miércoles, 19 de octubre de 2011

Elecciones estudiantiles en la UCR- ANTE LA FALTA DE UNA ALTERNATIVA SERIA DE LUCHA Y ORGANIZACIÓN EN LA UNIVERSIDAD:

VOTEMOS NULO PARA EXPRESAR NUESTRO RECHAZO A LOS ACTUALES PARTIDOS


Durante casi dos semanas se ha desarrollado en la Universidad de Costa Rica (UCR) un dispositivo de propaganda política que pocas luchas (incluida la movilización del 29/9) han tenido capacidad de provocar, tanto en su alcance como en su grado de persistencia. Es obvio que el motivo de semejante dispositivo, sostenido por la pega de miles de afiches, los debates, así como los puestos “informativos” casi permanentes; es que los partidos Progre, Convergencia e Inclusión vienen librando una lucha pujante por apoderarse del aparato de la FEUCR.

Esta campaña electoral especialmente, ha estado caracterizada por los ataques y las campañas de desprestigio de un partido estudiantil contra otro, en una dinámica de bajo nivel que poco tiene que envidiarle a las campañas políticas tradicionales del PLN o el PUSC a escala nacional. Suponemos que una lucha electoral tan agresiva se debe a la dimensión del trofeo: una federación que maneja millones de colones, múltiples privilegios materiales, y que además puede darle existencia política más o menos real a personas completamente desconocidas o limitadas de la noche a la mañana.

Pero a pesar del colorido propagandístico, todo parece señalar que no hay una alternativa que sirva para impulsar tanto la lucha en defensa de las causas estudiantiles y populares así como la organización independiente del movimiento estudiantil. La situación durante el último año, así como la política de estos grupos hacia la marcha del 29 de setiembre lo confirma con toda claridad. Viendo caso por caso, la situación es más o menos la siguiente:

El partido Progre, impulsado centralmente por la Juventud del Frente Amplio (FA), escudado tras el infame slogan de la llegada del “cambio”, ha pasado vegetando prácticamente durante más de un año dentro de las paredes de la federación. Tanto así que no convocó en todo ese tiempo a una sola movilización en defensa de las causas estudiantiles por voluntad propia; y no podía ser de otra forma para ese partido, pues mientras sus “dirigentes” se han dedicado a pasear a otros países (como Uruguay) con los recursos de los estudiantes, como aparato se han contentado tranquilamente con ser una oficina auxiliar de la Rectoría y la administración de la Universidad: haciendo gestiones para matrículas de inclusión, ampliación o pidiendo cupos pacíficamente como buenos muchachos a las jerarquías universitarias.
A excepción de la marcha del 29 de setiembre donde se vieron obligados a participar, no se han involucrado en la movilización supuestamente para “no desgastarla” como método de lucha. Mientras tanto, se han pasado todo el tiempo dialogando hermética y tranquilamente con las autoridades, que protagonizaron el año pasado una escandalosa negociación del FEES para las cuatro universidades estatales, poniendo además en riesgo la educación pública, al colocar en manos del Banco Mundial la construcción de nueva infraestructura y hasta el financiamiento para las universidades. Esto poco le ha importado a los dirigentes de Progre/FA.

Como si fuera poco, el partido electoral del FA se ha quedado desarmado frente a la política nacional del gobierno: primero guardó un silencio cómplice frente la política chovinista de Chinchilla en relación a la Isla Calero,[1] y luego, en los últimos meses; quedaron desarmados no solo en su política para enfrentar el plan de austeridad ya impulsado por el Ministro Herrero, sino también para organizar la movilización en defensa del presupuesto para las universidades para el próximo año 2012. Es tan desoladora la situación, que bastó con que el señor Herrero le “aclarara” a la Rectora Yamileth González que no habría recortes, para que los buenos muchachos de Progre se quedaran sin saber qué hacer para luchar. Tanto es así que la marcha del 29 de setiembre en defensa del presupuesto y contra el plan de austeridad se desarrolló en buena medida por la presión de un sector independiente desde abajo en la UCR, y por otra parte por la propia presión de algunos dirigentes estudiantiles de la UNA, que llegaron a presionar a la dirección de la FEUCR para que movilizara a los estudiantes el 29/9.

Pero no solo es limitado el rol de Progre: lo es también el del MAS/Convergencia, que a pesar de haber controlado la federación durante 6 años, no fue capaz de construir un nuevo movimiento estudiantil sin disponer del tanque de oxígeno de la FEUCR, que les garantizó su existencia como grupo durante todo ese tiempo. 

Al contrario, casi han desaparecido políticamente de la UCR, apareciendo tan solo de forma testimonial para la marcha del 29 de setiembre con una pequeña columna, pues probablemente era necesario aprovechar la actividad para reunir los principales contactos que participarían en estas elecciones. Aunado a lo anterior, los compañeros que dirigen el MAS tampoco fueron capaces de convocar en todo este año a una sola acción de movilización alternativamente a la parálisis de Progre/FA en la Universidad, a pesar -como decíamos- de haber estado en la federación durante seis años consecutivos.

Por otra parte, los compañeros de la dirección de Convergencia dieron su apoyo a la Rectoría durante la negociación del FEES, y fueron incapaces de ser tan “independientes” como dicen en su propaganda; más allá que al final de la lucha intentaran dar un giro a izquierda cuando era ya demasiado tarde. Inconsistencia que al final fortaleció al FA-Progre.

Mientras tanto la JS, que hoy participa en las elecciones bajo el nombre de Inclusión y que logró colocar en el Consejo Universitario a María Isabel Victoria (Marisa) el año pasado gracias su alianza con el MAS; no rindió ningún tipo de cuenta al movimiento estudiantil que la votó en la papeleta para su participación en tal Consejo. Al contrario, su participación fue desconocida por el grueso de estudiantes, incluso los más politizados.

La situación es tan delicada que en ningún momento se supo que utilizara su participación en esa instancia política para agitar la organización o la lucha directa por parte de los estudiantes contra las autoridades que administran la UCR para los grandes empresarios. Tampoco se supo si denunció la construcción de infraestructura de las universidades estatales -incluida la UCR- con las manos del Banco Mundial, o si denunció el silencio cómplice de doña Yamileth con el Plan de Austeridad contra los trabajadores impulsado por el gobierno de Chinchilla.

Pero aquí no acaban nuestras observaciones sobre la política de la JS, que ha llegado al punto -en sus atajos políticos para dejar de ser un pequeño grupo- de aliarse con Braulio Venegas, uno de los integrantes del agrupamiento de derecha JUNTOS durante el año pasado. Es que si bien la JS dice en una declaración que el tal Braulio “rompió por izquierda”, este muchacho no se ha autocriticado públicamente en ningún momento por su reciente pasado reaccionario en la UCR, ni tampoco se ha autocriticado por las exigencias de castigo que JUNTOS hizo a las autoridades universitarias para quienes ocuparon edificios en la Universidad y lucharon en defensa del presupuesto universitario durante 2010. A pesar de esto, la discusión está saldada ya para la JS.

Desde la LRS creemos que en estas elecciones no hay una alternativa real que represente a los estudiantes que quieren luchar de manera seria y organizarse independientemente de las autoridades. Aunque el año pasado llamamos tácticamente a votar a Iniciativa contra Progre en segunda vuelta, sobretodo para tratar de evitar la consolidación de un giro a derecha dentro de la Universidad (simbolizado por la llegada del FA a la FEUCR), insistimos en que la urgencia en este momento pasa por construir pacientemente un nuevo movimiento estudiantil que sea combativo, revolucionario y verdaderamente independiente; tanto de las autoridades como de la propia política del gobierno. 

Las direcciones de los grupos que actualmente participan en las elecciones para la FEUCR, han demostrado con su rutinarismo electoralista y su pasividad durante el último año su propia incapacidad para la lucha. Por eso hacemos un llamado a los activistas descontentos e “indignados” con estas agrupaciones a votar nulo para reflejar nuestro rechazo, así como a construir una nueva dinámica de lucha, que rompa con la socialdemocratización y la política de corto plazo que (más allá del “engorde” coyuntural) en distintos niveles carcome a las organizaciones en cuestión. Impulsar un nuevo movimiento, que piense en clave revolucionaria, combativa e independiente es no solo necesario sino urgente; especialmente frente al endurecimiento de la crisis capitalista mundial y los ataques contra el pueblo (incluidos los estudiantes) que ya se ven en el horizonte.


[1] Esto lo hicieron al mismo tiempo que José María Villalta apoyaba desde el Congreso las “gestiones de la Presidenta” en relación con la Isla Calero, es decir, en paralelo al apoyo que el FA le dio a la política chovinista de Chinchilla.