Por Bryan Brenes
En el marco de una crisis capitalista mundial imparable, respondida por los gobernantes del mundo con duros planes de ajuste sobre los trabajadores y los pobres de los pueblos; la Presidenta Chinchilla anunció recientemente su plan de austeridad para recortar gastos en las instituciones autónomas, incluyendo por supuesto las universidades estatales. Este es un plan destinado a hacer pagar los costos de la crisis capitalista y el déficit fiscal a los trabajadores y al pueblo, y cuenta con la complicidad de la Alianza por Costa Rica, el bloque de “oposición” parlamentaria compuesto por el PAC, el FA y el PUSC; que no se ha cansado de pedir austeridad para estas instituciones.
La señora Presidenta junto con el Ministro Herrero, dio la orden de comenzar a aplicar el plan de austeridad, que incluye entre otras cosas “eliminar rubros suntuarios y reducir las erogaciones operativas, como viáticos, transporte, alimentos, bebidas, becas o actos protocolarios.” (La Nación 6/9/2011). Por supuesto esta eliminación no está dirigida contra los gastos de los jerarcas de las instituciones, que seguirán ganando y gastando millones, sino que serán recortes que afectarán a la “masa”, sean trabajadores o estudiantes. Y los recortes, anuncian también medidas antipopulares, como el aumento de matrículas en la educación u otros bienes, “pues la directriz orienta a las instituciones a aumentar, en la medida de lo posible, las tarifas de servicios que prestan al público, con el fin de disminuir las presiones sobre el presupuesto nacional”, tal como divulgó la agencia de noticias AFP sobre la conferencia de prensa de la Presidenta (7/9/2011).
En paralelo con los anuncios de Chinchilla, ha crecido el cuestionamiento a la reforma y financiamiento de los sistemas de becas, por ejemplo de la Universidad Nacional, donde los estudiantes han comenzado a denunciar las intenciones de reformarlo introduciendo la modalidad de “becas de empresa” financiadas por la empresa privada o empréstitos con organismos financieros internacionales, que perseguirían desplazar el financiamiento de la educación mediante recursos públicos; y existe preocupación por la posibilidad de un aumento en la tasa de matrícula. Este tipo de aumentos, hay que tenerlo presente, ya se ha presentado en otros países del mundo, como Inglaterra, donde los estudiantes protagonizaron duros enfrentamientos contra el “aumento de las tasas” en el 2010, en respuesta a las medidas de las élites universitarias de recargar a los estudiantes con el aumento de precios en medio de la falta de recursos públicos.
Mientras tanto, en otro escenario, la UCR, se ha incubado la desconfianza y el descontento de los trabajadores en las últimas semanas, con la propuesta de la Rectoría de realizar un 0% de aumento salarial para el segundo período de 2011.
En paralelo con los anuncios de Chinchilla, ha crecido el cuestionamiento a la reforma y financiamiento de los sistemas de becas, por ejemplo de la Universidad Nacional, donde los estudiantes han comenzado a denunciar las intenciones de reformarlo introduciendo la modalidad de “becas de empresa” financiadas por la empresa privada o empréstitos con organismos financieros internacionales, que perseguirían desplazar el financiamiento de la educación mediante recursos públicos; y existe preocupación por la posibilidad de un aumento en la tasa de matrícula. Este tipo de aumentos, hay que tenerlo presente, ya se ha presentado en otros países del mundo, como Inglaterra, donde los estudiantes protagonizaron duros enfrentamientos contra el “aumento de las tasas” en el 2010, en respuesta a las medidas de las élites universitarias de recargar a los estudiantes con el aumento de precios en medio de la falta de recursos públicos.
Mientras tanto, en otro escenario, la UCR, se ha incubado la desconfianza y el descontento de los trabajadores en las últimas semanas, con la propuesta de la Rectoría de realizar un 0% de aumento salarial para el segundo período de 2011.
Todo lo anterior, especialmente en la UNA, ha desencadenado pequeñas pero importantes acciones de protesta de los estudiantes, que ha conllevado a que las principales federaciones estudiantiles convoquen a un paro estudiantil universitario para el próximo 29 de setiembre, primero en solidaridad con el incipiente movimiento de protesta que ha crecido en la UNA y segundo para denunciar el recorte de 5 mil millones de colones que dejarían de percibir las universidades estatales el próximo año. Muy temprano, ante el anuncio de movilizaciones, que pintan en el horizonte el espectro de las luchas estudiantiles del año pasado en defensa del FEES, y en el nuevo contexto de un explosivo despertar de la juventud y los estudiantes alrededor del mundo (desde Inglaterra, Francia o Grecia, hasta Chile), Hacienda ha reaccionado negando que vayan a darse recortes en la partida presupuestaria del próximo año destinada a la educación superior, lo que da a entender que las “aclaraciones” de Fernando Herrero, tienen el sentido de intentar minar la movilización de masas y confundir a la opinión pública nacional (La Nación: 19/9/2011).
Sea como sea, el hecho mismo de que el gobierno no pueda sostener abiertamente cuáles son sus verdaderos planes, de “austeridad”, refleja la crisis que se viene incubando entre los de arriba, tan es así, que el propio Herrero podría ser declarado non grato en la Asamblea Legislativa por llamar “traidores de la patria” a los Diputados, en un arranque de desesperación ante la imposibilidad de sellar cuanto antes el negocio del Plan Fiscal y los recortes presupuestarios con las fracciones opositoras. Pero a pesar de esto, el plan de ajuste y los recortes serán lanzados cueste lo que cueste por la administración Chinchilla, pues la línea de casi todos los gobiernos del mundo en este momento consiste en la “austeridad” contra los asalariados y los sectores populares. Así que no queda otra alternativa más que prepararse para una dura y larga batalla.
APERTURA DE LOS LIBROS CONTABLES EN LA UCR Y DEMÁS UNIVERSIDADES ESTATALES
Si bien es cierto se trata de derrotar los planes de ajuste de Chinchilla y su ministro Herrero, también se trata de no permitir que la UCR siga siendo administrada al servicio de los grandes empresarios nacionales y extranjeros con la complicidad de jerarquías universitarias ultraprivilegiadas.
En la UCR se gasta el presupuesto pero no se conoce exactamente en manos de quienes queda la parte grande de los fondos. Por ejemplo, la administración no ha explicado exactamente cómo se gastó el presupuesto de 2010, y tampoco se sabe exactamente cómo será administrado el FEES. Mucho menos, existe claridad sobre cuáles serán las carreras que recibirán la mayor cantidad de recursos y las que por otra parte serán desfinanciadas por no ser “rentables” para el gran empresariado nacional y transnacional. Y un aspecto central: no se conoce con exactitud, por lo menos públicamente, cómo hacen para estudiar y sobrevivir más de 3 mil estudiantes becados con problemas serios en depósitos o giros insuficientes de fondos el segundo ciclo lectivo.
Mientras las autoridades absorben millones de colones en salarios y privilegios injustificables, los estudiantes provenientes de franjas pobres de la sociedad, o los trabajadores interinos y precarizados se quedan tan solo con las migajas.
Es necesario darle apertura a los libros contables de la UCR y demás universidades estatales, y controlar que los recursos extraídos por medio de los impuestos a los trabajadores de toda Costa Rica sirvan para los asalariados y sus hijos, y no precisamente para los grandes empresarios nacionales y extranjeros que se benefician de la producción de conocimiento y especialistas por las universidades públicas; en una práctica puramente extractiva.
POR LA CONSTRUCCIÓN DE UN POLO DE INDEPENDENCIA POLÍTICA FRENTE A LAS RECTORÍAS Y SUS CÓMPLICES DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL. LUCHEMOS CONTRA LOS RECORTES DE PRESUPUESTO Y LA PRIVATIZACIÓN CRECIENTE DE LA EDUCACIÓN
Una de las grandes enseñanzas de la lucha en defensa del FEES del año 2010 fue la de no confiar, y mucho menos servir de retaguardia de la política de las jerarquías universitarias. Estas jerarquías primero negociaron con el gobierno durante casi un año en un clima de hermetismo burocrático, segundo, cuando no les resultó la “negociación” echaron mano desesperadamente de la movilización de la comunidad universitaria -en agosto, casi en período de vacaciones-; para finalmente volverse a sentar junto con el gobierno y llegar a una pésima “negociación” del FEES para los próximos cinco años. Todo esto al costo de desmantelar todo el proceso de lucha y organización que había surgido y de dejar planteada la perspectiva del endeudamiento por parte del Estado y la aprobación de nuevos impuestos contra el pueblo costarricense para financiar a las universidades: ¡¡un acuerdo escandaloso!!
En el contexto del paro estudiantil del 29/9 es necesario no dejarse llevar por la inercia de que sean los Rectores del CONARE o las federaciones estudiantiles quienes asuman la responsabilidad de la lucha contra el plan de austeridad de Chinchilla, o contra los recortes internos de inversión dentro de las universidades.
Ni los Rectores ni las federaciones tienen la intención de llevar esta lucha hasta el final, al contrario: los Rectores son cómplices del desfinanciamiento de las universidades por parte del Estado, en primer lugar por no ofrecer una resistencia seria ante sus ataques, y en segundo lugar por permitir pacíficamente el endeudamiento de las universidades, sea con instituciones como el Banco Nacional u organismos financieros internacionales del tipo del Banco Mundial; entidades que más recientemente vienen garantizando grandes obras de infraestructura, como las facultades de Ciencias Sociales, Derecho o Ingeniería de la UCR; o el del campus de la UNA, respectivamente. Ni los Rectores ni las organizaciones estudiantiles bajo su tutela serán capaces de luchar verdaderamente por eliminar el negocio que se viene gestando con la privatización a gran escala de la educación; que deja a miles de estudiantes secundarios a merced de los trabajos técnicos mal pagados, o bien de las universidades de garaje privadas por no poder entrar a las universidades estatales, mal financiadas y saqueadas desde adentro.
A la vez que llamamos a impulsar la movilización más amplia y unificada contra el plan de austeridad gubernamental, junto a la FEUCR, la FEUNA, las Asociaciones de estudiantes y la propia Rectoría eventualmente; planteamos que es necesario construir un fuerte polo estudiantil que sea independiente políticamente de las federaciones estudiantiles (aliadas incondicionalmente con las Rectorías en este momento); en la perspectiva de que el movimiento se apoye en asambleas de estudiantes y trabajadores por facultad y escuela, con delegados revocables en cualquier momento si no representan a sus compañeros. Esta será la garantía de que la lucha contra el plan de austeridad de Chinchilla, así como contra la privatización de la educación será llevada hasta el final, y de que la lucha no será solo contra “el enemigo externo”, el gobierno; sino también contra quienes administran tranquilamente la UCR y las universidades estatales para los empresarios.