Después del Paro Nacional: Echar a Sobisch con la huelga general
Por: Partido de los Trabajadores Socialistas.
Fuente: La Verdad Obrera N° 229 Sábado 14 de abril de 2007
Asamblea Provincial. Preparar un neuquenazo. Plan de lucha nacional para que triunfen los docentes de las provincias en huelga
Más de 30 días de paro docente y la feroz represión en Arroyito que causó la muerte del compañero Carlos Fuentealba cambiaron el escenario provincial y provocaron el primer paro nacional de la CTA en el gobierno de Kirchner junto a la medida de la CGT (ver editorial). En la provincia de Neuquén el odio y la indignación llevaron a miles de trabajadores a tomar en sus manos el paro y ganar las calles en una manifestación que se considera una de las más grandes de la historia de la provincia. Trabajadores y estudiantes movilizados, los puentes cortados, escraches a los funcionarios. La bronca popular se palpa en la provincia. El gobierno se debate en una aguda crisis. En 1997 después de matar a Teresa Rodríguez el MPN le hizo una oferta salarial a los docentes para aislar a los desocupados y el pueblo de Cutral Có. Hoy, Sobisch quiere repetir la trampa ofreciendo una mejora económica a costa de que abandonemos el reclamo efectivo del castigo a los asesinos, o sea, de su caída. Está planteado echar al gobernador Sobisch con la movilización. Entre los docentes y el resto de los trabajadores se debaten distintas estrategias ante la crisis abierta.
El jueves 5 de abril falleció el docente Fuentealba después de ser fusilado por la policía provincial en una represión ordenada por el gobernador Sobisch e instigada por las cámaras empresariales y del turismo que llamaron al desalojo de las rutas. Estaban preocupados por las ganancias que perderían en las mini-vacaciones de la Semana Santa. Para ellos la vida de un trabajador no vale nada. Por eso a 10 años del asesinato de Teresa Rodríguez el MPN repitió la historia: represión y muerte a los trabajadores que luchan por sus derechos mientras garantizan que la Repsol junto a otras multinacionales petroleras sigan saqueando nuestros recursos naturales.
El lunes 9, el paro y una movilización histórica recorrieron las calles de Neuquén dando una contundente respuesta. Sobisch respondió con una provocación: "Me quedo", dijo, y nombró como super-ministro a uno de sus estrechos colaboradores: Jorge Lara quien, entre otras cosas, organizó el desalojo parapolicial de los docentes el año pasado en la refinería de la Repsol de Plaza Huincul. El lobbista de las petroleras no quiere renunciar. Busca un chivo expiatorio con un policía preso y dos o tres renuncias. Pero el grito del lunes todavía retumba: "¡Fuera el asesino Sobisch!" Por eso, al asesino hay que echarlo, no sentarse a negociar ni con él ni con sus ministros.
Ni un sólo docente está dando clases. Al paro de ATEN se suman los trabajadores de la salud, de Acción Social y el resto de las reparticiones públicas donde se está acatando el paro de 48 hs. de ATE. Los docentes privados de SADOP, los docentes y no docentes universitarios también están en huelga. Por su parte los obreros ceramistas votaron ir al paro en las 4 fábricas. Los estudiantes universitarios, secundarios y de los terciarios son parte de esta lucha. La inmensa mayoría de la población repudia al que ordenó el fusilamiento.
La posibilidad de echar a Sobisch es hoy más cierta que nunca, por su debilidad y desprestigio nacional. En las calles y en el repudio popular está la fuerza necesaria para que se vaya. No en los pasillos de la legislatura ni en la vía muerta del juicio político que impulsan, entre otros, los kirchneristas que avalan la militarización de las escuelas de Santa Cruz.Ante la crisis abierta hay 2 caminos. Uno consiste en que, mientras se pide la "renuncia" o se declama "fuera Sobisch", se deja abierta la puerta para sentarse a negociar con los asesinos una mejora salarial. El otro es echarlos con la acción obrera y popular y conseguir todas nuestras reivindicaciones. Para eso es necesario preparar la huelga general en el camino de un levantamiento de los trabajadores y el pueblo, un verdadero Neuquenazo. Las escuelas, los hospitales, Zanon, las fábricas, los pozos petroleros y la universidad tienen que transformarse en centros de organización donde debatir y organizar una Asamblea Provincial para llamar a la huelga general con piquetes y cortes de puentes hasta que se vaya Sobisch e imponer las reivindicaciones obreras y populares. Los trabajadores y organizaciones que ya estamos en lucha tenemos que llamar al resto a que se sume. El lunes 9 los petroleros pararon la producción en los pozos y camioneros y bancarios participaron de la movilización. Hay que sumarlos; y se puede. Para el PTS este es el camino por el que hay que luchar en cada asamblea.
En Clave Revolucionaria (LRS) N°1, abril de 2007.
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