martes, 5 de junio de 2012

Tras el nombramiento de Henning Jensen como Rector de la UCR │Defendamos la autonomía universitaria con la movilización masiva: contra el Banco Mundial y contra las nuevas leyes presupuestarias que impulsa Chinchilla


 Por Bryan Brenes

El viernes 4 de mayo fue juramentado Henning Jensen como nuevo Rector de la Universidad de Costa Rica. Su asunción se da varios meses después de haber salido por la puerta “trasera” como Vicerrector de Investigación de la administración de Yamileth González, que utilizó términos como el de “traición” para referirse a las declaraciones que el hoy Rector brindó a algunos medios en relación a los pactos logrados con el Banco Mundial.

La administración de Jensen, posiblemente se desarrollará en palalelo a la configuración de una nueva situación política, tanto en el plano nacional como internacional. Lo anterior porque al mismo tiempo que a nivel internacional la crisis económica empeora, suscitando casi que todo tipo de fenómenos políticos (desde los Indignados, hasta los Occupy Wall Street en Europa y Norteamérica respectivamente) en Costa Rica el gobierno intenta con todo reducir el déficit fiscal, recargando el “faltante” de recursos del Estado sobre los hombros de los trabajadores y los sectores de clase media, que de una u otra manera están relacionados con la Universidad. 
Este hecho, es muy probable que repercuta, a favor o en contra de la nueva administración de la UCR, y quizás, sobre el conjunto de universidades estatales.

POR LA RUPTURA DE LOS ACUERDOS CON EL BANCO MUNDIAL Y POR UNA UNIVERSIDAD AL SERVICIO DE LOS TRABAJADORES Y SUS HIJOS

El señor Jensen dijo hace unos meses que el Banco Mundial “Es un banco que otorga dinero condicionado a la aplicación de políticas públicas que él define según su visión de mundo”, que “Es un banco que tiene al mundo en su mira y una concepción perfectamente articulada, aunque no necesariamente afortunada, de la educación superior” y que “es un instrumento para alcanzar fines políticos.”[1]

Partiendo de esas definiciones anteriores y contra toda ingenuidad Jensen alertaba que “un crédito para las universidades públicas ha de engarzar con las políticas expresas de este organismo y responder a sus lineamientos (…) [y que este] no es el primer ensayo del Banco Mundial en esta materia. Por el contrario, su experiencia es vasta y en algunos países le ha dado forma y contenido a su sistema educativo; por ejemplo en Chile (…)”.[2]

Aunque Jensen no planteó estas posiciones durante la negociación del FEES o frente a los representantes del Banco Mundial, son declaraciones progresivas muy concretas con las que se puede coincidir en términos generales. Ahora bien, de lo que se trata es de que no queden como meras proclamas retóricas (preelectorales) y que se conviertan en un estandarte en la defensa de la educación pública, contra este Banco imperialista y contra el gobierno que busca por todos los medios como asfixiar la educación y dejarla reservada solo para los sectores más acomodados de la sociedad.

Si no quiere imitar el ejemplo de las Universidades chilenas, donde los estudiantes muchas veces terminan pagando decenas de miles de dólares al año por acceder a la educación, la UCR debe ser convertida en un verdadero centro de conocimiento y cultura para los trabajadores, los sectores populares y sus hijos; en contraste con la visión que promueve el BM y los sectores de la burguesía nacional que pretenden que la Universidad se encuentre exclusivamente al servicio de lo que ellos llaman “los sectores productivos”, es decir, empresariales.

El Banco Mundial, creemos que no está de más decir, es en el encargado de hacer las “recomendaciones” necesarias a los países semicoloniales como Costa Rica en la dirección de que se realicen todos los gastos posibles en carreras vinculadas con la tecnología o las ingenierías, y que así las grandes corporaciones multinacionales tengan una garantía para penetrar en nuestros países y explotar su mano de obra barata. Desde ya que este modelo de universidad se opone por el vértice a un modelo para los trabajadores y los sectores populares. 

Entre el déficit fiscal, los acuerdos con el BM y la Ley para el Manejo Eficiente de las Finanzas Públicas

Como producto de la crisis capitalista mundial en algunos momentos la economía costarricense se ha contraído, afectando la recaudación tributaria y en consecuencia al conjunto de las finanzas estatales. Esta situación llevó en un primer momento al gobierno de Chinchilla a intentar imponer nuevos impuestos vía el Plan de Solidaridad Tributaria (Plan Fiscal), pero, ante el fracaso de éste ha intentado reencauzar la estrategia para lograr una mayor recaudación, y pretende hacerlo a través de recortes al presupuesto de las instituciones públicas, así como del establecimiento de nuevas reglas para disponer de los superávits de estas instituciones.

Este es el caso de la Ley para el Manejo Eficiente de las Finanzas Públicas, que busca entre otras cosas que instituciones autónomas como las Universidades puedan redirigir sus superávits hacia el gobierno central, además de poder aumentar con mayor flexibilidad el costo de matrículas, cursos y otros “servicios”, con tal de lograr generar un mayor volúmen de recursos propios.

La estabilidad financiera de la UCR “por los próximos 42 años” y los problemas de depósitos para los becados

Durante la ceremonia de traspaso de poderes, la señora Yamileth González dijo que su administración fue tan buena “que garantiza estabilidad financiera en los próximos 42 años”,[3] en una aseveración bastante temeraria ya que de esa estabilidad no goza ni el país ni las principales economías del mundo, atenazadas más bien por la incertidumbre frente a la peor crisis económica desde los años ’30. Si la afirmación de González fuera real, estaríamos hablando de una Universidad de nuevo tipo, “a prueba de todo” y con una estabilidad superior incluso a la de la Unión Europea, que se debate si podrá continuar o no en pie dependiendo de lo que ocurra en Grecia.
Más allá de las afirmaciones de doña Yamileth, lo cierto es que los recortes de presupuesto en algunas carreras ya comenzaron, lo que se refleja por una parte en la carencia de profesores para algunos cursos, y el cierre de grupos como sucedió con el curso de Inglés en la Facultad de Letras, con más de 15 grupos que fueron clausurados a inicio de semestre.
Pero esto no es todo, sino que en el marco de la nueva administración encabezada por Jensen, han comenzado a desarrollarse problemas en los depósitos para miles de becados 11, lo que en cierta medida constituye una señal del nuevo contexto que podría abrirse en la universidad, por lo menos en la relación entre el movimiento estudiantil y las autoridades de la casa de estudios.
Tanto el recorte de presupuesto según la “productividad” de la carrera, así como el cierre de grupos, la falta de profesores o cupos, así como los problemas en depósitos; tienen una razón común, y es el nuevo curso que viene tomando la UCR desde la firma de los acuerdos del FEES, que exigen minimizar los gastos y maximizar las ganancias, tal cual si se tratara de una empresa neoliberal; que es lo que aconseja el Banco Mundial.
A la vez que es necesario luchar por depósitos iguales al salario mínimo de un trabajador que permitan estudiar y vivir dignamente a los becados 11, y a la vez que es necesario poner la UCR al servicio de los trabajadores y sus hijos, garantizando cursos, cupos y el financiamiento correcto de las diversas carreras; es urgente obligar al señor Jensen a que sea consecuente con sus denuncias de intromisión del Banco Mundial en la autonomía universitaria, y que exija una nueva negociación del FEES al gobierno, lo que conlleva tirar abajo la Ley para el Manejo Eficiente de las Finanzas Públicas donde se concentran las “recomendaciones” del BM no solo en contra de la autonomía de la UCR, sino del conjunto de instituciones públicas.
Esta lucha si bien es cierto requiere de la unidad más amplia para librarla, solo podrá desarrollarse con la movilización independiente de los trabajadores y estudiantes de la UCR y demás universidades; y será la única garantía de lograr detonar una poderosa lucha contra la injerencia del BM y de parar la arremetida que viene organizando el gobierno bajo la excusa del déficit fiscal.
 


[1] Jensen Pennington, Hening. El Banco Mundial y la Autonomía Universitaria. Diario Extra. 4/10/2011.
[2] Íbidem.
[3] Villegas, Jairo. Que la ‘U’ no se duerma en los laureles, dice el nuevo Rector. La Nación. 19/5/2012.