En las últimas semanas las principales páginas de los diarios empresariales, así como los noticieros televisivos, han sido tomados por dos ejes centrales: el Referéndum, y el tema del apagón nacional del jueves 19 de abril; apagón que fue seguido por “racionamientos” masivos a nivel nacional en las distintas provincias y comunidades hasta la fecha.
Este apagón, tanto por cuestiones de tiempo, como por ritmos políticos está estrechamente vinculado “oportunamente” al plazo que permaneció en la Asamblea Legislativa el decreto de los hermanos Arias para convocar a Referéndum.
La noche del martes se votó en la Asamblea Legislativa el decreto del Presidente con miras a convocar a la “consulta popular”. Se votó con 48 votos a favor (siendo suficientes tan solo 29) y tres en contra. Los votos opositores fueron de José Merino del Frente Amplio (FA), Óscar López del Partido Accesibilidad sin Exclusión (PASE), y Mario Quirós del ultraderechista Movimiento Libertario (PML). Esta votación en contra, se ampara en una supuesta inconstitucionalidad[1] entre los tiempos establecidos al poder Ejecutivo para convocar a una consulta de estas características, lo que según los tres opositores estaría fuera del plazo permitido por Ley.
En términos técnicos la oposición parece ser por que no está permitido convocar a una consulta desde el Ejecutivo- Legislativo durante sesiones extraordinarias, sino en ordinarias únicamente. Pero la razón política de fondo para la oposición en realidad es que tanto Merino como López, así como una amplia mayoría de personajes y fuerzas políticas; siguen soñando con que el TSE autorice a recoger las firmas necesarias (arriba de 132 mil) para la convocatoria a Referéndum mediante la “iniciativa popular”; donde no se han agotado absolutamente todas las posibilidades aún.
El TSE tiene un plazo de 15 días, para esperar lo que diga la Sala Constitucional sobre las acciones planteadas; y finalmente el TSE deberá decidir la forma de convocatoria: si la de firmas, o la aplicada por Óscar Arias.
Apagones energéticos a nivel nacional: campaña por la destrucción del ICE y por la apertura comercial.
El martes 17 de abril entró el decreto de convocatoria de Referéndum a la Asamblea. Curiosamente el día jueves 19, se desató un largo y serio apagón a nivel nacional. Este apagón ofreció inmensas posibilidades de ataque contra la “ineficiencia de las instituciones públicas” en general y del ICE en particular.
Los ataques han sido arteros desde el “apagón”, la Unión Costarricense de Cámaras Empresariales dijo con tono agresivo que por un sólo día las pérdidas para el “sector productivo” rondaban los diez millones de dólares, estando en riesgo además la inversión extranjera, la infraestructura y carísimos equipos de alta tecnología.
El apagón tiene relación con dos situaciones elementales, por un lado con la necesidad de la burguesía de convencer de la falta de preparación y competitividad de las empresas estatales; y por otra parte influir en la intención de voto para el Referéndum que podría estarse celebrando en los próximos meses.
Con la suspensión de la energía del 19 de abril, ha recomenzado una salvaje ofensiva de la burguesía y el empresariado contra el ICE; y de manera encubierta a favor del TLC y la apertura.. Los medios de comunicación de la burguesía han organizado audaces campañas de desinformación, colocando en perspectiva de choque al conjunto de trabajadores costarricenses con los trabajadores del ICE. Y es que el terreno político se vuelve más complicado, si se toma en cuenta la insistente solicitud de aumento planteada por la jerarquía del ICE a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP); la cual ya rechazó una primera vez la solicitud de aumentos, inmediatamente después del “apagón”, quedando pendiente un informe detallado de las causas del “apagón” del 19/4 por parte de la jerarquía del ICE, el cual debe ser valorado para una nueva decisión de la ARESEP.
La Clave Revolucionaria frente a los ataques contra el ICE y en la perspectiva del Referéndum.
Si las dirigencias sindicales del ICE, como el FIT o ASDEICE quieren que todo el pueblo pobre los tome en serio cuando afirman que se oponen al TLC “en defensa del pueblo”; deben comenzar por oponerse a tan descarado aumento. Así también toda organización que se reclame de la clase obrera y todavía más, revolucionaria; debe oponerse a tan fuerte golpe al conjunto de los trabajadores de Costa Rica. El desglose de la solicitud así lo atestigua, si se nota que entre otros elementos el aumento para el sector residencial va por encima del 18% de las tarifas actuales, y para el sector empresarial apenas un 16%[2].
Debe defenderse a los trabajadores y al ICE de manera incondicional, planteando una política para unificar al conjunto de los trabajadores de Costa Rica con el sector obrero de esta institución. Comenzaríamos muy bien oponiéndonos al aumento, y también a los “racionamientos” eléctricos sobre los barrios (“residenciales”) pobres. Ya que mientras la electricidad se distribuye en función de los parques industriales (zonas francas) y la reproducción del capital imperialista, miles de hogares de trabajadores humildes se quedan sin opciones de energía eléctrica; necesaria para casi todas las tareas humanas: aseo, alimentación, limpieza, seguridad, etc.
Los “apagones” energéticos, y su relación con el TLC, la apertura y el Referéndum; son ejes que deben ser explicados con toda paciencia y profundidad a las masas trabajadoras, estudiantiles, y en general del pueblo pobre. Por eso no debe dejar de decirse que el “apagón” ha sido utilizado como una potente arma para inclinar al conjunto de los costarricenses a favor de la estrategia de dominio y penetración del capital imperialista en el campo de la electricidad.
Por otro lado, la crisis evidente que atraviesa el ICE en sus plantas hidroeléctricas y térmicas; debe encararse barriendo los privilegios de las élites administrativas, y sobretodo colocando al ICE bajo control directo de sus trabajadores y usuarios; donde estos últimos participen democráticamente en la planificación de la producción energética, de la distribución, del cuidado y manutención de plantas generadoras de electricidad, un control ejercido mediante Juntas o Consejos Obreros en cada barrio y región del país. Todo esto debe complementarse con exigirle al gobierno y al parlamento que derogue la Ley 7200 que permite la existencia de Cogeneradoras Eléctricas Privadas; para que de esta manera pasen a ser nuevamente públicas. Sólo así tendremos una salida clasista y obrera a la contraparte burguesa e imperialista: la de la apertura y la privatización.
Una política así no sólo es necesaria, sino urgente. Los apagones para los barrios pobres, y la electricidad para las zonas francas plantea de la manera más clara: ¿para quién es el ICE?, ¿para los trabajadores, o para los empresarios?
En este primero de mayo, trabajando por la unidad de las filas obreras contra la burguesía, y colocándola como centro de la producción y la distribución; trascendiendo los homenajes, le haremos un bien difícil de calcular a la clase trabajadora sino mundial, por lo menos internacional.
Nuevamente sobre el Referéndum.
Debe llamarse a no depositar ninguna confianza ni ilusión en este mecanismo institucional. Ciertos sectores reformistas y sindicales, como el de Jorge Arguedas y José Merino; han afirmado con una seguridad inimitable que el TLC puede derrotarse con el Referéndum, incluso algunos más “audaces” y de “izquierda”[3], hasta insinúan que el TLC ha dejado de ser el centro para el gobierno; ya que está la Agenda Complementaria. Nada más falso que las dos posiciones anteriores. Los dos planteamientos se derivan de la concepción de que el Referéndum en el fondo es una derrota para el gobierno, y que tuvo que optar por el Referéndum por que era lo menos malo para ellos.
La LRS afirma que el gobierno ha optado por intentar derrotar de manera rápida al movimiento de masas contra el TLC por la vía “civilista, pacífica e institucional”. El Referéndum no es una victoria, esto es una aberración; así como lo es también pensar que el TLC para el gobierno ahora es secundario. Todo el plan de gobierno de los hermanos Arias y la patronal se apoya en la negociación de tratados bilaterales, con un mínimo de información disponible se puede ver que están virtualmente comenzadas las negociaciones de un TLC entre Centroamérica y la Unión Europea (UE). Una posible derrota del TLC con Estados Unidos, imposibilita matemáticamente la negociación del tratado con la UE (ya que el tratado con Estados Unidos es co-requisito); esto tiraría por tierra todo el programa de gobierno, lo que sería muy grave no sólo para la burguesía, sino para el imperialismo en su conjunto.
Deben denunciarse los ataques contra el sector de la energía, las telecomunicaciones y otros que puedan ser el blanco coyuntural de los ataques de la burguesía; tendiendo siempre a una política de unidad de las filas obreras de Costa Rica.
En la situación posible que podría abrirse con el Referéndum, es una obligación alertar que tal consulta es “una soga al cuello”, no sólo para el movimiento contra el TLC; sino para las capas más empobrecidas y explotadas del pueblo, las cuales se verán reducidas a mayor sometimiento y opresión.
Ante la inevitabilidad de la “consulta popular”, debe llamarse a votar por el NO; pero diciéndole con toda claridad a las masas que el TLC no se derrotará en las urnas, sino movilizándonos todos en las calles y con una verdadera Huelga General Indefinida, ya que el enemigo empresarial tiene todos los recursos y la maquinaria para ganar: el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la Sala Constitucional, las grandes imprentas, las televisoras, las estaciones de radio, etc. La lucha debe necesariamente pasar por la movilización en las calles, en primer lugar contra la Agenda Complementaria, contra el aumento en las tarifas de la electricidad (donde los trabajadores del ICE deben estar en primera fila para ganarse la confianza del conjunto de trabajadores); y por otras demandas sectoriales no menos importantes.
Mientras se mantenga la posibilidad de convocatoria a referéndum mediante firmas, debemos oponernos a participar de semejante campaña; ya que esto sólo nos atará de pies y manos en la dinámica futura, cuando tengamos que denunciar abiertamente el filoso cuchillo a la yugular que constituye semejante mecanismo institucional de “decisión popular”.
¡Por el retiro definitivo del TLC y la Agenda Complementaria de la Asamblea Legislativa!
¡Contra la salida burguesa de privatización y apertura: por un ICE gestionado directamente por sus trabajadores y usuarios!
¡Que la crisis energética la paguen los grandes empresarios y las transnacionales!
¡Por la expropiación de las Cogeneradoras Eléctricas Privadas para paliar la crisis que atraviesa el ICE!
¡Ninguna ilusión en el Referéndum: solo con la Huelga General Indefinida se puede derrotar el TLC y la Agenda Complementaria!
[1] Óscar López del Partido PASE “presentó una acción de inconstitucionalidad contra el decreto de convocatoria a referéndum conjunto entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo (...)” Diputado lleva convocatoria de referéndum a Sala Constitucional. La Prensa Libre. Miércoles 25 de abril de 2007. P, 3.
[2] Fuente: ARESEP. Abril de 2007.
[3] Ver pronunciamiento de la “izquierda revolucionaria” sobre el Referéndum. Pronunciamiento de Vanguardia Popular, Partido Revolucionario de los Trabajadores y Movimiento al Socialismo (PVP, PRT, MAS). Entre otras cosas llama a prepararse para “que el TLC sea rechazado en las urnas”. Abril de 2007.
Editorial, En Clave Revolucionaria N°2, mayo de 2007.
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