burgués) y no un frente único con los reformistas
para potencializar acciones independientes de lucha revolucionaria
(lucha de clases) de los trabajadores y de las masas. ¿Quién se
fortalecerá: la vanguardia combativa, clasista y revolucionaria o
Edmilson y el PSOL (integrándose al régimen burgués)?
La dirección del PSTU se olvidó (o no aprendió) lo que Trotsky
explicaba sobre los frentes únicos “(…) La primera regla para el uso de
la política de frente único es la ruptura total e intransigente con la
conciliación sin principios. (…) La táctica de frente único no es una
panacea universal. Está subordinada a un cuestionamiento fundamental:
¿unifica a la vanguardia proletaria sobre la base de una intransigente
política marxista? (…) En ningún caso se deben establecer acuerdos por
objetivos prácticos al precio de concesiones de principio, de callar las
diferencias esenciales, de hacer formulaciones ambiguas que permiten
que cada una de las partes las interprete a su manera” [6].
El PSTU, aún “denunciando” la recepción del dinero por el PSOL, se
calla frente a las “diferencias esenciales” (programa y estrategia
obrera) para mantenerse en el frente electoral y, por eso, abandona las
enseñanzas de Trotsky que afirmaba que era “necesario saber de antemano
que los comunistas romperán implacablemente con los reformistas cuando estos den un salto hacia atrás” [7]
(destacados nuestros). Aun que el PSTU logre ilusionar a sus
militantes y simpatizantes con el verso de que el frente con el PSOL y
el PCdoB sería principista y un “paso adelante” de sus aliados
reformistas, cabe preguntar si al recibir dinero de la burguesía no
estaríamos frente a un “salto hacia atrás” de esos “aliados”. ¿Por qué,
entonces, no romper “implacablemente”, como Trotsky pregonaba?.
[1] http://colunistas.ig.com.br/poderon...
[2]
La empresa de construcción civil Cogep Construções e Gestão Ambiental
Ltda. “dio” R$ 160 mil. El PSTU, en su nota, afirma que esta es una
“empresa de Salvador (BA)”, cuando debería decir que es una empresa de
construcción civil que mantiene obras y contratos en Pará. ¿Será que su
candidato Cleber, de la construcción civil, denunciará que el “patrón”
que explota a sus compañeros de sector está financiando al candidato que
él pide a los trabajadores que voten?
[3] http://www.pstu.org.br/jornal_mater...
[4] http://www.pstu.org.br/eleicoes2012...
[5] http://www.youtube.com/watch?v=0l7K...
[6]
León Trotsky. Prólogo a la edición polaca de El izquierdismo,
enfermedad infantil del comunismo, de Lenin, 6 de octubre de 1932.
[7] León Trotsky. El ‘tercer período’ de los errores de la Internacional Comunista. http://www.ceip.org.ar/escritos/Lib...