El pasado miércoles 30 de mayo se realizó una pequeña concentración en el pasillo de la Oficina de Becas de la UCR, convocada a través de Facebook por la FEUCR que dirige el PT/ Convergencia. La concentración fue convocada bajo la consigna de que las autoridades no depositaron correctamente el tracto correspondiente a mayo y una parte de junio, lo que afectaba a un importante sector de becados 11, así como, secundariamente, demandar que la Reforma al Reglamento de Becas que actualmente discute el Consejo Universitario la contemple como un derecho.
La composición de la concentración
A la actividad concurrieron unas 40 personas: la mitad estudiantes de Trabajo Social y la otra mitad dividida entre luchadores independientes y distintos grupos de izquierda de la UCR, tales como la JS, el PRT y compañeros de la Agrupación No Pasarán, donde participamos militantes de la LRS así como activistas independientes.
La primera conclusión que sacamos desde la LRS es que si bien fue una acción justa y era necesario apoyarla todo cuanto fuera posible (por lo cual asistimos); esta quedó reducida a una acción simbólica convocada por el PT y el PRT, con el fin de legitimar la reunión que en ese momento realizaban los dirigentes de la FEUCR y un integrante del grupo “Mi beca mi derecho” con la representante de la Oficina de Becas. Y es que decimos simbólica porque fue evidente que quienes menos estaban presentes en la concentración eran los casi dos mil becados 11 que se suponían afectados por el inusual depósito.
La concentración más que significar el inicio de un plan escalonado de acciones de lucha (y no solo asambleas “informativas” como viene haciendo el PT tardíamente desde hace unas semanas)1, parecía apuntar más bien a propiciar la acción conjunta entre dos grupos que, desde hace meses, pujan por un mayor acercamiento cotidiano en medio de importantes diferencias políticas.2 Esta acción conjunta, al mismo tiempo, dejó al descubierto los intentos pujantes del PRT por reconstruir relaciones sociales “por abajo” en Trabajo Social, una carrera en donde los dirigentes de este grupo hacen verdaderos malabares, pasando del odio al amor en relación al PT (lo que se llamaba MAS), apoyándose en los sentimientos y buenas intenciones de jóvenes compañeros de este sector que quieren luchar.
Es que si bien no está mal construir relaciones sociales en un sector o en una carrera, lo equivocado es pensar esa orientación aparatísticamente, es decir, con el objetivo supremo de legitimar a Convergencia en la dirección de la FEUCR, darle oxígeno desde hoy hasta octubre que vienen las elecciones, y no precisamente como paso básico para acumular fuerzas y dar la batalla para defender y mejorar nuestras condiciones de estudio cotidianamente. Una prueba de esto es que no se convocó ni en papel (afiches) ni por medio de pasadas por cursos a esta acción, sino que estaba toda restringida a los círculos más o menos ilusionados con la política de estos dos grupos.
Otro hecho que vale la pena mencionar, es que a pesar de que se presente el resultado de estos mítines como “triunfos históricos”, ya un día antes las autoridades habían depositado el tracto de fondos correspondiente a la primera semana de junio; mientras que en los hechos del mitin no se vio movilizado ni siquiera el 10% de los estudiantes que asistieron al Encuentro de Estudiantes Universitarios en abril pasado; lo que cuestiona seriamente la capacidad de lucha que tiene la actual federación, que valga la pena anotar: a poco menos de un mes para que termine el semestre, NO ha convocado a una sola movilización de importancia3. Este hecho retrata con bastante exactitud el carácter demagógico del grupo de izquierda que dirige la Federación, ya que el reclamo de la no movilización fue el caballo de batalla de Convergencia contra Progre para proponerse como alternativa política durante las elecciones de octubre pasado.
¿Cuál estrategia es necesaria para enfrentar a las autoridades y volver al centro de la escena política nacional?
En primer lugar es necesario no restringir las acciones de lucha a las necesidades de reproducirse simplemente en un aparato. En segundo lugar es necesario unificar fuerzas entre todas las organizaciones, oficiales y no oficiales de la UCR, y definir uno o varios días para convocar a grandes movilizaciones, sea hacia la Rectoría en contra de la Reforma al Reglamento de Becas, por la ruptura de los acuerdos alcanzados con el Banco Mundial; o ya sea para marchar al Congreso donde está por discutirse la Ley para el Manejo Eficiente de las Finanzas Públicas, la más reciente amenaza contra el presupuesto y la propia autonomía universitaria.
La unidad para la acción que señalamos, está lejos del oportunismo de algunas organizaciones y la práctica de algunos activistas que lamentablemente creen que para las acciones unitarias hay que desprenderse de la personalidad y hasta de las ideas propias, sean tácticas o estratégicas; con tal de tener más comodidad, ya sea en la federación o en asociaciones de estudiantes. La unidad que señalamos, debe darse en el marco de la libertad más absoluta para hacer propuestas o criticar a quienes (por voluntad propia) han querido estar en posiciones de responsabilidad en federaciones, asociaciones o sindicatos.
Para ser honestos, aunque desde la LRS somos una pequeña organización revolucionaria, ardemos en deseos por salir a la lucha y seguir el ejemplo de los jóvenes griegos, españoles, estadounidenses, canadienses, mexicanos o chilenos que sin ser todavía dirigidos por “trotskistas”, han mostrado el camino para romper con la rutina, ganar las calles y preanunciar grandes batallas de clase en un porvenir no muy lejano.
Desde la LRS hacemos un llamado al PT, al PRT y demás agrupaciones políticas, a impulsar una Coordinadora Universitaria de Lucha, que funcione regularmente con delegados por escuela, facultad y de las organizaciones políticas; y se encargue de organizar la movilización universitaria, contra las autoridades y contra el gobierno nacional de Chinchilla.
Difícilmente ha existido en los últimos años un clima tan favorable para impulsar grandes acciones de masas como el que existe hoy. A nivel internacional hoy no estamos solos, sino que toda gran acción que sea impulsada va a contextualizarse en el despertar que vive la juventud alrededor del planeta, que con toda justicia ha comenzado a enfrentar las consecuencias de la crisis capitalista provocada por los poderosos: desde los jóvenes revolucionarios del Tahrir en Egipto, hasta los jóvenes universitarios del movimiento “yo soy 132” de México, más allá de las particularidades de cada uno de estos procesos.
Mientras tanto a nivel nacional, el gobierno de Chinchilla ha evolucionado hasta convertirse en uno de los peores de la historia de Costa Rica: agobiado por la corrupción, por las campañas chovinistas fallidas (como la vergonzosa Trocha fronteriza), el fracaso de los planes para crear nuevos impuestos contra los trabajadores; y los terribles desaciertos en el Congreso, donde un Diputado homofóbico preside nada más y nada menos que la Comisión de Derechos Humanos.
Las nuevas grandes acciones de las que seamos parte, sea desde las universidades o en conjunto con las organizaciones de trabajadores; se desarrollarán en un nuevo contexto nacional, donde lo que predomina es el rechazo que prevalece hacia el gobierno y la descomposición de las relaciones entre los partidos de los empresarios. Es el momento de romper la rutina y llamar a la lucha de clases.
1 Decimos tardíamente por razones obvias. En primer lugar porque el semestre ya casi termina, y en segundo porque los buenos muchachos del PT se dedicaron nada más y nada menos que a hacer la campaña “sin tragos al volante” en la Semana de Bienvenida, y luego; a organizar desde las sombras los despolitizados conciertos de la Semana U. Fueron dos semanas de actividades a las que concurre un importante sector de la juventud, que fueron totalmente desaprovechadas para la lucha por parte de una tendencia que suele hablar (y gritar) en nombre del “trotskismo”.
2 Ver “Sobre los intentos de fusión entre el MAS y el PRT”. Setiembre 2011. www.lrscostarica.blogspot.com
3 Recordamos que para la movilización del 19 de abril convocada por APSE la FEUCR movilizó una columna de apenas diez personas, a pesar de haber prometido públicamente movilizar 500 estudiantes.