Por Kote Cinatti
En el 1° de mayo, día mundial de los trabajadores:
En el marco de la celebración del día mundial de los trabajadores, y de la conmemoración de la gran gesta heroica llevada adelante por los mártires de Chicago el 1° de mayo de 1886; nuevamente las movilizaciones, y la lucha de las capas más explotadas de la clase obrera norteamericana, vuelven a ponerse en movimiento.
Aunque en los últimos años han estallado valerosas luchas y combates de la clase trabajadora internacional; tales como Bolivia, Oaxaca- México, Argentina, etc; es ineludible la responsabilidad histórica y práctica de todo revolucionario, solidarizarse con la lucha de uno de los sectores más oprimidos, explotados y castigados de la clase obrera mundial: los migrantes.
Especial solidaridad en esta fecha tan especial, necesitan nuestros hermanos latinos en Estados Unidos; que desde el año pasado 2006 sacudieron el corazón mismo del imperialismo mundial de costa a costa y de frontera a frontera, con sus grandísimas acciones de lucha.
Lucha de los inmigrantes por su legalización y por sus derechos políticos.
En el año 2006, se realizó el gran primer “gran boicot nacional”, bajo el lema “un día sin imnigrantes”. Esta gran jornada de lucha se extendió a lo largo de decenas de estados, y tenía como objetivo esencial mostrar la indignación contra la Ley propuesta por el republicano James Sensenbrenner, la cual convierte en terroristas y delincuentes a todos aquellos inmigrantes clandestinos; y también a aquellos que les ofrezcan ayuda o les brinden los servicios sociales.
La lucha contra esta Ley, que fue aprobada a finales del año pasado, provocó la reactivación de un sector muy cohibido, y que dificilmente se ponía en movimiento en las últimas décadas. Incluso los hijos de los latinos y otros inmigrantes, realizaron marchas multitudinarias en regiones como Chicago, Los Ángeles, Nueva York, o Washington.
Los inmigrantes latinos en Estados Unidos se han convertido en la “minoría” más numerosa e importante en el corazón del capitalismo mundial, alcanzando poco más de 41 millones de habitantes legales; y de 12 a 18 millones que se encuentran en una condición “ilegal”, indocumentados.
Y es que la reactivación de las movilizaciones de los latinos, tienen una importancia colosal, si tomamos en cuenta el peso económico y político de este sector inmigrante dentro de Estados Unidos.
“Las cifras de la Oficina del Censo apuntan, por ejemplo, a un poder adquisitivo en el 2004 de 700.000 millones de dólares, y una proyección de más de diez millones de votantes para el 2008, en comparación con los 5,9 millones del 2000.”[1] El sector inmigrante, es uno de los más codiciados, en este último sentido, por las dos fracciones de la burguesía imperialista que se turnan en el poder: los Demócratas y los Republicanos. Por eso los latinos saben que su fuerza cuenta, y cansados de esperar cambios desde arriba, se han lanzado organizadamente a intentar conquistar sus derechos desde abajo.
Gran “Boicot nacional II”: grandes contingentes explotados se unen a la lucha.
El movimiento de los inmigrantes, en defensa de sus derechos políticos, sociales y económicos, ha generado la simpatía en muy diversos sectores.
Se prevé que para este 1° de mayo de 2007 se unan los transportistas y los estibadores del Puerto de California, por donde se calcula que circula más del 90 por ciento de los bienes importados a Estados Unidos[2]. Este fortalecimiento, puede dar una idea del poderío que estaría siendo puesto en movimiento. También desde los días finales de abril calientan las movilizaciones de otros sectores, como los estudiantes secundarios y los maestros en las escuelas; los cuales por lazos biológicos, culturales o económicos se han integrado a tan justa y valerosa lucha.
El gran reto: unificar a los obreros latinos con los trabajadores estadounidenses.
Aunque la lucha de los latinos tiene una importancia colosal, tanto en términos históricos como políticos; aún así sólo podrá liberarse y obtener victorias significativas si se une en un sólo bloque con los también explotados obreros estadounidenses.
La burguesía imperialista de Estados Unidos, coloca fronteras de color, sexo, raza o condición económica entre los distintos grupos de trabajadores; con el fin de dividir sus fuerzas y así asegurarse un dispositivo de seguridad a favor de la explotación. Por ejemplo baja los salarios de los latinos, con el objetivo de abaratar el costo de su trabajo, y poner a competir tanto a los nacidos en Estados Unidos; con el bajo costo de la fuerza de trabajo latina. Los únicos que se benefician por supuesto son los burgueses.
Ante estas circunstancias, es más urgente que nunca la unidad de los trabajadores inmigrantes y nativos; para poder torcerle el brazo a la genocida burguesía imperialista estadounidense.
En términos históricos la movilización en el corazón del imperialismo, es altísimamente progresiva; ya que para cualquier socialista, es claro que sin un movimiento revolucionario en los países más desarrollados del capitalismo; es imposible construir el socialismo. En estos términos, es necesario apoyar la movilización de la clase obrera en Estados Unidos, y dotarla de una dirección política correcta; capaz de llevarla a la victoria.
Una contundente victoria en Estados Unidos, ya sea de los latinos, o de su propia clase obrera autóctona; pondría en mejores condiciones a los trabajadores para luchar por el socialismo, para poner la enorme capacidad técnica y tecnológica estadounidense al servicio de los trabajadores y los pobres del mundo. Esta perspectiva servirá para reducir al mínimo las jornadas laborales, para garantizar abundancia en la producción, trabajo pleno; y sobretodo para parar las guerras preventivas, las invasiones y las agresiones del gran genocida imperialista contra la integridad de la humanidad.Para lograr todo esto, es necesario luchar no sólo por una gran y fuerte organización revolucionaria en Estados Unidos; sino también es urgente reconstruir la Cuarta Internacional revolucionaria de León Trotsky, con el ánimo de llevar a todos estos movimientos por la senda victoriosa.
¡Proletarios latinos y gringos: uníos! ¡Trabajadores inmigrantes y nacionales: una sola lucha y una sola clase!
En Clave Revolucionaria (LRS) N°2, mayo de 2007.
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