domingo, 26 de agosto de 2007

El Movimiento fascista en Costa Rica: un vistazo a la historia

Por Beren Lone

En los últimos dos años se han corrido unas cuantas voces sobre la aparición del otrora “beligerante” movimiento fascista Costa Rica Libre. Lo cierto en cuanto al estado actual de esta organización represiva es que públicamente ha realizado ya anuncios como el del 24/10/2005 en el periódico La Nación y el 25/05/2007 en el Diario Extra, en donde hacen llamados a sus integrantes para “reportarse” bajo ciertos lineamientos conocidos por estos, anuncios que se han realizado dentro del marco del auge que ha tenido la lucha social ante el TLC.

Es importante conocer sobre la historia de organizaciones de este tipo que se gestaron sobre ideologías fascistas-racistas y que con base a estas y los muy estrechos nexos con la burguesía nacional, estuvieron y están en la mayor disposición de llevar a cabo cualquier intervención directa e indirecta en la represión de cualquier tipo de manifestación social, que vaya a “rasguñar” sus intereses.

En un par de artículos redactados de forma anónima uno por un hijo de miembros del MCRL y otro por un ex miembro de la organización, aparecen varias citas interesantes sobre esta y las formas de operación de este movimiento.

Empecemos por lo que nos dicen estos fascistoides sobre la fundación de su movimiento: “Nace alrededor de 1961 fundada por Edgar Cardona, Rodolfo Robles, Hernán Robles, Bernal Urbina, los Pozuelo, los Uribe (vinculados a la cadena Más X Menos) y los Federspiel (de la Universal).” [1]

Pues sí, no leyó mal, entre sus fundadores se encontraban muchos de los grandes burgueses del país que por supuesto al igual que cualquier burgués en el mundo, buscaban las más diversas formas de asegurar su estabilidad ante cualquier eventualidad “izquierdista” que los fuera a poner en peligro.

Éste movimiento pertenecía a un grupo internacional surgido como muchos otros, al calor de la Guerra Fría: la Liga Mundial Anticomunista de la cual se ha dicho estuvo vinculada con el Plan Cóndor en Sudamérica durante los años de las dictaduras y con el asesinato del arzobispo Romero en El Salvador. Veamos que nos citan: “El Movimiento Costa Rica Libre, miembro de la Liga Mundial Anticomunista (a la cual pertenecen diversas organizaciones nacionalsocialistas), asistió al grupo anticastrista con sede en Florida, llamado Alfa-66, y al guatemalteco Escuadrón de La Mano Blanca. Su fiero combate a los sandinistas y los comunistas cubanos, le ayudó a formar en 1983 la Asociación Democrática Huetar Norte, una organización militar que brindaba todo tipo de apoyo a los Contra nicaragüenses”

Estaría de más decir que uno de sus principales “ejes de lucha” fue el combate de las “peligrosas” hordas sandinistas; siguiendo por supuesto la línea de la Guerra Fría para operar.

Como es de esperarse de estas orientaciones ideológicas, el MCRL se forma, entre varias de sus ideologías básicas, en un fuerte carácter racista, de esto se desprenden también distintos comentarios: “En el MCRL no habían negros ni judíos, la totalidad de sus integrantes eran blancos eurocostarricenses. El comunismo estuvo siempre de lado de los negros. El primer negro en aparecer en una papeleta electoral en Costa Rica fue Harold Nichols, del Partido Comunista Costarricense en 1936, una especie de “Martin Luther King” tico”.

En el área militar, como “buen” movimiento fascista, el MCRL estaba fuertemente preparado en cuanto a técnicas armamentistas y diversos métodos de lucha física, los cuales, aunados a los entrenamientos que se llevaban a cabo, eran la base para la formación de sus miembros en acciones represivas: “No obstante, el MCRL era casi como el ejército costarricense, pues tenía personal, hombres y mujeres, ferozmente entrenados en montañismo, manejo de armas, artes marciales, y todas las técnicas necesarias para combatir una revolución marxista. Tenía gran cantidad de campos de entrenamiento, una excelente coyuntura paramilitar, un buen armamento y dominio del mismo. Eran casi me atrevo a decir, la élite militar de Costa Rica.” Todo esto al mejor estilo de organización militar estadounidense de la época: “Para finales de los 1980, la única fuerza de combate real se constituía de no más de 100 individuos verdaderamente comprometidos y exquisitamente entrenados. Mi unidad, la Unidad de Boinas Azules # 7 constituía la columna vertebral de la capacidad de ataque y respuesta de nuestra organización, asistida de las UBAs regulares 5 y 9. Las demás UBAs. lideradas por ineptos, no existían en la práctica”.

Esencialmente el aspecto de los métodos de lucha física en los que se instruía a los integrantes del movimiento estimulaba a muchos jóvenes de la época a unirse a sus filas, sintiéndose éstos muy entusiasmados con las entonces novedosas técnicas de artes marciales y otras por el estilo. Entre los varios testimonios que hay de personas que en su momento desearon ingresar o de hecho se integraron a la organización, está el del ex miembro del grupo: “Ingresé en mi adolescencia al MCRL, buscando calzar de alguna manera las botas de precursores como mi cuñado y durante varios años forjé buena parte de mi carácter en la organización. Del entrenamiento brutal y despiadado, aunado a una camaradería muy particular, crecí sin darme cuenta de algunas cosas que definitivamente no estaban nada bien y que tomaron tiempo para lograr hacer conciencia sobre ellas. Cuando se es muy joven y se es parte de un grupo, toma mucho tiempo antes que la razón de la verdad prevalezca sobre la amistad y las emociones.”

En los años posteriores, no sólo se vieron atraídos por el grupo, éstos jóvenes sino también diversos sectores de la población costarricense, que vieron la posibilidad de canalizar algunos de sus objetivos (como por ejemplo opciones de empleo) ingresando al MCRL: “Y la camaradería fundamentada en el estudio, el trabajo y el pensamiento se transformó con el tiempo y la nueva visión "estratégica" judaica en el reclutamiento de individuos de muy baja escolaridad que buscaban utilizar al MCRL como un trampolín para conseguir trabajo. Así vimos desfilar a negros, chinos, mulatos, e indígenas que tras el entrenamiento básico pasaban a ser vigilantes de la Librería Universal y el Cortijo San Jorge y nunca más los volvíamos a ver.” Pues sí, nuevamente no está mal escrito: “vigilantes de la Librería Universal” propiedad nada más y nada menos que de unos de los varios fundadores del grupo, y antepasados de un actual personaje que lidera la Cámara de Comercio de nuestro país. Más adelante estos dos individuos hacen referencia a los momentos de la debacle de la organización en donde se ven claramente marcados, los distintos puntos de vista que tienen los autores de cada artículo, el del primero, con un enfoque muy “glorioso” a lo largo de su artículo describe al MCRL, y según él lo dice descendiente de ex miembros del mismo e integrante de otros grupos fascistas actuales “(yo, el autor del primer artículo, soy hijo de dos militantes del MCRL miembros por años de la Junta Directiva del mismo. Mi padre fue Fiscal y mi madre fue Vocal y secretaria administrativa del local del susodicho movimiento. Cuando tuve edad para pertenecer ya el MCRL estaba en decadencia, y en efecto nunca fui integrante del mismo. Pero a nivel político, intelectual y físico he librado mis batallas en el moderno movimiento NS tico, y mi agrupación, la Resistencia Ideológica Nacionalsocialista de Costa Rica, hermanada con otras agrupaciones como el Movimiento Fascista, la Hermandad Antroposófica de Thule Costa Rica y similares…”)este se refiere al debilitamiento del grupo de la siguiente manera: “Nuestro Movimiento Costa Rica Libre degeneró y decayó de forma vertiginosa hasta quedar reducido a una inactiva organización que asemejaba más un club social que una tropa paramilitar. Fue después de la caída de la URSS en 1991 que el proceso de corrosión interna que había imperado por los precedentes cinco ó seis años, llegó a su cenit. Tras esto, poco a poco se fue debilitando más y más hasta convertirse en la sombra de lo que alguna vez fue. La estocada final sobrevino con la muerte de su presidente Bernal Urbina, tras la cual, el MCRL fue al anonimato, ya no tenía ningún protagonismo en los medios, ni contaba con ningún espacio importante en política. Ya no realizaba prácticas militares ni entrenamiento de ningún tipo. No participaba en ningún tipo de activismo político. No defendía a nadie y no combatía en ninguna forma al socialismo organizado. La mayoría de las personas consideran que el MCRL está extinto. En realidad no es así pero es como si lo estuviera, como si fuera un cadáver momificado.”

Lastimosamente para el ánimo con que el autor del primer articulo hace referencia al decaimiento del MCRL, el ex miembro del mismo señala otros factores que impactaron, por lo que se infiere, en el punto de visto de los miembros más “aguerridos”, éste se refiere a las brechas que los separaban de sus líderes y ciertos nexos que estos tenían: “Con aún mayor indignación vimos la dependencia económica y política del Movimiento de gobiernos extranjeros como el taiwanés y el estadounidense…”

“Antes que pudiéramos darnos cuenta, pasamos de una organización nacionalsocialista a una organización pseudo-nacionalista y finalmente nos degradamos hasta llegar a una plataforma política que protegía los intereses económicos de los ricos y los sionistas. Los jerarcas encabezados por Urbina Pinto llevaron a cabo una "alianza estratégica" en la cual los idealistas (y también torpemente ingenuos) seguimos militando en el MCRL con la esperanza de reencausar la organización hacia el nacionalsocialismo nuevamente, pero ellos, secretamente, habían decidido que era mejor ser rico y apreciado en los círculos del Jet-Set nacional y bancario. Nosotros, los soldados, frecuentamos el barro, las piedras, los precipicios, los combates callejeros a puño limpio, las junglas y los polígonos de tiro. Ellos, nuestros dirigentes, en clubes de élite, negociando el poder para ellos mismos y disfrutando de masajes en saunas dados por atractivos trasvestidos.”

Concluye este individuo mencionando la “alta traición” efectuada por el prominente líder el grupo al tener acercamientos con algunos de sus opositores: “en la página 10 de la sección A del periódico La Nación vimos, para nuestro escarnio, humillación e indignación, la fotografía de Bernal Urbina Pinto sonriente al lado de los terroristas Isaac Felipe Azofeifa y Rodrigo Gutiérrez, ambos líderes de terrorismo comunista pro-soviético. Durante años nos entrenamos para matarlos y nuestro líder se alió con ellos para conseguir la diputación que la Unidad Socialcristiana le había negado por considerarlo "extremista".” Y para que nos salgan las lágrimas: “En 1992 renuncié a la organización. No se necesita usar más de una neurona para saber el porqué.”

Queda solamente como conclusión mencionar que los anuncios públicos citados al principio han sido firmados por uno de los actuales representantes del movimiento, familiar del difunto líder Bernal Urbina : Luis Alberto Pinto Monturiol, quien es abogado, miembro del Colegio de Abogados de Costa Rica, e incluso encargado de una columna en la página electrónica de este Colegio Profesional, el cual junto con el Colegio de Periodistas, la Facultad de Derecho de la UCR y el Colegio de Ciencias Políticas conforman el Observatorio de la Libertad de Expresión, este por medio del Iplex (Instituto de Prensa y Libertad de Expresión) hizo un pronunciamiento al que hace referencia un artículo en la Nación, sobre la regulación de la información que se divulgue en torno al referendo sobre el TLC; no debería parecernos extraño, por supuesto, viniendo de los principales manipuladores de la información pero, cabe resaltar, la influencia del MCRL, en el grupo que realizó este comunicado, en el artículo publicado en la Nación se menciona : “De ahí que Iplex considere que "todo intento de control o medición por parte de entes oficiales es "peligroso y si dichos controles o mediciones se centran en los medios de comunicación establecidos, constituirán una odiosa discriminación en su contra".[2] Es extraño que parezcan estar preocupados por que les vayan a tocar su preciado monopolio informativo.
Debemos estar alertas, ser conscientes de que tanto los burgueses hermanitos Arias, como su principal bastión de opresión, el Ministerio de Seguridad Pública, no están solos en cuanto a la represión del movimiento social se refiere, eso los Arias lo deben tener presente, ya que como nuestro amigo autor del primer artículo nos dice “Durante la presidencia de Óscar Arias Sánchez seis integrantes del Movimiento ocuparon altos puestos de gobierno”. No podemos salir a la lucha con las espaldas al descubierto, tengámoslo presente!

[1] Nota: los escritos sobre el MCRL mencionados en éste artículo se encuentran en la página de corte neonazista http://www.nuevorden.net/m_37.html.
[2] La Nación, 2/07/2007
En Clave Revolucionaria (LRS) N°3, julio de 2007

No hay comentarios: